PAGINAS Y RECORTES

sábado, 28 de septiembre de 2019

EL NUEVO AMANECER DE LA PATRIA. Por: Coronel ® (FAV) Sammy Landaeta Millán. Opinión. Venezuela.


EL NUEVO AMANECER DE LA PATRIA. Por: Sammy Landaeta Millán. 

Llegue a pensar, que lo había visto todo, o casi todo, y ayer, adentrado en mi mente, recorrí mi infancia, adolescencia, época de cadete, profesional, aviador militar, piloto de helicópteros y luego me centré en los inicios de la vejez, una etapa donde el ser humano como CIUDADANO, nunca quiere llegar, pero en la actualidad, unas cosas las impone la ley natural, y otras la “ley socialista” y usted puede estar en la etapa de: viejo, calvo, solo, limpio, y a pie, pero mientras usted, tenga SALUD, FORTALEZA y CORAJE, mantendrá su lucha y espera por: EL NUEVO AMANECER DE LA PATRIA.
Se dice que la ESPERANZA es lo último que se pierde, y eso me lleva a evocar que desde muy pequeño tuve la oportunidad de viajar en avión y en el tiempo, me hice aviador. La ruta que cubría era desde San Tomé. Estado Anzoátegui, hasta Porlamar. Estado Nueva Esparta  y de allí iba por tierra a Tacarigua en la Isla  de Margarita, el  terruño natal que me mostró la luz, de mi primer amanecer, y luego, siempre que estaba allá, dormía, en un  chinchorro que me mostraba el hermoso amanecer del Cerro Mureche, testigo fiel y confidente, de mis sueños, anhelos, carencia y satisfacciones, al lado de mis abuelos maternos: Pancha Landaeta y Marcelo Millán.
Los viajes en Lancha desde Juan Griego, hasta costa firme, me emocionaban mucho, porque contemplaba el amanecer, que luego lo vi infinidades de veces, a bordo de los Ferrys Boats, que ya se cuentan  casi DESPARECIDOS, de las travesías a la Isla de Margarita, donde sus amaneceres son indescriptibles, por las bondades que nos proporciona, al Alba,   Dios nuestro Señor.
Recordé que estando en El Tigrito. Estado Anzoátegui,  conocí sus amaneceres para ir a la Escuelita de Faña o de la Maestra Cruz, y luego fui a mi primer grado en el Grupo Escolar José Manuel Cova Maza, donde recuerdo a mi maestra Carlota de Bouchard y luego a Blanca de Agostini. Los amaneceres eran preciosos porque coincidían con la llegada de los autobuses para el transporte del personal de los obreros petroleros  en la Parada de la Socony Vacum, diagonal a nuestra casa, identificada con el N° 35, de la calle 18 de Octubre.
Inolvidables son los días que veíamos el amanecer, para ir al Liceo Guanipa en El Tigrito o al Liceo Pedro Briceño Méndez en El Tigre. El señor Perucho, chofer del transporte,  que trabajaba en la Empresa de Luis Boada, y prestaba servicios para la compañía petrolera en San Tomé, se detenía para que abordáramos el autobús junto a  los Estudiantes, que venían  de campo petrolero, sin distingos de clase, raza o religión.  
De esa etapa recordamos los amaneceres en la plaza Bolívar. Las misas de aguinaldos. Los llamados templetes en diversos locales y calles de la localidad y también nuestras escapadas para asistir a una que otra fiesta o graduación, cuando mi mamá, NO daba el permiso e igualmente mi tío Vicente,  lo negaba,  pero más de una vez salimos de parranda y regresábamos repuntando el día, porque teníamos que cumplir con el rol de acompañar a mi mamá GACHA,  a comprar los productos en el Mercado libre.
Una etapa inolvidable del amanecer, fue para ir a las campañas recolectoras de Maní o cuando cantaba  en un conjunto musical y me sorprendía el día interpretando Señora Bonita, para las pocas parejas enamoradas que quedaban en la sala de baile. También recordé mis amaneceres en las zonas petroleras de Guico, San Tomé y otros, cuando fungía de ayudante de una pluma (Grúa) que manejaba mi tío Vicente, para abastecer de aceite a los diferentes plantas petroleras, y me regalaban el tambor de 200 litros,  vacío, y una vez vendí un lote,  al señor tamborero, Aguilera.
Vender los productos Embotellados de la Pepsi-Cola con Rafael Fuentes, en Cantaura, fue una etapa preciosa de repartidor de refrescos. Trabajar en la Comandancia de Policía de El Tigrito, fue una Escuela y una enseñanza que perdura  en  un beneficio por las cotizaciones que hice al IVSS, que en el tiempo me permitió un pensión de vejez, al igual que trabajar con el Mayor (Ej.) Medardo Mora Useche, quien fungía como supervisor de los comandos de Policía de todo el Estado Anzoátegui y yo era, su secretario.  
Lavar carros en la Funeraria la Protectora, en la avenida Urdaneta en Caracas y asistir a las salas velatorios por ser empleado ocasional, también me mostró los amaneceres y los sentimientos de gente desconocida. Vivir en el bloque 1 de Monte Piedad, en el 23 de Enero y en una calle en Lídice, en la ciudad de Caracas, avivaban mis amaneceres, cuando  asistía al básico de Medicina, Bioanalisis, Odontología y Dietética de la UCV, etapa de duras pruebas y limitaciones económicas, que por situaciones de la  política nacional, me hicieron retornar a El Tigrito.
De ahí en adelante volví a fijar mi meta en la Escuela de Aviación Militar (EAM) donde las condiciones adversas de negación del permiso se aclaraban, porque insistía en abrazar la carrera militar. Recuerdo que presente mis exámenes y me comunicaron por radiograma que había aprobado, como también recordé que el 8 de Septiembre de 1971, día de la virgen del valle, se me mostró el duro  amanecer de los NUEVOS en la Segunda Patrulla de la Sección B de la Escuadrilla C, en Boca de Rio. Maracay. Estado Aragua.
Luego de pasar 3 años en la escuela vieja y el 4to año en la nueva sede, la  vida, me mostró  los amaneceres del servicio nocturno, la responsabilidad del militar, el Amor a la Patria y el Espíritu de Cuerpo, hasta que llegó el día que  amanecí en la EFOFAC para graduarme de subteniente un 7 de Julio de 1975.
Con el trascurrir  de  25 años como  profesional se muestran también los amaneceres  en la Base Aérea El Libertador. En la Base Sucre. En la Escuela Superior FAV. En la base aérea Manuel Ríos en el Sombrero. Estado Guárico. En la base aérea  Buenaventura Vivas Guerrero en Santo Domingo. Estado Táchira, en la base aérea Vicente Landaeta Gil en Barquisimeto. Estado Lara. En la Base Aérea Rafael Urdaneta, en Maracaibo. Estado Zulia y así sucesivamente en La Carlota, Barcelona y otras.
Pero también  la Fuerza Aérea Venezolana me mostró los amaneceres en Buenos Aires, Argentina. Bogotá, Cartagena, Colombia. Boa Vista, Brasil. San Juan, Puerto Rico. Paris y Marsella en Francia.  Miami, Orlando, Winston Salen, Texas o Las Vegas en Estados Unidos, en comisiones de servicios, de muy poca duración.
La etapa de FRONTERAS, como ya he referido en otros textos, es inolvidable así como trabajar con el Ministerio del Ambiente  (MARNR) o las Fuerzas hermanas, que nos mostraron un amanecer abordo de la Fragata misilística  F-21 en una operación con los helicópteros de la Armada, además de las  maniobras en diferentes partes incluyendo misiones conjuntas con las fuerzas amigas y combinadas con las Repúblicas de Colombia, Brasil o países bajos de Holanda.
El SAR Venezuela, fue una escuela de relaciones civil - militar, allí puede poner en práctica mis conocimientos de Oficial SAR egresado del CIPE de la Fuerza Aérea Argentina, donde a veces digo que con ese trabajo complete una estadística de asistir a incidentes de ver al menos 500 muertos, que NO me enorgullece, pero tuve esa experiencia. Amanecer en cualquier misión de búsqueda  de un avión, una embarcación o una persona extraviada en Venezuela, nos permitía  aumentar la destreza en el cargo, así como el reír, tomar café, echar chistes con los familiares y luego tener que tomar el rol de la representación oficial, y dar el pésame, a nombre del Estado. 
En días recientes manifestaba que mi profesión,  me llevó a conocer 87 puestos fronterizos, cuarteles y poblaciones de Venezuela, desde Punta Playa hasta Castilletes y desde Castilletes, hasta  Punta Playa, donde puedo humildemente  referir lo hermoso del amanecer en el Cerro Roraima. En la Gran Sabana. En Luepa. En Parima B. En San Vicente de la Revancha. En Carrasquero. En Paraguachón. En la Sierra de Perija.  En San José de Amacuro. En  San Carlos de Río Negro. En San Simón de Cucuy. En el Cerro Delgado Chalbaud. En la Sierra de Sol. En la Sierra de Untarán. En la Sierra Pacaraima  o en el cerro Autana sin dejar por fuera a San Juan de Manapiare.  La sierra de la Neblina. Icabarú o cualquier campamento fronterizo en la amplia geografía nacional, compartiendo con los servicios geodésicos de Brasil o Colombia respectivamente.   
Recordé también,  que mis superiores, me enviaron de Coronel al Teatro de Operaciones N°1 en Guasdualito. Estado Apure, donde vi de nuevo los amaneceres del Harto Bolívar. Cutufí. La Charca. Isla Vapor. Guafitas, Y de Daico. San Carlos de Meta. Buena Vista del Meta. Cararabo, y demás puestos o unidades del Ejército, Guardia Nacional  e Infantería de Marina, que conocía como la palma de mi mano, y algunos superiores quizás vieron algunos puestos,  mediante una navegación de aviones de caza,  a 450 Nudos de velocidad.
En esa oportunidad también amanecí compartiendo con un hermosa familia, en una calle de la población de  Guasdualito, luego de asistir  a una misa oficiada por el Sr obispo de la Diócesis de San Cristóbal un 24 de diciembre a la 12:00 donde esperé a mi hija, quien NO pudo viajar, y  por bondad de una señora y su sobrina, NO asistí solo, en esa lejana comunidad, donde el  amanecer nos dice, donde NACE la PATRIA.
Pero luego también vi el amanecer forzado del  descontento, por la dignidad y el respeto que brotaba de lo más profundo de mi ser, para con mis subalternos y familiares, y eso me orientó a tomar la decisión de RECHAZAR el quebrantar mi  juramento de defender la Patria porque ya se me imponía,  defender una “revolución” y yo NO me gradué en la FAV para eso, y eso motivó que solicitase mi pase a RETIRO, un 26 de Junio de 2000, porque en ese amanecer, me negué a ser instrumento subordinado de los INCAPACES.
Hoy pasados 19 años de RETIRO de las Fuerzas Armadas Nacionales, y viviendo las perores vicisitudes en las necesidad de transporte, alimentos y medicinas, cambiaron mis amaneceres, para asistir a las COLAS que día a día, nos impuso la INVASION CASTRO COMUNISTA y la TRAICION A LA PATRIA de civiles y militares, donde la data reciente nos ubica en Unicasa.  Central  Madeirense. Kromi. Bio. FarmAhorro. Locatel. Farmatodo, Súper Mercado San Diego o Makro,   para procurar obtener los alimentos del sustento diario, que en tiempos  actuales, ya se consiguen, pero por  la nueva denominación bolivariana de: PRECIOS SUSTOS.
En esos amaneceres, llegue a llamar PENDEJO a  un subteniente recién graduado del  Ejército que atropellaba “civiles” porque había estudiado  5 años en la  academia militar, a él le lance el carnet de retirado de la FAN, para que viera que yo era un CORONEL pendejo, sentado en el suelo, esperando que me dieran un ticket para comparar algunos alimentos en EcoMarket y le repetí que  si Usted estudió en 5 años en una  academia para cuidar una cola, de racionamiento de alimentos a toda una Nación. Usted es un pendejo, porque con la debacle de seguridad social militar y la reducción del sueldo a RETIRADOS de la FAN, yo también soy un: PENDEJO.  Luego de eso retiraron a los Militares, y comisionaron: MILICIAS.
Cobrar la pensión de vejez, o la de retiro de la FAN  en los bancos como Banesco, Bicentenario o del Tesoro, para lograr obtener un poco de efectivo y poder   sorterar las vicitudes que nos ha impuesto el CASTRO COMUNISMO en VENEZUELA, nos llevó a una nueva modalidad de los amaneceres de PERSONAS VIEJAS en las colas custodiadas por militares activos por orden de un  “general en jefe”  que dice que “Chávez vive y la patria sigue o  independencia y patria socialista. Viviremos y venceremos.”  Y esto NO tiene nombre.
Al final  pensé  que relatando viejos y nuevos amaneceres, podría estar escribiendo, un Historia de vida, donde también comprobé, una vez más, que la INDEPENDENCIA en Venezuela,  NO EXISTE porque  la INVASIÓN CUBANA, China, Rusa, Bielorrusia, Irani. ELN. FARC, Hamás y Hezbolá, dicen lo contrario, y así los MILITARES ACTIVOS permanezcan  hasta hoy, en GUERRA contra la CIUDADANÍA y digan que: VENCERÁN. Nos preguntaríamos ¿A quién? NO lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que así los MILITARES individualmente o en conjunto, con los POLÍTICOS de OPERETA, sigan TRAICIONANDO, a la CIUDADANÍA, los demás VENEZOLANOS, seguimos luchando y esperando: EL NUEVO AMANECER DE LA PATRIA.

Cita: “Juro por Dios, juro por mis padres y juro por mi honor que no descansaré mientras viva hasta que haya liberado a mi patria”.
Simón Bolívar


Sammy Landaeta Millán
Naguanagua, 28 de septiembre de 2019

IMAGEN SUPERIOR: UN AMANECER VENEZOLANO