El gueto de Varsovia y el asesinato del concejal Fernando Albán
Por: Cnel. (Ej.) Rubén Dario Bustillos Rávago
El gueto de Varsovia fue implementado en noviembre de 1940 por los Nazis para confinar todos los judíos de la capital y de otras regiones de Polonia bajo control alemán, llegando a tener una población superior a las 400.000 personas, cuyo destino final serían los campos de exterminio de Treblinka entre otros, y, como tal, formaba parte del exterminio en masa organizado, denominado con la expresión eufemística de «Solución final de la cuestión judía».
Durante los tres años de su existencia, el hambre, las enfermedades y las deportaciones a campos de concentración y de exterminio, mientras los niños y los ancianos morían de hambre en las calles víctimas del hambre, la difteria y otras enfermedades constituidas en epidemias, redujeron su población a 50.000 habitantes.
El “Levantamiento del gueto de Varsovia”, iniciado en la noche del 19 de abril de 1943 ocasionó muchísimas bajas a las tropas alemanas. Sin embargo, Solo 10.000 a 15.000 judíos lograron sobrevivir, protegidos por polacos o con identidades falsas, mientras quienes eran capturados por los SS alemanes eran asesinados después de ser sometidos a los horrores de las torturas.
EL GUETO VENEZOLANO
La banda de la delincuencia organizada, comandada por Nicolás Maduro Moros, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López, responsables principales de haber convertido a Venezuela en un gigantesco gueto similar al de Varsovia, ha sometido a la población al exterminio por hambre y enfermedad lo que ha obligado a la población civil a huir de las garras de la opresión para poder sobrevivir.
Al igual que en el gueto de Varsovia, los ciudadanos venezolanos mueren en las calles por desnutrición o enfermedad o deambulan sin rumbo cierto, hurgando por comida en los basureros sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo.
Un símil del “levantamiento del gueto de Varsovia” ocurrió durante las protestas del mes de abril de 2017 cuando el pueblo desarmado, inició una protesta en contra del régimen que dejó un saldo de más de 150 jóvenes muertos por disparos certeros efectuados por fuerzas de la tiranía madurista por cuya causa la comunidad internacional ha solicitado la apertura de una investigación a Nicolás Maduro y sus secuaces, ante la fiscalía de la Corte Penal Internacional, CPI, por la violación sistemática de los derechos humanos.
En Venezuela, cualquier intento de protesta se paga con la vida o el exilio, pero si el opositor es detenido y enviado a las mazmorras del SEBIN o de la DGCIM, como si se tratare de un campo de exterminio nazi, se corre el riesgo de ser asesinado o sometido a las más horribles torturas, como el reciente caso del concejal Fernando Albán, quien, después de ser torturado y asesinado por esbirros del Gral. (Ej.) Gustavo González López, su cuerpo fue lanzado desde el piso 10 del SEBIN de Plaza Venezuela, para simular un suicidio.
No podemos concluir este escrito sin dejar claro que el pueblo venezolano ha agotado todos los medios constitucionales y pacíficos para salir del régimen opresivo, ilegítimo y dictatorial de Nicolás Maduro, y, por lo tanto, requiere de la ayuda internacional para la solución de la crisis que afecta al continente en general y a la región suramericana en particular.
Caracas, 10 de octubre de 2018.
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