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viernes, 5 de marzo de 2021

CARTA ABIERTA A LEOPOLDO LÓPEZ (O A SU EGO) Por: Eduardo Figueroa Marchena. Opinión. Militar. Ex preso político. Exilio. Venezuela.

CARTA ABIERTA A LEOPOLDO LÓPEZ (O A SU EGO)

Leopoldo, no se si esta carta va a llegar a ti o al menos a tu ego en algún momento, realmente no me importa porque estas líneas son más una terapia para drenar tanta frustración y arrechera que un mensaje con destino claro. Mira, yo soy fiel creyente en que los gobiernos deben ser llevados por las personas mas capaces y formadas, muchos me dirán aristócrata, y si, de hecho también creo abiertamente en las políticas liberales, a diferencia tuya no me da pena ni tengo remilgos en sostenerlo ante quien sea. Hago esta referencia porque llegué a estar convencido de que el futuro del país debía ser dirigido por hombres y mujeres de tu perfil, o al menos del perfil que llegué a pensar tu poseías.

Pocos saben esto, pero el día que se me informó de tu sentencia fue uno de los más duros en mi encarcelamiento. Fue duro porque me vi reflejado en esos años que te dictó el juez, pero además vi enterradas mis esperanzas sobre el futuro de los venezolanos demócratas creyentes en la justicia.

Chamo esa imagen especulativa y romántica que de ti tenía se fue perdiendo al ver como en Ramo Verde los presos políticos que nos arriesgábamos en apoyarte en todas las aventuras que se trazaban, como sacar fotos tuyas para dar fe de vida, pasarte un teléfono escondido o sacar algún video de tus manifiestos, eramos literalmente despedazados por el DGCIM en las requisas, algunos como bien sabes fueron trasladados a cárceles comunes y otros hasta torturados por ayudarte. Y mientras eso pasaba no sabíamos que en tu aislamiento tenías comodidades inimaginables, hasta un cuarto de juego para que tus hijos se divirtieran en las visitas, un jardín que te permitían atender, maquinas de ejercicio, televisión satelital y otras menudencias como la comida que a diario te llevaban para que no te debilitaran las lentejas por las que los presos de a pie se mataban. Pero eso son pendejadas Leopoldo, a fin de cuentas cada quien se arropa hasta donde le llega la cobija. Otro aparte en esta historia de desilusión y decepción, fue la vulgar iniciativa de que las esposas de los presos políticos en una actividad del comité de familiares sostuvieran una gigantografía con la frase; “yo soy Leopoldo”, muchas se negaron a hacerlo porque en ese momento ellas eran “su propia familia” y no estaban allí para ser nadie más, faltaron en el cartel los ojitos vigilantes, así como los del comandante pues ¿En qué estaban pensando? En ese momento algunos supimos que el rio venía sonando. Pero lo que si me terminó de abofetear fue la osadía ególatra con la que destruiste la planificación del 30 de Abril, también las negativas a las solicitudes que se te hacían para apoyar con medicinas o insumos a los presos políticos o a sus familiares, pues bien era sabido todo el caudal de ayudas que se recibían para ese fin y que misteriosamente nunca llegaban a los solicitantes. Leopoldo, posiblemente en otras realidades tú y yo podríamos ser amigos ocasionales y hasta disfrutaría echar cuentos contigo, quizá no, lo comento porque de verdad no tengo nada personal en tu contra, ah, pero si en contra del titulo imaginario que ante el mundo levantas.

Debes saber que gracias a la parranda de fondos que tu partido y contertulios obtuvieron en nombre de un gobierno interino y la miseria de los venezolanos, gracias a esa fiesta rave “humanitaria” donde hasta prostitutas y drogas tus diputados pagaron, gracias a la corrupción jadeante de todo tu entorno yo colgué mis guantes pana, también otros millones de paisanos lo hicieron y ahora no apostamos por ti ni siquiera un petro, ni por Guaidó que resultó ser tu muñeco de trapo, un chamo que al parecer no sabe ni por donde le pega el viento. Disculpa que me extienda pero es mucha mierda la que ha corrido por estas alcantarillas. Ya entrando en confianza Leopoldo, a veces pienso que tu asesor de imagen es Diosdado, que el redactor de tus opiniones es Pedro Carreño. Desde que llegaste a España esto ha sido espanto tras espanto con cada opinión, eso de gobernar en un futuro con los mismos que hoy están siendo acusados por narcotráfico y violación de DD.HH. pensé era insuperable, pero coño, sin dudas te has ido superando. La manera como toreaste torpemente a Fernando del Rincón cuando te preguntó por las causas del fracaso de lo del 30A, eso fue estrepitoso, pero chamo, tu respuesta ante Moisés Naím y la de tu esposa ante el periodista Español cuando se les encuadra sobre su nivel de vida, buuff, eso ha sido desparpajo delictivo, ha llevado a otros niveles el rechazo que sobre ti y todo lo que tocas pesa. ¿No era más fácil decir que eras de familia acaudalada y ya? Que tu mamá fue una profesional incomparable que escaló cargos dentro de la industria petrolera ¿no era más fácil eso? *¿Porqué exaltar la pobreza como virtud y evadir una realidad acomodada tal y como lo hacen los comunistas tradicionales?* ¿No es ese el discurso que debemos acabar para lograr avanzar en Venezuela y latinoamérica? Y me disculpas la preguntadera.

Leopoldo, yo lamento y lo lamento en serio, pero tú no mereces ni siquiera el apoyo y el liderazgo virtual que muy bien le has vendido al mundo, no mereces a los opositores imaginarios que tu afírmas representar, no pana. Este tipo que para muchos era desconocido, que no tenía voz más allá del “liberen a Leopoldo”, este tipo que por más maquillaje no logra tapar la fetidez de un ego que no le importa pasar sobre todos para heredar un reino donde ya ni súbditos van quedando, este tiranillo solo merece a los flojos y oportunistas, merece a los falsos y a los hipócritas, a los corruptos y a los vivos, a esos te los regalo Leopoldo, ellos no son mayoría. El resto de los venezolanos, los de bien, los constantes y trabajadores, los que creemos en el gloria al bravo pueblo, en el Samán y en nuestra patria libre y prospera merecemos hombres y mujeres reales, que vayan mucho más allá de sus caprichos y visiones totalitarias. No te merecemos y tú no nos mereces.

Hasta aquí llegó mi terapia, mi catarsis, mi arrechera, llegó hasta aquí porque a pesar del chavismo y tu cómplice oposición aún le tengo fe a nuestro país y a lo hermoso inmanente en la humanidad, en donde tu pandilla y la de Maduro jamás tendrán cabida.

Atte. 








Eduardo Figueroa Marchena

Ex creyente en tu proyecto político

IMAGEN SUPERIOR:  Por cortesía de: EL DIARIO 

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