El 747 retenido en Argentina
Enrique Meléndez
Hasta ahora yo no me
explico la razón de esa alharaca que tiene el gobierno, con respecto a la
retención del avión venezolano-iraní en Argentina; el Boeing 747 de la empresa
Emtrasur, que viene a ser la subsidiaria de nuestra aerolínea Conviasa, que se
ocupa del traslado de cargas, sobre todo, en la región sudamericana; y ese era
su supuesto fin, aun cuando el FBI le venía siguiendo la pista, dada esa
extraña alianza, que se ha venido suscitando desde los tiempos de Hugo Chávez
entre Irán y nuestro país; que implicó la compra de este avión de carga, aun
cuando se suponía, que no era sino una fachada de la estrategia geopolítica
iraní en la región, y que vino a hacerse notorio a raíz de un incidente, que se
suscitó en un aeropuerto de Uruguay, cuando le fue negada la entrada al
territorio.
Aunque ya se había
producido un primer incidente en Paraguay; pero que había pasado por debajo de
la mesa, sobre todo, en nuestro país, y es que allá se había suscitado un escándalo,
provocado por la oposición al actual gobierno; porque las autoridades
portuarias habían permitido la entrada de ese avión; cuando ya se sabía que el
FBI le venía siguiendo la pista y, precisamente, aterriza en Ciudad del Este,
un lugar que se considera en el Paraguay paraíso de cárteles de droga. He allí
lo que le valió el cargo a uno de esos altos funcionarios encargados de la
seguridad aeronáutica paraguaya, y que es lo que explica que en Uruguay se
vuelvan aprensivos, al momento de pretender aterrizar el 747 en su aeropuerto
y, a última hora, le nieguen la entrada; bajo el alegato, además, de que se
trata de una aeronave, que pertenece a un Estado, que está sancionado por EEUU,
y entonces tiene que devolverse a Argentina, y hasta aquí la trajo el río, como
dice el refrán; tomando en cuenta, por una parte, que al 747 le queda muy poco
combustible; lo que no le permite llegar a Bolivia; que era, al parecer, lo
que, al principio, el piloto se propuso, y, por la otra, que no sólo las
petroleras, dedicadas a la provisión de combustible en los aeropuertos, se la
niegan; por temor, asimismo, a las sanciones estadounidenses; sino que, además,
a esa altura ya la demasiada bulla, que ha hecho el episodio de la aeronave,
llama la atención de la justicia argentina, que se mueve hacia el aeropuerto, y
ordena su retención; así como la detención de su tripulación, y a la que le
incautan los respectivos pasaportes y sus celulares.
Por supuesto, en esto
también hay que tomar en cuenta la participación de los organismos de
inteligencia judíos; que fueron los que alertaron a las autoridades paraguayas
la situación bajo sospecha, en la que se encontraba este avión; como se
movilizaron en el caso de la justicia argentina; porque la comunidad judía del
país sureño ha sido víctima del terrorismo iraní, y que es en el fondo lo que
está de por medio en el caso del 747, teniendo presente que la sospecha que se
tiene es que esa supuesta labor de traslado de cargas de un país a otro, como
servicio de transporte, no oculta sino un apoyo a las actividades de terrorismo
iraní en el continente sudamericano, y de allí, como decía, que se le seguía la
pista. La penúltima entrega, que llevó a cabo la aeronave, fue un cargamento de
cigarrillos, que trasladó de Paraguay a Aruba; pero se destaca el hecho de que
el cargamento pertenece a un paraguayo, de origen iraní, y de quien se sospecha
que tiene nexos con el Hezbolá.
Hasta hace unos días la
tripulación no aparecía en ningún panel de los solicitados por terrorismo a
nivel internacional; aun cuando el piloto del avión se trata de un iraní, cuyo
nombre es homónimo del jefe de las brigadas de seguridad del régimen de los
ayatolas, y a quien se le encontró en su celular mucha información relativa a
armamento y a ideología política iraní; pero que no lo comprometía en nada; de
modo que ya estaba por ser liberada esta tripulación; cuando vino a trascender
que los 19 (cuatro iraníes y quince venezolanos), que la componían, se habían
reunido con un famoso narcotraficante, radicado en Ciudad del Este, y que fue
lo que motivó al FBI a solicitar al gobierno argentino la retención de estos,
así como la incautación del 747, para proceder a realizar una investigación más
minuciosa, y en donde entraría el tema de la caja negra; que todo lo que sucede
en un avión lo graba, y que es lo que, según algunos, puso a temblar a Nicolás
Maduro y compañía en Miraflores.
Porque a mí me parece
demasiado desmesurada la reacción, que ha tenido esta gente; empezando por
Nicolás Maduro, y quien terminó llamando “jalabolas” al presidente argentino
Alberto Fernández, al permitir que la aeronave fuera intervenida por el FBI;
que es de donde se agarra esta gente, para decir que el imperialismo,
nuevamente, ha metido sus garras en nuestra soberanía a través de unos jueces
comprados; partiendo del hecho, de que aquí no está metida la política, sino la
justicia; seguido por Jorge Rodríguez, quien no se le queda muy atrás en
términos de denuestos contra el susodicho imperialismo, como si estuviéramos en
la época de Teodoro Roosevelt de hace más de un siglo atrás, y quien decía que
a
ANEXO: El 747 retenido en Argentina.doc
IMAGEN SUPERIOR: Por cortesía de DW / ARGENTINA: Alberto Fernández: "no hubo ninguna irregularidad" con avión de EMTRASUR