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jueves, 19 de septiembre de 2019

¡APLICANDO EL TIAR! Por: Enrique Prieto Silva. Opinión. Venezuela.























¡APLICANDO EL TIAR!

Enrique Prieto Silva
Viernes, 13 de septiembre de 2019

Sobre el TIAR hemos escrito varios artículos y muchas opiniones controversiales, que hoy mantenemos como tema en el FORO MILITAR VENEZOLANO; allí nos planteamos como punto de discusión, ¡Que hacer para lograr el cese de la usurpación!, que nos permita mantener un gobierno de transición y elecciones libres; el supuesto mantra perseguido desde la nominación de Juan Guaidó como presidente encargado y todos los actos internos y externos, que sugieren la aceptación realista de la situación política que surgió luego del 23 de enero de este año.
A partir de entonces apareció con claridad la esperanza, pero han surgido muchas dudas razonables, con o sin suposiciones concretas, la mayoría de ellas brotadas de los quehaceres de la desesperanza; esa que nos condujo al reflujo chavista, que más que un naufragio fue el hundimiento de la Venezuela que progresaba, prosperaba y permitía ver la luz al final del túnel.
La aplicación delo TIAR es para muchos obstinados la solución viable y así pareciera ser al ver la forma como han querido hacer aparentar la situación del país: un país en la bancarrota económica y social, pero que cuando le aplicamos la ciencia para entender el problema, nos encontramos que es solo político, mal surgido de la hediondez de un personaje que no siendo nadie fue aprovechado por los anti políticos que adversaban el populismo, para caer en el peor de ellos, el socialismo infecundo y atroz, ese que quiere compararse con el cristianismo repartiendo las riquezas entre los que menos tienen, pero que cuando recibe el golpe del fracaso no pone la otra mejilla, sino que inculpa a los otros, esos que tristemente han creído que es una verdad verdadera y no el artilugio del desengaño.
Pero, ¿qué se quiere con el TIAR? Las respuestas son muchas, pero la mayoría opina que hay que aplicarlo. Y nos preguntamos, ¿aplicarlo cómo? Si el TIAR es un pacto de Ayuda Mutua, un instrumento de seguridad regional, surgido del tratado de asistencia recíproca o defensa regional, el cual establece un sistema de seguridad mutua, para contrarrestar las agresiones cometidas en el hemisferio occidental.
Surge entonces otra pregunta, ¿hay agresiones cometidas contra un miembro del pacto? A nuestro entender pareciera que no, y lo hemos dicho: “lo que hay son condiciones o supuestos teóricos que olvidan que Venezuela tiene un gobierno legítimo y unas fuerzas armadas obligadas a defender cualquier ataque contra el país. En el supuesto de su activación como ayuda, sería para reforzar cualquier debilidad e imposibilidad de su órgano de defensa para enfrentar la amenaza, que si la hay, pero no manifiesta. La situación política venezolana es de mala política, no de agresión externa. Venezuela no tiene debilidad, lo que tiene es un gobierno apoyado por un mediocre y absurdo mando militar que degeneró la institucionalidad del país.
Muchos considerán nuestra apreciación, además de controversial antipática, pero ¡las realidades no pueden verse con el ojo del Diablo sino con el ojo de Dios!, debemos comenzar por preguntarnos, ¿dónde están las agresiones cometidas en el hemisferio occidental?, como lo establece el TIAR. Y preguntarnos también, ¿Dónde están las pruebas a presentar al Consejo de Seguridad sobre tales agresiones?
Recordemos también, que el Tratado de Río de Janeiro que da origen al TIAR, establece como preliminar “la resolución pacífica de los conflictos entre los Estados firmantes y la defensa común contra cualquier agresión exterior, sobre la premisa de que “un ataque contra una nación americana sería considerado como un ataque a todas las naciones americanas”.
Creemos, que pedir la “activación” del TIAR, no tiene sentido ni interpretativo ni lógico; el TIAR es la guerra contra la guerra y no tiene sentido usar la guerra para resolver la política. Una vez más invocamos a Clausewitz: “la guerra es la continuación de la política por otros medios”; y hay otros medios, está a la vista, una negociación que cese la usurpación y de garantía a los usurpadores para confesar sus pecados y pagar sus penas.