RECORDAR PARA AVANZAR
Los miembros de URD (Unión Republicana Democrática) recordamos
hoy algunas de las palabras expresadas por el eximio compañero escritor Mario
Briceño Iragorry (MBI) en Caracas, el 22 de Noviembre de 1952. Jornada unitaria
encaminada a cambiar el gobierno tiránico, dictatorial, hegemónico, militar, de
ese entonces, por un gobierno democrático, plural. ¿Alguna semejanza y/o
parecido con lo actual? Ahí está la historia, los hechos aun frescos, y eso lo
decide Usted, amigo, amiga.
Pero leamos a MBI: “Así parezca difícil por las circunstancias del momento, es necesario volver en la Carta Magna Fundamental a las viejas declaraciones principistas, que desde 1830 anularon el fuero personal de los militares y declararon la pasividad republicana de la noble misión del Ejercito. Quizás pocas cosas honren tanto la conducta del General Páez como su conformidad con la abolición del fuero castrense, de que se creyeron en perpetua posesión los valientes guerreros que se sentían padres de la Republica. Pero la mayoría de los ínclitos varones que lucharon en los campos de batalla por consolidar la independencia de la patria, tenían puestos el interés y el corazón más en el porvenir de las instituciones que en el goce de privilegios contrarios a la igualdad republicana”.
“Si no en explicitas normas constitucionales, a lo menos en habilidosos circunloquios legales se mantiene hoy un sistema que sustrae la conducta general de los ciudadanos que visten uniforme, de la común sanción de las leyes. Este sistema, además de ser contrario a la esencia del sistema democrático, hace que se vuelva la voluntad del partido contra los personeros de un cuerpo que debe ser visto siempre con el respeto que se deriva de su noble, natural y exclusiva misión de garante de las instituciones republicanas. Garante y no ejercitante, sostenedor de las leyes civiles, mas no ejecutor directo, en función de cuerpo, de los mandatos de aquellas. Diríase que la violencia de la acción característica de los hombres de cuartel, no puede pasar de la salvaguarda de los ejecutores civiles de la ley. En sus recias manos, los frágiles principios se quiebran fácilmente y la simbólica espada de la justicia se convierte en un recio machete de terror. Que aumente en dignidad y disciplina nuestro Ejercito, debe ser voto del pueblo. Testigos del debate público, los militares han de mantenerse vigilantes desde las almenas de los cuarteles. Ayer los ejércitos libraron las batallas sangrientas que nos dieron libertad. Ahora ellos deben descansar, mientras los hombres y las mujeres libramos en el campo del civismo la batalla de los principios y fijamos libremente las normas de la administración y la política”.-
URD exige al gobierno, hoy, tal como lo hizo antes, 1952:
Pero leamos a MBI: “Así parezca difícil por las circunstancias del momento, es necesario volver en la Carta Magna Fundamental a las viejas declaraciones principistas, que desde 1830 anularon el fuero personal de los militares y declararon la pasividad republicana de la noble misión del Ejercito. Quizás pocas cosas honren tanto la conducta del General Páez como su conformidad con la abolición del fuero castrense, de que se creyeron en perpetua posesión los valientes guerreros que se sentían padres de la Republica. Pero la mayoría de los ínclitos varones que lucharon en los campos de batalla por consolidar la independencia de la patria, tenían puestos el interés y el corazón más en el porvenir de las instituciones que en el goce de privilegios contrarios a la igualdad republicana”.
“Si no en explicitas normas constitucionales, a lo menos en habilidosos circunloquios legales se mantiene hoy un sistema que sustrae la conducta general de los ciudadanos que visten uniforme, de la común sanción de las leyes. Este sistema, además de ser contrario a la esencia del sistema democrático, hace que se vuelva la voluntad del partido contra los personeros de un cuerpo que debe ser visto siempre con el respeto que se deriva de su noble, natural y exclusiva misión de garante de las instituciones republicanas. Garante y no ejercitante, sostenedor de las leyes civiles, mas no ejecutor directo, en función de cuerpo, de los mandatos de aquellas. Diríase que la violencia de la acción característica de los hombres de cuartel, no puede pasar de la salvaguarda de los ejecutores civiles de la ley. En sus recias manos, los frágiles principios se quiebran fácilmente y la simbólica espada de la justicia se convierte en un recio machete de terror. Que aumente en dignidad y disciplina nuestro Ejercito, debe ser voto del pueblo. Testigos del debate público, los militares han de mantenerse vigilantes desde las almenas de los cuarteles. Ayer los ejércitos libraron las batallas sangrientas que nos dieron libertad. Ahora ellos deben descansar, mientras los hombres y las mujeres libramos en el campo del civismo la batalla de los principios y fijamos libremente las normas de la administración y la política”.-
URD exige al gobierno, hoy, tal como lo hizo antes, 1952:
1. Garantías iguales para todas las
corrientes políticas. Rechazamos el ventajismo del régimen, ya más militar que cívico;
2. Amnistía general para presos políticos y exilados;
3. Un sistema de garantías que nos permita a todos los venezolanos vivir libres y en paz, expresar libremente nuestras ideas, trabajar con seguridad y protección en el seno de esta nuestra patria. Acudir al venidero proceso electoral del 6D2015 con libre albedrio, libertad de decisión, elección y votación. Sin estados de excepción, represión, terror y crimen. “Por una Venezuela sin perseguidos ni perseguidores”
URD, además, como voz de un parte de venezolanos a quienes hoy se les impide, de diversas maneras y métodos expresarse; por mi intermedio, declara: El progreso que traía la nación hasta 1999 y que había destruido los cimientos feudales en que se apoyaba el sistema del “gendarme necesario”, basado, entre otras, en la división regional del país y en la sujeción del pueblo a fuerzas militares de carácter caudillista o personalista, se estanco, se detuvo, y ahora, desde 1999 a esta parte resurgió y lo rechazamos. Aquí una de las bases racionales de nuestra oposición a este gobierno mas militar que civil y obediente a directrices foráneas. Para retomar el camino del progreso y libertad, sustentamos, proclamamos y llamamos, una vez más, a la unidad popular de la nación y la soberanía civil del pueblo como afirmación central de su actuación política republicana. Llamamos al pueblo unido a votar todos, por la Republica, por la Democracia, por Pan, Tierra y Libertad. Repetimos, como ayer, y con plena vigencia y como lo dijera tantas veces Jóvito Villalba: ¡VOTOS SI, BALAS NO! Votemos por los mejores, es hora de reconocer y enmendar el error antes cometido, con humildad y sin sectarismos. Es la hora del Pueblo, de la Nación. Y estemos preparados por si este régimen repite el mismo error que el régimen militar de 1952 cometió. No lo permitamos hoy.
Nelson Maica C
2. Amnistía general para presos políticos y exilados;
3. Un sistema de garantías que nos permita a todos los venezolanos vivir libres y en paz, expresar libremente nuestras ideas, trabajar con seguridad y protección en el seno de esta nuestra patria. Acudir al venidero proceso electoral del 6D2015 con libre albedrio, libertad de decisión, elección y votación. Sin estados de excepción, represión, terror y crimen. “Por una Venezuela sin perseguidos ni perseguidores”
URD, además, como voz de un parte de venezolanos a quienes hoy se les impide, de diversas maneras y métodos expresarse; por mi intermedio, declara: El progreso que traía la nación hasta 1999 y que había destruido los cimientos feudales en que se apoyaba el sistema del “gendarme necesario”, basado, entre otras, en la división regional del país y en la sujeción del pueblo a fuerzas militares de carácter caudillista o personalista, se estanco, se detuvo, y ahora, desde 1999 a esta parte resurgió y lo rechazamos. Aquí una de las bases racionales de nuestra oposición a este gobierno mas militar que civil y obediente a directrices foráneas. Para retomar el camino del progreso y libertad, sustentamos, proclamamos y llamamos, una vez más, a la unidad popular de la nación y la soberanía civil del pueblo como afirmación central de su actuación política republicana. Llamamos al pueblo unido a votar todos, por la Republica, por la Democracia, por Pan, Tierra y Libertad. Repetimos, como ayer, y con plena vigencia y como lo dijera tantas veces Jóvito Villalba: ¡VOTOS SI, BALAS NO! Votemos por los mejores, es hora de reconocer y enmendar el error antes cometido, con humildad y sin sectarismos. Es la hora del Pueblo, de la Nación. Y estemos preparados por si este régimen repite el mismo error que el régimen militar de 1952 cometió. No lo permitamos hoy.
Nelson Maica C
Lic. En Ciencias Políticas y Administrativa. Politología.
UCV
NMC/nmc.-