¿LA VENEZUELA DEL SIGLO 21, SIN RUMBO?
Diálogo entre nosotros, la gente común.
Luego de los resultados del 21-N, las explicaciones de los sempiternos analistas sobre los resultados y su interpretación entre participantes y abstencionistas, siguen reduciendo la salida de la crisis política al mero evento electoral. A pesar de las desviaciones encontradas antes del proceso, y las que se evidencian en Barinas, donde Contraloría, TSJ y Poder Ejecutivo, con la anuencia del CNE, asaltaron la región. Actuaciones denunciadas por la comunidad internacional, pero aunque parezca raro no por las fuerzas opositoras de la MUD y otras entelequias partidistas.
Una dirección política sin brújula, desgastada e involucrada en hechos de malversación, no logra vislumbrar una estrategia definitiva. Debido al alto nivel de abstención y los pírricos resultados obtenidos o “cedidos”, queda comprobado el señalamiento de servirle de tonto útil a la dictadura. Ahora, una alharaca de reivindicación partidista ante el fracaso en la convocatoria opositora, pretende hacer ver que la reconquista de Barinas será algo heroico. Manipulación negociada.
Cómo se organiza y se aprovecha esa manifestación individual de la abstención (85%) que no tiene una conducción responsable por el actual liderazgo, que desde 2005 hasta el presente 2021, no ha sabido capitalizar todas esas abstenciones descomunales e insiste en ir a los procesos electorales en total desventaja con la misma tónica de que las elecciones “sean como sea”, son la única salida. Luego de contabilizados los votos, los abandona olímpicamente mediante algunas denuncias pasajeras, para luego comenzar de cero en el próximo lance electoral. No se justifica, pero si se entiende el porqué.
Ante la ya demagógica e interesada frase “se demostró que el voto es el arma ciudadana”, los hechos contradicen este sumiso lamento. La actual dirigencia opositora, ha preferido entregarse, y como los Alacranes, han preferido cohabitar. En Venezuela, el problema sigue siendo la falta de compromiso, de allí que la gente prefiere delegar la lucha en los cascarones opositores sin asumir el sacrificio para afrontar los cambios que necesitamos. Esta es la razón de que los “vivos” sigan jugando con las mismas tácticas del pasado político.
Ante la cruel realidad, lo social sucumbe bajo la inflación, y el estancamiento productivo se esconde bajo la burbuja de los negocios de todos los tamaños que expenden alimentos y artículos electrónicos, y que son la cadena final de los importadores mayores del alto gobierno y de los “enchufados”. Hay que insistir en un encuentro de las fuerzas sociales no cabalgadas por los partidos políticos, que siguen apropiándose descaradamente de la lucha de otros sectores, tal como la de los trabajadores.
Se debe de inmediato, sin notificación y sin dilaciones crear un espacio de distensión que reúna todos los sectores de la vida laboral, económica, social, académica, religiosa y política, a fin de promover acciones de reconstrucción nacional que incluya la procura de elecciones generales, supervisadas por entes calificados. Embarcarse en el Revocatorio Presidencial 2022, olvidando lo sucedido en 2004 y 2016, y sin definir estrategias políticas, significara una nueva frustración.
Factores de poder internos y externos, sesgan la información y promocionan a los de siempre, pues son los que resultan elegidos. La mayoría de ellos discretamente escondidos, en estos años de fiera lucha. Convencidos estamos de sacar el país adelante, pero el liderazgo emergente en todos los sectores debe deslastrarse de esas manipulaciones partidistas y de las redes mediáticas tarifadas.
Es bueno rezar y enviar oraciones, pero como decían los griegos; “los cielos nunca ayudan a los hombres sin voluntad” Es necesario no rendirse, ni distraernos en las redes tendenciosas y desmoralizadoras, y menos aún, “buscar en el pasado político, las soluciones del presente”. Hagamos nosotros lo que nos corresponde, siempre hay tiempo de volver a empezar con entusiasmo ni miedo, ya es tiempo de hacerlo. La agotada vía a través de los partidos, ha decretado su epitafio final.
“El camino hacia la gloria, es el sendero de la obligación“
Cesar Guillen Citterio-Fedepetrol Carabobo.