Por: Sebastiana Barráez. Twitter: @SebastianaB
Fue hace 20 años, el 22 de octubre de 2002, cuando un grupo de militares activos de alta graduación, se pronunciaron, en acto de resistencia en la Plaza Francia ubicada en Altamira, Caracas. “En este vigésimo aniversario es mandatorio, conmemorar los hechos trágicos generados por el régimen, al torturar y asesinar a quienes de buena fe, manifestaban su desobediencia. A ellos y sus familiares, nuestros tributos y gran reconocimiento por haber sufrido tan inesperada tragedia”.
Así lo refiere el Contralmirante Daniel Lino José Comisso Urdaneta, uno de los actores principales del histórico hecho, que llevó a un importante número de generales y almirantes a pronunciarse en Plaza de Altamira con el fin de “dar continuidad al mandato del soberano que había solicitado la renuncia de Hugo Chávez, el 11 de abril 2002, seguido de otra gran manifestación el 10 de octubre; reforzado con un paro cívico nacional; y en pleno conocimiento del hecho de que la dirigencia política, a pesar de ello, había decidido cesar las protestas hasta febrero 2003, para iniciar las diligencias del referendo revocatorio, desoyendo nuestras recomendaciones de continuar con la lucha en las calles”.
“El 06 de diciembre 2002, un sicario vinculado a Freddy Bernal, irrumpió en la plaza disparando y asesinando a tres personas: Keyla Guerra, Josefina Inciarte y Jaime Giraud, e hiriendo a otras 28. El 16 de febrero 2003, fueron hallados, en la carretera Cupo- Araira en la hacienda Palo Gacho, estado Miranda, los cuerpos de los soldados; Darwin Arguello, Ángel Salas y Félix Pinto, y la ciudadana Zaida Peraza, quien frecuentaba la plaza, todos con manos y pies atados, signos de tortura y tiros de escopeta: el régimen intentó inculpar a los militares de Altamira, pero no logró imponer su engaño. También fueron asesinados por el régimen: Maritza Ron, Germán Delgado, Rodolfo González y Efrén Velázquez (militar de la plaza). A todos ellos, rendimos nuestro tributo y oraciones por sus almas, ahora y por siempre”.
“Hoy, verificamos de manera irrefutable como, aquel incipiente régimen autoritario y deslegitimado del 2002, se ha convertido en un Grupo Delincuencial Organizado Transnacional, fortaleciendo y consolidando, sin freno, su nivel y capacidad de ocasionar; desgracia, destrucción y abandono, a un país y a su pueblo”.
Comisso Urdaneta propuso, que en el vigésimo aniversario, se recuerde el transcendental suceso. “Recordaremos el pronunciamiento transmitido por varios medios de comunicación, el cual sigue vigente y se ratifica por si solo, ante la catastrófica destrucción de la nación y el daño antropológico causado a los ciudadanos que hoy subsistimos tanto allá adentro, como en el exilio, siendo objeto de las dádivas, de estados amigos, que a bien quieran ofrecernos. Eternas gracias a ellos”.
Dice que desde el momento en que se hizo público el Pronunciamiento, “gracias a las coordinaciones del GD(GN) Felipe Rodríguez Ramírez y del ciudadano Orlando Urdaneta, entre otros, se materializó el fruto de una coordinación cívico militar, y se comenzó a gestar y a forjar una nueva forma de relación entre los militares que nos pronunciamos y los ciudadanos que allí acudían. Nos dábamos apoyo y fuerzas, mutuamente, para continuar con la lucha”.
“Se negoció”
Recuerda que el 26 de octubre 2002, “se celebró un Cabildo Abierto Extraordinario, convocado por el entonces Alcalde Metropolitano de Caracas, Alfredo Peña (f), en el cual se declaró y decretó, al espacio delimitado por la Plaza Francia de Altamira, como ‘Zona Liberada’ del régimen, en la cual regían el desconocimiento y la desobediencia constitucionales, hacia el tirano violador de la Constitución y su régimen”.
“En noviembre 2002, se dio la primera mesa de negociación entre el régimen y la oposición, con intermediación del secretario general de la OEA y del Centro Carter; en las primeras tres sesiones fueron incluidos dos militares de Altamira; el GD (EJ) Enrique Medina Gómez y el VA Héctor Ramírez Pérez, luego excluidos definitivamente. Eso facilitó que la agenda de la mesa no se centrara en la solicitud de renuncia, sino en una negociación para la celebración de un referendo revocatorio”.
Está convencido Comisso que “la plaza Altamira se consolidó como el centro motor de recolección de firmas”, además de haber crecido hacia Valencia y se proyectaba hacia Maracaibo y otras ciudades, generando fuerza en las asambleas de ciudadanos en Caracas, “razón por la cual la Plaza Altamira “debía ser desmontada” antes de la celebración de dicho evento electoral, cosa que ocurrió. Los resultados ya los sabemos”.
El homenaje
Reveló que son miles de centenares de personas quienes frecuentaron Plaza de Altamira, que dejaron sus testimonios plasmados de su puño y letra en los libros de visitantes. “Por su resguardo, a su debido tiempo serán publicados, tanto los testimonios como los nombres de las personas que nos honraron con su participación diaria y cercana, fortaleciendo el espíritu de resistencia que se ejercía en esa zona liberada”.
“Rendimos homenaje a quienes han fallecido, durante y en fecha posterior al término de las actividades en la plaza y que no tendrán la dicha de compartir la Nueva Venezuela, al menos en el plano terrenal: Magally Ríos, Lorena Moreno Leoni, Carmen Arenillas, Sandra Sánchez Parra, Omar Contreras, Carlos Bastidas, Maruja Beracasa, señor Penzo (señor mayor de guayabera blanca), Melchor Abol (op), Vasco Da Costa (preso y torturado), Manuel Rafael Rivero y su esposa Isabel Palacios de Rivero”.
Rinde especial reconocimiento “a nuestras esposas e hijos, quienes nos acompañaron en las mismas condiciones y circunstancias, asumiendo los riesgos que allí se podían presentar. Hoy todas nuestras familias sufren las consecuencias de tal disposición y sin embargo no se genera ningún signo de arrepentimiento, por el contrario, todos podemos vernos las caras de frente y bien en alto. Igual agradecimiento a nuestras madres, hermanos y amigos, que acudían a la plaza cuando podían y a pesar de los riesgos”.
Los militares
El contralmirante Comisso recuerda a quienes se pronunciaron en la Plaza Francia de Altamira.
Ejército
Generales: Enrique Medina Gómez, Félix Ruiz Guzmán, Henry Lugo Peña, Néstor González González, Rigoberto Martínez Vidal y René Sericia García.
Coroneles: Carlos González Caraballo, Félix Sánchez Sivira, Gustavo Díaz Vivas, John Pilieri Carmona, Alexander Rafo Navarro, Domingo Santana Gómez, Germán Morillo, Sarub Rojas, Richard Azuarte y Ricardo Bouza Baduell.
Tenientes coroneles: Ovidio Rodríguez Rodríguez.
Mayores: José Salas La Riva y Ulice Hernández Ferrer.
Capitanes: Wismerk Martínez Medina, Carlos Blondell, Otto Gebauer Morales, Alfredo Salazar Bohórquez y Ricardo Salazar Bohórquez.
Tenientes: Alex Aguirre Sánchez y Subteniente Gilberto Landaeta Vielma.
Sub Oficiales: César Medina Gómez.
Sargentos: José Velasco Efrén, Richard Barón Reyes, Luis Sánchez, Elvis González Reyes y Guevara.
Soldados: Darwin Istúriz Arguello (f), William José Rodríguez Muñoz, Jairo Sarmiento Briceño, Franklin Ortiz Figuera y Jorge Luis Solano Peche.
Armada y Marina Mercante
Almirantes: Héctor Ramírez Pérez, Daniel Comisso Urdaneta, Edgar Morillo González y Oscar Betancourt Patiño.
Capitanes de Altura: José Ballaben Bueno, Luis Espín Ramos, José Blandín Villegas, José Blanco Penin, Omar Fumero Pino, Enrique Carballo Rodríguez, Enrique Colomes Pedro’s, David Salazar, Iván Cabrera, Gustavo Naranjo La Grave y Leonardo Silva Prince.
Capitán de Corbeta: Miguel Yilales Arteaga.
Tenientes de Navío: Rodríguez Rivera Carlos;Ríos Rojas Antonio;Clement Blanco Henry; Solórzano Guerrero Isaac; y Villalobos Franchi Juan.
Sargentos: Guevara Torres Ramón; y Torrealba Jiménez Máximo.
Marineros: Salas Edwin; Ángel Salas Lozano (f); Sifontes Pedro; Arrivillaga Itriago; y Carmona.
Aviación
Generales: Pedro Pereira Olivares, Antonio Narváez Chacón y Clinio Rodríguez Obelmejías.
Mayores: Díaz Castillo y Hersomino Pérez.
Sargentos: Pinto Heras Félix (f); y Pinto Miguel.
Guardia Nacional
Generales: Carlos Alfonso Martínez, Felipe Rodríguez Ramírez, Edgar Bolívar Ramírez, Edgar Méndez Casanova, Oscar José Márquez (f), Ángel Sánchez Velasco; Díaz Vega Régulo (f); Añez Núñez Eugenio José, Dávila Navas Augusto y Rodríguez Infante José.
Coroneles: Carlos Hernández Martínez, Pérez Pernalete Gerardo, Contreras Rangel Jael, Trujillo Contreras Carlos, Martínez Griman Otilio, Suárez Viloria Milton, Arias Pernía Eduardo, Alfonso Cedeño Ricardo, Ortiz Zambrano Héctor, Grateron Mendoza Félix, Briceño Domínguez Oscar, Torres Rodríguez Edgar, Martínez Rodríguez Jorge, Silva Hernández Oscar, Hernández Paz Alexander, Semprun Valecillos Antonio, Cordero Rosales Teolindo y Escalante Ramírez Henry.
Tenientes Coroneles: Prieto Morales Miguel.
Mayores: José Wahab Coronado, Manuel Ramírez y Jesús Fuentes Marval.
Capitanes: Flores Rivero Pedro, Rojas López Iván y Carrero Araujo Leonardo.
Tenientes: José Colina Pulido, Luis Delgado Michelena, Samir Soler Polanco, Germán Valera López y Mora Juvenal.
Suboficiales: Belisario Sojo.
Sargentos: Juvenal Mora Pineda, Simón Vargas Duarte.
Soldados: Seudiel Medina Álvarez, Alberto Galarraga, Ramón Mirabal Dixon, José Luis Silva, César Núñez Pirela y Miguel Pinto Vera.
Qué decía el manifiesto
El llamado “Pronunciamiento de Militares Democrático” destacaba que “en Venezuela se ha monopolizado el Estado, secuestrando las instituciones, violando el estado de derecho, desconociendo el poder judicial. El Gobierno del presidente Hugo Chávez ha hostigado y perseguido a la iglesia, a las fuerzas sindicales, a los medios de comunicación social, a las organizaciones cívicas, al empresariado y a los partidos políticos”.
En función de eso los firmantes del documento dijeron, ese 22 de octubre, que el pueblo no puede obedecer a un gobierno “que ha cometido crímenes de lesa humanidad, como el monstruoso caso de Puente Llaguno, aun no resuelto; que ha desencadenado la más brutal corrupción de la cual conocemos sólo los más sonados casos, como el del FIEM, el FUS. El Plan Bolívar 2000 y tantos otros en ministerios y gobernaciones adictas al régimen; que ha triplicado la pobreza, liquidando programas sociales, prometiendo sin cumplir”.
Agregando, entre otras cosas, que “ha allanado hogares, de manera injustificada. Ha penetrado y politizado a la Fuerza Armada, buscando su liquidación institucional para sustituirla por fuerzas paramilitares, como los Círculos Bolivarianos. Ha atropellado a periodistas y dueños de medios con su discurso y con atentados directo a equipos e instalaciones físicas, llegando al asesinato de comunicadores sociales. Ha atentado contra el derecho de propiedad”.
Así mismo “ha amenazado con expropiar infraestructuras físicas de industrias y comercios que no se adhieren a la revolución Castro comunista. Ha utilizado el abominable sicariato político. Que establece fuerte lazos de compromiso con las FARC, el Castro- Comunismo, Libia e Irak, entre otros”.
Destacando que el entonces gobierno, a tarvés del presidente Hugo Chávez “ha sembrado, de manera programada y perseverante el odio entre los venezolanos, que ha pretendido sembrar diferencias raciales en un pueblo mestizo e igualitario a través de un discurso descalificador, prepotente, grosero y autoritario”.
En razón de esas, y otras razones, invocaron el artículo 350 de la Constitución, reiteraron, que “las FAN son democráticas y repudian un golpe de estado o un autogolpe”, anunciando que “nos declaramos en desobediencia legítima y desconocemos al régimen actual. Hacemos un llamado a todos los integrantes de nuestra Armada Nacional a que nos acompañen en esta misión a todo lo ancho y largo de nuestra patria y, esencialmente, a aquellos compañeros de armas que están en la jurisdicción del área metropolitana de Caracas, que se presenten en la plaza Altamira la cual declaramos territorio liberado de la FAN institucional”, agregando que “convocamos a la sociedad civil y al pueblo general para que se declare en desobediencia civil”, se plasmó en el documento de los oficiales.
Tomado de Infobae
FUENTE: FRONTERA VIVA
EDITADO POR:
Sammy Jesús Landaeta Millán.
Coronel Aviación.
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