Imágenes del presidente venezolano, Hugo Chávez, protegidas con
plástico, se venden en una calle de Caracas. El gobierno anunció que el
mandatario se encontraba en un hospital de la capital, bajo tratamiento
médico.
MANUEL CORAO:
Venezuela en pedazos
Nadie duda que en Venezuela exista una grave crisis de gobernabilidad. Pero en realidad, ese término es usado indebidamente en virtud de la costumbre fonética al referirnos a lo que hoy acontece en el país. En la patria distante no hay gobierno ni compromiso alguno con el pueblo; desaparece el liderazgo social. Para Hugo Chávez, los Castro, Maduro y su combo solo somos un grupo a quienes odiar y otro conjunto someter.
A esta circunstancia de conducción y adversidad política
debemos sumarle el derrotero económico caracterizado por una severa
devaluación del 32% del signo monetario, BsF, escasez de productos
básicos a precios regulados y la corrupción que a decir de informes
desaparece mas allá de nuestras fronteras el 40% de las divisas
presupuestadas para el uso de corporaciones del estado encargadas de la
importación de bienes esenciales, con la consecuente hambruna. La
ausencia de puestos permanentes para trabajos como derivación en las
expropiaciones de sociedades eficientes en manos del sector privado sin
honrar el compromiso, para convertirlas en fantasmas de su pasado; como
también la discriminación del natural para darle paso a ese importado y
sus empresas forasteras en la adjudicación de obras públicas, nos depara
un sombrío futuro.
De igual manera, la administración de justicia carece de mecanismos idóneos que permitan acelerar los actos procesales. En justicia deben dejar la libertad al inocente sin pérdida de sus convicciones y la reclusión a ese convicto respetando los derechos humanos en ambos casos. Hoy por hoy la autoridad carcelaria reconoce que solo siete de treinta recintos están en manos del estado; cuando observamos que el 98 % de los delitos cometidos no llegan ser juzgados.
Tema de análisis a destacar es la condición social del ciudadano en cuanto a la convivencia se refiere. Los venezolanos sufren por iniquidad de responsable legal la acción generalizada del hampa. En el primer semestre del pasado año 2012 las estadísticas arrojaron en Venezuela 52 muertos por día, lo cual lleva a un total nacional de 9,510 homicidios entre enero y junio.
En reiteradas oportunidades me negaba a reconocer que los venezolano como hijos de esta tierra que nos vio nacer valemos poco para el gobierno de Chávez, pero al ver las preferencias que el mandador siente por otras naciones a las cuales otorga privilegios que niega al nacional, no me queda más que ratificar mi convencimiento que nos encontramos ante una fuerza invasora cuyo representante es el hoy estropeado mandatario sometido a los vaivenes de su quebradiza salud. Basta para saber que ello es así observar el lenguaje escrito que sobre las áreas operativas en obra grafican. El idioma no es local; es ajeno; muy distante del Mercosur. Las posiciones profesionales y por ende de buenos salarios las disfrutan los oriundos de su estado de origen. Solo los trabajos del nivel inferior se lo adjudican a los criollos bajo contrataciones que ninguna estabilidad garantizan durante el desempeño de la ejecución. Como muestra las constantes reclamaciones públicas que deben llevar adelante los trabajadores calificados de eventuales para el reconocimiento de sus derechos laborales y prerrogativas que de tal relación se desprenden.
Esta política de maltrato hacia el oriundo la continuará aplicando sistemáticamente esta jefatura para lograr empobrecer a la generalidad de la población para entonces obligarlos a venir al poder central y solicitar de favor hasta el agua que habrán de beber sus hijos, aun cuando tengan títulos universitarios y destacados logros científicos. Al igual que en la Cuba comunista en la Venezuela de hoy solo el culto a la personalidad y las arengas son los méritos requeridos para recibir estímulos económicos y reconocimientos por parte de la autoridad, quienes son a su vez los empleadores.
La nueva Ley Orgánica del Trabajo de reciente incorporación, su aplicación, ha traído para patronos y trabajadores múltiples inconvenientes. Esta persigue dar un día más de descanso al jornalero para incorporar tal período con el tiempo a la formación política de base. Para ello deben ajustarse los horarios y sus turnos a nuevas programaciones. La falta de servicios públicos adecuados, instalaciones de cuido y educación de sus descendientes acorde a las nuevas tandas, han hecho casi imposible su implementación.
Para los industriales, las nuevas indicaciones aprobadas inconsultamente con el sector proactivo del estado, atenta contra la oferta de bienes y servicios por una considerable baja en la productividad. Ya la inamovilidad laboral era un serio escollo a superar.
José M. Insulza, secretario general de la OEA, convoca a tomar decisión ahora en Venezuela. Sin autoridad legítima y con unos advenedizos al asalto de la voluntad popular, los venezolanos debemos ponderar la democracia como sistema. En momentos que las potencias dudan de la justicia de los acuerdos establecidos para el pillaje de nuestras riquezas, es la hora para exigir con operaciones reglamentarias se cumpla la Constitución, respeten nuestra independencia de los poderes y honremos la patria de Bolívar deslastrando del territorio los timadores. Apoyemos la iniciativa estudiantil, el instante es ya; que Dios nos acompañe.
De igual manera, la administración de justicia carece de mecanismos idóneos que permitan acelerar los actos procesales. En justicia deben dejar la libertad al inocente sin pérdida de sus convicciones y la reclusión a ese convicto respetando los derechos humanos en ambos casos. Hoy por hoy la autoridad carcelaria reconoce que solo siete de treinta recintos están en manos del estado; cuando observamos que el 98 % de los delitos cometidos no llegan ser juzgados.
Tema de análisis a destacar es la condición social del ciudadano en cuanto a la convivencia se refiere. Los venezolanos sufren por iniquidad de responsable legal la acción generalizada del hampa. En el primer semestre del pasado año 2012 las estadísticas arrojaron en Venezuela 52 muertos por día, lo cual lleva a un total nacional de 9,510 homicidios entre enero y junio.
En reiteradas oportunidades me negaba a reconocer que los venezolano como hijos de esta tierra que nos vio nacer valemos poco para el gobierno de Chávez, pero al ver las preferencias que el mandador siente por otras naciones a las cuales otorga privilegios que niega al nacional, no me queda más que ratificar mi convencimiento que nos encontramos ante una fuerza invasora cuyo representante es el hoy estropeado mandatario sometido a los vaivenes de su quebradiza salud. Basta para saber que ello es así observar el lenguaje escrito que sobre las áreas operativas en obra grafican. El idioma no es local; es ajeno; muy distante del Mercosur. Las posiciones profesionales y por ende de buenos salarios las disfrutan los oriundos de su estado de origen. Solo los trabajos del nivel inferior se lo adjudican a los criollos bajo contrataciones que ninguna estabilidad garantizan durante el desempeño de la ejecución. Como muestra las constantes reclamaciones públicas que deben llevar adelante los trabajadores calificados de eventuales para el reconocimiento de sus derechos laborales y prerrogativas que de tal relación se desprenden.
Esta política de maltrato hacia el oriundo la continuará aplicando sistemáticamente esta jefatura para lograr empobrecer a la generalidad de la población para entonces obligarlos a venir al poder central y solicitar de favor hasta el agua que habrán de beber sus hijos, aun cuando tengan títulos universitarios y destacados logros científicos. Al igual que en la Cuba comunista en la Venezuela de hoy solo el culto a la personalidad y las arengas son los méritos requeridos para recibir estímulos económicos y reconocimientos por parte de la autoridad, quienes son a su vez los empleadores.
La nueva Ley Orgánica del Trabajo de reciente incorporación, su aplicación, ha traído para patronos y trabajadores múltiples inconvenientes. Esta persigue dar un día más de descanso al jornalero para incorporar tal período con el tiempo a la formación política de base. Para ello deben ajustarse los horarios y sus turnos a nuevas programaciones. La falta de servicios públicos adecuados, instalaciones de cuido y educación de sus descendientes acorde a las nuevas tandas, han hecho casi imposible su implementación.
Para los industriales, las nuevas indicaciones aprobadas inconsultamente con el sector proactivo del estado, atenta contra la oferta de bienes y servicios por una considerable baja en la productividad. Ya la inamovilidad laboral era un serio escollo a superar.
José M. Insulza, secretario general de la OEA, convoca a tomar decisión ahora en Venezuela. Sin autoridad legítima y con unos advenedizos al asalto de la voluntad popular, los venezolanos debemos ponderar la democracia como sistema. En momentos que las potencias dudan de la justicia de los acuerdos establecidos para el pillaje de nuestras riquezas, es la hora para exigir con operaciones reglamentarias se cumpla la Constitución, respeten nuestra independencia de los poderes y honremos la patria de Bolívar deslastrando del territorio los timadores. Apoyemos la iniciativa estudiantil, el instante es ya; que Dios nos acompañe.
FUENTE: El Nuevo Herald