De FAN a partido armado
De
miembros de una Fuerza Arma apolítica, los militares venezolanos están
llamados a convertirse en Partido Armado político. Insólita metamorfosis
que, con pasmosa sinceridad, el propio Presidente había anunciado horas
antes, cuando, al dirigirse a los cadetes de la Universidad Militar
Bolivariana sentenció: "Aquí estamos formando la patria nueva"
OSWALDO BARRETO
A lo largo de los trece años de
ejercicio de poder por el Presidente Hugo Chávez, las Fuerzas Armadas de
Venezuela han sufrido considerables modificaciones.
Modificaciones de forma como de fondo, podríamos decir, utilizando un lenguaje ajeno al dominio castrense, para aludir al cambio de nombres, de composición y de funciones que el Presidente les ha impuesto a escala de los diversos cuerpos que las componen y del conjunto mismo de todas ellas.
Modificaciones de forma como de fondo, podríamos decir, utilizando un lenguaje ajeno al dominio castrense, para aludir al cambio de nombres, de composición y de funciones que el Presidente les ha impuesto a escala de los diversos cuerpos que las componen y del conjunto mismo de todas ellas.
Pero, por distinta que sea esta Fuerza
Armada Bolivariana con la que Chávez ha querido sustituir a las Fuerzas
Armadas Nacionales, sus características primordiales, esto es, sus
diversas funciones y relaciones con el Estado y la sociedad civil,
seguían siendo similares a las que se establecen en la mayoría de
constituciones y leyes de todos los países.
En efecto, del artículo 328 de la
Constitución bolivariana (plenamente vigente, a pesar de todas las
tentativas de modificarlo) y de los limites que ese texto impone al
legislador, se desprende que la Fuerza Armada Bolivariana es una
institución "esencialmente profesional" y "sin militancia política" y
que está llamada a "cooperar en el mantenimiento y el orden interno y la
participación activa en el desarrollo nacional", de acuerdo con la
Constitución y las leyes.
Y se está de acuerdo con la Constitución y las leyes en este dominio cuando, por una parte, toda acción de la FANB tiene que someterse al control de los poderes públicos y, por la otra, de acuerdo con la Constitución, ante todo someter su acción al control de los poderes públicos, particularmente al control del Presidente de la República y se cumple rigurosamente con lo pautado en el artículo 330: prohibición de "participar en actos de propaganda militancia o proselitismo político".
Y se está de acuerdo con la Constitución y las leyes en este dominio cuando, por una parte, toda acción de la FANB tiene que someterse al control de los poderes públicos y, por la otra, de acuerdo con la Constitución, ante todo someter su acción al control de los poderes públicos, particularmente al control del Presidente de la República y se cumple rigurosamente con lo pautado en el artículo 330: prohibición de "participar en actos de propaganda militancia o proselitismo político".
Así eran las cosas, al menos en teoría,
hasta hace apenas dos días, cuando el acto de transmisión de mando del
ministro de la Defensa y de los Jefes de algunos cuerpos militares, se
convirtió en ocasión propicia para que los hombres de uniforme se
emanciparan abiertamente de la prohibición constitucional de participar
en política. Radical, por no decir revolucionaria mutación, que se hizo
evidente, ante todo en el comportamiento del presidente Hugo Chávez.
Así, contra la disposición
constitucional que pauta que el Presidente, en tanto que representante
de los poderes públicos, los poderes civiles, está en la obligación de
dirigir, vigilar, controlar la acción de los militares en todos los
terrenos, el teniente coronel Hugo Chávez resolvió imponer al Presidente
electo la decisión de convertir a los militares en activistas políticos
y fanáticos propagadores de una determinada corriente política.
De miembros de una Fuerza Arma
apolítica, los militares venezolanos están llamados a convertirse en
Partido Armado político. Insólita metamorfosis que, con pasmosa
sinceridad, el propio Presidente había anunciado horas antes, cuando, al
dirigirse a los cadetes de la Universidad Militar Bolivariana
sentenció: ""Aquí estamos formando la patria nueva.
Siéntanse orgullosos de ser cadetes de oro de la patria nueva, de la patria de oro". Cadetes de la patria socialista que ha inventado Hugo Chávez, en la cual no creen ni los partidos políticos que lo siguen
Siéntanse orgullosos de ser cadetes de oro de la patria nueva, de la patria de oro". Cadetes de la patria socialista que ha inventado Hugo Chávez, en la cual no creen ni los partidos políticos que lo siguen