César Guillén
Citterio
EL COMUNISMO,
RAICES DE UN FRACASO. (14)
La casi totalidad de los países que experimentaron el comunismo, después
de saborear su injusticia y la desilusión, retornan a la senda de la realidad,
a través de la producción de bienes dentro de la sociedad industrializada. China, principal aliado económico de Venezuela, cumple con
las viejas tesis leninistas que postulaban que “Una de las características centrales del imperialismo en su fase
monopólica, consiste en el saqueo de las materias primas por parte de las
grandes potencias”.
Lo único que ha logrado desarrollar a la humanidad
hasta la fecha es el trabajo productivo. El deseo que es lo que moviliza al
hombre y la razón que es quien ordena esos deseos, encuentran sustento social a
través del trabajo, el cual es un atributo de la humanidad.
El capitalismo ha sobrevivido porque es dinámico.
Ha hecho aportes a la comodidad, la salud y los
descubrimientos. Todos útiles a la sociedad. El 90% de los avances médicos y
tecnológicos provienen de los países con ese sistema. Los líderes comunistas y
sus familiares acuden allí para su atención médica.
El estado
debe facilitar y ayudar a democratizar la economía dándole oportunidades a
todos y no a un grupo minoritario de privilegiados, que en el gobierno sea
cual fuere su ideología, se benefician de la riqueza y del esfuerzo de su
población. ¡Un recurrente proceder en Latinoamérica!
El “socialismo” se caracteriza ante todo, por la estatización que
liquida al trabajo creador. El enemigo de la producción es la burocracia, base del
sistema socialista.
Ella es improductiva y en gran parte corrompida, creando estancamiento, escasez
y frustración.
Un ¡NO!
rotundo a la tradición clientelar de la política en Venezuela, pues sería el
inicio de otro gran fracaso. No, a las ofertas del populismo aun cuando
estas se disfracen de Socialistas o Democráticas.
"Adhuc Stantes"
César Guillén Citterio
Caracas - Venezuela