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domingo, 23 de agosto de 2020

TRAGEDIA DE LA LL0VIZNA. MEMORIAS DEL CUMANES. Por: Ramón Gomez Gil. Cumaná. Estado Sucre. Venezuela.



Buen día. Hoy sigo con MEMORIAS DEL CUMANES..

La temática de hoy está referida a la tragedia de La Llovizna, en el estado Bolivar

 

Hoy se cumplen 56 años del fatal accidente ocurrido en La Llovizna, parque de islas y río en el estado Bolivar, donde perdieron la vida 37 docentes jóvenes que asistían como delegados a la XIX Convención Nacional de la Federación Venezolana de Maestros. Como solía hacerse cada año, le correspondió al estado Bolivar ser el anfitrión de tan importante cita del magisterio venezolano.

Con una participación de más de doscientos educadores de todo el país, se dio inicio al evento el sábado 23, con la bienvenida en el salón Cuyuní de la Siderúrgica de Matanzas. Allí se congregaron los delegados para recibir la bienvenida y orientaciones de la semana de actividades ya planificada.

El domingo 24, se agasajaron los asambleístas del evento con un desayuno criollo " a la guayanesa" obsequio del Consejo Municipal de San Félix luego salieron al paseo de bienvenida en el Parque La Llovizna, ubicado en las isletas que se encuentran bañadas por el majestuoso Caroní.

Es de hacer notar que al momento de salir, los visitantes no recibieron orientación ni advertencia de los peligros de esa excursión. Sobre todo, del uso de los puentes colgantes que unen tierra firme con las isletas.

A eso de las 10 am, un primer grupo de docentes arribó a una isleta, cruzando un puente colgante de 22 metros de largo y 1.20 metros de ancho, con travesaños pegados sobre hierros cimbreantes por el peso de la estructura. La plataforma estaba sujetada a guayas con tensores ( perros) con una longitud de 80 centímetros.. El espacio entre la guaya y el piso quedaba en el vacío.. En cada extremo del puente había una armadura de tubos soldados que cedieron por el exceso de peso

El puente fue invadido por los docentes que se aglomeraron ( más de treinta)/deseosos de tomar fotografías del maravilloso y majestuoso paisaje guayanés.

El río tenía ,20 metros de ancho y las aguas se desplazaban a una velocidad de cíen kilómetros por hora, formando grandes remolinos y figuras llamativas. De repente, un ruido seco se escuchó, era que el puente, con los docentes encima, se precipitó al río en cuestión de segundos.

Las escenas eran dantescas. Quienes habían pasado a la isleta veían con asombro, impotencia y dolor como en cuestión de segundos los cuerpos de sus compañeros desaparecían en las aguas tumultuosas del río.. Algunos , muy pocos, se aferraban al puente caído, que era sacudido por el río, y lograron sobrevivir al ser auxiliados por quienes estaban cerca .

Los cadáveres fueron localizados a varios kilómetros de distancia , golpeados y desfigurados.

En el sitio se presentaron los bomberos y personal de la empresa siderúrgica quienes asumieron las tareas de rescate de los sobrevivientes que estaban colgados y los que habían pasado a la isleta.

Se tensó un se guaya, de extremo a extremo, para  rescatar a más de sesenta docentes. El método fue con un arnés colocado en el pecho y cintura, y de deslizaba con un empujón hacia la orilla de tierra firme... Asi pudieron ser salvados estos docentes y trasladados al hospital de San Félix, donde se vivía una triste escena de dolor y llanto.

Los cadáveres rescatados fueron alineados en un patio de la Siderúrgica , y muchos de los sobrevivientes se desmayaron por la impresión.

Una de las sobrevivientes, que sirvió de informante para construir esta memoria, fue mi hermana, Esperanza Gómez Gil, delegada por el estado Sucre. Ninguno de los demás delegados de Sucre falleció. Y en horas de la mañana del lunes fue enmarcada en un avión para su traslado a Cumana. Ella recibió atención del Prof.. Luís Octavio Ramirez (que no estaba en el acto pero al saber del accidente se trasladó a Guayana) para apoyar las labores de rescate y asistencia.

En Cumana, todo era consternación y se activó la Banda Ciudadana con su red de radioaficionados , dónde  cumplió destacada labor el radioaficionado Ramón Maita ,  vecino de la calle Ayacucho ,(YV 7AN) quien  a través de sus equipos mantuvo informado al pueblo cumanés de los sucesos en Guayana.

El gobierno nacional decretó tres días de duelo nacional. En el sitio se colocó una placa de aluminio alusiva al acontecimiento, pero fue sustraída a los pocos años..

Hoy, al evocar con tristeza y dolor este trágico suceso, quiero reconocer el espíritu de dedicación, abnegación y entrega de los docentes venezolanos, y que este suceso sirva de luz y faro para que sigan cumpliendo con amor y pasión su apostolado: educar para servir y formar.

Honor y gloria a los docentes caídos en La Llovizna.

Larga vida para los sobrevivientes de La Llovizna.

Nota: el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa era delegado , pero estaba en tierra firme con la mayoría de los asambleístas,  en espera de un espacio para tomar el puente

Entre los fallecidos estaban Consuelo Navas Tovar, Nohemí de Guzmán, José Guzmán, Josefa de Duque, Lermit Hernandez, Ana Cecilia Cultiem.

Fuente de información: Esperanza Gómez Gil, periódicos de la época, (vía internet)

Ramón Gómez Gil. Cumana, estado Sucre. Agosto 2020. Año de la cuarentena




NOTA DEL EDITOR: Renuevo mis sentimientos de pesar para todos y cada uno de las personas que fallecieron en ésta terrible tragedia de la Llovizna,  en especial, para la honorable familia del Señor Tito Higuera en Valle de La Pascua, Estado Guárico, a quien mi hermana y yo siendo adolescentes, en compañia de nuestros tios Felipe Millan Landaeta (Chicho) y Felix Millán Landaeta, viajamos de El Tigrito estado Anzoátegui para acompañalos en el velorio y sepelio de Santa Higuera, Hohemí Higuera y sus esposo,  quienes eran muy allegados a mis tios y amigos de mi difunta madre Graciana de Landaeta (Gacha) Paz a sus Almas. Amén.