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lunes, 28 de julio de 2014

LA DEMOCRACIA LIBERAL VS. EL NEO-COMUNISMO COLONIAL (II) Por: Cesar Guillen Citterio



 IMAGEN: Cortesía de Wikipedia

LA DEMOCRACIA LIBERAL VS. 
EL NEO-COMUNISMO COLONIAL (II) 
 Por: Cesar Guillen Citterio

La crítica a sí misma, constituye uno de los resortes principales de la sociedad democrática. Pero la auto condena  de sí misma es fuente de debilidad y siempre ha sido su lado flaco ante  los ataques arteros e infames. Una sociedad y sus individuos no pueden pensar nunca que son infalibles, pero tampoco pueden dar a entender que se equivoca siempre, esto último debilita y paraliza.

La llamada democracia igualitaria (base supuesta del comunismo) donde se asume que todos los hombres que la practican se parecen entre sí, con tanta  libertad quieren las mismas cosas, como consecuencia la diversidad es desterrada y aparece la desigualdad natural. Así mismo la libertad se restringe para imponer entonces la igualdad obligada, más que aceptada: (Modo de vida de los altos funcionarios Boliburgueses en comparación con la calidad de vida de las bases y comunas Chavistas)

Pero el que ejerce el poder de darle igualdad y libertad a todos en su esencia ya no puede ser igual al resto de la sociedad a la cual dirige. Nace de esta manera el estado omnipresente, omnipotente y omnisciente que conocemos tan bien, el estado protector, contratista, educador, moralista, medico, empresario, librero, compasivo y depredador, comerciante, publicista, periodista, banquero, padre y carcelero que despoja y subvenciona. Ninguna tiranía, ninguna monarquía ha tenido tal poder en el pasado.

 La realidad es que ese tipo de régimen  en vez de ir adquiriendo un poder de aceptación, es cada vez más desobedecido y aborrecido  por quienes esperan todo de él. Agotado por las exigencias, obligado a resolverlo todo, a repartir lo que no ha producido y a reponer lo que ha malgastado en la primera fase del despilfarro populista llega el momento donde debe retractarse de lo dicho y lo hecho para comenzar a hacer todo lo contrario. Sobre todo en la economía y las finanzas, pues el manejo del dinero público, no perdona el despilfarro y los malos negocios.

La democracia se basa en  la uniformidad, pero también descansa en la libertad. He allí el verdadero objetivo de un sistema de gobierno equilibrado y justo. Es decir la uniformidad dentro de la diversidad. La idea de que un sistema de autoridad política debería derrumbarse porque es incapaz de hacer vivir dignamente a sus ciudadanos solo puede albergarla un demócrata. 

Paradójicamente las causas de descontento menor, corroen y perturban a las democracias más rápidamente que las gigantescas desigualdades, hambrunas, miserias y represión criminal de los regímenes comunistas, porque sus sociedades oprimidas y coaccionadas no tienen ningún mecanismo ni derecho real de reaccionar:

 Una sociedad es más vulnerable mientras más problemas resuelve, y su permanencia más segura mientras menos los resuelve.”
                                                      IMAGEN: Cortesía de Taringa