RECORDANDO UNA ACIAGA FECHA PARA EL PUEBLO VENEZOLANO Y SUS FAN.
La Fuerza Aérea Venezolana fue fundada el 10 de diciembre de 1920 por el General Juan Vicente Gómez, Presidente de La Republica, verdadera génesis y no el 27 de noviembre del año 2020, como se quiere hacer ver al pueblo venezolano. Actualmente se han escrito artículos resaltando esta nueva efeméride y que no corresponden con la verdad histórica del 27 de noviembre de 1992, y como un soldado, que vivió los sangrientos momentos, deseo recordar el escrito que publiqué con anterioridad como ex – inspector de las FAN:
El pasado viernes, 27 de noviembre, se cumplieron 17 años de aquel luctuoso día en que las nubes se abrieron, para dejar caer fuego y metralla sobre un pueblo sorprendido y temeroso...Como testigo de lo ocurrido ese trágico día, todavía deploro y condeno la actitud asumida por quienes participaron, directa e indirectamente, en esas acciones criminales, pues no se debe calificar de otra forma... Lo sucedido ese día, secuela del 4FEB.92, tendrá que ser considerado como un acto de barbarie a la luz del Derecho Internacional y cuyas responsabilidades todavía no han sido lo suficientemente aclaradas ni condenadas. Algunos participantes de esa rebelión militar, han aprovechado la coyuntura de un régimen que glorifica los intentos de golpes de Estado, pues de ahí sus raíces, para escalar posiciones, ventajas personales y económicas, además de tergiversar las verdades de lo ocurrido en ese aciago día.
Sin intención de criticar una rebelión militar, mal planificada y peor dirigida, en donde se pasaron por las “horcas caudinas” todos los principios de Comando y Control, Planificación y Conducción de Operaciones, sin objetivos claros, sino causar terror, señalo la incapacidad de sus líderes que se lanzaron en una aventura delatada, disminuida y sin posibilidades de éxito. La desesperación por la toma del Poder, violando la Constitución y Leyes de la República en un acto demencial de fuerza, no justifica los hechos sucedidos ese día. La traición a la Institución y al Juramento ante la Bandera Nacional, el engaño al superior y al compañero, a los subalternos y hasta los mismos compatriotas, son “espadas de Damocles” que gravitarán sobre sus conciencias. Muchos venezolanos, civiles y militares, pagaron con sus vidas y con su sangre, la temeridad y la irresponsabilidad de pocos, que, amparados por el poder de fuego disponible al comienzo de ese día, llenaron de pánico y zozobra a Caracas, Maracay y Barquisimeto. Bombas, cohetes y ametralladoras de gruesos calibres contra fusiles y pistolas, fue el comienzo de esa desigual contienda fraticida el 27Nov.92. Atacar desde el aire a objetivos civiles, sin protección antiaérea, en ciudades abiertas, cuando los ciudadanos se dirigían a sus trabajos y los niños a sus escuelas, no tiene justificación y es condenable por la Corte Penal Internacional. Ninguno de los “líderes” de esa insurrección militar ha podido justificar los ataques a blancos civiles como: El coliseo de la Policía de Sucre, el Helicoide sede de la DISIP, el estacionamiento del Centro Comercial Tamanaco, el edificio del M.R.E y otros blancos militares como la Escuela de Aviación Militar en Maracay, la Base Aérea de Barquisimeto y los dormitorios del Regimiento de la Guardia de Honor. La euforia bélica desde el aire, comparada con el “síndrome del tiburón” causó muchas víctimas inocentes, perdidas cuantiosas de aviones y equipos militares, de obras civiles, así como el trauma en la población venezolana. Las pocas tropas insurrectas de tierra, también causaron sus víctimas y siguen sin esclarecerse los responsables de homicidios alevosos como lo sucedido en el Canal 8 y de los dos soldados ultimados, estando esposados, cerca de Miraflores. De las inocentes víctimas civiles, recuerdo el caso de un joven allegado a mi familia, se llamaba Jorge Felipe Marcano, tenía apenas 30 años de edad cuando murió por los impactos de balas, al transitar frente al Helicoide en momentos cuando ametrallaban la sede de la DISIP. Venía de amenizar la misa en la Iglesia San Salvador, donde tocaba el órgano. Era un joven bueno, sano e inteligente, estudiaba piano en La Escuela “José Ángel Lamas”, trabajó 15 años en la Iglesia La Catedral. Ayudaba a niños autistas y se había ganado una beca del CONAC para estudiar música en Rusia y lo más triste, era el único hijo de su desamparada madre... ¡Así como este caso de aflicción y dolor, cuantos otros sucedieron ese triste día! Los responsables de la insurrección militar del 27NOV92, C.A Grúber, C.A Cabrera y GB. Visconti, deben como un resarcimiento por los daños morales y espirituales causados a las familias de la víctimas- oficiales, sub-oficiales, tropas, policías y otros ciudadanos caídos ese día, solicitar, tramitar, insistir y conseguir del Ejecutivo Nacional, una pensión vitalicia para las madres, esposas e hijos de las víctimas fatales de esa aventura cruel. El Régimen dispone de suficientes recursos para ello, sin necesidad de que intervenga un Tribunal Internacional de Justicia, como ya sucedió...Igual razonamiento considero para los familiares de las víctimas del 4FEB92, otra fecha de luto y dolor.
Mientras no haya una verdadera justicia ni exista el imperio de las leyes, las heridas no cerrarán en esta Venezuela tuya, mía y nuestra. La Patria es primero. Fuera los invasores, vividores y chulos. ¡Hasta luego!!
Caracas, 30 de noviembre del 2020
GD. Oswaldo Sujú Raffo
Presidente IDEFV
Descargar texto en PDF: UN 27 DE NOVIEMBRE DE 1992
Pilotos de Caza, de la Fuerza Aérea Venezolana, actuantes en el 27 de Noviembre de 1992. De izquierda a derecha: 1. Mayor (Av.) Pérez Escalona Oscar Dionisio, Piloto de Combate. 2.- Teniente Coronel (Av.) Castro Soteldo Wilmar Alfredo, Piloto de Combate. 3.- General de Brigada (Av) Visconti Osorio Francisco Efraín, Piloto de Combate e Ingeniero Aeronáutico. Fotografía: Por cortesía de Aporrea
FUENTE: LA PROTESTA MILITAR (III) / LA LISTA VISCONTI: Personal de la FAV involucrado en el 27N de 1992.
AFICHE CENTENARIO DE LA AVIACIÓN MILITAR VENEZOLANA. FUNDACIÓN 10 DE DICIEMBRE.