INUNDACIONES DEL RIO CUCHIVERO.
Por: Coronel (FAV) Sammy Landaeta
Millán. Anécdota FAV. Parte I.
Quizás éste relato sea muy largo,
pero sentí la necesidad de escribirlo y voy a tratar de hacerlo con la mayor
certeza: Corría el mes de Agosto de 1980, era Teniente de la Fuerza Aérea
Venezolana y me desempeñaba como Capitán de Nave, al mando del Helicóptero
UH-1H, Siglas FAV-4134, del Grupo Aéreo
de Operaciones Especiales No 10, en la zona de Santa Rosalía de Palermo, en el
Estado Bolívar.
La presencia de mi persona y el
resto de mi tripulación integrada por el
Teniente (Av.) Humberto Mijares
Henríquez, copiloto y el ST1 (Av.) Edgard Flores Lugo, Jefe de Máquina abordo
del helicóptero referido, obedecía a una misión de socorro, de los habitantes
que resultaron damnificados por la crecida inusual del rio Cuchivero, situado
al oeste del Estado Bolívar. Puedo
referir que anteriormente ya había
cumplido en esa zona, 9 dias de operación, desempeñándome como
copiloto de otra tripulación, al mando del Teniente (Av.) César Arteaga
Arteaga, pero hubo necesidad de regresar
a la Base Aérea el Libertador (BAEL) en Palo Negro, Estado Aragua, para cambiar
el helicóptero que le tocaba inspección de 100 horas y relevar la tripulación.
Pero cuando llegamos a la unidad,
el comando del Escuadrón de Vuelo No 102, había decidido evaluar mi
proeficiencia, en un check operacional,
para desempeñarme como piloto
capitán de nave, al mando de Helicóptero UH-1H. Eso significaba, que debería
regresar a la zona de operaciones descrita anteriormente, esta operación
constituiría, mi primera misión en ese tipo de helicopteros, dada mi mediana
experiencia como piloto al mando de los Helicopteros Alouette III fabricados
por la Aerospatiale en la Repueblica de Francia, que hoy se complementaba con
el UH-1H, de origen, norteamericano. Aprobé el check y en el marco de la
celebración y el bautizo del nuevo capitán de nave, solo tuve tiempo ir a mi
residencia, para lavar la ropa y regresé de nuevo, a Santa Rosalía de Palermo.
Este evento NO dejaba de incidir
en las relaciones matrimoniales, derivado de
los largos periodos de ausencia familiar, en el cumplimiento del deber,
con la Patria, y las constantes misiones que imponía el desarrollo nacional y
la seguridad del Estado, amprado bajo el lema y la vocación de servicio de
nuestra unidad, el Grupo 10: !Vamos,
hasta donde otros, NO llegan! Irremediablemente debería regresar al Estado Bolívar para continuar con mis labores
que ya había iniciado, como expresamos anteriormente.
La misión era muy extenuante,
deberíamos asistir a diversas comunidades indígenas o NO, en el traslado de
insumos alimenticios, medicinas y asistencia médica de Emergencia, donde la
mayoría de esas poblaciones estaban bajo las aguas y sus habitantes habían resultado damnificados por la inclemencia del tiempo y la repentina crecida
de las aguas del Rio Cuchivero. Continuamos
con nuestras labores día a día de asistencia alimenticia a las poblaciones,
mediante el suministro de comidas NO perecederas, pero llego un momento que se
agotaron las provisiones y el hambre amenazaba con arrasar con esos
compatriotas que habían perdido cosechas, animales domésticos, sus viviendas, o
se encontraban aislados.
La Emergencia la solventábamos
mediante operación con helicópteros, recibiendo insumos en camiones 350
procedentes de Ciudad Bolívar, pero teníamos dos factores en contra, uno era el
esperar que los vehículos cruzaran el pase de chalana en el Rio Caura y otros
que llegasen a tiempo, para nosotros distribuirlas por prioridades, en mínimo de dos dias, trabajando de sol a sol.
Por intermedio de la Defensa
Civil Nacional, nos enteramos que en el
Aeropuerto de Maiquetía habían quedado
una carga que NO se envió, que se retardó, o NO cupo en un avión de asistencia
que la República de Venezuela envió para mitigar las inclemencias de un desastre
natural acaecido en el exterior, que actualmente NO preciso el país, y se movió cielo y tierra, para que esos
insumos o comida enlatada, fuera destinada al área inundada, por el Rio Cuchivero.
Los altos niveles
gubernamentales, concedieron la autorización y la carga fue trasportada en un
avión C-130 de la FAV y al recibir la cantidad, entendimos que con un solo
helicóptero, NO podíamos transportar
esos insumos en el tiempo que se requería. Entonces, hubo la necesidad de solicitar el apoyo de
otro aeronave y el Ejercito Venezolano
envió el Helicóptero EV-7704 al mando del Capitán Heberto Diaz, quien nos ayudó en la misión. Pero a los pocos dias, se
le presentó una falla al helicóptero, en la cadena del Rotor de cola y hubo
necesidad de parar la maquina mientras venían el repuesto, cambiarle la cadena, y le autorizaron un vuelo ferry hasta la sede del Regimiento
Aéreo del Ejercito, en La carlota. Caracas.
Quede nuevamente operando solo,
en Santa Rosalía de Palermo, y sus zonas
circunvecinas, a la orden de la Defensa Civil, Bolívar; que consideró se extendieran las
operaciones hasta la lejana comunidad de La Urbana, donde fuimos a prestar
asistencia, a saber de la suerte de sus
habitantes y a llevar algunos insumos a
la población, donde gracias Dios, NO
había inundación. Pero NO todo era color de rosa, al regresar, presente un
fuerte dolor abdominal y una diarrea que me sacó de la línea de vuelo
momentáneamente. En Santa Rosalía me
atendió el Doctor residente de la comunidad quien era de nacionalidad Cubana y
me sometió a un tratamiento bajo observación en la propia medicatura, para poder descartar otra cosa.
Ese día era jueves y en el pueblo
se celebraban las fiestas patronales. Yo oía la música desde mi lecho de
enfermo en la medicatura del pueblo. En la mañana del viernes el Doctor me dio de alta, y pero me dijo que había oído por Radio Rumbos,
la notica del accidente del Helicóptero, donde se hablaba del Teniente Sammy
Landaeta como sobreviviente del suceso, como único tripulante de la aeronave.
Evidentemente había una confusión y nos toco aclarar la situación, buscar por
todos los medios comunicarnos con mi Madre, mi Esposa y con el Grupo 10, cosa
que hicimos por medio de phone patch de la Defensa Civil, aclarando que NO nos
habíamos accidentado y quizás hubo una mala interpretación del incidente que
presentó el helicóptero UH-1H, del Ejército Venezolano.
Aclarada la situación,
continuamos en la zona, volando, asistiendo las comunidades, mientras en la
población de Santa Rosalía de Palermo, se realizaban las fiestas patronales,
como acotamos anteriormente. Pero pese a la celebración, en la comunidad había
poca comida, la carne ya escaseaba y el pescado NO llegaba por el estado de las
carreteras. Eso motivó, que fuésemos con
el prefecto a la vecina comunidad de Palmana, al sur de Estado Anzoategui a
comprar pescado y conseguimos el producto,
a buen precio, que hasta en el
piso del helicóptero, trasladamos pescado fresco, que hoy NO se decir si era LauLau,
Morocoto o Cachama. De ese evento, podemos
comentar que nos asistieron, algunas personas de la
comunidad. El apoyo de las familias Bolívar, Guerrero. Parés. Izaguirre y
otras, fue fundamental e invalorable, para la asistencia de la tripulación y sobre
todo, manipular la carga que trasportábamos, cotidianamente.
Por la necesidades del servicio,
a la orden de la Defensa Civil, Bolívar; teníamos abordo un cuarto tripulante, era el
incasable y conocido Capitán (AC) Juan Bolívar, el Piloto del Helicóptero de la
Gobernación que se había accidentado en la zona, días atrás. Él nos acompañaba
por ser un baquiano experto o gran
conocedor, del área de operaciones. Con
él fuimos a visitar y a asistir a una Tribu que en esos tiempos, habían
aparecido. Eran los Indios Mapoyo
a quienes les llevamos insumos alimenticios y médicos, patrocinados por una
comisión mixta de personas y organismos, , que hoy NO se precisar, quienes eran
algunos, exactamente. Cocinaron el arroz
y otros insumos , y compartimos con ésta preciosa comunidad indígena, el
almuerzo, mientras una de esas familias, nos daban a probar un sancocho o
guisado de Mono, que habían preparado.
Allí asumí, que quizás este gesto era para generar confianza para poder comer
nuestros alimentos confeccionados por las personas que llevarnos a esa
comunidad, en plena selva, y aquí cabe destacar, que se hizo esta misión, antes de retirarse, el
helicóptero del Ejército.
Hubo una cosa que nos llamo la
atención. Esos indígenas venezolanos solo habían tenido contacto por mucho
tiempo, con el piloto de la Gobernación
del Estado Bolívar, que aterrizaba en cualquier sitio de esa extensa geografía,
a tal punto que si usted le preguntaba a cualquier individuo de esos ciudadanos
venezolanos, escondidos en plena selva: Cuál es tú nombre? Respondían: Juan Bolívar. Casi todos
decían llamarse: Juan Bolívar quizás por su presencia constante en esa
comunidad, como único asistente, del mundo civilizado o quizás porque podría
haber sido un homenaje previo al fallecimiento de ese gran hombre, que conocimos por primera vez, cuando
asistimos al rescate de William Niehous que quizás, algun día, lo escribiremos, primeramente Dios.
QUE LOS
FIELES DIFUNTOS DESCANSEN EN PAZ. Amén.
Cita: “Hacer
bien y aprender la verdad son las únicas ventajas que la providencia nos ha
concedido en la tierra”.
Simón Bolívar
Coronel ® (FAV)
Sammy Landaeta Millán.
Naguanagua, 20 de Agosto de 2019
@ProtestaMilitar
sammylandaeta@gmail.com
FOTOS SUPERIOR E INFERIOR : Por cortesía de Ivan Mikolji / aquatic-experts.com
PD: Hasta aquí la PARTE I de mi primera misión de Capitán de Nave de
UH-1H de la FAV y en los sucesivo
relataremos: MADERA OLOROSA, PRECIOSA MADERA, en la PARTE II.