¡Hasta cuándo!
Ruta y aliados para salir del régimen
Nada más preocupante que la inactividad o, peor aún, seguir la agenda que nos impone el adversario por creer que no existe una estrategia para salir de él. Hoy en Venezuela hay una especie de desasosiego colectivo. Y no es para menos. Las cosas parecieran no estar nada claras, ni siquiera para quienes están en el poder. Pero no es así, la narco-dictadura tiene ´prestablecida su hoja de ruta y por eso vemos como sus aliados naturales y grupos de supuestos adversarios siguen abonando el terreno para su permanencia en el poder a pesar de la evidente debilidad en la que hoy se encuentra el régimen. Eso provoca que la gente se desanime, y por qué no decirlo: que se pierda la esperanza de cambiar este modelo empobrecedor que ha sumergido al país en la más profunda de las tinieblas. No me detendré haciendo referencia a lo que todo el mundo conoce y padece. Para qué hablar de la inflación o del costo de las cosas si eso es el pan nuestro de cada día. El tema no es ese. El meollo del asunto es ¿cómo carrizo salimos de este berenjenal?
En lo que parece no existir ninguna duda es en cómo no saldremos. En efecto, ya nadie debe dudar en que no hay salida electoral posible. Entonces rápidamente algunos saltan con innumerables preguntas, conjeturas y señalamientos. Así como lo leen, lo primero que nos dicen cuando afirmamos que no hay salida electoral es que no somos demócratas o que estamos aupando salidas golpistas. Nada más alejado de la realidad. Cuando afirmamos que no habrá salida electoral es precisamente porque acusamos la ausencia total de democracia. Solo quienes se empeñan en equivocar el diagnostico insisten en promover elecciones para vencer o desalojar a una tiranía. A estas alturas del juego, en la que hemos entendido que las tiranías simulan elecciones para disfrazarse de democracia, es indispensable romper con el círculo vicioso e imponer nosotros la agenda y no, quienes han desangrado y arruinado a nuestra nación.
¿Quiénes son nuestros aliados?
Me causó profundo desconcierto cuando algunas personas se acercaron a preguntarme si estaba proponiendo unas primarias entre opositores, a raíz de que manifesté la necesidad de definir a cuál corriente de pensamiento dentro de la oposición debíamos seguir y legitimar, precisamente atendiendo una inquietud de venezolanos preocupados por esa desesperanza que, como yo, también perciben en el ambiente. Nada más lejos de mi pensamiento cuando públicamente he manifestado mi rechazo categórico a una vía electoral gastada y sin posibilidad alguna mientras estén estos delincuentes en el poder. Sin embargo, no deja de preocuparme la forma en que los ciudadanos podríamos manifestar nuestro reconocimiento, más cuando nuestras genuinas manifestaciones han sido manipuladas de la forma más grotesca y descarada por una parte de la dirigencia que se dice opositora, y digo una parte para no caer en generalidades.
Para ello, lo primero que debemos hacer es reconocer entre grupos, discursos y propuestas. Muchas de ellas irrealizables cuando se tiene conciencia de lo que enfrentamos, con cuál nos identificamos, quienes hasta ahora han mostrado una mayor claridad sobre el enemigo que enfrenta el país y por tanto los que han manifestado mayor tino, coherencia y constancia frente a quienes creían transitar el camino políticamente correcto para una democracia, solo que parecieran no tomar en consideración que desde hace mucho rato estamos frente a una narco-tiranía.
Víctimas del chantaje.-
Hemos sido víctimas de un chantaje sistemático que proviene no solo del régimen que nos amenaza, encarcela y asesina por adversarlo, sino también de aquellos que pretenden disolver las mejores ofertas políticas y las más concienzudas reflexiones sobre las vías para salir de este drama nacional, en un falsa unidad donde los criterios son absolutamente incongruentes y por tanto, las estrategias de lucha también lo son. Después de 20 años entubados en la misma vía que solo nos ha traído hasta este estadio de país, nos obliga a ponernos serios a la hora de reflexionar sobre a quiénes vamos a acompañar en criterio y estrategia. Dicho en lenguaje sencillo: en ideas y acción.
Una decisión que no podrá tomarse por vías convencionales de selección y que solo corresponderá al ciudadano asumir con responsabilidad a la hora de atender y seguir las propuestas de unos u otros con los riesgos que tal decisión implica.
Mensaje a la comunidad internacional
Los tiempos corren y hoy Venezuela importa mucho a la comunidad internacional que parece tener claro el problema que atraviesa la nación, tanto que finalmente hasta la ONU ha emitido un clarísimo y duro informe desde su Consejo de Derechos Humanos sobre el caso Venezuela y las violaciones por parte del régimen.
La pregunta que cabe hacernos es si esa misma comunidad internacional estará dispuesta a esperar eternamente a que los venezolanos nos pongamos de acuerdo en criterio y estrategia, siendo que un sector de la dirigencia opositora persiste en la ruta electoral justificando su fracaso en la falta de condiciones o, nos convertimos en parte de la solución haciendo lo que nos corresponde dentro del país, mientras ellos nos ayudan desde afuera ejerciendo la presión necesaria para terminar de fracturar a esta narco-tiranía.
El régimen naufraga.-
Créanme, el régimen está muy débil pero se ha aprovechado de la confusión y en buena medida de nuestra desorganización. Por eso es válida la pregunta de “si será posible salir de esto nosotros solos” La respuesta es: ¡claro que no! Y mientras más rápido definamos a quienes vamos a acompañar en pensamiento y acción, más rápido lo lograremos, eso sí junto a nuestros aliados internacionales.
No desmayemos que la comunidad internacional sabe lo que ocurre en Venezuela, no tengo dudas porque así lo han manifestado y demostrado, que están dispuestos a ayudarnos. Solo hace falta se evidencie una y otra vez, nuestra determinación, que no es electoral. Aquí si es necesario que tengamos presente que la agrupación “Soy Venezuela”, viene trabajando obstinadamente en esa organización para consolidar esa alianza nacional e internacional que nos conducirá al logro final. ¿Así o más claro?