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lunes, 19 de octubre de 2015

EL COMUNISMO, RAICES DE UN FRACASO. (4) Por: Cesar Guillén Citterio.


Cesar Guillén Citterio

EL COMUNISMO, RAICES DE UN FRACASO. (4)

Son esencialmente las tesis expuestas en el contrato social de Rousseau; la obra del barón de Montesquieu y el ensayo del abate Sieyés, las que le van a suministrar la pólvora ideológica a ese conjunto de ideas incendiarias de cambio, cargadas todas de un claro sentido de justicia, pero desafortunadamente de un notable componente romántico y utópico.

Estos ideales van a ser recogidos por un grupo de hombres ilustrados de su tiempo e impulsados en medio de las circunstancias propicias del entorno donde Vivian y que no era otro que la Francia decadente del feudalismo y el absolutismo real.

Este proceso que va a estremecer los cimientos políticos y sociales conocidos, que va a producir un cambio en la visión de la sociedad a partir de ese momento, y que va a ser el más significativo punto de inflexión que haya experimentado la humanidad, será conocido como “la Revolución Francesa”.

Es la revolución Francesa, que con su cumulo de información y planteamientos recogidos desde siglos    por los grandes pensadores y filósofos y en medio de la Francia del siglo 18, la que va  a experimentar en la práctica, la aplicación de tales teorías, y ensayar si realmente será posible el sueño de todos los hombres de ser iguales, de tener plena justicia y gozar de una paz y una abundancia eterna.

A partir de ese importante acontecimiento histórico, surgirán las ideas marcadamente ideologizadas y particularmente interpretadas a través de los siglos venideros (una de las cuales será el marxismo) del pensamiento político y social del mundo occidental moderno.


"Adhuc Stantes"