A finales de Febrero de 2004 asistí a un Seminario presencial en Washington auspiciado por la cátedra Simón Bolívar de la USB, el mismo se escenificó en el Centro de Estudios para la defensa Hemisférica de la National Defense University. Corría la última semana de referido mes y los sucesos en Venezuela denotaban que se vivía en una grave situación ante la violación de los derechos humanos, el atropello a la sociedad civil y la constante acusación por parte de Hugo Chávez destinada a responsabilizar a los Estados Unidos por los sucesos del 11 de abril de 2002. En una primera intervención pregunte a un representante del Departamento de Estado: ¿Qué opinión le merece a Ud., los continuos ataques verbales de Hugo Chávez contra los Estados Unidos? Se me contestó que el gobierno de Washington no iba a entrar en una “democracia de altavoces” con el gobierno de Venezuela; que Estados Unidos tenia dos políticas fundamentales a desarrollar: a) Democratización de América Latina y b) La lucha contra el terrorismo, y nuestro país no mostraba ningún interés en contribuir con ninguna de ellas o no le interesaba.
En una segunda oportunidad pregunte ¿A ciencia cierta los Estados Unidos conocen el problema básico que amenaza la democracia en Venezuela? Se me contestó que sí, pero que los Estados Unidos no tomaban partido sobre la Soberanía Nacional, pero habían observado con preocupación que tanto representantes de Gobierno como los de la oposición habían ido a Washington a: Mentir. Insólito, se hablaba de gente de mi país, se me contestaba en forma cara y precisa que no había confianza en los dirigentes políticos de mi Nación. De acuerdo con los argumentos estimé que “nuestros políticos” se conducían en el exterior buscando apoyo para el logro de sus intereses grupales o partidísticos y no del interés colectivo como debe ser.
Con la reciente entrevista del Maria Corina Machado en representación de la asociación civil SUMATE con el presidente norteamericano George W. Bush, su intervención en la Asamblea General de la OEA y su posterior entrevista con la secretaria de Estado Condoleezza Rice, esta organización civil da al traste con el gobierno y los supuestos lideres de la oposición que en Venezuela nos condujeron el 15 de Octubre de 2004 a un proceso “blindado” de un referendo revocatorio. Nuevamente, la mujer venezolana se coloca a la vanguardia de la lucha contra los opresores de país, como en tantas marchas, protestas, vigilias, cacerolazos, foros y diversos eventos que han participado en forma activa, para rechazar contundentemente el régimen Castro comunista de Hugo Chávez en nuestra Nación, donde han resultado agredidas, golpeadas, incapacitadas o muertas.
En Venezuela el cacareo gubernamental no se hizo esperar, algunas damas de la revolución, diputadas a la Asamblea Nacional, al final también mujeres venezolanas; argumentaron amenazas de revocar la nacionalidad de origen de la ponente en la OEA, se le tilda de gopista, terrorista, fascista e infiltrada en la Asamblea General, por el gobierno del George Bush sin percatarse que la dama en cuestión asistió invitada a una sesión donde participaba la sociedad civil de América latina. Nuestras insignes diputadas de la revolución deberían comenzar a revisar primero el ejercicio parlamentario en contraste con las obligaciones que les otorgó la representación política. Allí se darán cuenta que ellas no representan una revolución, sino a un conglomerado que la eligió para una función publica que tiene como fin ulterior el beneficio común. Si yo hubiese sufragado por alguna de esas parlamentarias me daría pena decirlo y más pena sentiría saber, que llevan sobre sus hombros la responsabilidad de representarme en el parlamento por transferencia de la parte de la Soberanía que me corresponde y que delegué mediante el voto.
La presencia de SUMATE en la OEA, va mas allá de la credibilidad de la Asamblea Nacional en el exterior, porque si la representación política es, “la voz única de la nación" evidentemente que para la comunidad internacional no esta en manos del presidente y demás miembros de la asamblea Nacional porque podían sesgar la información para favorecer al régimen oprobioso de Chávez y además no fueron invitados.
Dios siempre ayuda a los inocentes y en este caso la comunidad internacional luego de dar un espaldarazo al NO que conculcó el derecho universal de voto y lo convirtió en fraude, ahora se muestra en disposición de oír la voz de un tercero, un observador in situ que conoce de los procesos que arrebataron el triunfo del SÍ que erradicaba la entrega, la agresión, la dictadura, la tiranía y la muerte de la patria.
Con la no-aprobación del “monitoreo” el régimen venezolano no puede cantar victoria. De la reunión de la OEA se genera una especie de alerta, vigilancia y seguimiento de los procesos democráticos y da las bases a los entes no gubernamentales y la sociedad civil en general para pulsar la gestión de los gobiernos en Latinoamérica, mantener sus denuncias y generar ciertas acciones a saber: a) Se podría dar el caso que la comunidad internacional se muestre en disposición de “reparar el daño” y con las pruebas del fraude entregadas anteriormente, se declare en revisión el proceso de referendo revocatorio que Cesar Gaviria secretario general de a OEA de entonces, y el Centro Carter avalaron para desgracia de la democracia y la soberanía de Venezuela. b) En manos de José Miguel Insulza, actual secretario general y la Asamblea General, podría estar la posibilidad de proponer la revisión de la democracia en Venezuela por los vicios de ilegalidad e ilegitimidad de origen y de desempeño que demuestra el desgobierno de Hugo Chávez y c) Podría demostrarse que el régimen de Hugo Chávez no representa ser un gobierno democrático por sus desmanes en contra de los derechos humanos, la no-separación de poderes y el secuestro de las instituciones en general, lo cual lo hacen susceptible de ser catalogado como “régimen canalla” y Venezuela podría ser clasificado como “país forajido”en la escena internacional. No todo esta perdido, y en la mesa continúa la aplicación de la Carta Democrática Interamericana.
A menudo se han empeñado en decir que en Venezuela no hay lideres; si los hay, lo que la gente quiere es confianza, credibilidad y voluntad para hacer las cosas. Con la actuación de Maria Corina Machado se reafirma el liderazgo de la mujer venezolana y en su persona se destaca el arrojo y la valentía de tantas y tantas damas que a través de las ONG, partidos políticos, medios de comunicación, damas de Altamira, gente del petróleo, marina mercante, y en general, madres, esposas. hijas, novias y familiares de los presos y perseguidos políticos, de los militares disidentes y encarcelados, y de los deudos de los caídos en este nuevo proceso de libertad en Venezuela.
La presencia de la asociación civil SUMATE ante la comunidad internacional constituye una extraordinaria oportunidad para Venezuela y significa una luz en el túnel que orienta hacia la salida del castro comunismo, dando paso a civilidad que necesita la nación ante el militarismo reinante. Maria Corina Machado y en general la mujer venezolana merece nuestro eterno agradecimiento y reconocimiento por la lucha frontal que día a día libran contra los opresores del régimen Castro Comunista de Hugo Chávez dentro y fuera de Venezuela.
Cita: “Las mujeres, si soldados, las mujeres el país que estáis pisando combaten contra los opresores y nos disputan la goria de vencerlos”.
Simón Bolívar.