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jueves, 28 de mayo de 2015

LIBERTAD E IGUALDAD ABSOLUTA-UTOPIA O REALIDAD. Por: Cesar Guillen Citterio - Movimiento Laborista.




LIBERTAD E IGUALDAD ABSOLUTA-UTOPIA O REALIDAD
Cesar Guillen Citterio- Movimiento Laborista

Esta paradoja fundamental e inquietante, ha inspirado a través del tiempo los grandes movimientos y conflictos de la humanidad. Sin embargo a pesar de la opinión y del  pensamiento de muchos, la realidad nos ha demostrado que no se puede ser libre e igual totalmente. ¿Por qué?

Porque si hubiera una igualdad total entre todos los hombres, la desigualdad fuera monstruosa. Y esto simplemente porque no todos los hombres somos igualmente fuertes, igualmente inteligentes, ni aptos para muchas de las cosas de la vida en comunidad.

Estas desigualdades establecen de inmediato y sin ninguna libertad, la desigualdad más terrible. Es decir los débiles, los menos inteligentes, los menos aptos, quedarían utilizados y explotados por los más fuertes y capaces para hacer las cosas, es allí en ese momento donde desaparece la igualdad.

Así mismo, al querer implantar un régimen absoluto de igualdad en todos los sentidos, tendríamos que frenar el instinto agresivo, posesivo y ambicioso del hombre (Reyes, caudillos, dictadores) y esto porque el hombre por su naturaleza esencial, tiende a dominar al resto. Y tal conducta, aunque nos sorprenda, ha sido a través de los siglos su  fuerza histórica, para bien o para mal.

Para poder alcanzar esa igualdad absoluta entre los hombres, se requiere entonces la implantación de una dictadura feroz, que no deje el menor resquicio de libertad, porque al haber un pequeño espacio de libertad, resurge entonces de nuevo la desigualdad.

Entonces, la igualdad y la libertad son contradictorias, ¿cómo es esto? La historia está llena de casos en la que las grandes revoluciones que han surgido tomando como bandera a la igualdad absoluta, han degenerado en férreas dictaduras cuya característica principal ha sido, ser las más grandes negadoras de la libertad. La revolución francesa, fue el primer ejemplo práctico en la historia. Algunas de ellas todavía sobreviven en la actualidad.

Los hombres estamos condenados a encontrar un equilibrio social, es decir: del máximo posible de igualdad con el máximo posible de libertad. Nunca podrán existir la libertad e igualdad absolutas al mismo tiempo, ya que se autodestruyen una a la otra. La igualdad civil es todo lo que puede exigir el hombre razonable.

Las sociedades democráticas occidentales son las únicas que a través del tiempo se han planteado una lucha para que se pueda lograr, el que preservando un grado de libertad necesario, se mantenga un grado de igualdad razonable. Esto, con base a las leyes en un marco constitucional verdaderamente Democrático.

IMAGEN: Cortesìa de Historia de Venezuela