LA RESURRECCION
Por Carlos E Méndez
Junio 14, 2010
Lo sé; no estamos en semana santa para abordar este
tema. Pero es que son tantas las victimas mortales en Venezuela que a
diario caen bajo el fuego directo o cruzado de los gatillos alegres, que
a falta de una justicia humana cada vez más precaria, la única
esperanza válida para las madres, padres, hijos, y demás parientes y
amigos de las victimas, es la promesa bíblica de la resurrección de
entre los muertos.
Hay quienes en su desolación intentan comunicarse con
sus muertos y acuden a esas sesiones donde invocan a los supuestos
espíritus de las victimas. El intermediario o médium entre el fallecido y
el pariente o amigo, se pone en trance y un espíritu lo toma y se deja
escuchar una voz de ultratumba que habla y le hace sentir al oyente que
el ser invocado no está muerto sino que sigue viviendo en otra dimensión
desde donde lo observa y consuela. Esta práctica no es nueva. Hubo un
rey de la antigua Israel (1.200 antes de Cristo) que consulta a una
médium (hechicera) para que lo ponga en contacto con un profeta que
había muerto, con el fin de que le aconsejara sobre qué hacer con su
reino. Por lo visto Dios no aprueba esas practicas esotéricas, ya que el
rey Saúl una vez que se entrevista con el supuesto profeta Samuel, paga
con su propia vida su atrevimiento por haber desafiado a, y traspasado
los linderos de Dios. Pero, bueno, ese no es el punto.
Los hombres no mueren, sino fisicamente; ya que sus
espíritus siguen viviendo en algún lugar que Dios les tiene reservado: “el
cuerpo vuelve a la tierra de donde fue tomado; y el espíritu regresa a
Dios quien lo dio“ “En la casa de mi padre - decía Jesús a sus
seguidores - muchos lugares hay; voy, pues, a preparar un lugar para
vosotros, para que donde yo estoy, vosotros también estéis“. No
obstante, la resurrección de nuestros muertos es el mayor recurso válido
que tenemos los mortales de fe cristiana para consolarnos de semejante
desgracia. Es tan grande y profundo el dolor por la pérdida de un ser
querido, que el propio Dios promete en su revelación a Juan el
apocalíptico, que el llanto y la muerte serán eliminadas total y
radicalmente dentro del nuevo orden que establecerá en esta tierra o en
otra una vez que desaparezca este sistema corrupto. El hombre no fue
creado para morir, sino para vivir eternamente, puesto que fue creado a
imagen y semejanza de los dioses; pero por causa de la maldad de
algunos, le fueron acortados sus días aquí en la tierra. Por lo
tanto, no me estoy refiriendo a la reencarnación que predican otros por
allí, sino a la resurrección de nuestros muertos tal cual como
les conocimos. A Jesús después de la crucifixión, se le vio, se le
escuchó, y sus discípulos lo reconocieron y compartieron con El sus
alimentos. Jesús resucita y asciende a los cielos con un cuerpo nuevo o
glorificado, pero con su misma apariencia fisica. Con ese mismo tipo de
cuerpo serán revestidos todos los que han muerto cuando sean
resucitados. Para resucitar, que en definitiva es lo que mayormente
anhelamos, hay que morir primero. Entonces, a Dios, y a nuestros seres
queridos transformados y rejuvenecidos, los veremos cara a cara.
Autorizada su reproducción, difusión y publicación.
Carlos E Méndez
"El miedo toco a la puerta; la fe la abrio, y no encontro a nadie" Martin Luther King.
Imágen: La resurección de Cristo//Wikipedia