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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Al M/G "GNB" Luís Alfredo Motta Domínguez. Por: G/D (GN) Rafael Damiani Bustillos



14 de Septiembre del 2010

Ciudadano:
Mayor General.
Luís Alfredo Motta Domínguez
Comandante General  de la Guardia Nacional.  

    El 28 de septiembre de 1963, en el cobarde asalto al tren turístico de El Encanto, fueron masacrados cinco guardias nacionales y gravemente heridos dos niños y ocho mujeres. El hecho produjo un estallido de indignación nacional. La planificación y responsabilidad de este acto terrorista fue del “líder de las guerrillas” Guillermo García Ponce, dirigente del Partido Comunista de Venezuela, cuyos restos hoy son escoltados por Guardias Nacionales en la Asamblea Nacional.

    Pocas dudas caben ya acerca de la mediocridad reinante actualmente en la conducción de nuestra querida Guardia Nacional que no requería llamarse “Bolivariana”  para representar el más puro ideario del Libertador. Es lamentable cuando se tributan honores y se otorga la Orden del Libertador a quien masacró a más de un centenar de  guardias nacionales, soldados e infantes de marina, así como casi doscientos  policías de la manera más vil. Es carecer de dignidad institucional y prueba del radicalismo antipatriótico de un puñado de arribistas que perdieron la conciencia histórica y que deshonran a la institución que mantenía con orgullo el lema de “El honor es su divisa”.

    ¿Qué ha pasado? A esta pregunta se responde contestando que nuestra Guardia Nacional temporalmente ha cambiado de mano y que sus conductores no son ya jefes que sienten y viven  la satisfacción de ser “Guardias Nacionales”. Guardianes de nuestra soberanía empeñada a la Cuba comunista de Fidel Castro, el mismo que alentó el asalto al “Tren del Encanto”. Sólo un grupo de oportunistas se pueden olvidar de un hecho que marcó la historia de nuestra Guardia Nacional. La actuación actual en la conducción de la Guardia, induciría a un silencio despreciativo o mantenerse al margen de la realidad. Pero si hay conciencia de lo que fue la Guardia Nacional y de lo que ahora es por fortuna una mínima minoría no podemos quedarnos callados. El tributar honores al asesino de cinco guardias nacionales es un hecho que se debe despreciar y no olvidar. Llegará el día cuando veamos que la Guardia Nacional retomará con renovados bríos su lema “El honor es su divisa”.

    Esta carta, es una reflexión sobre un momento en el que quiero  advertir ojala tenga el valor de leerla ante el cuerpo de generales para  que no se llamen a engaño de la orientación castro-comunista que se le quiere imponer, a la fuerza. En este momento, cuando se ha reiniciado la radicalidad que produjo el asalto al tren de El Encanto y la muerte de guardias nacionales, es oportuno levantar la voz para rechazar el estado de degradación a la que se somete a una institución que como la Guardia Nacional siempre se desempeñó bajo los principios de la rectitud y el cumplimiento del deber patrio.

    Recuerde usted, actual Comandante de la Guardia Nacional,  que su actitud sumisa ante el acto impropio de rendirle honores a quien masacró a guardias nacionales, choca con la mayoría de quienes, en el seno mismo de la institución, reprochan su mando y conducción.

 Rafael Damiani Bustillos
General de la Guardia Nacional

Remisión del Texto: Oscar José Márquez