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sábado, 9 de enero de 2010

"¡Qué molleja e’ frío!". //La Provincia de Alberta es el Zulia canadiense.


CORTESÍA ELÍAS LÓPEZ Lino Carrillo con el furro y Elías López con el cuatro tocan con Estampida Gaitera en Calgary

"A 40 grados bajo cero, el cuero se le pone a uno grueso", ríe Lino Carrillo, un zuliano profesional del petróleo que fue a parar hace seis años a un pueblo del centro oeste de Canadá llamado Fort McMurray.

"Un frío mollejúo", repica Jorge Robles, un maracucho con maestría en petróleo que también emigró después del paro de 2002. "Aquí ojalá la temperatura fuera como la que le cae a uno en la cara cuando abre el congelador de la nevera. Pero no. El aire es tan frío, tan frío, que al respirar uno siente que se muere algo por dentro".

"¡Mi madre! Cuando la gente le pregunta a uno: `¿Qué quieres que te lleve, harina pan, cocosette?’ Uno responde: `Traeme una tambora de la Calle 4, ese señor las hace bien buenas.

Al frío lo olvidamos cantándole a La Chinita", comenta más allá Elías López, otro maracucho del sector petrolero que consiguió empleo en esa región helada de Canadá.

Pues sí. Tocan y cantan gaitas. Esa fue la manera que encontraron para cubrirse de ese clima que les congela las retinas. Le cantan a su Virgen, a la tierra que tuvieron que dejar atrás, a la algarabía maracucha, a la nostalgia por el calor de los afectos en Venezuela.

Cantan y se burlan de las temperaturas no aptas para zulianos. "El cuerpo camina tuyío, los dedos se sienten dormíos, los labios partíos". Así resumió en una canción Jorge Robles cómo sobreviven los venezolanos en esa región del oeste canadiense cuando el termómetro indica 10, 30, 50 por debajo de 0 grados Celsius.

Robles se inspiró en lo que ha vivido durante seis "larguíiiisimos" inviernos. Le puso letra, música y un nombre muy marabino, "Qué molleja e’ frío".

"Vos que te quejabas del calor de Maracaibo...sólo te queda decir, mi hermano, ¡Qué molleja e’ frío!", corean las esposas e hijas que integran el grupo que no podía llamarse de otro modo: Nevada gaitera. Robles y los miembros de la agrupación que dirige desde 2005 viven en Edmonton, la capital de Alberta, una provincia de Canadá famosa por ser productora de petróleo y gas natural.

Lino Carrillo fue cofundador de Gaitas Bajo Cero de Fort Mc Murray, el primer grupo que comenzó a tocar la música zuliana en Alberta. Se mudó hace un año para Calgary y ahora toca y canta junto a Elías López en Estampida Gaitera, un grupo integrado por 18 personas procedentes de diversas regiones de Venezuela.

Amanecer gaitero.

Alberta tie- ne 3,5 millones de habitantes repartidos en varias ciudades, entre ellas Edmonton (viven cerca de 1.000 venezolanos), Calgary (hay más de 3.000) y Fort Mc Murray (latitud norte 56, que recuerda al Catatumbo por sus auroras boreales, hay cerca de 1.000 venezolanos).

A esas tres ciudades han emigrado miles de zulianos, orientales y caraqueños desde que ocurrió el paro petrolero y el despido masivo en Petróleos de Venezuela. Sus perfiles curriculares resultan atractivos para las empresas de Alberta.

Así fue como llegaron estos maracuchos a la región que tiene casi la misma cantidad de habitantes del Zulia pero que es 10 veces más grande que su estado natal.

"Los gaiteros tuvieron que salir en estampida de Maracaibo.

Por eso le pusimos ese nombre al grupo, para jugar un poco con otra estampida que celebran aquí todos los años, la del ganado, una fiesta típica de Alberta", cuenta Elías López.

"Cuando participamos en festivales de música, los canadienses nos preguntan ¿y de dónde salieron ustedes? Pues de Venezuela, le respondemos.

Ellos se extrañan porque antes no escuchaban tanto bochinche en la provincia. Alberta es el estado Zulia de Canadá", dice Jorge Robles, el "recontramaracucho del grupo".

Para Lino Carrillo, un experto en refinería petrolera que viene de una familia de músicos, la gaita es una manera de acercarse a su tierra. Cuando se mudó a Fort Mc Murray comenzó a tocar villancicos con un cuatro y un tambor africano.

Luego mandó a pedir un furro y se empeñó como sus paisanos en promover el folklore de su país por toda Alberta.

Eloy Montiel, otro maracucho a quien las gaitas le corren por las venas, es uno de los pioneros en eso de juntar venezolanos para tocar música.

Convocó a estos tres grupos de nostálgicos y armó en noviembre pasado el primer Amanecer Gaitero que se ha hecho en Calgary, para conmemorar los 300 años de La Chinita.

"Un éxito total. Las 450 entradas se agotaron en una semana", recuerda Elías López.

Aquel fue un encuentro de ex empleados de Pdvsa y de otros profesionales que se conocieron a 15 grados bajo cero (Calgary es más templada que Edmonton y Fort Mc Murray).

"Queremos que las nuevas generaciones que están creciendo aquí se sientan orgullosas de ser venezolanos", explica Robles, el autor de "¡Qué molleja e’ frío!".

Él tampoco había tocado gaitas en su tierra. Las ganas de mantener viva su herencia le hicieron fabricar sus propios tambores. "Cuando me propusieron lo del Amanecer Gaitero, dije: `¡Dale que no vienen carros!’ Me niego a refugiarme en la nostalgia. Debemos mantenernos alegres. Las gaitas son nuestra manera de compartir felicidad y optimismo".

COMENTARIO:

EL NACIONAL - LUNES 28 DE DICIEMBRE DE 2009CARACAS/1

HISTORIAS En la zona petrolera de Canadá, los venezolanos se acaloran tocando gaitas a 40 grados bajo cero
Que molleja e frío!

La Provincia de Alberta es el Zulia canadiense. Allí, tres grupos cantan y se ríen de la nostalgia

LIZA LÓPEZ V.