El presidente venezolano, Nicolás Maduro, se reúne con los miembros de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y representantes del nuncio eclesiástico venezolano y cancilleres de Unasur, el jueves pasado, en el Palacio de Miraflores en Caracas.
MANUEL CORAO: Diálogo sin pueblo
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Al anunciar Ramón Guillermo Aveledo, Secretario Ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática en Venezuela, que acudirán a dialogar con el gobierno de Nicolás Maduro Moros, una esperanza surgió en quienes aspiran vivir en tranquila convivencia en un país que aumenta su presencia en los anales de la historia delictiva.
Para el momento del cierre de esta columna la alumna Mariana Ceballos es el deceso número 41 en acción represiva al ser descerebrada por arma letal en pacífico reclamo público.
La primera reunión de encuentro entre partidos y gobierno deja un sabor a burla para unos y para otros fue un encuentro para escuchar puntos de vista conocidos. Esta iniciativa se supone que es para ofrecer soluciones con garantías previamente cumplidas, lo cual no sucedió. Ante lo visto en la cumbre caraqueña se impone el análisis del escenario crítico previo.
Junto a la nada envidiable cifra de muertos inocentes en manos del hampa, 24 mil cada 365 días, se le suma el segundo lugar en asesinatos: 53.7 homicidios por cada 100 mil habitantes conforme a la ONU en América, como al igual el primer trimestre del 2014 el inicio de mayor conflictividad durante la última década, según reporta el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
En comparación al mismo ciclo del 2013 donde se llevaron a cabo movimientos sociales de calle en 633 oportunidades, porcentualmente el aumento de tales vicisitudes quintuplica y algo más los fenómenos similares del anuario anterior.
Para ese período la ONG reportó 1,423 protestas con un promedio de 47 diarias y un saldo de 20 fallecidos, 2,904 heridos y 1,428 detenidos.
Si tales informaciones llaman la atención de ustedes, la OVCS expresa que en 437 refriegas, equivalente a 31% del total, intervinieron grupos paramilitares afectos al régimen y produjeron acciones violentas. En la mayoría de las acusaciones donde se presentaron estos hatajos hubo reportes de heridos y muertos.
Para algunos esto puede ser coincidencia, para mí, una masacre programada que contó con la resistencia no esperada de quienes protestan.
El movimiento estudiantil en las principales ciudades toma por sorpresa a los jefes de la MUD, dirigentes de los destinos de la oposición en las últimas décadas.
Los errores del pasado lejano tales como en el referéndum revocatorio del mandato de Hugo Chávez, donde mansamente a James Carter le aprobaron inconvenientes decisiones inconsultas, y la visita que el gobernador Henrique Capriles hizo a Miraflores a estrechar la mano del denunciado, le fueron restando representatividad a los mudecinos.
Leopoldo López, coordinador de Voluntad Popular; María Corina Machado y Antonio Ledesma, alcalde metropolitano, se identifican con la juventud, quienes solo ven en la calle la salida del gobierno electo que con el tiempo se convirtió en dictadura.
La otrora Mesa de la Unidad acusa tal circunstancia y acude al llamado de los cancilleres de UNASUR con condiciones previas para el diálogo que de darse le permitiría reverdecer su encuentro con la sociedad civil. Grandes expectativas sobre la reconducción hacia caminos de paz mantiene en vilo a los venezolanos ya que podría estar cerca la libertad de los presos políticos, el sobreseimiento de las causas judiciales, el regreso de los exiliados y vuelta a la democracia con la escogencia de nuevas autoridades en los poderes públicos.
Para desengaño de todos a la salida de la reunión exploratoria con el mandatario, los convencimientos previos son solo un efímero comentario y no muestran ni el documento como tampoco el momento de tal anuncio, mucho menos contrariedad por la impronta.
Sin embargo, Maduro Moros ofrece al mundo el diálogo en marcha; le han lavado la cara al déspota mandador. Tal es la desfachatez que el vicepresidente presente niega compromiso alguno que no sea la presencia de la Iglesia de Roma, solo eso.
Una vez más seres ligados al jefe de turno engañan a la MUD de hoy y Coordinadora Democrática del pasado. El más ingenuo ser no se mueve al encuentro con el adversario de no consumarse las premisas. Con duda justificada los venezolanos se preguntan: ¿pendejos o cómplices?
La entelequia unitaria ya no representa a todos. Los más jóvenes, quienes gozan de la simpatía del hombre de a pie, unidos a los familiares de las víctimas, María Corina Machado y Leopoldo López, apoyados por el alcalde Antonio Ledesma, son quienes marcan pauta en la opinión pública.
Negociar para terminar complaciendo al gobierno nada resuelve; continuarán las barricadas e insistirán en la salida de Maduro.
Ramón G Aveledo, un político hambriento de gloria, quien se resiste ver perecer su organización en el olvido; Nicolás Maduro pidiendo una limosna para su inerte gobierno, y UNASUR cobrando lo suyo; esperan por una solución mágica la cual no será posible lograr mientras no convoquen a los iracundos vigilantes y sus dirigentes naturales María Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma.
Ayunemos entonces junto a la iglesia de Cristo y oremos por el amor entre hermanos; de lo contrario no habrá diálogo ni paz, solo llanto y muerte.
Director de Venenoticias.
FUENTE: EL NUEVO HERALD