Recuerdo que uno de los mundiales de futbol coincidió con la caída de un cometa en Júpiter; lo cual había llamado la atención, por supuesto, tanto uno como otro evento; pero, en especial, la caída del cometa se había seguido con un cierto interés, puesto que había sido un fenómeno astronómico muy llamativo; pero como son las cosas, entonces Arturo Uslar Pietri ponía énfasis en el hecho de que, en lugar de estar más pendiente la humanidad de dicho fenómeno; no estaba sino pendiente de 22 jugadores detrás de una pelota en un campo deportivo. Claro, quizás en la NASA era donde, posiblemente, se le había hecho un mayor seguimiento a la caída de dicho cometa en el planeta gigante, y de lo cual se reportan hoy en día en los canales de Youtube los resultados del impacto meteórico, es decir, parecía absurdo ese increpación del viejo Uslar Pietri; lo que se explica en una conciencia, como la suya, de carácter ilustrativa, y no hay que pasar por alto, que fue un hombre que siempre se preocupó por la ilustración de su pueblo; sólo que no tomaba en cuenta, lo que ya venían advirtiendo los filósofos modernos, a partir del discurso sobre la hegemonía, de lo que llamaban la cultura de masas; primeros pasos de la era de la globalización, signada, sobre todo, por los medios de comunicación, con la aparición de la radio y, luego, de la televisión, y de allí la expresión "medios de masas" (mass media). Yo tuve un profesor en la escuela de comunicación social de la UCV, de pensamiento comunista, que se indignaba, cuando tenía que referirse a dicha expresión:
-Yo no me considero de la masa –decía-. Porque ser de la masa, no sólo era estar alienado, sino también enajenado y cosificado. El hombre se vuelve un objeto; una mercancía, comenzando por su naturaleza. La globalización arranca a partir de la aparición de la pólvora y de la brújula; lo que permite, al mismo tiempo, abrir caminos, y orientarse a la manera de Cristóbal Colón que, gracias a ese aparatico, que le ubicaba los puntos cardinales, descubrió un nuevo continente. De modo que a partir de allí el mundo se encadena; comienza a prevalecer el concepto científico de humanidad, por el que hasta entonces había prevalecido, bajo la visión de mundo cristiana. Pero, se ha llegado hasta allí gracias a la imprenta, asimismo, que permite la difusión de las ideas: primera forma de globalización; y lo que viene a continuación es la cultura del progreso; que no se monta sino por procesos comunicativos; impulsados por el desarrollo de la ciencia y de la técnica. Otra cosa que no toma en cuenta Uslar Pietri es que, mientras la ciencia le habla a la razón del hombre, es decir, la caída del satélite sobre el gigante del sistema solar, la festividad futbolística le habla a sus sentidos. Incluso, aquí viene al caso citar, lo que se ha dicho de las secuelas, que deja en la psiquis del sujeto la pérdida de su equipo favorito; que no se compagina con la euforia, que le produce su victoria.
Por supuesto, lo hemos visto en este mundial, a propósito de la arrogancia de un Kylan Mbapee; malhumorado, porque no ganó su equipo o Francia no se coronó por tercera vez como campeona mundial; mientras hay un Leonel Messi muy humilde; sencillo, que guardó compostura al momento de celebrar el triunfo de su equipo argentino; cuando más bien, ha ofrecido muestras de una gran modestia; con motivo de una respuesta que le ha dado, al hecho de que se le considere el mejor jugador del mundo y, en ese sentido, ha respondido que, por el contrario, él se considera un buen jugador más del elenco. Sabe que por encima de él están figuras muy sobresalientes, como Pelé, el polémico Maradona, Beckembauer y así, sucesivamente, cada país tiene su héroe, al respecto en materia futbolística y en su momento determinado. Por supuesto, no dejó de ser grotesco el gesto de celebración del portero del equipo de Argentina, al recibir el premio como el mejor jugador del campeonato, y darle un carácter falocrático al trofeo, una vez que se enfocó hacia la fanaticada deportiva; lo que ofendió al pudor público; al contrario de Messi, que más bien celebraba como un niño la copa de oro, portándola en sus manos.
Uno diría que fue una insolencia, la que se permitió el portero de marras; para chocar a ese mundo atrasado y cerrado de Catar, y que impuso una serie de condiciones, de acuerdo a sus dogmas puritanos; que, precisamente, no van con una festividad de este tipo. De hecho, se dice que fue condenado a recibir una serie de latigazos un mexicano, que se filmó, cuando introducía una botella de licor agazapada en una chaqueta, y cuyo video lo lanzó a las redes sociales; que fue precisado, posteriormente, por las autoridades, y condenado a tal suplicio; lo cual indignó al mundo entero; aun cuando ya estaba patente la circunstancia de que, de pronto, se descubrió que se había cometido un gran error, el haber aprobado la celebración de este evento en un Estado islámico, se repite, muy arcaico, en cuanto a sus costumbres; empezando, por la segregación que sufren las mujeres; aparte de la violación de los derechos humanos y que, de hecho, la construcción de la infraestructura deportiva destinada a tal evento, dejó un saldo de 6 mil 800 obreros muertos; teniendo presente las condiciones de esclavitud, en las que se desempeñaron; casi todos provenientes del Africa.
Incluso, lo llaman "El Mundial de la Vergüenza"; visto que todo comenzó, cuando Michel Platini es invitado a un almuerzo en el palacio de gobierno francés, por parte de Nicolás Zarkozy; en el cual estaban presentes los emires de Qatar. ¿El propósito? Que el famoso futbolista galo impusiera en la FIFA la realización del Mundial-2022 en dicho país. A cambio de la compra a Francia, por parte de esta gente de una flota de aviones de guerra y un sistema de antimisiles. Una jugada que arrastró hasta la propia vicepresidenta del parlamento europeo Eva Kaili; presa, acusada de admitir soborno por parte de esta gente en su afán por llevarse este mundial para su casa; quizás para dárselas de país de primer mundo.