Autor: Luis Israel Abreu
INTRODUCCION
En la primera década de este siglo se ha estado tratando de llevar a la
práctica una filosofía socio-política y económica llamada Socialismo del
Siglo XXI que nadie de los que la están impulsando en estos momentos
sabe exactamente de lo que se trata u ocultan sus verdaderos propósitos
al implantarla. Esta filosofía fue expuesta públicamente por primera vez
en 1996 por el autor ruso A.V. Buzgalín. Más tarde el profesor Heinz
Dieterich Stefan, de origen méxico-alemán abundó en su interpretación
en una entrevista concedida a la revista peruana Mariátegui en el año
2006.
Sin embargo, y sin duda alguna, el presidente venezolano Hugo Chávez es quien ha tomado en sus manos la bandera del Socialismo del Siglo XXI (SS-XXI) para tratar de implantarlo en su país y en otros países latinoamericanos. Mientras que según Buzgalín y Dieterich el SS-XXI es más bien una propuesta de socialismo democrático o democracia participativa, donde la libertad, la descentralización, la justicia, la iniciativa privada y las elecciones libres son los pilares fundamentales del mismo, el proyecto de Hugo Chávez es una propuesta en experimentación que se asemeja más bien al modelo castro-comunista cuyos pilares fundamentales son la concentración de poderes, el autoritarismo, la propiedad pública o estatal y el modelo de partido único. Actualmente este proyecto está en experimentación en Venezuela, Bolivia y Ecuador, con otros intentos en Nicaragua y Argentina. Por consiguiente y analizando paso a paso lo que ocurre en esos países y tratando de ser lo más objetivo posible, expongo a continuación la esencia del SS-XXI según la interpretación del mandatario venezolano Hugo Chávez Frías. Este análisis ha sido llamado ensayo debido a que el socialismo del que hablamos se encuentra en etapa experimental. Cualquier opinión al respecto será bienvenida.
Este ensayo ha sido resumido en 20 puntos o artículos, los mismos se divulgarán vía Internet y en otras publicaciones. Debido a lo extenso del mismo éste será enviado periódicamente en partes proporcionales de 4 puntos cada vez. También podrá ser visto, por partes, en el blog www.israelabreu.net.
1) Filosofía del Socialismo del Siglo XXI.- Esta es una filosofía política de extrema izquierda que considera al Estado como rector absoluto de todo lo que existe en el país. La libertad individual y la justicia quedan supeditadas a la libertad y a la justicia colectiva. Este tipo de socialismo es más bien un comunismo re-potenciado aunque nunca se usará esa palabra ya que la misma está ligada al fracaso. Se usará más bien socialismo a secas, sin aclarar a cuál pertenece si al europeo, cubano, brasileño o chileno. Y, por supuesto, no se hará mención a que las raíces del Socialismo del Siglo XXI se remontan al siglo XIX, año 1848, en que Karl Marx y Friedrich Engels elaboraron y publicaron el Manifiesto Comunista por encargo directo de la Liga de los Comunistas europeos. Aunque en honor a la verdad, ni el propio Karl Marx escribió mucho sobre la teoría socialista que resultó ser una utopía. A esto hay que agregar que tanto Marx como Engels prefirieron soslayar el término comunista y usar más bien el término socialista por tener éste una connotación menos violenta. Aún hoy en día sucede lo mismo. Tampoco logró el socialismo de Marx realizarse en ninguna parte del mundo. Su método de lucha para llegar al poder fue principalmente la violencia con la confrontación de clases sociales mientras que el SS-XXI usa la vía electoral, procediendo posteriormente a eliminar todas las instituciones democráticas. La meta final, según el Manifiesto Comunista es la eliminación total del Estado pero antes de llegar a la misma habría un periodo de transición entre capitalismo y comunismo que se llamaría la Dictadura del Proletariado (militar), etapa en la que habría que imponerle al pueblo, por la fuerza de una revolución, los conceptos de un mundo sin clases. Chávez usó por primera vez el término Socialismo del Siglo XXI el 30 de enero del año 2005. También reconoce Chávez que el guía y líder principal de este socialismo, por lo menos en América Latina, es el dictador cubano Fidel Castro, por lo que para nadie es un secreto que lo que se pretende a través del SS-XXI es repotenciar el sistema comunista que en Cuba y en todo el mundo fracasó. Parece que no oyó hablar Chávez de la famosa frase de Winston Churchill décadas antes del derrumbe del bloque soviético: “El Socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia, sin virtud inherente; es la distribución igualitaria de la miseria”.
2) Llegada al poder a través de elecciones libres.- En el SS-XXI se llega al poder a través de elecciones libres aprovechando las bondades de la democracia. Por supuesto, no se le dirá al pueblo lo que se va a hacer después de la llegada al poder ya que habrá que cambiar muchas cosas que afectarán la vida normal de las personas. Por ejemplo, Chávez siempre dijo que implantaría el SS-XXI, pero nunca dijo que para llegar a él se eliminaría el estado de derecho, las libertades individuales, la propiedad privada, las instituciones democráticas, etc. Lo mismo que sucedió en Cuba con Fidel Castro que él mismo reconoce que antes del ataque al cuartel Moncada en 1956 ya era marxista leninista, pero que no lo dijo porque “el pueblo no estaba preparado para saber eso”. Castro traicionó a todos los que lucharon a su lado y a todo el pueblo cubano. Algo parecido hizo Manuel Zelaya en Honduras, quien en su campaña electoral nunca habló del SS-XXI ni que reformaría la Constitución para reelegirse indefinidamente y luego quiso hacerlo. La llegada al poder a través de elecciones tiene la gran ventaja de que mientras que el pueblo cree que lo que tiene es una democracia y mientras que los opositores se ponen de acuerdo, el gobierno trabaja intensamente tratando de eliminar lo más pronto posible todas las instituciones democráticas. El pueblo ayuda mucho, principalmente los pobres, creyendo las promesas que les hacen de que “muy pronto” saldrán de la miseria y vivirán como viven los ricos. Ese lenguaje populista atrae a las multitudes. El mundo exterior también ayuda mucho en su ignorancia repitiendo la misma falacia de que el gobierno es democrático por haber sido electo democráticamente.
3) Elecciones generales y partido único.- Para poder triunfar desde el poder se usarán todas las argucias posibles, desde el arreglo de computadoras, las cédulas múltiples, incluyendo a los muertos y hasta a los ciudadanos extranjeros, como en Venezuela que votan los cubanos, en Bolivia que votan los venezolanos y en Ecuador que votan los bolivianos. Su triunfo estará garantizado ya que para optar por la Presidencia de la República sólo habrá un candidato, el mandatario de turno. Esto sin contar que el Consejo Electoral estará siempre de parte del candidato oficialista. Debido a esto es que todos los dictadores comunistas han podido gobernar hasta su muerte o su incapacidad total, como Fidel Castro. Con relación a las elecciones parlamentarias o intermedias sucede algo parecido. Supuestamente este tipo de elecciones no debería causar muchos problemas ya que los votantes seleccionarán a sus candidatos de una lista que les entrega el gobierno. Si a pesar de toda la ventaja en la propaganda y otros recursos se temiera que algún candidato del oficialismo pudiera perder frente a alguno de la oposición, se apelará a la inhabilitación de éste para que no pueda aspirar. Algo parecido a lo que sucede en Venezuela, Ecuador, o Bolivia donde se ha llegado al extremo de enjuiciar con cualquier pretexto a candidatos a la presidencia para que no puedan hacer campaña electoral. Para esto se contará siempre con el respaldo del Consejo Electoral, encargado de preparar las boletas electorales y de contar el resultado de la votación. También se contará con todos los recursos económicos del Estado mientras que la oposición no contaría con los mismos. Además, la publicidad será masiva debido a que toda la prensa del país será propiedad del Estado. Si por casualidad, y a pesar de todos los esfuerzos posibles, algún gobernador o alcalde de la oposición resultara electo no habría por qué preocuparse, se le quitan todas las competencias, incluyendo el presupuesto que la Constitución le confiere, y se nombran oficiales de DEDO que respondan solamente al máximo líder. Además, otro control indispensable es el de los partidos políticos. El sistema político será unipartidista pues la mejor forma de ser electo y de gobernar es sin partidos de oposición. El pluripartidismo es visto como un vicio de la burguesía. El mejor ejemplo de la ventaja del unipartidismo lo tenemos en Cuba donde un solo hombre (Fidel Castro) ha podido gobernar de forma vitalicia durante 50 años.
4) Reforma de la Constitución.- Tan pronto como se pueda se redactará una nueva Constitución (o se reformará la existente) ya que para poder implantar el SS-XXI es necesario ejercer un control absoluto y de larga duración. Esto será posible logrando la reelección indefinida del mandatario que poco a poco se convertirá en dictadura indefinida hasta que supuestamente se establezca el SS-XXI. En caso de que no se logren los votos necesarios para reformar la Constitución en la primera votación, no importa, se repetirá la votación cuantas veces sea necesario hasta que se logre el objetivo deseado. También se incluirá un artículo que se llamará Referéndum Revocatorio para poder revocar el mandato presidencial si el mandatario incurriera en violaciones a la Constitución. A esto tampoco hay que temerle ya que los recursos abrumadores del Estado, y sus órganos afines, harán casi imposible esta revocación. Si de momento, por el rechazo popular, la Constitución no pudiera ser reformada, se recurrirá a las llamadas leyes habilitantes que son poderes especiales que se le otorga al Jefe de Estado para que introduzca por decreto las leyes que no pudieron obtenerse al no haberse podido reformar la Constitución. Estas leyes habilitantes son poderes omnímodos, absolutos, otorgados por el Congreso o Asamblea Nacional al gobernante de turno. Algo parecido a lo que sucedía en la Roma Imperial donde el Senado le otorgaba poderes dictatoriales al Emperador. La diferencia estriba en que en Roma se le llamaba poderes dictatoriales mientras que en Venezuela se les llama poderes especiales o leyes habilitantes.
5) Distribución igualitaria de lo que haya.- En el SS-XXI, como en el comunismo, todo lo que se produce se distribuye supuestamente a partes iguales, por lo menos eso es lo que se dice. Teóricamente todos los productos se concentran en un solo lugar, como sucedía en las comunidades primitivas, y de ahí se sirven por igual todos los vecinos. Su máxima es “de cada cual según sus posibilidades, a cada cual según sus necesidades”. El inconveniente de esta distribución es que los más preparados y talentosos se dan cuenta que los menos dotados, incluyendo los vagos, viven de ellos por lo que disminuyen a propósito sus esfuerzos, bajando considerablemente la producción. Mientras que en este socialismo se propugna la igualdad absoluta, en el capitalismo se propugna la igualdad de oportunidades. Ese tipo de distribución igualitaria será más humana pero es menos práctica ya que mata la iniciativa privada y todos pasan a ser más pobres que antes como pasó en el Bloque Soviético, uno de los motivos principales por el cual fracasó. En este aspecto, dicho socialismo está en desventaja frente al capitalismo cuya máxima es “de cada cual según sus posibilidades, a cada cual según su rendimiento”. Esta desventaja tratan de solventarla con una libreta de racionamiento, como en Cuba, a través de la cual se reparte supuestamente a partes iguales todo lo que haya. Aunque no entre todos ya que en este tipo de sistema a los servidores leales no se les somete a tal racionamiento. En cuanto a esto hay una anécdota real, muy explícita, que se refiere a un campesino cubano llamado Margarito que quería que llegara el comunismo a la isla para comer como los Sárraga (dueños del Central Adela en Las Villas, Cuba) pero luego se disgustó porque decía que hicieron al revés, que en vez de haberlo puesto a él a comer como los Sárraga pusieron a los Sárraga a comer como él.
6) Concentración de poderes, Consejo Federal de Gobierno.- Para poder consolidar el SS-XXI es necesario controlar todos los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Es decir, no puede existir independencia de poderes pues el Ejecutivo no puede ser supervisado ni controlado por nadie. El Consejo Electoral Nacional tiene que estar también bajo el control del Estado, así como las Fuerzas Armadas, el Contralor General, la prensa, etc. La cadena de mando es como sigue: el Ejecutivo envía un anteproyecto de ley a la Asamblea Legislativa, la Asamblea lo convierte en ley y el Tribunal Constitucional le da el visto bueno. Si hubiera descontento y protestas el mandatario ordenará al Fiscal General, al Poder Judicial o a quien corresponda, para que proceda y cumpla con su deber, pues para eso fueron nombrados por él mismo. Esto será respaldado por el Fiscal General y el Tribunal de Justicia quienes instruirán a la Policía Revolucionaria y a las Fuerzas Armadas para que hagan cumplir las leyes. Si fuera necesario se criminalizan las protestas y se encarcela al que proteste públicamente, aunque sea pacíficamente. Pudiera llegarse hasta la implantación de la pena de muerte para casos políticos, como en Cuba, o se usarían otros métodos menos convencionales para ejecutar a los opositores indeseables. El Contralor General se encargará de avalar todo lo que haga el Ejecutivo y si éste es acusado de corrupción se dirá que los corruptos son los opositores. Para evitar las criticas públicas se controlará la prensa radial, escrita y televisiva, incluyendo el Internet. Para mayor control se dividirá y subdividirá el territorio nacional cuantas veces sea necesario. Provisionalmente se crearán Consejos Comunales o Círculos Bolivarianos, como los Soviets en Rusia o las Asambleas Populares en Cuba, al frente de los cuales se pondrán individuos de toda confianza. Estos Consejos Comunales o Asambleas Populares irán suplantando poco a poco a los alcaldes y gobernadores elegidos por la voluntad popular. Finalmente, después de creados los Consejos Comunales se les quitará las competencias que se les había otorgado y entonces se creará el Consejo Federal de Gobierno que tendrá en un solo cuerpo todos los poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Este Consejo será designado por el “Presidente” ya que en el SS-XXI se considera que el pueblo no está debidamente capacitado para elegir a sus dirigentes.
7) Símbolos, frases sugestivas e ídolos prefabricados.- Para ganarse la buena voluntad del pueblo se recurrirá sin cesar a expresiones populistas que agraden al oído y estimulen el ego, como por ejemplo: la revolución es del pueblo, revolución bolivariana, revolución ciudadana, todos somos iguales, los pobres están primero, somos progresistas, solidaridad internacional, el pueblo manda, patria o muerte venceremos; patria, socialismo o muerte, etc. El atuendo personal es otra cosa muy importante. Unos recurrirán al rojo rojito, como Hugo Chávez, otros apelarán a collares de flores o confetis en la cabeza, como Evo Morales. Hay también los que no se afeitan nunca, como Castro. Ah! y muchas fotos y estatuas de los máximos líderes adornarán las paredes de lugares más visitados y parques públicos, lo que se conoce como "el culto a la personalidad", por ejemplo, de Lenin, Stalin, Mao Tse Tung, Kim Il Sun, Fidel Castro, etc. Algo parecido a lo que sucedió con el nazifascismo del Siglo XX con Hitler, Mussolini o Saddan Hussein. Se usarán y fabricarán mártires que ayuden a exacerbar los sentimientos patrios. Ejemplo de esto lo tenemos en el Che Guevara, aunque todo el mundo sabe de las discrepancias que existían entre el llamado “guerrillero heroico” y el dictador cubano. Esto quedó demostrado al ser enviado el Che a Bolivia aún cuando ni el propio Partido Comunista de ese país lo quería. Allá lo mataron abandonado por todos, incluso por el gobierno cubano. Luego su imagen recorre el mundo en fotos y caricaturas aunque pocos de los que las usan o ven saben de quién se trata. Tan lejos llegan los promotores de este tipo de socialismo que usan nombres de héroes independentistas aunque los principios de los mismos no coincidan con sus ideas totalitarias. Eso hace Chávez con Simón Bolívar en Venezuela no obstante haber dicho éste: “Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes, es un país de esclavos”. O como hacen los Castro en Cuba con José Martí no obstante haber dicho éste: “Asesinos alevosos, ingratos a Dios y enemigos de los hombres son todos aquellos que so pretexto de enseñar doctrinas modernas, dejan caer en los oídos de las juventudes un cúmulo de ideas, infiltrándoles el evangelio bárbaro del odio, en lugar de la doctrina sublime del amor”.
8) Descalificaciones, insultos e incitación al odio.- Para contrarrestar las críticas se repetirá hasta la saciedad que los opositores, incluyendo la prensa independiente y analistas políticos, son: gusanos, vende patrias, corruptos, imperialistas, pitiyankees, burgueses, oligarcas, golpistas, pelucones, partidocracia, etc. Este tipo de calificativos amedrenta o desmoraliza a los opositores que normalmente son personas que prefieren callarse a entrar en polémicas. La ironía y el sarcasmo de Correa sirven también como descalificaciones. También hay muchos ciudadanos tan ingenuos que creen todo lo que oyen. Desde luego, cuando los insultos no resuelven se usan las turbas, como sucedió con la Cadena Capriles en Venezuela donde hubo necesidad de acallar a los periodistas con las medidas de fuerza que siempre que sea necesario se usan. Por supuesto, en esto no se usan normalmente armas de fuego sino mucho palo, piedra y gas del bueno, como dice Chávez. Como estas herramientas no están registradas no se podrá acusar al gobierno de instigar a esos hechos violentos, aunque finalmente se usará el arma que sea más eficiente. Desde luego, para evitar alianzas indeseables se estimula el odio al que no piense como ellos. El hijo odia a sus padres o viceversa, los hermanos odian a los hermanos y hasta los tíos, sobrinos y primos se odian o vigilan entre sí cuando discrepan ideológicamente. Este odio hace que todo lo que sucede en el seno de la familia puede llegar a los oídos de los miembros de los cuerpos represivos pues los más fanáticos serían capaces de informar sobre quiénes son los desafectos al régimen dentro de la familia y lo que pudieran hacer. Uno de los ideólogos más sobresalientes en Cuba que propugnaba esta cultura del odio como instrumento de lucha de clases era Ernesto (Che) Guevara quien dijo en una ocasión: "Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un arcaico detalle burgués. ¡Esta es una revolución! Y un revolucionario debe convertirse en una fría máquina de matar motivado por odio puro”. Este es sólo un ejemplo de lo que pretenden los promotores del llamado SS-XXI para sus hijos y seguidores.
9) Control sobre las Fuerzas Armadas.- El control sobre las Fuerzas Armadas, incluyendo a la Policía Nacional y los cuerpos de inteligencia, es esencial para poder imponer las leyes y decretos presidenciales. Para controlar las Fuerzas Armadas es necesario usar cualquier medio al alcance: purgas al estilo soviético, ascensos privilegiados, sobornos, halagos, aumento de salario, desapariciones forzosas, etc. Todo esto para poner a oficiales de entera confianza al frente de los distintos cuerpos castrenses. Hay que evitar que sucedan hechos como el de Honduras en que el Jefe de las Fuerzas Armadas se negó rotundamente a seguir las órdenes del Ejecutivo alegando que eso era violatorio de la Constitución. Al mismo tiempo se crearán cuerpos armados colaterales tales como las Milicias Revolucionarias en Cuba, las Milicias Bolivarianas en Venezuela y así sucesivamente. Para que este control pueda instrumentarse lo más eficientemente posible se contratarán los servicios de asesores militares de alta confiabilidad. En Cuba ayudaron en esta tarea los cuerpos de inteligencia KGB de la Unión Soviética y la STASI alemana. En Venezuela están ayudando los asesores militares cubanos y en Bolivia los venezolanos. Para mantener neutralizado al ejército se mantendrá una vigilancia permanente de modo que por cada cinco soldados, sobre todo oficiales, haya un informante. Y muy importante, los jefes militares regionales serán trasladados constantemente entre guarniciones para evitar complots y conspiraciones contra el gobierno. Una vez que las Milicias Revolucionarias o Bolivarianas estén debidamente organizadas y con la capacidad militar necesaria, las Fuerzas Armadas tradicionales serán desmanteladas y sus cuarteles y edificaciones serán ocupados por los nuevos cuerpos armados. La policía tradicional también será transformada de manera que exista una sola Policía Nacional bajo un solo mando, el del Jefe de Estado o dictador vitalicio.
10) Vigilancia y represión.- Para poder implantar y consolidar el SS-XXI es necesario aplicar toda la represión posible, desde vigilar estrechamente a cada ciudadano, perseguirlo si emite críticas contra la política del gobierno y encerrarlo el tiempo que sea necesario, sin derecho a habeas corpus, para que no lo vuelva a hacer y sirva de escarmiento. Los juicios se dilatarán tanto tiempo como le convenga al gobierno. Ellos consideran la impunidad y el engaño como males menores. Si fuera necesario se llegaría hasta la pena de muerte o desapariciones camufladas. Para esto hay que contar con cuerpos de vigilancia y represión que ayuden a controlar el descontento de la población. Ejemplos de “eficiencia” de estos cuerpos represivos los hemos visto con las Checas Rusas, las Camisas Pardas de Hitler, las Camisas Negras de Mussolini, las Camisas Rojo Rojitas de Chávez, los Ponchos Rojos de Morales y las Brigadas de Respuesta Rápida de Castro. Estas turbas violentas reciben la información de los grupos de vigilancia por cuadras que existen en todo sistema totalitario. Ejemplos patentes de estos grupos de vigilancia los tenemos en los Comités de Defensa de la Revolución Cubana, los Círculos Bolivarianos de Venezuela, los Comités de Defensa Sandinista de Nicaragua, etc. Los miembros de estos grupos de vigilancia estarán vestidos de civil para dar la impresión de que es el pueblo quien defiende la Revolución. A través de estos informantes y las turbas de choque se implanta un verdadero terrorismo estatal. Esto se logra con mítines de repudio que son grupos violentos vestidos de civil que se sitúan frente a las casas de los opositores más activos o de los ciudadanos que van a abandonar el país, aunque estén autorizados, y les gritan obscenidades e insultos y hasta pintura roja y huevos les tiran a sus casas. Las manifestaciones contra el gobierno son criminalizadas, hasta quedar prohibidas por completo. También se criminalizan las acciones de los abogados defensores de cualquiera que no piense como el gobierno e inclusive los jueces pudieran ser acusados también. Este terrorismo de estado se va infiltrando lentamente dentro de la conciencia de cada ciudadano. Esto crea una doble moral en el individuo de tal forma que delante de los partidarios del sistema actúan como si fueran del sistema mientras que delante de sus familiares o frente a los opositores actúan como opositores también. Para cumplimentar todo este proceso de vigilancia y represión se contará siempre con la eficiente colaboración de los tribunales de justicia y órganos anexos, entre ellos el Defensor del Pueblo, el Fiscal General, el ejército y la policía, etc. En esta estructura, el ciudadano no tiene ninguna instancia a la que pueda apelar por lo que la impunidad es absoluta. Desde luego, dicen que todo se hace pensando en el futuro del pueblo.
11) Cárceles, fusilamientos y campos de concentración.- En todos los sistemas de gobierno son necesarias las cárceles para recluir a los delincuentes y a algunos inconformes políticos. Sin embargo, en los sistemas comunistas o socialistas del siglo XXI esta necesidad es aún mayor. En estos sistemas, debido a que el descontento popular es más acentuado, la cantidad de arrestos y reclusiones es muy grande. Para poner solamente un ejemplo veamos lo que sucede en Cuba. Por sus cárceles han pasado cientos de miles de presos políticos sólo por disentir de la política del régimen. En una sola jornada, el 17 de abril de 1961, fueron detenidos más de un cuarto de millón de cubanos que aparecían en listas de desafectos, no opositores activos, proporcionadas al gobierno por los Comités de Defensa de la Revolución y los cuerpos de inteligencia del G-2. Esto no es extraño ya que Castro dijo al arribar al poder: “el que no está con la Revolución está contra la Revolución”. Hay que tener en cuenta que bajo los regímenes totalitarios cada vez que un acusado de delitos políticos llega a los tribunales ya va condenado desde los cuarteles de la Seguridad del Estado por órdenes superiores. Lo único que hacen los tribunales es fijar el nivel de la sentencia. Mientras tanto los abogados “defensores” se limitan a pedir “benevolencia” para su cliente. Pero lo más triste es que bajo estas dictaduras de extrema izquierda no basta que el sentenciado cumpla su sentencia, es necesario seguir presionándolo dentro de la prisión hasta eliminarlo política o físicamente. Es algo muy distinto a las dictaduras de derecha que, no obstante lo malas que son, cuando el reo entra a la prisión se le deja relativamente tranquilo sin tratar de obligarlo, como en los regímenes comunistas, a que cambie su ideología. Entre los mecanismos más utilizados para doblegar a los presos a cambiar su modo de pensar se encuentra el plan de reeducación o rehabilitación, al que el recluso es sometido por las buenas o por las malas, incluyendo golpizas tremendas y plan de trabajo forzado, como sucedió en Cuba con el Plan de Trabajo Forzado Camilo Cienfuegos puesto en marcha en 1964. En ese plan centenares de presos políticos fueron asesinados, otros tantos quedaron mutilados, locos, o traumatizados. Finalmente, los que llegan a cumplir sus condenas sin aceptar el plan de rehabilitación son recondenados al término de su sentencia, como le sucedió al autor de este ensayo que después de cumplir la sentencia de 12 años que le habían impuesto fue recondenado a 2 años más por un supuesto delito de peligrosidad. Es decir, ellos son capaces de predecir lo que el preso político pudiera hacer cuando salga y condenarlo por lo que posiblemente vaya a hacer.
12) Control sobre los medios de comunicación.- Para que este tipo de sistema pueda funcionar correctamente no pueden existir empresas privadas de comunicación que puedan criticar o contradecir lo que diga el gobierno. Las críticas a la gestión del Estado son inadmisibles. Se cerrarán todos los medios independientes usando cualquier pretexto, menos que se trata de censurar a la prensa. Se dirá que son latifundios mediáticos, que sus dueños son imperialistas “yankees”, oligarcas inescrupulosos, burgueses, vende patrias, etc. Por supuesto, nunca se dirá que se cierran o clausuran los medios de comunicación pues esto causa muy mala impresión; mejor se dirá que se suspenden las señales o que se terminan las concesiones. Así se evita que parezca que se está contra la libertad de expresión o que se amordaza la prensa. Antes de llegar a la estatificación total de los mismos se usarán diversos mecanismos, como por ejemplo, ponerle coletillas a los artículos inconvenientes, obligar a los canales de televisión y estaciones de radio a ponerse en cadena durante varias horas al día para evitar que ese espacio de tiempo sea usado por el enemigo. Se amenazará constantemente a los periodistas con ser arrestados o lograr su despido acusándolos de cualquier cosa, lo que traerá consigo que los propios periodistas se autocensuren para conservar sus puestos pues, después de todo, tienen familiares que mantener. Si aún quedaran directores y dueños de periódicos reacios a entrar por el aro podría llegarse al extremo de enviar secuaces encapuchados, haciéndose pasar por delincuentes comunes, a saquear y destruir los equipos de las empresas privadas. Inclusive se enviarán motorizados, también encapuchados, a pasar veloces frente a las empresas periodísticas disparando ráfagas de ametralladoras para sembrar el pánico entre los periodistas y demás empleados. Hay que evitar a toda costa que el pueblo sea informado acerca del verdadero propósito de la revolución. También se controlarán los medios modernos de comunicación, tales como internet, computadoras, teléfonos celulares, etc. Debido a que no es fácil montar un sistema de desinformación tan sofisticado se recurrirá a asesores experimentados en este tipo de actividad, principalmente cubanos, como sucede en Venezuela. El Estado garantizará el flujo de información saludable y la libertad absoluta de expresión para los que hablen de las bondades del sistema.
13) Secuestro de legisladores o de sesiones legislativas.- Una de las estrategias a seguir para obligar al Congreso a aprobar proyectos de leyes presentados por el Máximo Líder cuando el Congreso no está aún bajo el control total del Ejecutivo, es la de impedir que diputados de la oposición entren a las sesiones legislativas o salgan de ellas sin que se hayan aprobado dichos proyectos. Como sucede a menudo en Bolivia con los Ponchos Rojos (turbas del gobierno) que se sientan frente a las puertas del Parlamento con palos y machetes y no se paran del lugar hasta que los proyectos son aprobados. Algo parecido sucedió en Ecuador cuando el presidente Correa impidió que los legisladores opuestos a su proyecto entraran en la sede del Parlamento para evitar que votaran en contra de su proyecto socialista del siglo XXI. También se recurre frecuentemente al abucheo y a la suspensión de la palabra al diputado que esté en uso de ella y argumenta en contra de los proyectos en discusión. Si se dieran casos de diputados que, aunque pertenezcan al oficialismo se opusieran a proyectos del gobierno o denunciaran la corrupción en las filas del mismo, como sucedió con Wilmer Azuaje en Venezuela, el diputado y sus familiares recibirán todo tipo de agresiones y atentados. Azuaje en su desesperación dijo: “estoy condenado a muerte por el presidente Hugo Chávez”. Pero nadie investigará porque la policía y los tribunales de justicia pertenecen también al Estado. Esto en el campo democrático pareciera una monstruosidad pero en el contexto del SS-XXI es una cosa normal ya que el propósito que se persigue es noble, según sus promotores: impedir que los diputados deshagan lo que el Jefe Supremo, que en definitiva es el que todo lo sabe, trata de hacer.
14) Expropiación o confiscación de tierras.- En un sistema como el comunismo o el Socialismo del Siglo XXI, que en definitiva son iguales, todas las tierras, desde latifundios, minifundios y parcelas urbanas pertenecen teóricamente al pueblo por lo que deben ser expropiadas por el Estado. Para ello se alega que las tierras existen desde antes de la aparición del hombre sobre las mismas, por lo que si a alguien pertenecen es a los dinosaurios. También dirán que “la tierra es del que la trabaja”. Esto no quiere decir que los campesinos van a disponer de la propiedad de sus fincas aunque las trabajen. Su derecho sobre las mismas se limita a poder decir que son suyas y a venderle los productos al Estado. Pero las expropiaciones o confiscaciones se harán paulatinamente. Primero se confiscarán las tierras ociosas, se seguirá con los latifundios, aunque estén en producción, después vendrán los minifundios hasta terminar con las parcelas urbanas y con los huertos familiares. Con las tierras confiscadas se formarán cooperativas “independientes” para luego convertirlas en cooperativas o granjas estatales, como en Cuba o cualquier otro país comunista. Si por casualidad alguna finquita quedara en manos privadas, ya sea por privilegios o influencias, sus dueños estarán obligados a venderle sus productos al Estado al precio que éste fije. Como sucede con las demás empresas, en este sistema de extrema izquierda las tierras tampoco son heredables. Las expropiaciones no seguirán un procedimiento convencional ya que en muchas ocasiones se prepararán piquetes de campesinos para que invadan las tierras ociosas, las ocupen y luego las pasen al Estado. Si las fincas objetivo de intervención estuvieran en plena producción, no importa, de alguna manera se logrará dañar los cultivos para que las tierras parezcan improductivas y así tener un mejor pretexto para expropiarlas. Por regla general la productividad de estas tierras confiscadas baja considerablemente debido a que los nuevos administradores son nombrados por su lealtad y no por su capacidad. Contra estas expropiaciones, casi siempre sin pago a sus verdaderos dueños, no existen alegatos que valgan ya que los Fiscales y Contralores Generales son instrumentos del Estado y dictaminarán lo que les oriente el Jefe Supremo.
15) Reforma de la vivienda.- La frase “la casa es del que la vive” es un término muy sugestivo que usan los políticos populistas (demagogos) para atraerse la buena voluntad del pueblo. Inclusive muchos llegan al poder ofreciendo casas, cientos de miles de casas, pero cuando llegan se olvidan de las promesas hechas. Lo peor de todo es que en ese tipo de sistema el supuesto dueño de la vivienda nunca adquiere la propiedad efectiva de la misma. No la pueden vender, no la pueden arrendar, no la pueden permutar y, lo peor aún, no pueden cederla en herencia a sus hijos. Además, debido a la escasez de las viviendas, los hijos casados tienen que vivir con sus padres y en caso de divorcio los ex cónyuges tienen que compartir la casa dividiéndola con mamparas o cortinas. A esto se agrega que los propietarios cuyas casas tienen varias habitaciones pueden ser obligados a compartir las mismas con otra familia que lo necesite. También se estimulan las invasiones a edificios y casas privadas que estén desocupadas, aunque sea temporalmente, o que sean usadas solamente en tiempo de vacaciones, como por ejemplo casas en las playas o en zonas turísticas. Finalmente, si algún día los ocupantes deciden o tienen que abandonar el país, no tienen derecho a venderla ni a dejársela a sus hijos. Tienen que entregarlas al Estado con todo lo que tienen dentro o no les autorizan la salida. Las mejores de estas viviendas, principalmente las mansiones que dejan los ricos al tener que abandonar el país, son repartidas entre funcionarios del gobierno o miembros del Partido, según el nivel de lealtad de los mismos. Así sucedió en Cuba, en el reparto El Vedado y otras zonas residenciales y sucederá en Venezuela y cualquier otro país del ALBA si es que llegan a consolidar el llamado Socialismo del Siglo XXI.
16) Expropiaciones y propiedad pública o social.- Para poder controlar toda la economía, y a través de ella controlar la población, es necesario eliminar la propiedad privada en todas sus formas. Primero se nacionalizarán o confiscarán las empresas productivas diciendo que las mismas pasarán a los trabajadores, pero nunca se les entregará el título de propiedad. Seguirán las empresas de servicios públicos, luego los negocios extranjeros, bancos, estaciones de radio y televisión, y así sucesivamente hasta llegar a los timbiriches (kiosquitos), como en Cuba y como se está haciendo ahora en Venezuela. Unas veces se alegará interés público, otras se dirá que las empresas son improductivas, otras que se especula con el dinero de los pobres y hasta dirán que los empresarios son unos explotadores, oligarcas o burgueses. Al frente de las empresas confiscadas se pondrán administradores de toda confianza, aunque su capacidad administrativa no sea buena. Lo importante es la lealtad al líder. Los bancos son claves en este proceso ya que se necesita mucho dinero para comprar influencias, tanto dentro como fuera del país. Esto matará la inversión extranjera y se abandonará el mantenimiento de los servicios públicos (electricidad, agua, seguridad, etc.) pero no importa, ya se encontrará la forma de comprar a crédito en el extranjero o conseguir que alguien ayude con los recursos que se necesitan. Esa es la solidaridad internacional. Desde luego, queda siempre el recurso del tráfico de estupefacientes como sucede en algunos países del ALBA. Después de todo, el fin justifica los medios. Desgraciadamente para este grupo emergente ya no existe la Unión Soviética que estuvo sosteniendo (manteniendo) a Cuba durante más de una década con un subsidio anual de 6 a 10 mil millones de dólares.
Este proceso de eliminación de la propiedad privada fue seguido en los países del Bloque Soviético hasta que el mismo desapareció en 1990 y ha continuado en Cuba a lo largo de 50 años. Este país subsistió durante los primeros años con dinero de las expropiaciones, después con el subsidio de la Unión Soviética, luego de préstamos llegados de Canada, del Club de París, Japón, Argentina, Brasil, etc., pero al no poder pagar dichos préstamos estos les fueron suspendidos. Entonces la dictadura cubana aplicó restricciones sin precedentes en la isla lo que dio en llamarse Período Especial en Tiempos de Paz, que no es otra cosa que recortar aún más los alimentos y servicios a la población y aplicar la mayor represión posible para aplacar el descontento y evitar levantamientos populares. Finalmente, apareció el petróleo venezolano y éste suplirá hasta que sus pozos se sequen o hasta que Chávez ya no esté. Luego se verá. Así se va avanzando hacia la consolidación del comunismo (Socialismo del Siglo XXI), hasta que todas las empresas privadas pasen al sector público controlado y manejado por el Estado o hasta que suceda como en China y demás países excomunistas que después de 60 o 70 años de experimento socialista han vuelto sus ojos hacia el otrora execrado capitalismo.
17) Sistema educacional o plan de adoctrinamiento.- Para poder lograr un pensamiento uniforme a fin de asimilar los principios del SS-XXI es necesario reformar el sistema educativo de tal forma que se pueda acondicionar el pensamiento de las nuevas generaciones a esta ideología que dicen es nueva pero que, sin embargo, es muy vieja. Me refiero a la ideología marxista-leninista. En tiempos de la Unión Soviética los críticos llamaban a este adoctrinamiento “lavado de cerebro” por lo eficiente que era para borrar de la mente una ideología e introducir otra. En este tipo de educación no se permite ninguna enseñanza privada, ni aún religiosa, ya que ésta pudiera contrarrestar la formación ideológica que se pretende “sembrar” en la mente de los niños. Este proceso comienza en el kindergarten, pasa por la enseñanza media, sigue al nivel universitario y no termina nunca ya que, aún cuando se es adulto todo lo que se escuche o lea a través de los medios de comunicación es propaganda ideológica. Por ejemplo, en Cuba cuando el niño entra por primera vez en la escuela lo inscriben en una organización infantil llamada Pioneros. El lema de la iniciación es “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che” y automáticamente le entregan una pañoleta roja para usar alrededor del cuello. Esto estimula el ego de los niños que propagan sin quererlo los ideales antidemocráticos. Cuando son adolescentes los inscriben en la organización Juventud Rebelde y de adultos pasan al Partido Comunista. Para evitar desviaciones que puedan perjudicar la formación ideológica se controlará la enseñanza en todos los niveles, inclusive en el nivel universitario lo que se logra eliminando la autonomía universitaria.
De momento no será fácil conseguir maestros dispuestos a enseñarles a sus alumnos conceptos que van contra sus propios principios democráticos, pero poco a poco se les irá sustituyendo por otros maestros, aunque sean aprendices o de bajo nivel profesional, siempre y cuando sean incondicionales. Para poder convencer a los ciudadanos de que este tipo de sistema es el mejor se impulsan campañas que van desde acabar con el analfabetismo hasta decir que la educación es gratis. Pero realmente ni el propósito es únicamente acabar con el analfabetismo ni la educación es gratuita. Acabar con el analfabetismo significa enseñarles a los analfabetos las bondades del Socialismo del Siglo XXI (antes comunismo) y en cuanto a la gratuidad de la educación, no es así exactamente ya que los estudiantes tienen que trabajar sin remuneración alguna en lo que se llama “La Escuela al Campo”. Cuando egresan de las universidades son enviados al exterior a cumplir tareas internacionalistas como maestros, médicos, técnicos o asesores, recibiendo como salario una pequeña porción de lo que recibe el gobierno ya que el propósito principal es el de propagar la ideología castro-chavista a otros pueblos del continente. Por otra parte, el Estado decide lo que los estudiantes tienen que estudiar ya que al terminar sus carreras son ubicados en las aéreas que la Revolución o el SS-XXI crea son más necesarios. El propósito de este sistema educacional es el de formar hombres nuevos, como dijo Castro en 1959, aunque generalmente no se logra el hombre nuevo y en cambio se pierde el hombre viejo (el democrático), como sucedió en Cuba. Como complemento del sistema educacional en este tipo de régimen están también los medios de comunicación, incluyendo el Internet. Todo programa, artículo (radial, escrito o televisivo), noticias, cadenas presidenciales, inclusive las novelas, tienen que estar en función de adoctrinar y no de informar. Ya lo dijo Hugo Chávez al regresar de Cuba que en ese país hasta las novelas tienen contenido ideológico y que él aspira lo mismo para Venezuela. De ahí 23la importancia de que todos los medios estén en función doctrinal.
18) Control y manipulación de las masas.- Una de las características más sobresalientes de este tipo de sistema, al que yo llamo controlalotodo, es el de saber manejar y manipular las multitudes. Para ello comienzan por controlar los sindicatos obreros, las asociaciones estudiantiles, profesionales, religiosas, etc. Como se sabe, en los sistemas democráticos y de libertades individuales existen mecanismos cívicos de presión, como por ejemplo, manifestaciones y huelgas estudiantiles y de trabajadores, para presionar al gobierno a tomar medidas o mejorar las ya existentes. En los regímenes totalitarios, por el contrario, estos mecanismos de presión están prohibidos totalmente. Lo primero que hace el gobierno es abolir los sindicatos independientes de trabajadores y las asociaciones estudiantiles. El gobierno trata de hacer o fabricar sus propios dirigentes los que enfocan sus esfuerzos en guiar a sus seguidores para respaldar las medidas gubernamentales. Para ello el gobierno cuenta con infinidad de recursos, desde abolir la autonomía universitaria, descartar los contratos colectivos de trabajos, acusar a los dirigentes opositores de cualquier cosa, buscar la expulsión de sus centros de estudio o de trabajo, mientras que remuneran y privilegian a sus incondicionales. Hay que evitar a toda costa las huelgas y manifestaciones generales pues eso causa mala imagen ante la opinión publica nacional e internacional y pudieran exacerbar los ánimos y crear problemas de desestabilización.
Otro aspecto importante para controlar y manipular las masas son las concentraciones multitudinarias que buscan la creación de conciencia revolucionaria y la de impresionar al país y al mundo del supuesto respaldo popular con que cuenta el gobierno. A simple vista, al ver cientos de miles y hasta más de un millón de personas en un mismo lugar enarbolando consignas revolucionarias y oyendo discursos encendidos de sus dirigentes se tiene la impresión que todas esas personas acuden voluntariamente y que la popularidad del gobierno es inmensa. Esto no es así precisamente. Aunque una tercera parte de los asistentes pudieran acudir voluntariamente, con sus propios recursos, la inmensa mayoría son trabajadores y estudiantes cuyos centros son cerrados para que vayan a la concentración y autobuses y camiones del gobierno son estacionados frente a sus centros de trabajo para ser transportados hasta el lugar de la concentración. Y para asegurarse de que todos los trabajadores asistan a la misma el gobierno supervisa la asistencia al acto y si es necesario pasa lista de asistencia en la propia concentración. El que no vaya corre el riesgo de perder su trabajo, de coartarle el derecho a la educación a sus hijos y hasta la libreta de abastecimiento pudiera serles suspendida. Es decir, no solamente el gobierno o dictadura de un tipo de sistema como éste apela a la mordaza y al terrorismo de estado para controlar a sus críticos sino que la manipulación, psicología de las multitudes y las grandes concentraciones populares son parte también de sus herramientas para lograr sus siniestros objetivos.
19) Estados parásitos o socios estratégicos.- Este tipo de SS-XXI que Chávez trata de implantar desde Venezuela tiene el inconveniente de convertir a un Estado dependiente de otro Estado, como sucedió con Cuba. El desarrollo normal que han seguido casi todos los regímenes comunistas, o quasi-comunistas, es el siguiente: primeramente, subsisten debido a las expropiaciones (confiscaciones) y lo que sus empresas producen; luego, cuando la producción decae ya que se le da más importancia al factor ideológico que a la producción, se establece el trabajo voluntario y se confisca todo lo que queda. Más tarde son socorridos por gobiernos amigos mientras estos puedan ayudar. Después apelan a los créditos internacionales y cuando no los pueden pagar restringen más la distribución de alimentos y productos básicos creando las llamadas libretas de abastecimiento (racionamiento) repartiendo a partes supuestamente iguales lo poco que pueda quedar. Finalmente, puede suceder lo mismo que sucedió con los países del antiguo Imperio Soviético que la mayoría, con excepción de Cuba y Corea del Norte hasta ahora, vuelven al capitalismo. Venezuela va en camino de repetir el error cubano. En Cuba la crisis económica está tocando fondo ya que su última fuente de ingreso, el petróleo venezolano, se está agotando y esto obligará al dictador, como ya ha anunciado, a restringir los alimentos y los servicios públicos aún más. Ya dijo el dictador Raúl que hay que ahorrar más: menos ventiladores y aires acondicionados, menos refrigeradores, menos transporte público, descartar los tractores para arar la tierra y volver a los bueyes y al arado. Y hasta el papel sanitario hay que ahorrarlo. Ahora, en su desesperación, Cuba comunista exige que los Estados Unidos de América le levante el embargo que éste le impuso en 1963 porque Cuba no pagó las empresas norteamericanas que la Revolución confiscó. La situación actual de Cuba recuerda la crítica situación que vivió la Unión Soviética durante la década de 1980 cuando Mijaíl Gorbachov propuso su Perestroika y Glasnost para “humanizar” el comunismo. Aunque él no pretendía eliminarlo sino reformarlo, el comunismo se desplomó. El problema de los regímenes totalitarios es que no aceptan reformas. Son como los muros que por muy sólidos que parezcan, si se les abre una grieta se derrumban con el tiempo. ¿Estará llegando el comunismo cubano a esta etapa? Después de todo, Raúl Castro dijo: “no me eligieron para restaurar el capitalismo, sino para consolidar el socialismo”. El socialismo cubano (comunismo) pudiera estar llegando a su fin pues, si de 55 países regidos por el comunismo que existían a finales del 80, solamente quedan dos, Cuba y Corea del Norte, ¿quién puede asegurar que estos dos no desaparezcan pronto también? O pasen al capitalismo, como pasaron los demás. No es probable que estos dos minúsculos países comunistas puedan subsistir donde fracasó el otrora poderoso Imperio Soviético. Y Chávez parece no darse cuenta en su afán imperialista.
20) Imperialismo Bolivariano.- Como todo imperio, el Imperialismo Bolivariano tiene supuestamente su propia ideología, la del Socialismo del Siglo XXI. Su nombre oficial es el de Alianza Libre Bolivariana para Las Américas (ALBA) y sus fundadores principales son Fidel Castro de Cuba y Hugo Chávez de Venezuela, quienes firmaron el documento original en La Habana en el 2004. Es una alianza conocida también como Alternativa Bolivariana para las Américas entre gobiernos de América Latina y el Caribe. A Cuba y Venezuela se les han ido uniendo otros países, como Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Dominica y Granadina. A esta alianza pertenecía también Honduras pero al caer el gobierno de Manuel Zelaya ese país se separó de dicha alianza. Este imperio pretende tener su propia moneda, ya sea el sucre, el bolivariano o inclusive el boliviano (el dólar no les gusta mucho), un banco regional, un ejército único, libre comercio, así como un solo idioma, entre otras cosas. Están discutiendo si dejan el idioma español o si lo cambian por algún otro de la región. La expansión del imperio se logra por muchos medios, una forma es ayudando a candidatos afines de otros países con fondos y propaganda y cuando estos llegan al poder se ven obligados a devolver dicha ayuda en respaldo político o económico. El Imperio Bolivariano busca ampliar su influencia haciendo alianzas con otros gobiernos, principalmente dictatoriales, no importa que no coincidan ideológicamente siempre y cuando coincidan en sus ambiciones expansionistas. Entre estas alianzas se encuentran las establecidas entre los países del ALBA y algunos regímenes terroristas de otros continentes como son los de Irán, Corea del Norte, China, Bielorusia, etc. Esto incluye a organizaciones terroristas tales como las FARC de Colombia, la ETA de España, Hamas de Gaza y Hezbollah del Líbano, entre otras. Esta relación con gobiernos y grupos listados como terroristas hace que muchos gobernantes de este hemisferio teman que Venezuela u otros países del Imperio Bolivariano puedan prestar sus territorios para bases de operaciones contra las democracias de la región. El peligro mayor estriba en la relación de Chávez con potencias nucleares como Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Pakistán, etc. con las cuales el mandatario venezolano intercambia elementos y experiencias relacionados con armas nucleares. En esto Chávez está siguiendo los consejos de su mentor Fidel Castro: “hazte de un arsenal nuclear, como tenía Moscú, lo que te hará invulnerable y temido''. De momento se dice que Venezuela le envía uranio a Irán y que Irán se lo devuelve enriquecido. Chávez lo niega diciendo que es para asuntos pacíficos, aunque pocos se lo creen. Lo cierto es que la verborrea antiimperialista que emplean Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, entre otros, es para tratar de ocultar su imperialismo del siglo XXI tras una cortina de humo. Lo más irónico de todo es que Chávez usa la insigne figura del Libertador Simón Bolívar, el luchador más recio contra el colonialismo español que tuvo América del Sur, para implantar su Socialismo del Siglo XXI cuando es obvio que si Simón Bolívar viviera en estos momentos tomaría la espada nuevamente, pero esta vez para luchar contra el colonialismo cubano en Venezuela.
CONCLUSION
Finalmente, para que los lectores de este ensayo puedan ubicarse correctamente en cuanto a las similitudes y pocas diferencias que existen entre el Socialismo del Siglo XXI de Hugo Chávez y el comunismo tropical de Fidel Castro, es necesario aclarar que ni el socialismo que soñaron Marx y Engels ni el comunismo que intentaron poner en práctica Lenin y Stalin han podido ser implementados en ningún país del mundo a pesar de más de 160 millones de desaparecidos en aras de ese intento. Ninguno de los dos ha pasado de ser una utopía como la hipotética República del filósofo griego Platón. En cuanto al socialismo concebido por el ruso Buzgalín y el méxico-alemán Dieterich por un lado, y el de Hugo Chávez por el otro, hay gran diferencia. En primer lugar los primeros conciben la implantación del SS-XXI a través de la conciencia y el convencimiento. En ningún momento hablan de que hay que imponerlo por la fuerza. Muy por el contrario, propugnan una democracia participativa o un socialismo democrático en el cual el individuo conserve todos sus derechos, incluyendo el de elegir y ser elegido y el de expresar libremente sus opiniones. Aclaran los ideólogos Buzgalín y Dieterich que en estos momentos no existen las condiciones necesarias para establecer este socialismo ya que el proyecto histórico del mismo es completamente desconocido. “Entonces”, dice Dieterich, “si no tienes la teoría divulgada entre la gente… será una quimera hablar del socialismo como una alternativa al capitalismo neoliberal”. Y agrega Dieterich: “en Venezuela se confunde socialismo con cooperativismo y propiedades del Estado, todas esas son nociones que están en el pasado”.
Con relación a las similitudes entre el Socialismo del Siglo XXI de Chávez y el comunismo de Castro, las podemos resumir como sigue: En Cuba, los poderes de gobierno (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) están sometidos al máximo líder, en Venezuela también. En Cuba, las Fuerzas Armadas, tanto militares, policiales o de inteligencia, están controladas por el Ejecutivo, en Venezuela también. En Cuba todos los medios de comunicación están controlados por el Estado, en Venezuela se trata de hacer lo mismo. En Cuba todas las tierras y empresas pertenecen al Estado, en Venezuela se intenta hacer igual. En Cuba existen turbas amaestradas para someter a los opositores, en Venezuela sucede lo mismo. En Cuba se exporta la Revolución, en Venezuela también. En Cuba cambiaron el sistema educacional por un sistema de adoctrinamiento, en Venezuela tratan de hacer lo mismo. En Cuba la frase más repetida es “el imperialismo yankee”, en Venezuela también. En Cuba se vivió de los subsidios extranjeros cuando se acabó la industria azucarera, en Venezuela harán lo mismo cuando se les acabe el petróleo o no estén en capacidad de extraerlo. En Cuba la justicia y la libertad están supeditadas a las exigencias de la Revolución, en Venezuela también. En Cuba no existe desarrollo interno ni inversiones extranjeras, a no ser que estén bajo el control del gobierno, en Venezuela están llegando a lo mismo. Para mas similitudes, Cuba inventó el slogan: “Patria o Muerte, Venceremos” y los gobiernos del llamado Socialismo del Siglo XXI también lo están usando. Y finalmente, Cuba importó de la Unión Soviética todos los asesores militares, económicos, políticos, etc. que le hizo falta para implantar su comunismo y Venezuela esta importando todos los cubanos que le hacen falta para implantar el suyo. Por otra parte, si pudiéramos encontrar alguna diferencia entre el llamado socialismo de Hugo Chávez y el anacrónico comunismo de los hermanos Castro la encontraríamos en que Chávez llegó al poder por la vía electoral y Castro por la vía revolucionaria.
El triunfo electoral de Chávez, Morales, Correa y Ortega para llegar al poder se debió a que hablaron mucho de que el SS-XXI resolvería todos los problemas, que con ello se acabarían la pobreza, los desamparados, los hambreados, etc. pero ocultando deliberadamente que a su llegada al poder acabarían con todas las libertades individuales, que estatizarían toda la economía y que establecerían dictaduras hasta lograr la transición del capitalismo al llamado Socialismo del Siglo XXI., o más bien, Comunismo del Siglo XXI. Tampoco dijeron que al llegar al poder tratarían de gobernar ‘hasta que la muerte los separe… del poder’. Castro también lo ocultó. Este mintió muchas veces, pero su mentira más grande fue cuando repitió una y otra vez que cuando la revolución triunfara celebraría elecciones en un plazo no mayor de 6 meses, pero una vez en el poder dijo: “¿elecciones para qué?”, y cumplió lo que dijo, ya que lleva 51 años en el poder sin celebrar elecciones libres. Chávez también ha dicho que le gustaría permanecer el mismo tiempo que Castro en el poder y está tratando de lograrlo.
En conclusión, a los 11 años de arribar al poder Hugo Chávez aún no logra consolidar su Socialismo (Comunismo) del siglo XXI. Tiene formado un caos enorme en Venezuela ya que en su afán de rodearse de funcionarios leales ha descuidado la capacidad y la competencia de los mismos. Se nota una gran ignorancia a la hora de implementar las políticas del gobierno. Lo beneficia en algo que sus críticos aún no logran identificar al gobierno de Hugo Chávez con la dictadura de los hermanos Castro. Esto, a pesar de que él no oculta su enorme simpatía por el tirano Fidel Castro a quien llama mi padre y que los pilares principales de su régimen descansan sobre los hombros de cubanos comunistas.
FIN
New Jersey, EUA, 20 de mayo de 2010
Nota: Luis Israel Abreu cursó estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Jersey City, New Jersey y es Contador graduado de la Escuela Profesional de Comercio de Santa Clara, Cuba.
Sin embargo, y sin duda alguna, el presidente venezolano Hugo Chávez es quien ha tomado en sus manos la bandera del Socialismo del Siglo XXI (SS-XXI) para tratar de implantarlo en su país y en otros países latinoamericanos. Mientras que según Buzgalín y Dieterich el SS-XXI es más bien una propuesta de socialismo democrático o democracia participativa, donde la libertad, la descentralización, la justicia, la iniciativa privada y las elecciones libres son los pilares fundamentales del mismo, el proyecto de Hugo Chávez es una propuesta en experimentación que se asemeja más bien al modelo castro-comunista cuyos pilares fundamentales son la concentración de poderes, el autoritarismo, la propiedad pública o estatal y el modelo de partido único. Actualmente este proyecto está en experimentación en Venezuela, Bolivia y Ecuador, con otros intentos en Nicaragua y Argentina. Por consiguiente y analizando paso a paso lo que ocurre en esos países y tratando de ser lo más objetivo posible, expongo a continuación la esencia del SS-XXI según la interpretación del mandatario venezolano Hugo Chávez Frías. Este análisis ha sido llamado ensayo debido a que el socialismo del que hablamos se encuentra en etapa experimental. Cualquier opinión al respecto será bienvenida.
Este ensayo ha sido resumido en 20 puntos o artículos, los mismos se divulgarán vía Internet y en otras publicaciones. Debido a lo extenso del mismo éste será enviado periódicamente en partes proporcionales de 4 puntos cada vez. También podrá ser visto, por partes, en el blog www.israelabreu.net.
1) Filosofía del Socialismo del Siglo XXI.- Esta es una filosofía política de extrema izquierda que considera al Estado como rector absoluto de todo lo que existe en el país. La libertad individual y la justicia quedan supeditadas a la libertad y a la justicia colectiva. Este tipo de socialismo es más bien un comunismo re-potenciado aunque nunca se usará esa palabra ya que la misma está ligada al fracaso. Se usará más bien socialismo a secas, sin aclarar a cuál pertenece si al europeo, cubano, brasileño o chileno. Y, por supuesto, no se hará mención a que las raíces del Socialismo del Siglo XXI se remontan al siglo XIX, año 1848, en que Karl Marx y Friedrich Engels elaboraron y publicaron el Manifiesto Comunista por encargo directo de la Liga de los Comunistas europeos. Aunque en honor a la verdad, ni el propio Karl Marx escribió mucho sobre la teoría socialista que resultó ser una utopía. A esto hay que agregar que tanto Marx como Engels prefirieron soslayar el término comunista y usar más bien el término socialista por tener éste una connotación menos violenta. Aún hoy en día sucede lo mismo. Tampoco logró el socialismo de Marx realizarse en ninguna parte del mundo. Su método de lucha para llegar al poder fue principalmente la violencia con la confrontación de clases sociales mientras que el SS-XXI usa la vía electoral, procediendo posteriormente a eliminar todas las instituciones democráticas. La meta final, según el Manifiesto Comunista es la eliminación total del Estado pero antes de llegar a la misma habría un periodo de transición entre capitalismo y comunismo que se llamaría la Dictadura del Proletariado (militar), etapa en la que habría que imponerle al pueblo, por la fuerza de una revolución, los conceptos de un mundo sin clases. Chávez usó por primera vez el término Socialismo del Siglo XXI el 30 de enero del año 2005. También reconoce Chávez que el guía y líder principal de este socialismo, por lo menos en América Latina, es el dictador cubano Fidel Castro, por lo que para nadie es un secreto que lo que se pretende a través del SS-XXI es repotenciar el sistema comunista que en Cuba y en todo el mundo fracasó. Parece que no oyó hablar Chávez de la famosa frase de Winston Churchill décadas antes del derrumbe del bloque soviético: “El Socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia, sin virtud inherente; es la distribución igualitaria de la miseria”.
2) Llegada al poder a través de elecciones libres.- En el SS-XXI se llega al poder a través de elecciones libres aprovechando las bondades de la democracia. Por supuesto, no se le dirá al pueblo lo que se va a hacer después de la llegada al poder ya que habrá que cambiar muchas cosas que afectarán la vida normal de las personas. Por ejemplo, Chávez siempre dijo que implantaría el SS-XXI, pero nunca dijo que para llegar a él se eliminaría el estado de derecho, las libertades individuales, la propiedad privada, las instituciones democráticas, etc. Lo mismo que sucedió en Cuba con Fidel Castro que él mismo reconoce que antes del ataque al cuartel Moncada en 1956 ya era marxista leninista, pero que no lo dijo porque “el pueblo no estaba preparado para saber eso”. Castro traicionó a todos los que lucharon a su lado y a todo el pueblo cubano. Algo parecido hizo Manuel Zelaya en Honduras, quien en su campaña electoral nunca habló del SS-XXI ni que reformaría la Constitución para reelegirse indefinidamente y luego quiso hacerlo. La llegada al poder a través de elecciones tiene la gran ventaja de que mientras que el pueblo cree que lo que tiene es una democracia y mientras que los opositores se ponen de acuerdo, el gobierno trabaja intensamente tratando de eliminar lo más pronto posible todas las instituciones democráticas. El pueblo ayuda mucho, principalmente los pobres, creyendo las promesas que les hacen de que “muy pronto” saldrán de la miseria y vivirán como viven los ricos. Ese lenguaje populista atrae a las multitudes. El mundo exterior también ayuda mucho en su ignorancia repitiendo la misma falacia de que el gobierno es democrático por haber sido electo democráticamente.
3) Elecciones generales y partido único.- Para poder triunfar desde el poder se usarán todas las argucias posibles, desde el arreglo de computadoras, las cédulas múltiples, incluyendo a los muertos y hasta a los ciudadanos extranjeros, como en Venezuela que votan los cubanos, en Bolivia que votan los venezolanos y en Ecuador que votan los bolivianos. Su triunfo estará garantizado ya que para optar por la Presidencia de la República sólo habrá un candidato, el mandatario de turno. Esto sin contar que el Consejo Electoral estará siempre de parte del candidato oficialista. Debido a esto es que todos los dictadores comunistas han podido gobernar hasta su muerte o su incapacidad total, como Fidel Castro. Con relación a las elecciones parlamentarias o intermedias sucede algo parecido. Supuestamente este tipo de elecciones no debería causar muchos problemas ya que los votantes seleccionarán a sus candidatos de una lista que les entrega el gobierno. Si a pesar de toda la ventaja en la propaganda y otros recursos se temiera que algún candidato del oficialismo pudiera perder frente a alguno de la oposición, se apelará a la inhabilitación de éste para que no pueda aspirar. Algo parecido a lo que sucede en Venezuela, Ecuador, o Bolivia donde se ha llegado al extremo de enjuiciar con cualquier pretexto a candidatos a la presidencia para que no puedan hacer campaña electoral. Para esto se contará siempre con el respaldo del Consejo Electoral, encargado de preparar las boletas electorales y de contar el resultado de la votación. También se contará con todos los recursos económicos del Estado mientras que la oposición no contaría con los mismos. Además, la publicidad será masiva debido a que toda la prensa del país será propiedad del Estado. Si por casualidad, y a pesar de todos los esfuerzos posibles, algún gobernador o alcalde de la oposición resultara electo no habría por qué preocuparse, se le quitan todas las competencias, incluyendo el presupuesto que la Constitución le confiere, y se nombran oficiales de DEDO que respondan solamente al máximo líder. Además, otro control indispensable es el de los partidos políticos. El sistema político será unipartidista pues la mejor forma de ser electo y de gobernar es sin partidos de oposición. El pluripartidismo es visto como un vicio de la burguesía. El mejor ejemplo de la ventaja del unipartidismo lo tenemos en Cuba donde un solo hombre (Fidel Castro) ha podido gobernar de forma vitalicia durante 50 años.
4) Reforma de la Constitución.- Tan pronto como se pueda se redactará una nueva Constitución (o se reformará la existente) ya que para poder implantar el SS-XXI es necesario ejercer un control absoluto y de larga duración. Esto será posible logrando la reelección indefinida del mandatario que poco a poco se convertirá en dictadura indefinida hasta que supuestamente se establezca el SS-XXI. En caso de que no se logren los votos necesarios para reformar la Constitución en la primera votación, no importa, se repetirá la votación cuantas veces sea necesario hasta que se logre el objetivo deseado. También se incluirá un artículo que se llamará Referéndum Revocatorio para poder revocar el mandato presidencial si el mandatario incurriera en violaciones a la Constitución. A esto tampoco hay que temerle ya que los recursos abrumadores del Estado, y sus órganos afines, harán casi imposible esta revocación. Si de momento, por el rechazo popular, la Constitución no pudiera ser reformada, se recurrirá a las llamadas leyes habilitantes que son poderes especiales que se le otorga al Jefe de Estado para que introduzca por decreto las leyes que no pudieron obtenerse al no haberse podido reformar la Constitución. Estas leyes habilitantes son poderes omnímodos, absolutos, otorgados por el Congreso o Asamblea Nacional al gobernante de turno. Algo parecido a lo que sucedía en la Roma Imperial donde el Senado le otorgaba poderes dictatoriales al Emperador. La diferencia estriba en que en Roma se le llamaba poderes dictatoriales mientras que en Venezuela se les llama poderes especiales o leyes habilitantes.
5) Distribución igualitaria de lo que haya.- En el SS-XXI, como en el comunismo, todo lo que se produce se distribuye supuestamente a partes iguales, por lo menos eso es lo que se dice. Teóricamente todos los productos se concentran en un solo lugar, como sucedía en las comunidades primitivas, y de ahí se sirven por igual todos los vecinos. Su máxima es “de cada cual según sus posibilidades, a cada cual según sus necesidades”. El inconveniente de esta distribución es que los más preparados y talentosos se dan cuenta que los menos dotados, incluyendo los vagos, viven de ellos por lo que disminuyen a propósito sus esfuerzos, bajando considerablemente la producción. Mientras que en este socialismo se propugna la igualdad absoluta, en el capitalismo se propugna la igualdad de oportunidades. Ese tipo de distribución igualitaria será más humana pero es menos práctica ya que mata la iniciativa privada y todos pasan a ser más pobres que antes como pasó en el Bloque Soviético, uno de los motivos principales por el cual fracasó. En este aspecto, dicho socialismo está en desventaja frente al capitalismo cuya máxima es “de cada cual según sus posibilidades, a cada cual según su rendimiento”. Esta desventaja tratan de solventarla con una libreta de racionamiento, como en Cuba, a través de la cual se reparte supuestamente a partes iguales todo lo que haya. Aunque no entre todos ya que en este tipo de sistema a los servidores leales no se les somete a tal racionamiento. En cuanto a esto hay una anécdota real, muy explícita, que se refiere a un campesino cubano llamado Margarito que quería que llegara el comunismo a la isla para comer como los Sárraga (dueños del Central Adela en Las Villas, Cuba) pero luego se disgustó porque decía que hicieron al revés, que en vez de haberlo puesto a él a comer como los Sárraga pusieron a los Sárraga a comer como él.
6) Concentración de poderes, Consejo Federal de Gobierno.- Para poder consolidar el SS-XXI es necesario controlar todos los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Es decir, no puede existir independencia de poderes pues el Ejecutivo no puede ser supervisado ni controlado por nadie. El Consejo Electoral Nacional tiene que estar también bajo el control del Estado, así como las Fuerzas Armadas, el Contralor General, la prensa, etc. La cadena de mando es como sigue: el Ejecutivo envía un anteproyecto de ley a la Asamblea Legislativa, la Asamblea lo convierte en ley y el Tribunal Constitucional le da el visto bueno. Si hubiera descontento y protestas el mandatario ordenará al Fiscal General, al Poder Judicial o a quien corresponda, para que proceda y cumpla con su deber, pues para eso fueron nombrados por él mismo. Esto será respaldado por el Fiscal General y el Tribunal de Justicia quienes instruirán a la Policía Revolucionaria y a las Fuerzas Armadas para que hagan cumplir las leyes. Si fuera necesario se criminalizan las protestas y se encarcela al que proteste públicamente, aunque sea pacíficamente. Pudiera llegarse hasta la implantación de la pena de muerte para casos políticos, como en Cuba, o se usarían otros métodos menos convencionales para ejecutar a los opositores indeseables. El Contralor General se encargará de avalar todo lo que haga el Ejecutivo y si éste es acusado de corrupción se dirá que los corruptos son los opositores. Para evitar las criticas públicas se controlará la prensa radial, escrita y televisiva, incluyendo el Internet. Para mayor control se dividirá y subdividirá el territorio nacional cuantas veces sea necesario. Provisionalmente se crearán Consejos Comunales o Círculos Bolivarianos, como los Soviets en Rusia o las Asambleas Populares en Cuba, al frente de los cuales se pondrán individuos de toda confianza. Estos Consejos Comunales o Asambleas Populares irán suplantando poco a poco a los alcaldes y gobernadores elegidos por la voluntad popular. Finalmente, después de creados los Consejos Comunales se les quitará las competencias que se les había otorgado y entonces se creará el Consejo Federal de Gobierno que tendrá en un solo cuerpo todos los poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Este Consejo será designado por el “Presidente” ya que en el SS-XXI se considera que el pueblo no está debidamente capacitado para elegir a sus dirigentes.
7) Símbolos, frases sugestivas e ídolos prefabricados.- Para ganarse la buena voluntad del pueblo se recurrirá sin cesar a expresiones populistas que agraden al oído y estimulen el ego, como por ejemplo: la revolución es del pueblo, revolución bolivariana, revolución ciudadana, todos somos iguales, los pobres están primero, somos progresistas, solidaridad internacional, el pueblo manda, patria o muerte venceremos; patria, socialismo o muerte, etc. El atuendo personal es otra cosa muy importante. Unos recurrirán al rojo rojito, como Hugo Chávez, otros apelarán a collares de flores o confetis en la cabeza, como Evo Morales. Hay también los que no se afeitan nunca, como Castro. Ah! y muchas fotos y estatuas de los máximos líderes adornarán las paredes de lugares más visitados y parques públicos, lo que se conoce como "el culto a la personalidad", por ejemplo, de Lenin, Stalin, Mao Tse Tung, Kim Il Sun, Fidel Castro, etc. Algo parecido a lo que sucedió con el nazifascismo del Siglo XX con Hitler, Mussolini o Saddan Hussein. Se usarán y fabricarán mártires que ayuden a exacerbar los sentimientos patrios. Ejemplo de esto lo tenemos en el Che Guevara, aunque todo el mundo sabe de las discrepancias que existían entre el llamado “guerrillero heroico” y el dictador cubano. Esto quedó demostrado al ser enviado el Che a Bolivia aún cuando ni el propio Partido Comunista de ese país lo quería. Allá lo mataron abandonado por todos, incluso por el gobierno cubano. Luego su imagen recorre el mundo en fotos y caricaturas aunque pocos de los que las usan o ven saben de quién se trata. Tan lejos llegan los promotores de este tipo de socialismo que usan nombres de héroes independentistas aunque los principios de los mismos no coincidan con sus ideas totalitarias. Eso hace Chávez con Simón Bolívar en Venezuela no obstante haber dicho éste: “Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes, es un país de esclavos”. O como hacen los Castro en Cuba con José Martí no obstante haber dicho éste: “Asesinos alevosos, ingratos a Dios y enemigos de los hombres son todos aquellos que so pretexto de enseñar doctrinas modernas, dejan caer en los oídos de las juventudes un cúmulo de ideas, infiltrándoles el evangelio bárbaro del odio, en lugar de la doctrina sublime del amor”.
8) Descalificaciones, insultos e incitación al odio.- Para contrarrestar las críticas se repetirá hasta la saciedad que los opositores, incluyendo la prensa independiente y analistas políticos, son: gusanos, vende patrias, corruptos, imperialistas, pitiyankees, burgueses, oligarcas, golpistas, pelucones, partidocracia, etc. Este tipo de calificativos amedrenta o desmoraliza a los opositores que normalmente son personas que prefieren callarse a entrar en polémicas. La ironía y el sarcasmo de Correa sirven también como descalificaciones. También hay muchos ciudadanos tan ingenuos que creen todo lo que oyen. Desde luego, cuando los insultos no resuelven se usan las turbas, como sucedió con la Cadena Capriles en Venezuela donde hubo necesidad de acallar a los periodistas con las medidas de fuerza que siempre que sea necesario se usan. Por supuesto, en esto no se usan normalmente armas de fuego sino mucho palo, piedra y gas del bueno, como dice Chávez. Como estas herramientas no están registradas no se podrá acusar al gobierno de instigar a esos hechos violentos, aunque finalmente se usará el arma que sea más eficiente. Desde luego, para evitar alianzas indeseables se estimula el odio al que no piense como ellos. El hijo odia a sus padres o viceversa, los hermanos odian a los hermanos y hasta los tíos, sobrinos y primos se odian o vigilan entre sí cuando discrepan ideológicamente. Este odio hace que todo lo que sucede en el seno de la familia puede llegar a los oídos de los miembros de los cuerpos represivos pues los más fanáticos serían capaces de informar sobre quiénes son los desafectos al régimen dentro de la familia y lo que pudieran hacer. Uno de los ideólogos más sobresalientes en Cuba que propugnaba esta cultura del odio como instrumento de lucha de clases era Ernesto (Che) Guevara quien dijo en una ocasión: "Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un arcaico detalle burgués. ¡Esta es una revolución! Y un revolucionario debe convertirse en una fría máquina de matar motivado por odio puro”. Este es sólo un ejemplo de lo que pretenden los promotores del llamado SS-XXI para sus hijos y seguidores.
9) Control sobre las Fuerzas Armadas.- El control sobre las Fuerzas Armadas, incluyendo a la Policía Nacional y los cuerpos de inteligencia, es esencial para poder imponer las leyes y decretos presidenciales. Para controlar las Fuerzas Armadas es necesario usar cualquier medio al alcance: purgas al estilo soviético, ascensos privilegiados, sobornos, halagos, aumento de salario, desapariciones forzosas, etc. Todo esto para poner a oficiales de entera confianza al frente de los distintos cuerpos castrenses. Hay que evitar que sucedan hechos como el de Honduras en que el Jefe de las Fuerzas Armadas se negó rotundamente a seguir las órdenes del Ejecutivo alegando que eso era violatorio de la Constitución. Al mismo tiempo se crearán cuerpos armados colaterales tales como las Milicias Revolucionarias en Cuba, las Milicias Bolivarianas en Venezuela y así sucesivamente. Para que este control pueda instrumentarse lo más eficientemente posible se contratarán los servicios de asesores militares de alta confiabilidad. En Cuba ayudaron en esta tarea los cuerpos de inteligencia KGB de la Unión Soviética y la STASI alemana. En Venezuela están ayudando los asesores militares cubanos y en Bolivia los venezolanos. Para mantener neutralizado al ejército se mantendrá una vigilancia permanente de modo que por cada cinco soldados, sobre todo oficiales, haya un informante. Y muy importante, los jefes militares regionales serán trasladados constantemente entre guarniciones para evitar complots y conspiraciones contra el gobierno. Una vez que las Milicias Revolucionarias o Bolivarianas estén debidamente organizadas y con la capacidad militar necesaria, las Fuerzas Armadas tradicionales serán desmanteladas y sus cuarteles y edificaciones serán ocupados por los nuevos cuerpos armados. La policía tradicional también será transformada de manera que exista una sola Policía Nacional bajo un solo mando, el del Jefe de Estado o dictador vitalicio.
10) Vigilancia y represión.- Para poder implantar y consolidar el SS-XXI es necesario aplicar toda la represión posible, desde vigilar estrechamente a cada ciudadano, perseguirlo si emite críticas contra la política del gobierno y encerrarlo el tiempo que sea necesario, sin derecho a habeas corpus, para que no lo vuelva a hacer y sirva de escarmiento. Los juicios se dilatarán tanto tiempo como le convenga al gobierno. Ellos consideran la impunidad y el engaño como males menores. Si fuera necesario se llegaría hasta la pena de muerte o desapariciones camufladas. Para esto hay que contar con cuerpos de vigilancia y represión que ayuden a controlar el descontento de la población. Ejemplos de “eficiencia” de estos cuerpos represivos los hemos visto con las Checas Rusas, las Camisas Pardas de Hitler, las Camisas Negras de Mussolini, las Camisas Rojo Rojitas de Chávez, los Ponchos Rojos de Morales y las Brigadas de Respuesta Rápida de Castro. Estas turbas violentas reciben la información de los grupos de vigilancia por cuadras que existen en todo sistema totalitario. Ejemplos patentes de estos grupos de vigilancia los tenemos en los Comités de Defensa de la Revolución Cubana, los Círculos Bolivarianos de Venezuela, los Comités de Defensa Sandinista de Nicaragua, etc. Los miembros de estos grupos de vigilancia estarán vestidos de civil para dar la impresión de que es el pueblo quien defiende la Revolución. A través de estos informantes y las turbas de choque se implanta un verdadero terrorismo estatal. Esto se logra con mítines de repudio que son grupos violentos vestidos de civil que se sitúan frente a las casas de los opositores más activos o de los ciudadanos que van a abandonar el país, aunque estén autorizados, y les gritan obscenidades e insultos y hasta pintura roja y huevos les tiran a sus casas. Las manifestaciones contra el gobierno son criminalizadas, hasta quedar prohibidas por completo. También se criminalizan las acciones de los abogados defensores de cualquiera que no piense como el gobierno e inclusive los jueces pudieran ser acusados también. Este terrorismo de estado se va infiltrando lentamente dentro de la conciencia de cada ciudadano. Esto crea una doble moral en el individuo de tal forma que delante de los partidarios del sistema actúan como si fueran del sistema mientras que delante de sus familiares o frente a los opositores actúan como opositores también. Para cumplimentar todo este proceso de vigilancia y represión se contará siempre con la eficiente colaboración de los tribunales de justicia y órganos anexos, entre ellos el Defensor del Pueblo, el Fiscal General, el ejército y la policía, etc. En esta estructura, el ciudadano no tiene ninguna instancia a la que pueda apelar por lo que la impunidad es absoluta. Desde luego, dicen que todo se hace pensando en el futuro del pueblo.
11) Cárceles, fusilamientos y campos de concentración.- En todos los sistemas de gobierno son necesarias las cárceles para recluir a los delincuentes y a algunos inconformes políticos. Sin embargo, en los sistemas comunistas o socialistas del siglo XXI esta necesidad es aún mayor. En estos sistemas, debido a que el descontento popular es más acentuado, la cantidad de arrestos y reclusiones es muy grande. Para poner solamente un ejemplo veamos lo que sucede en Cuba. Por sus cárceles han pasado cientos de miles de presos políticos sólo por disentir de la política del régimen. En una sola jornada, el 17 de abril de 1961, fueron detenidos más de un cuarto de millón de cubanos que aparecían en listas de desafectos, no opositores activos, proporcionadas al gobierno por los Comités de Defensa de la Revolución y los cuerpos de inteligencia del G-2. Esto no es extraño ya que Castro dijo al arribar al poder: “el que no está con la Revolución está contra la Revolución”. Hay que tener en cuenta que bajo los regímenes totalitarios cada vez que un acusado de delitos políticos llega a los tribunales ya va condenado desde los cuarteles de la Seguridad del Estado por órdenes superiores. Lo único que hacen los tribunales es fijar el nivel de la sentencia. Mientras tanto los abogados “defensores” se limitan a pedir “benevolencia” para su cliente. Pero lo más triste es que bajo estas dictaduras de extrema izquierda no basta que el sentenciado cumpla su sentencia, es necesario seguir presionándolo dentro de la prisión hasta eliminarlo política o físicamente. Es algo muy distinto a las dictaduras de derecha que, no obstante lo malas que son, cuando el reo entra a la prisión se le deja relativamente tranquilo sin tratar de obligarlo, como en los regímenes comunistas, a que cambie su ideología. Entre los mecanismos más utilizados para doblegar a los presos a cambiar su modo de pensar se encuentra el plan de reeducación o rehabilitación, al que el recluso es sometido por las buenas o por las malas, incluyendo golpizas tremendas y plan de trabajo forzado, como sucedió en Cuba con el Plan de Trabajo Forzado Camilo Cienfuegos puesto en marcha en 1964. En ese plan centenares de presos políticos fueron asesinados, otros tantos quedaron mutilados, locos, o traumatizados. Finalmente, los que llegan a cumplir sus condenas sin aceptar el plan de rehabilitación son recondenados al término de su sentencia, como le sucedió al autor de este ensayo que después de cumplir la sentencia de 12 años que le habían impuesto fue recondenado a 2 años más por un supuesto delito de peligrosidad. Es decir, ellos son capaces de predecir lo que el preso político pudiera hacer cuando salga y condenarlo por lo que posiblemente vaya a hacer.
12) Control sobre los medios de comunicación.- Para que este tipo de sistema pueda funcionar correctamente no pueden existir empresas privadas de comunicación que puedan criticar o contradecir lo que diga el gobierno. Las críticas a la gestión del Estado son inadmisibles. Se cerrarán todos los medios independientes usando cualquier pretexto, menos que se trata de censurar a la prensa. Se dirá que son latifundios mediáticos, que sus dueños son imperialistas “yankees”, oligarcas inescrupulosos, burgueses, vende patrias, etc. Por supuesto, nunca se dirá que se cierran o clausuran los medios de comunicación pues esto causa muy mala impresión; mejor se dirá que se suspenden las señales o que se terminan las concesiones. Así se evita que parezca que se está contra la libertad de expresión o que se amordaza la prensa. Antes de llegar a la estatificación total de los mismos se usarán diversos mecanismos, como por ejemplo, ponerle coletillas a los artículos inconvenientes, obligar a los canales de televisión y estaciones de radio a ponerse en cadena durante varias horas al día para evitar que ese espacio de tiempo sea usado por el enemigo. Se amenazará constantemente a los periodistas con ser arrestados o lograr su despido acusándolos de cualquier cosa, lo que traerá consigo que los propios periodistas se autocensuren para conservar sus puestos pues, después de todo, tienen familiares que mantener. Si aún quedaran directores y dueños de periódicos reacios a entrar por el aro podría llegarse al extremo de enviar secuaces encapuchados, haciéndose pasar por delincuentes comunes, a saquear y destruir los equipos de las empresas privadas. Inclusive se enviarán motorizados, también encapuchados, a pasar veloces frente a las empresas periodísticas disparando ráfagas de ametralladoras para sembrar el pánico entre los periodistas y demás empleados. Hay que evitar a toda costa que el pueblo sea informado acerca del verdadero propósito de la revolución. También se controlarán los medios modernos de comunicación, tales como internet, computadoras, teléfonos celulares, etc. Debido a que no es fácil montar un sistema de desinformación tan sofisticado se recurrirá a asesores experimentados en este tipo de actividad, principalmente cubanos, como sucede en Venezuela. El Estado garantizará el flujo de información saludable y la libertad absoluta de expresión para los que hablen de las bondades del sistema.
13) Secuestro de legisladores o de sesiones legislativas.- Una de las estrategias a seguir para obligar al Congreso a aprobar proyectos de leyes presentados por el Máximo Líder cuando el Congreso no está aún bajo el control total del Ejecutivo, es la de impedir que diputados de la oposición entren a las sesiones legislativas o salgan de ellas sin que se hayan aprobado dichos proyectos. Como sucede a menudo en Bolivia con los Ponchos Rojos (turbas del gobierno) que se sientan frente a las puertas del Parlamento con palos y machetes y no se paran del lugar hasta que los proyectos son aprobados. Algo parecido sucedió en Ecuador cuando el presidente Correa impidió que los legisladores opuestos a su proyecto entraran en la sede del Parlamento para evitar que votaran en contra de su proyecto socialista del siglo XXI. También se recurre frecuentemente al abucheo y a la suspensión de la palabra al diputado que esté en uso de ella y argumenta en contra de los proyectos en discusión. Si se dieran casos de diputados que, aunque pertenezcan al oficialismo se opusieran a proyectos del gobierno o denunciaran la corrupción en las filas del mismo, como sucedió con Wilmer Azuaje en Venezuela, el diputado y sus familiares recibirán todo tipo de agresiones y atentados. Azuaje en su desesperación dijo: “estoy condenado a muerte por el presidente Hugo Chávez”. Pero nadie investigará porque la policía y los tribunales de justicia pertenecen también al Estado. Esto en el campo democrático pareciera una monstruosidad pero en el contexto del SS-XXI es una cosa normal ya que el propósito que se persigue es noble, según sus promotores: impedir que los diputados deshagan lo que el Jefe Supremo, que en definitiva es el que todo lo sabe, trata de hacer.
14) Expropiación o confiscación de tierras.- En un sistema como el comunismo o el Socialismo del Siglo XXI, que en definitiva son iguales, todas las tierras, desde latifundios, minifundios y parcelas urbanas pertenecen teóricamente al pueblo por lo que deben ser expropiadas por el Estado. Para ello se alega que las tierras existen desde antes de la aparición del hombre sobre las mismas, por lo que si a alguien pertenecen es a los dinosaurios. También dirán que “la tierra es del que la trabaja”. Esto no quiere decir que los campesinos van a disponer de la propiedad de sus fincas aunque las trabajen. Su derecho sobre las mismas se limita a poder decir que son suyas y a venderle los productos al Estado. Pero las expropiaciones o confiscaciones se harán paulatinamente. Primero se confiscarán las tierras ociosas, se seguirá con los latifundios, aunque estén en producción, después vendrán los minifundios hasta terminar con las parcelas urbanas y con los huertos familiares. Con las tierras confiscadas se formarán cooperativas “independientes” para luego convertirlas en cooperativas o granjas estatales, como en Cuba o cualquier otro país comunista. Si por casualidad alguna finquita quedara en manos privadas, ya sea por privilegios o influencias, sus dueños estarán obligados a venderle sus productos al Estado al precio que éste fije. Como sucede con las demás empresas, en este sistema de extrema izquierda las tierras tampoco son heredables. Las expropiaciones no seguirán un procedimiento convencional ya que en muchas ocasiones se prepararán piquetes de campesinos para que invadan las tierras ociosas, las ocupen y luego las pasen al Estado. Si las fincas objetivo de intervención estuvieran en plena producción, no importa, de alguna manera se logrará dañar los cultivos para que las tierras parezcan improductivas y así tener un mejor pretexto para expropiarlas. Por regla general la productividad de estas tierras confiscadas baja considerablemente debido a que los nuevos administradores son nombrados por su lealtad y no por su capacidad. Contra estas expropiaciones, casi siempre sin pago a sus verdaderos dueños, no existen alegatos que valgan ya que los Fiscales y Contralores Generales son instrumentos del Estado y dictaminarán lo que les oriente el Jefe Supremo.
15) Reforma de la vivienda.- La frase “la casa es del que la vive” es un término muy sugestivo que usan los políticos populistas (demagogos) para atraerse la buena voluntad del pueblo. Inclusive muchos llegan al poder ofreciendo casas, cientos de miles de casas, pero cuando llegan se olvidan de las promesas hechas. Lo peor de todo es que en ese tipo de sistema el supuesto dueño de la vivienda nunca adquiere la propiedad efectiva de la misma. No la pueden vender, no la pueden arrendar, no la pueden permutar y, lo peor aún, no pueden cederla en herencia a sus hijos. Además, debido a la escasez de las viviendas, los hijos casados tienen que vivir con sus padres y en caso de divorcio los ex cónyuges tienen que compartir la casa dividiéndola con mamparas o cortinas. A esto se agrega que los propietarios cuyas casas tienen varias habitaciones pueden ser obligados a compartir las mismas con otra familia que lo necesite. También se estimulan las invasiones a edificios y casas privadas que estén desocupadas, aunque sea temporalmente, o que sean usadas solamente en tiempo de vacaciones, como por ejemplo casas en las playas o en zonas turísticas. Finalmente, si algún día los ocupantes deciden o tienen que abandonar el país, no tienen derecho a venderla ni a dejársela a sus hijos. Tienen que entregarlas al Estado con todo lo que tienen dentro o no les autorizan la salida. Las mejores de estas viviendas, principalmente las mansiones que dejan los ricos al tener que abandonar el país, son repartidas entre funcionarios del gobierno o miembros del Partido, según el nivel de lealtad de los mismos. Así sucedió en Cuba, en el reparto El Vedado y otras zonas residenciales y sucederá en Venezuela y cualquier otro país del ALBA si es que llegan a consolidar el llamado Socialismo del Siglo XXI.
16) Expropiaciones y propiedad pública o social.- Para poder controlar toda la economía, y a través de ella controlar la población, es necesario eliminar la propiedad privada en todas sus formas. Primero se nacionalizarán o confiscarán las empresas productivas diciendo que las mismas pasarán a los trabajadores, pero nunca se les entregará el título de propiedad. Seguirán las empresas de servicios públicos, luego los negocios extranjeros, bancos, estaciones de radio y televisión, y así sucesivamente hasta llegar a los timbiriches (kiosquitos), como en Cuba y como se está haciendo ahora en Venezuela. Unas veces se alegará interés público, otras se dirá que las empresas son improductivas, otras que se especula con el dinero de los pobres y hasta dirán que los empresarios son unos explotadores, oligarcas o burgueses. Al frente de las empresas confiscadas se pondrán administradores de toda confianza, aunque su capacidad administrativa no sea buena. Lo importante es la lealtad al líder. Los bancos son claves en este proceso ya que se necesita mucho dinero para comprar influencias, tanto dentro como fuera del país. Esto matará la inversión extranjera y se abandonará el mantenimiento de los servicios públicos (electricidad, agua, seguridad, etc.) pero no importa, ya se encontrará la forma de comprar a crédito en el extranjero o conseguir que alguien ayude con los recursos que se necesitan. Esa es la solidaridad internacional. Desde luego, queda siempre el recurso del tráfico de estupefacientes como sucede en algunos países del ALBA. Después de todo, el fin justifica los medios. Desgraciadamente para este grupo emergente ya no existe la Unión Soviética que estuvo sosteniendo (manteniendo) a Cuba durante más de una década con un subsidio anual de 6 a 10 mil millones de dólares.
Este proceso de eliminación de la propiedad privada fue seguido en los países del Bloque Soviético hasta que el mismo desapareció en 1990 y ha continuado en Cuba a lo largo de 50 años. Este país subsistió durante los primeros años con dinero de las expropiaciones, después con el subsidio de la Unión Soviética, luego de préstamos llegados de Canada, del Club de París, Japón, Argentina, Brasil, etc., pero al no poder pagar dichos préstamos estos les fueron suspendidos. Entonces la dictadura cubana aplicó restricciones sin precedentes en la isla lo que dio en llamarse Período Especial en Tiempos de Paz, que no es otra cosa que recortar aún más los alimentos y servicios a la población y aplicar la mayor represión posible para aplacar el descontento y evitar levantamientos populares. Finalmente, apareció el petróleo venezolano y éste suplirá hasta que sus pozos se sequen o hasta que Chávez ya no esté. Luego se verá. Así se va avanzando hacia la consolidación del comunismo (Socialismo del Siglo XXI), hasta que todas las empresas privadas pasen al sector público controlado y manejado por el Estado o hasta que suceda como en China y demás países excomunistas que después de 60 o 70 años de experimento socialista han vuelto sus ojos hacia el otrora execrado capitalismo.
17) Sistema educacional o plan de adoctrinamiento.- Para poder lograr un pensamiento uniforme a fin de asimilar los principios del SS-XXI es necesario reformar el sistema educativo de tal forma que se pueda acondicionar el pensamiento de las nuevas generaciones a esta ideología que dicen es nueva pero que, sin embargo, es muy vieja. Me refiero a la ideología marxista-leninista. En tiempos de la Unión Soviética los críticos llamaban a este adoctrinamiento “lavado de cerebro” por lo eficiente que era para borrar de la mente una ideología e introducir otra. En este tipo de educación no se permite ninguna enseñanza privada, ni aún religiosa, ya que ésta pudiera contrarrestar la formación ideológica que se pretende “sembrar” en la mente de los niños. Este proceso comienza en el kindergarten, pasa por la enseñanza media, sigue al nivel universitario y no termina nunca ya que, aún cuando se es adulto todo lo que se escuche o lea a través de los medios de comunicación es propaganda ideológica. Por ejemplo, en Cuba cuando el niño entra por primera vez en la escuela lo inscriben en una organización infantil llamada Pioneros. El lema de la iniciación es “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che” y automáticamente le entregan una pañoleta roja para usar alrededor del cuello. Esto estimula el ego de los niños que propagan sin quererlo los ideales antidemocráticos. Cuando son adolescentes los inscriben en la organización Juventud Rebelde y de adultos pasan al Partido Comunista. Para evitar desviaciones que puedan perjudicar la formación ideológica se controlará la enseñanza en todos los niveles, inclusive en el nivel universitario lo que se logra eliminando la autonomía universitaria.
De momento no será fácil conseguir maestros dispuestos a enseñarles a sus alumnos conceptos que van contra sus propios principios democráticos, pero poco a poco se les irá sustituyendo por otros maestros, aunque sean aprendices o de bajo nivel profesional, siempre y cuando sean incondicionales. Para poder convencer a los ciudadanos de que este tipo de sistema es el mejor se impulsan campañas que van desde acabar con el analfabetismo hasta decir que la educación es gratis. Pero realmente ni el propósito es únicamente acabar con el analfabetismo ni la educación es gratuita. Acabar con el analfabetismo significa enseñarles a los analfabetos las bondades del Socialismo del Siglo XXI (antes comunismo) y en cuanto a la gratuidad de la educación, no es así exactamente ya que los estudiantes tienen que trabajar sin remuneración alguna en lo que se llama “La Escuela al Campo”. Cuando egresan de las universidades son enviados al exterior a cumplir tareas internacionalistas como maestros, médicos, técnicos o asesores, recibiendo como salario una pequeña porción de lo que recibe el gobierno ya que el propósito principal es el de propagar la ideología castro-chavista a otros pueblos del continente. Por otra parte, el Estado decide lo que los estudiantes tienen que estudiar ya que al terminar sus carreras son ubicados en las aéreas que la Revolución o el SS-XXI crea son más necesarios. El propósito de este sistema educacional es el de formar hombres nuevos, como dijo Castro en 1959, aunque generalmente no se logra el hombre nuevo y en cambio se pierde el hombre viejo (el democrático), como sucedió en Cuba. Como complemento del sistema educacional en este tipo de régimen están también los medios de comunicación, incluyendo el Internet. Todo programa, artículo (radial, escrito o televisivo), noticias, cadenas presidenciales, inclusive las novelas, tienen que estar en función de adoctrinar y no de informar. Ya lo dijo Hugo Chávez al regresar de Cuba que en ese país hasta las novelas tienen contenido ideológico y que él aspira lo mismo para Venezuela. De ahí 23la importancia de que todos los medios estén en función doctrinal.
18) Control y manipulación de las masas.- Una de las características más sobresalientes de este tipo de sistema, al que yo llamo controlalotodo, es el de saber manejar y manipular las multitudes. Para ello comienzan por controlar los sindicatos obreros, las asociaciones estudiantiles, profesionales, religiosas, etc. Como se sabe, en los sistemas democráticos y de libertades individuales existen mecanismos cívicos de presión, como por ejemplo, manifestaciones y huelgas estudiantiles y de trabajadores, para presionar al gobierno a tomar medidas o mejorar las ya existentes. En los regímenes totalitarios, por el contrario, estos mecanismos de presión están prohibidos totalmente. Lo primero que hace el gobierno es abolir los sindicatos independientes de trabajadores y las asociaciones estudiantiles. El gobierno trata de hacer o fabricar sus propios dirigentes los que enfocan sus esfuerzos en guiar a sus seguidores para respaldar las medidas gubernamentales. Para ello el gobierno cuenta con infinidad de recursos, desde abolir la autonomía universitaria, descartar los contratos colectivos de trabajos, acusar a los dirigentes opositores de cualquier cosa, buscar la expulsión de sus centros de estudio o de trabajo, mientras que remuneran y privilegian a sus incondicionales. Hay que evitar a toda costa las huelgas y manifestaciones generales pues eso causa mala imagen ante la opinión publica nacional e internacional y pudieran exacerbar los ánimos y crear problemas de desestabilización.
Otro aspecto importante para controlar y manipular las masas son las concentraciones multitudinarias que buscan la creación de conciencia revolucionaria y la de impresionar al país y al mundo del supuesto respaldo popular con que cuenta el gobierno. A simple vista, al ver cientos de miles y hasta más de un millón de personas en un mismo lugar enarbolando consignas revolucionarias y oyendo discursos encendidos de sus dirigentes se tiene la impresión que todas esas personas acuden voluntariamente y que la popularidad del gobierno es inmensa. Esto no es así precisamente. Aunque una tercera parte de los asistentes pudieran acudir voluntariamente, con sus propios recursos, la inmensa mayoría son trabajadores y estudiantes cuyos centros son cerrados para que vayan a la concentración y autobuses y camiones del gobierno son estacionados frente a sus centros de trabajo para ser transportados hasta el lugar de la concentración. Y para asegurarse de que todos los trabajadores asistan a la misma el gobierno supervisa la asistencia al acto y si es necesario pasa lista de asistencia en la propia concentración. El que no vaya corre el riesgo de perder su trabajo, de coartarle el derecho a la educación a sus hijos y hasta la libreta de abastecimiento pudiera serles suspendida. Es decir, no solamente el gobierno o dictadura de un tipo de sistema como éste apela a la mordaza y al terrorismo de estado para controlar a sus críticos sino que la manipulación, psicología de las multitudes y las grandes concentraciones populares son parte también de sus herramientas para lograr sus siniestros objetivos.
19) Estados parásitos o socios estratégicos.- Este tipo de SS-XXI que Chávez trata de implantar desde Venezuela tiene el inconveniente de convertir a un Estado dependiente de otro Estado, como sucedió con Cuba. El desarrollo normal que han seguido casi todos los regímenes comunistas, o quasi-comunistas, es el siguiente: primeramente, subsisten debido a las expropiaciones (confiscaciones) y lo que sus empresas producen; luego, cuando la producción decae ya que se le da más importancia al factor ideológico que a la producción, se establece el trabajo voluntario y se confisca todo lo que queda. Más tarde son socorridos por gobiernos amigos mientras estos puedan ayudar. Después apelan a los créditos internacionales y cuando no los pueden pagar restringen más la distribución de alimentos y productos básicos creando las llamadas libretas de abastecimiento (racionamiento) repartiendo a partes supuestamente iguales lo poco que pueda quedar. Finalmente, puede suceder lo mismo que sucedió con los países del antiguo Imperio Soviético que la mayoría, con excepción de Cuba y Corea del Norte hasta ahora, vuelven al capitalismo. Venezuela va en camino de repetir el error cubano. En Cuba la crisis económica está tocando fondo ya que su última fuente de ingreso, el petróleo venezolano, se está agotando y esto obligará al dictador, como ya ha anunciado, a restringir los alimentos y los servicios públicos aún más. Ya dijo el dictador Raúl que hay que ahorrar más: menos ventiladores y aires acondicionados, menos refrigeradores, menos transporte público, descartar los tractores para arar la tierra y volver a los bueyes y al arado. Y hasta el papel sanitario hay que ahorrarlo. Ahora, en su desesperación, Cuba comunista exige que los Estados Unidos de América le levante el embargo que éste le impuso en 1963 porque Cuba no pagó las empresas norteamericanas que la Revolución confiscó. La situación actual de Cuba recuerda la crítica situación que vivió la Unión Soviética durante la década de 1980 cuando Mijaíl Gorbachov propuso su Perestroika y Glasnost para “humanizar” el comunismo. Aunque él no pretendía eliminarlo sino reformarlo, el comunismo se desplomó. El problema de los regímenes totalitarios es que no aceptan reformas. Son como los muros que por muy sólidos que parezcan, si se les abre una grieta se derrumban con el tiempo. ¿Estará llegando el comunismo cubano a esta etapa? Después de todo, Raúl Castro dijo: “no me eligieron para restaurar el capitalismo, sino para consolidar el socialismo”. El socialismo cubano (comunismo) pudiera estar llegando a su fin pues, si de 55 países regidos por el comunismo que existían a finales del 80, solamente quedan dos, Cuba y Corea del Norte, ¿quién puede asegurar que estos dos no desaparezcan pronto también? O pasen al capitalismo, como pasaron los demás. No es probable que estos dos minúsculos países comunistas puedan subsistir donde fracasó el otrora poderoso Imperio Soviético. Y Chávez parece no darse cuenta en su afán imperialista.
20) Imperialismo Bolivariano.- Como todo imperio, el Imperialismo Bolivariano tiene supuestamente su propia ideología, la del Socialismo del Siglo XXI. Su nombre oficial es el de Alianza Libre Bolivariana para Las Américas (ALBA) y sus fundadores principales son Fidel Castro de Cuba y Hugo Chávez de Venezuela, quienes firmaron el documento original en La Habana en el 2004. Es una alianza conocida también como Alternativa Bolivariana para las Américas entre gobiernos de América Latina y el Caribe. A Cuba y Venezuela se les han ido uniendo otros países, como Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Dominica y Granadina. A esta alianza pertenecía también Honduras pero al caer el gobierno de Manuel Zelaya ese país se separó de dicha alianza. Este imperio pretende tener su propia moneda, ya sea el sucre, el bolivariano o inclusive el boliviano (el dólar no les gusta mucho), un banco regional, un ejército único, libre comercio, así como un solo idioma, entre otras cosas. Están discutiendo si dejan el idioma español o si lo cambian por algún otro de la región. La expansión del imperio se logra por muchos medios, una forma es ayudando a candidatos afines de otros países con fondos y propaganda y cuando estos llegan al poder se ven obligados a devolver dicha ayuda en respaldo político o económico. El Imperio Bolivariano busca ampliar su influencia haciendo alianzas con otros gobiernos, principalmente dictatoriales, no importa que no coincidan ideológicamente siempre y cuando coincidan en sus ambiciones expansionistas. Entre estas alianzas se encuentran las establecidas entre los países del ALBA y algunos regímenes terroristas de otros continentes como son los de Irán, Corea del Norte, China, Bielorusia, etc. Esto incluye a organizaciones terroristas tales como las FARC de Colombia, la ETA de España, Hamas de Gaza y Hezbollah del Líbano, entre otras. Esta relación con gobiernos y grupos listados como terroristas hace que muchos gobernantes de este hemisferio teman que Venezuela u otros países del Imperio Bolivariano puedan prestar sus territorios para bases de operaciones contra las democracias de la región. El peligro mayor estriba en la relación de Chávez con potencias nucleares como Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Pakistán, etc. con las cuales el mandatario venezolano intercambia elementos y experiencias relacionados con armas nucleares. En esto Chávez está siguiendo los consejos de su mentor Fidel Castro: “hazte de un arsenal nuclear, como tenía Moscú, lo que te hará invulnerable y temido''. De momento se dice que Venezuela le envía uranio a Irán y que Irán se lo devuelve enriquecido. Chávez lo niega diciendo que es para asuntos pacíficos, aunque pocos se lo creen. Lo cierto es que la verborrea antiimperialista que emplean Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, entre otros, es para tratar de ocultar su imperialismo del siglo XXI tras una cortina de humo. Lo más irónico de todo es que Chávez usa la insigne figura del Libertador Simón Bolívar, el luchador más recio contra el colonialismo español que tuvo América del Sur, para implantar su Socialismo del Siglo XXI cuando es obvio que si Simón Bolívar viviera en estos momentos tomaría la espada nuevamente, pero esta vez para luchar contra el colonialismo cubano en Venezuela.
CONCLUSION
Finalmente, para que los lectores de este ensayo puedan ubicarse correctamente en cuanto a las similitudes y pocas diferencias que existen entre el Socialismo del Siglo XXI de Hugo Chávez y el comunismo tropical de Fidel Castro, es necesario aclarar que ni el socialismo que soñaron Marx y Engels ni el comunismo que intentaron poner en práctica Lenin y Stalin han podido ser implementados en ningún país del mundo a pesar de más de 160 millones de desaparecidos en aras de ese intento. Ninguno de los dos ha pasado de ser una utopía como la hipotética República del filósofo griego Platón. En cuanto al socialismo concebido por el ruso Buzgalín y el méxico-alemán Dieterich por un lado, y el de Hugo Chávez por el otro, hay gran diferencia. En primer lugar los primeros conciben la implantación del SS-XXI a través de la conciencia y el convencimiento. En ningún momento hablan de que hay que imponerlo por la fuerza. Muy por el contrario, propugnan una democracia participativa o un socialismo democrático en el cual el individuo conserve todos sus derechos, incluyendo el de elegir y ser elegido y el de expresar libremente sus opiniones. Aclaran los ideólogos Buzgalín y Dieterich que en estos momentos no existen las condiciones necesarias para establecer este socialismo ya que el proyecto histórico del mismo es completamente desconocido. “Entonces”, dice Dieterich, “si no tienes la teoría divulgada entre la gente… será una quimera hablar del socialismo como una alternativa al capitalismo neoliberal”. Y agrega Dieterich: “en Venezuela se confunde socialismo con cooperativismo y propiedades del Estado, todas esas son nociones que están en el pasado”.
Con relación a las similitudes entre el Socialismo del Siglo XXI de Chávez y el comunismo de Castro, las podemos resumir como sigue: En Cuba, los poderes de gobierno (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) están sometidos al máximo líder, en Venezuela también. En Cuba, las Fuerzas Armadas, tanto militares, policiales o de inteligencia, están controladas por el Ejecutivo, en Venezuela también. En Cuba todos los medios de comunicación están controlados por el Estado, en Venezuela se trata de hacer lo mismo. En Cuba todas las tierras y empresas pertenecen al Estado, en Venezuela se intenta hacer igual. En Cuba existen turbas amaestradas para someter a los opositores, en Venezuela sucede lo mismo. En Cuba se exporta la Revolución, en Venezuela también. En Cuba cambiaron el sistema educacional por un sistema de adoctrinamiento, en Venezuela tratan de hacer lo mismo. En Cuba la frase más repetida es “el imperialismo yankee”, en Venezuela también. En Cuba se vivió de los subsidios extranjeros cuando se acabó la industria azucarera, en Venezuela harán lo mismo cuando se les acabe el petróleo o no estén en capacidad de extraerlo. En Cuba la justicia y la libertad están supeditadas a las exigencias de la Revolución, en Venezuela también. En Cuba no existe desarrollo interno ni inversiones extranjeras, a no ser que estén bajo el control del gobierno, en Venezuela están llegando a lo mismo. Para mas similitudes, Cuba inventó el slogan: “Patria o Muerte, Venceremos” y los gobiernos del llamado Socialismo del Siglo XXI también lo están usando. Y finalmente, Cuba importó de la Unión Soviética todos los asesores militares, económicos, políticos, etc. que le hizo falta para implantar su comunismo y Venezuela esta importando todos los cubanos que le hacen falta para implantar el suyo. Por otra parte, si pudiéramos encontrar alguna diferencia entre el llamado socialismo de Hugo Chávez y el anacrónico comunismo de los hermanos Castro la encontraríamos en que Chávez llegó al poder por la vía electoral y Castro por la vía revolucionaria.
El triunfo electoral de Chávez, Morales, Correa y Ortega para llegar al poder se debió a que hablaron mucho de que el SS-XXI resolvería todos los problemas, que con ello se acabarían la pobreza, los desamparados, los hambreados, etc. pero ocultando deliberadamente que a su llegada al poder acabarían con todas las libertades individuales, que estatizarían toda la economía y que establecerían dictaduras hasta lograr la transición del capitalismo al llamado Socialismo del Siglo XXI., o más bien, Comunismo del Siglo XXI. Tampoco dijeron que al llegar al poder tratarían de gobernar ‘hasta que la muerte los separe… del poder’. Castro también lo ocultó. Este mintió muchas veces, pero su mentira más grande fue cuando repitió una y otra vez que cuando la revolución triunfara celebraría elecciones en un plazo no mayor de 6 meses, pero una vez en el poder dijo: “¿elecciones para qué?”, y cumplió lo que dijo, ya que lleva 51 años en el poder sin celebrar elecciones libres. Chávez también ha dicho que le gustaría permanecer el mismo tiempo que Castro en el poder y está tratando de lograrlo.
En conclusión, a los 11 años de arribar al poder Hugo Chávez aún no logra consolidar su Socialismo (Comunismo) del siglo XXI. Tiene formado un caos enorme en Venezuela ya que en su afán de rodearse de funcionarios leales ha descuidado la capacidad y la competencia de los mismos. Se nota una gran ignorancia a la hora de implementar las políticas del gobierno. Lo beneficia en algo que sus críticos aún no logran identificar al gobierno de Hugo Chávez con la dictadura de los hermanos Castro. Esto, a pesar de que él no oculta su enorme simpatía por el tirano Fidel Castro a quien llama mi padre y que los pilares principales de su régimen descansan sobre los hombros de cubanos comunistas.
FIN
New Jersey, EUA, 20 de mayo de 2010
Nota: Luis Israel Abreu cursó estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Jersey City, New Jersey y es Contador graduado de la Escuela Profesional de Comercio de Santa Clara, Cuba.
FUENTE: Luis Israel Abreu
Remisión: T/Cnel(GN) Stanislaw E Dubis. C.