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viernes, 27 de enero de 2012

Conversión y unidad democrática. Por: René Núñez. PORTACHUELO

PORTACHUELO 
Por: René Núñez.
Conversión y unidad democrática
Otro 23 de enero nos hace falta para en definitiva ponernos de acuerdo con el país que nos conviene como sociedad democrática ávida de progreso y desarrollo. Si el de 1958 fue para disuadir al entonces dictador Pérez Jiménez a dejar al poder, como en efecto sucedió; ahora más que nunca nos toca hacer del voto el ejercicio cívico para cambiar el régimen de turno por uno creyente y defensor de la democracia moderna, abierta, libre y progresista con garantía de procesos electorales transparentes sin injerencia partidista e ideológica alguna.
Hacer de ella una sólida institución invulnerable e independiente para impedir que otro régimen como el actual, democrático de origen pero no de ejercicio, intente de nuevo cambiar y transformar a su conveniencia ideológica y militarista las características y principios fundamentales de nuestro sistema político.
Desde el Gobierno, de manera irresponsable y perversa, se viene alentando una campaña valorando las elecciones -es decir, el acto de votar- como lo más importante de y para la vida democrática de un país. Mientras en paralelo mantienen intervenido y controlado las instituciones y prácticas democráticas, como la separación de los poderes estatales (el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial); persiguiendo, amenazando y chantajeando medios de comunicación social impidiendo el ejercicio libre y autónomo, así como incumpliendo el Estado de Derecho.
Por otro lado, continúa con la descalificación, hasta considerando apátridas, a todos aquellos que legítimamente le corresponde hacer oposición y ofrecer distintas opciones como aspirantes a diversos cargos de elección popular. Igualmente negando los derechos legítimos democráticos de los partidos, imprescindibles para la vigilancia en la detección de irregularidades o vicios tanto del gobierno como del partido único oficialista; olvidando que su poder está condicionado en tiempo y espacio, y en cumplimiento de normas y programas; por lo cual no pueden estar exentos de ser señalados de las desviaciones o transgresiones incurridas durante el mandato.
El liderazgo probo y capacitado juega un rol importante en la coyuntura nacional actual, como también los ciudadanos mediante la participación, eligiendo los mejores, exigiendo respeto a los derechos humanos y políticos sin distingo de clase o naturaleza alguna.
Cuando la mayoría de los ciudadanos no asumen esta responsabilidad democrática, se crean ambientes favorables para el ascenso al poder de gobiernos populosos, caracterizados por defender sus propios intereses y satisfacer sus deseos y necesidades, pisando o soslayando el derecho y las necesidades de otros congéneres. Si bien es cierto cada uno de estos gobiernos tiene entre sí diferencias notorias, hay algunos que no se pueda aplicar en absoluto ese principio, pero en general se considera que tales casos son excepcionales.
Otra realidad inocultable, el oportunismo mediocre político en el pasado, sólo que ahora con los que se ufanan de revolucionarios se ha elevado exponencialmente, cuyas consecuencias de improvisaciones y desaciertos lo estamos pagando los venezolanos social y políticamente muy caro después de 13 años: con más inflación, devaluaciones, merma de poder adquisitivo, impuestos, división, exclusión y más pobreza.
Afortunadamente, a pesar de la precariedad democrática y jurídica, el ventajismo y el abuso de poder, los venezolanos demócratas seguimos contando con el mecanismo del voto de cara a las próximas elecciones del 7 de octubre para intentar cambiar el status quo revolucionario socialista militarista por uno auténtico civil democrático capaz de garantizar la igualdad, la libertad, la pluralidad, la solidaridad y la participación como únicas herramientas humanas aconsejables para gobernar civilizadamente en paz.
Hagamos entonces del 12 de febrero, el comienzo y, del 7 de octubre, el final, de la celebración del nuevo 23 de enero votando masivamente en contra del militarismo, del autoritarismo, y del atraso social, como única alternativa para derrotar la pobreza, crear empleos estables y duraderos, con seguridad integral y paz social.
@renenunezr
Diplomacia de Micrófono de 5:00 a 6:00 pm por Skandalo 106.9 FM
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FUENTE: Correo del Caroní