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lunes, 4 de noviembre de 2024

Por fin el fascismo chavista tendrá que negociar. Por: Humberto González Briceño


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De: Humberto González <hgb2000@gmail.com>
Date: lun., 4 de noviembre de 2024 9:02 a. m.
Subject: Por fin el fascismo chavista tendrá que negociar Por: Humberto González Briceño
To: Humberto González <HGB2000@gmail.com>


Por fin el fascismo chavista tendrá que negociar 

Por: Humberto González Briceño

            En la era chavista y desde 1999, la idea que se tiene en Venezuela de una negociación política se ha pervertido y degradado para quedar convertida en una maniobra grotesca y recurrente que le permite al chavismo burlarse de las partes y ganar tiempo para las jugadas subsiguientes.

Esta ha sido historia desde aquellas mesas de negociación que montó José Vicente Rangel con el Centro Carter hasta el día de hoy.  No importa si el chavismo negocia con la falsa oposición, si la contraparte es el gobierno de los Estados Unidos o si el garante es el majestuoso reino de Noruega. El resultado es el mismo. El chavismo siempre logra eludir los compromisos escritos, generalmente argumentado algún extraviado pie de página o alguna nota al margen escrita en tinta invisible que había pasado inadvertida para la contraparte.

Las negociaciones entre el chavismo y la falsa oposición solo han servido para entretener a estos opositores con los mendrugos electorales logrando casi siempre llevar a estos operadores políticos mansamente al matadero electoral. Ni siquiera María Corina Machado se salvó de la suculenta tentación chavista de participar en el fraude electoral del 28 de julio pasado con la fantasiosa idea de que el chavismo perdería, aceptaría el resultado y entregaría el poder.

Similar experiencia ha tenido el gobierno de los Estados Unidos, adicto al petróleo barato y confiable, al creer que el chavismo haría significativas concesiones en materia electoral y hasta sería parte de una transición para dejar el poder si los EE UU liberaban a los narcosobrinos que en su momento fueron una preciosa pieza de trueque. Los Estados Unidos cumplieron su parte, en una jugada legal insólita que algún día tendrá que ser revisada por el sistema legal norteamericano. Sin embargo liberados los narcosobrinos el chavismo no cumplió con lo prometido y se limitó a liberar a los ciudadanos norteamericanos que tenía como rehenes lo cual redujo esta ambiciosa operación política a una más simple de canje de prisioneros.

Pero el chavismo siempre pide más, a veces para probar la resistencia de su contraparte, y a la liberación de los narcosobrinos se sumó la audaz demanda de liberar al operador chavista Alex Saab. Esto que también parecía improbable fue otorgado prácticamente a cambio de nada.

Quienes desde la falsa oposición venezolana y la comunidad internacional insisten en plantear una salida negociada con el chavismo parecen olvidar que la negociación como tal nunca es un fin en sí mismo sino que más bien es un vehículo o un instrumento que conduce a otras situaciones. Pero además deliberadamente se ignora lo más importante: una negociación, cualquiera que ella sea, no brota del deseo o la voluntad de las partes sino más bien de las necesidades reales y materiales que obligan a éstas a buscar una situación transnacional de entendimiento.

La falsa oposición venezolana  ha creído, y aún está convencida, que el chavismo necesita legitimidad para gobernar y mantenerse en el poder. Esta idea totalmente falsa los lleva a pensar que para el chavismo es esencial un resultado electoral transparente y creíble. Por lo cual con la esperanza de que el chavismo no se atreva a ser tan vulgar y grotesco a la hora de robarse las elecciones se abren las posibilidades de derrotarlo electoralmente. Y suponiendo que al chavismo realmente le importa que no le identifiquen como una tiranía fascista entonces quizás hasta entreguen el poder.

La realidad ha demostrado que el chavismo no necesita de las elecciones para seguir en el poder, que tampoco importa que le llamen tiranía y que además el asunto de la legitimidad para ellos es absolutamente irrelevante.

Con los Estados Unidos ocurre algo parecido porque en realidad el chavismo puede seguir operando a escala internacional sin el reconocimiento formal de los Estados Unidos, aunque esto es más simbólico porque en la práctica los Estados Unidos reconocen al Estado chavista como el poder político realmente existente en Venezuela. Lo que si no es posible para los Estados Unidos es prescindir de un proveedor barato y confiable de petróleo como Venezuela, sobre todo para sostener sus compromisos con Ucrania en la guerra contra Rusia.

Es suma, mientras no exista una situación que lleve al régimen chavista a un estado de necesidad y lo obligue a ceder algo para conseguir otra cosa de valor ninguna negociación será posible. Desde esta perspectiva hemos argumentado en el pasado que una situación de guerra interna o externa que fracture al Estado chavista podría perfectamente reproducir las condiciones necesarias para una negociación verdadera con algunas de las facciones del régimen. Pero esa es una posibilidad que al día de hoy parece aún muy distante.

Sin embargo, en las últimas semanas se ha revelado una situación que se venía fermentado desde hace tiempo y que si parece obligar al chavismo a negociar de verdad. Esto es, a emprender una negociación verdadera y no las caricaturas ejercitadas con la falsa oposición y los Estados Unidos.

El veto de Luiz Inacio Lula Da Silva para que Venezuela entre al grupo de los BRICS ha sido un duro golpe que ha puesto al chavismo a la defensiva. El régimen chavista no tiene absolutamente nada que aportar al bloque de los BRICS, ni siquiera petróleo. Es el Estado chavista quien necesita desesperadamente arrimarse a los BRICS para participar de los beneficios financieros que le permitan los recursos suficientes para pagar por el mantenimiento de su Estado militar-policial.

Es la primera vez en muchos años que el chavismo quiere algo que necesita en forma desesperada para sobrevivir y no puede conseguirlo con empujones ni amenazas. Vladimir Putin, aliado del régimen chavista y voz influyente en los BRICS, habría dicho que Venezuela tiene que resolver su situación directamente con Brasil para poder entrar al grupo. Y Brasil ha dicho que hasta que el chavismo no muestre las actas del 28J "desglosadas por mesa" no reconocerá al gobierno de Maduro y tampoco levantará su veto para que Venezuela entre a los BRICS.

Finalmente, el régimen chavista vulgar, altanero y arrogante, en contra de su voluntad  y obligado por las circunstancias tendrá que sentarse a negociar con Brasil y tendrá que ceder algo de valor para lograr lo que quiere. En otro artículo analizaremos porque Brasil actúa de esta manera, más allá de la simplista explicación que lo atribuye al fraude electoral del 28J. Por ahora hay que seguir con atención esta nueva dinámica que obliga al régimen chavista a sentarse a negociar de verdad por primera vez en muchos años. Y por supuesto habrá que calibrar la posición de Brasil quien tiene la posibilidad única e histórica, no de sentarse a negociar con el chavismo sino de ponerlo de rodillas en todos los terrenos. Porque la tentación de hacerlo es muy grande.- @humbertotweets


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Humberto González Briceño
Maestría en Negociación y Conflicto
California State University




"Por una República de ciudadanos libres" 

domingo, 3 de noviembre de 2024

Maduro en Rusia. Por: Enrique Meléndez. 

FOTO: Imagen REFERENCIAL, por cortesía de EL DEBATE
Maduro en Rusia. 
Enrique Meléndez. 
¿Quién indujo a Nicolás Maduro a que se lanzara por ese barranco? ¿Delcy Eloina? Una persona sensata, le hubiera recomendado, que lo mejor era que no fuera. De hecho, la advertencia de Lula Da Silva, de que iba a vetar su entrada a los BRICS, ya de por sí le enfotaba el trompo, como decíamos cuando jugábamos en nuestra infancia, y en lugar de bailar parado, iba a caer de barriga, y que es lo que hemos visto en esta oportunidad con el susodicho. "A mi no me invitaron para esta fiesta, pero tampoco me dijeron que no viniera". He allí lo que le leyó Vladimir Putin en la mente a éste, tan pronto lo vio encaminarse, con aires de mosquito, hacia el salón, donde se iba a celebrar la conferencia de los diferentes mandatarios, que conforman este pacto multilateral. Estaba allí con ese solo propósito, repito, porque se lo leyó en la mente a "ese indio sudamericano" como los europeos nos dicen a nosotros. Estrechó la mano de Maduro y por cortesía, creo, que le preguntó por Cilia Flores, pues ésta apareció y se dieron el ceremonial apretón de manos; seguidamente, Putin le mostró que su camino era derecho, mientras que él se alejaba por la izquierda. Eso se reprodujo en todas las redes sociales con los respectivos comentarios. Dice el periodista Rafael Poleo que no sólo Lula le aguó la pretensión a Maduro, sino los propios Putin y Xi Jimping, y al mandatario chino se le vio hastiado, cuando éste lo abordó en un pasillo, pues lo que uno interpreta, a propósito de las imágenes de los videos, que han venido llegando por las redes, es que éste se quedó, en las afueras del salón de conferencias, a la caza de los mandatarios, tan pronto terminara el acto, para abordarlos y, seguramente, presentarles proyectos económicos fantasiosos. En ese sentido, se dice que los chinos no están dispuestos a darle más dinero; pues la deuda que ha contraído el régimen con ellos, ha crecido demasiado, y no hay recursos, para honrarla. Otro tanto ocurrió con el presidente de Turquía, el famoso Erdogan, a quien Maduro abordó de la misma forma, que el otro, y que le dedicó unos minutos a oír qué pedazo de Venezuela le podía ofrecer. 
Que es también lo que se deduce de este despropósito de Maduro, en su afán por entrar a los BRICS: dinero, búsqueda de financiamiento en un país, que no ofrece ni garantías económicas ni garantías jurídicas; con una enorme deuda; un parque industrial vuelto chatarra, y una producción agrícola muy reducida. Desde ese punto de vista, Venezuela no genera ningún atractivo para cualquier inversión. A excepción de Rusia, que presenta una economía tan igual a la de España, pero que constituye una potencia atómica, y con una influencia en la geopolítica, que quedó en parte de lo que fue la antigua Unión Soviética; con una gran tendencia a expandirse en su afán imperial; lo que son India y China ya se han erigido en países potencia. ¿Qué puede ofrecer Venezuela? De haberse coleado Maduro, alcanzado la tribuna de oradores, no hubiera pasado de sacar a relucir su discurso antiimperialista; más de lo mismo, es decir, bufonería, pues se trata de un sujeto, que no tiene nada que decir, salvo hacer el papel de bocazas. Aparte, de que toda la oratoria de los dignatarios, participantes en este tipo de evento, se envía con antelación, para que forme parte de la documentación, que saldrá de allí, y cada orador tiene un tiempo estipulado. O sea, no se trata de un torneo de elocuencia de feria.
Este episodio me hizo recordar el de Hugo Chávez en una cumbre ambiental, efectuada en Paris en 2009, y donde también se desgañitó por volverse el primer chicharrón del evento, con el entonces presidente estadounidense Barack Obama por delante; a quien, de paso, montó guardia, para saludarlo, y proponerle una partida de beisbol juntos, y resulta que el negrito se le escabulló por la puerta de atrás; y logró apoderarse de la tribuna, como Chávez mismo lo contaba, "con la ayuda de Evo Morales", tomando en cuenta que no figuraba como participante: un bufón, que terminó diciendo, que nuestro planeta se encaminaba hacia la destrucción ambiental, consecuencia de un modo de producción, que acaba con toda forma de vida, como ocurrió en Marte, donde unas condiciones parecidas, la propiciaron. 
Pero hay otro despropósito, que se lo leyó Lula a Maduro, pues lo que éste pretendía, era que habiéndose filtrado en la conferencia, por caída libre, se aprobaba su reelección, y quedaba legitimado ante el mundo entero. Es por esto que para esta gente era clave ganar esta partida; que pregonaban y siguen pregonando, porque la intención del régimen es politizar los BRICS, y de allí que a su llegada a Venezuela, Maduro afirmó que a Venezuela no la calla nadie; que sigue siendo el país rebelde, que se ha propuesto, y que va a insistir en su ingreso a dicha comunidad de naciones. Lula se los dijo: yo gané la presidencia, salí de allí, fui preso, y aquí estoy de nuevo presidente de la República. He allí la indignación, que lo mueve; porque el régimen madurista no ha probado su victoria y, en ese sentido, su gobierno no lo puede consentir, sobre todo, porque tiene al frente a una oposición, que lo va a presionar, y lo va a divulgar ante la opinión pública, a partir del respeto a los principios democráticos, violentados por quien fue hasta hace poco uno de sus más incondicionales amigos; lo que les genera un doble despecho; primero, porque no sólo pierden a dicho incondicional; sino que ese señor le ha chalequeado su jugada; tanto más que Tarek William Saab lo ofendió en sus famosas declaraciones, que le valieron la desautorización del canciller Iván Gil, cuando aclaró que el Fiscal General había hablado a título personal, donde se presume que estuvo presente un reclamo por parte de Lula al régimen. El problema es que Maduro se ciega ante esas vicisitudes, que confronta un Lula, a propósito de lo que hemos dicho, en un momento en que los EEUU, según ha trascendido, lo ha amenazado con mover ciertos hilos.

REMISIÓN: 
De: Enrique Melendez O. melendezo.enrique@yahoo.com
Date: sáb, 2 nov 2024 a la(s) 8:05 p.m.
Subject: artículo
Maduro en Rusia .docx
Twitter (X) @emelendezo

viernes, 1 de noviembre de 2024

¡EL PERFECTO SISTEMA ELECTORAL DE VENEZUELA! Por: Enrique Prieto Silva

 

FOTO: Imagen REFERENCIAL, por cortesía de YouTube

¡EL PERFECTO SISTEMA ELECTORAL DE VENEZUELA!

Enrique Prieto Silva

Viernes 1 de noviembre de 2024

Al término del 18°proceso electoral de la mal llamada “revolución”, se impuso la necesidad de revisar e impugnar el funesto evento, donde se produjo una impugnación del resultado declarado dudoso por la irrisoria diferencia donde la impugnación de dicho proceso fue hecho por las vías del recurso jerárquico, mal admitido y rechazado por cuatro de las rectoras del CNE, que obligo a preparar la introducción del recurso jurisdiccional ante la Sala Electoral de TSJ, como había ocurrido en otras oportunidades. Sin embrago, en esta oportunidad surgieron hechos y actos irregulares, como la espontanea declaración de la presidente de las salas Plena y Constitucional de dicho ente judicial, quien de hecho se inhabilitó para participar en cualquier proceso, al emitir opinión sobre el supuesto caso jurídico, pero llamó la atención la opinión, cuando se aseveró, que el Sistema Electoral venezolano es totalmente automatizado, donde el resultado del proceso queda inserto en las máquinas de votación y en las actas que estas emiten; aseveración que siempre fue justificada y que daba al sistema la seguridad procesal necesaria de la imposibilidad del fraude, se justificó como “un nuevo modelo electoral”, calificado por la Constitución, como  “participativo y protagónico de la democracia venezolana”, que “fomenta a partir del sufragio como derecho y cristalización de nuevas formas de participación que van más allá del simple escenario comicial”.

Antes se dudaba de esa certeza, considerando que era imposible considerar a las máquinas la base fundamental del sistema; el cual teóricamente es definido como “un conjunto de partes interdependientes que funcionan como una unidad y requiere entradas y salidas, luego de un proceso. Es la unidad conceptual que comprende todo un cúmulo de ele­mentos armónicamente interrelacionados que cumplen un fin predeterminado”; y aunque en la ley no está perfectamente definido, el sistema existe, integrado por: la propia norma, los órganos, entre ellos la junta directiva, técnicos, secretariado y auxiliares. Todos estos elementos conforman la estructura básica, complementada por toda la parafernalia que se integra para el “proceso electoral” como fin de la ley, que culmina con el sufragio, que, de acuerdo con la Constitución, es un derecho, que ejerce el elector mediante votaciones libres, universales, directas y secretas, garantizando el principio de la personalización del sufragio y de la representación proporcional. Todo ello integra el “Sistema Electoral”.

En el Sistema, la Ley tiene como propósito generar las condiciones dentro del ordenamiento legal para que se logre un sistema electoral a la altura de los retos y exigencias de la democracia, así como consolidar y mantener en el tiempo la garantía de la confiabilidad, la imparcialidad, la transparencia, y la eficiencia de sus procesos; con un Poder Electoral regido por principios de independencia orgánica, autonomía funcional y presupuestaria, despartidización de sus organismos, de participación y protagonismo popular, descentralización de la administración electoral y celeridad de los actos de votación y de escrutinio.

De acuerdo con la Ley, solo es automatizado el acto de votación, por lo que cuando se impugna un proceso o acto electoral, es necesario contrastar los elementos del Registro Electoral, que conlleva a los electores, su identidad y legalidad, que solo puede ser comprobado mediante la revisión de los cuadernos electorales. Igualmente, hay que auditar los hechos comprobables mediante testimonios gráficos, auditivos o por testigos presenciales o actuantes. De esta forma quedo patente de que era imposible hacer fraude.

Pero ¿Qué paso en proceso del 28 de julio pasado?, obviamente, al no haberse demostrado con las actas quien fue el vencedor, no se puede probar el triunfo de Nicolas Maduro, proclamado de inmediato; es decir, que dicha proclama se considera injustificada al no tener el fundamento de la publicación de los resultados, que como se dijo antes, “el resultado del proceso queda inserto en las máquinas de votación y en las actas que estas emiten”.

Como conclusión, quedo demostrado que es imposible el fraude electoral.

@Enriqueprietos