PAGINAS Y RECORTES

jueves, 16 de mayo de 2024

TIEMPOS DE DiFAMACIÓN.. Ni honor ni reputación, en tiempos de redes sociales. Por: Ángel Alberto Bellorín.


TIEMPOS DE  DIFAMACIÓN... Ni honor  ni reputación  en tiempos de redes sociales. 
Por: Ángel Alberto Bellorín.

¡ ESA VAINA ES VERDAD, LO DIJO FULANO !

Es sorprendente la forma tan "natural"  como en la Venezuela  del 20024 se ha desatado la difamación como  práctica  cotidiana, generalizada y  sobre todo impune.

La descontrolada y anárquica proliferación por redes sociales y canales televisivos de videos, audios y artículos de opinión lanzados a todo público, sin escrúpulos, para  intentar ofender a otra persona,  es clara señal del retroceso  social y violenta sustitución de valores y principios aun aceptados como requisito de convivencia en todos los contratos sociales del mundo.

Cuando esa intención se  vuelve acusadora, especifica  y suficiente para exponer públicamente a una persona  en su honor  y reputación,  según vigentes  nomás tanto nacionales  como internacionales,  se incurre en el delito  de difamación. Esto no excluye la diatriba política.

No pretendo impartir una clase de derecho, pero en lenguaje sencillo, difamación es cuando se señala a alguien,en forma pública, de  haber realizado un hecho concreto ( esto es esencial), y que tal hecho sea  suficiente para  lesionar el  honor y/o la reputación del señalado.

En esa simple definición están los elementos  esenciales  que todo pretendido "informador público," cualquiera sea nomenclatura, debería  conocer, manejar y respetar.

Como otra  premisa jurídica poco sabida, en un certero estado de derecho, hasta con la verdad se puede incurrir en difamación. Aceptar como indulgencia punitiva esa verdad ya probada en el juicio, en estricto derecho penal se considera excepción jurídica. 

EL RESPETO AL DERECHO AJENO.

Todos los tratados internacionales sobre derechos humanos , reflejan el honor y  la reputación  y por tal razón, es deber de los estados garantizar  su protección mediante leyes que determinen  responsabilidades civiles o penales capaces de disuadir a quien pretenda lesionar dicho derecho.

En Venezuela,  tanto la constitución como algunas leyes, brindan su protección al honor y la reputación. El hecho ilícito previsto en el Código Civil  garantiza la responsabilidad civil en caso de lesiones a ese derecho. 

De igual manera, el Artículo 442 del Código Penal establece la difamación como un delito de instancia  privada en los siguientes  términos: Citó 

"Quien comunicándose con varias personas, reunidas o separadas, hubiere imputado a algún individuo un hecho determinado capaz de exponerlo al desprecio o al odio público, u ofensivo a su honor o reputación, será castigado con prisión de un año a tres años y multa de cien unidades tributarias (100 U.T.) a un mil unidades tributarias (1.000 U.T.)". 
Fin de la cita 

En resumen, cualquier  persona puede expresar  lo que venga en  gana,  pero  debe asumir responsabilidad por el juicio afirmativo o negativo que   expresa  en público, cuando  con tal  señalamiento  se traspase   los límites del honor y reputación de cualquier persona.

En  la  Venezuela de hoy, en  pleno derecho positivo vigente,  así no se aplique, esta afirmación es verdad categórica. La prolongada  ausencia de separación de poderes y la consecuente suspención del estado de derecho, no descalifica tal verdad .

TU DERECHO A EXPRESARTE TIENE LÍMITES.

Nuestra Constitución, así como establece los derechos activos de libertad de información y libertad de expresión, también protege el derecho pasivo al honor, reputación y otros que necesariamente lo acompañan. 

La gran diferencia radica en que aquellos, por su condición de activos,  son formulados con claras  restricciones que fácilmente se olvidan, evaden o ignoran. Invito  a leer los artículos en todo  su contenido.

En cambio, tanto el honor, reputación y otros  conexos  que los complementan, son derechos sin restricciones en las normas que los establecen. 

A pesar de  la evidente jerarquía que subyace al no tener restricciones, son derechos generalmente ignorados tanto social como institucionalmente . 

En estos tiempos nuevos, para muchas  personas que no  pueden o no han querido conocer la dignidad  que surge de tener  honor,  este carece  de importancia, y hasta se burlan del significado del término.
Para ellos, en número lamentablemente considerable, son derechos  que no existen

DIFAMACIÓN OFICIAL, NO DEJES DE COMPARTIR.

Lo más triste de  la situación  aquí planteada, es observar  con indignación e impotencia que la mayor cantidad de difamaciones que corren por los medios, incrementadas en este mes de Mayo 2024,  surgen desde los representantes de  secuestradas  instituciones en un inexistente estado de derecho.

Al tratarse de "información oficial"; se supone  que  todo aquel que intenta ser  tomado  en cuenta y presume de  alguna pagina digital, canal informativo y todas esas cosas que ahora multiplican en forma  exponencial tales noticias oficiales,  por lo mínimo replican sin comentarios lo que expresó en rueda de prensa el funcionario tal, o lo que publicó en su página oficial tal institución.

Allí poco importa el contenido, el afectado,  ni el delito que lleva en su mensaje. Poco importa al que retransmite  dicha difamación, que tanto legal como moralmente se hace corresponsable. Por ganar tantos me gusta y nuevas suscripciones son capaces de  cualquier cosa. ¿Cuál ética ? La teleología se impone a la deontología.

REDESCUBRIR EL HONOR
.
Vemos así como hombres sin honor y con  indeseable  reputación, desde instituciones   secuestradas, atacan  sin misericordia y en forma masiva, ya no el honor y la reputación de  alguna persona  en particular, sino al honor y la reputación como derecho  humano indispensable para una sana convivencia.

El derecho  al honor ha sido consagrado históricamente como uno de los pocos límites  reales entre  civilización y  barbarie y mucho se ha escrito y publicado sobre el tema.

 Como se puede observar, a lo largo de este escrito no he dado definición alguna de lo que puede considerarse honor.

A mi parecer, lo único cierto sobre algo que para mí  es condición de vida, son los tangibles  límites que te brinda para vivirla.

Éstos últimos 25 años en Venezuela se han puesto a prueba esos límites, su resultado nos obliga  a afirmar qué ahora, mas que nunca, cada persona debe redescubrir el honor como norte de vida. Se debe reconstruir la dignidad nacional.

Para finalizar, me  atrevo a sustituir la  palabra decoro por la palabra honor  sin que pierda su esencia está frase atribuida a José Martí  que me permito parafrasear. Cito

*Cuando hay muchos hombres sin honor, hay siempre otros que tienen en sí el honor de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su honor. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana."

Fin de la cita 

EPÍLOGO: ABSTENERSE HIPÓCRITAS Y FARSANTES.

Algo bueno de las redes sociales es poder evitar aquello que hizo Diógenes en Atenas, al  atreverse ir a  la plaza en el medio día, con una lámpara encendida buscando algún  hombre honesto.

En pleno Siglo XXI  también se puede  multiplicar la noticia que en Venezuela se  buscan verdaderos hombres de  honor para reestablecer entre otras cosas, la dignidad nacional. Abstenerse farsantes 

Caracas 9 de Mayo del 2024.
Coronel Ángel Alberto Bellorín.

Ángel Bellorín (X) @chateubrian