No voy a repetir los inenarrables y sórdidos episodios
imputables al actual alto mando militar (y a los precedentes en los años
del régimen chavista), que hicieron el antimilagro de convertir a la
institución militar, históricamente evaluada como una de las tres más
respetadas y respetables del país, sitial en el que se alternaba con la
Iglesia católica y los medios privados de comunicación social, en esta
otra que ocupa ahora junto con el tribunal supremo de justicia y el
ejecutivo nacional el hueco de las tres más desacreditadas y
corrompidas. Esta fuerza armada que a fuer de las malandanzas de sus
jefes ya nadie quiere, ni teme ni respeta debe cargar como un todo, sea
por sus acciones, silencios, tolerancias y omisiones, la carga del
desprecio nacional. Sin volver a repetir el lodo de corruptelas que
arrancan del plan Bolívar 2000 y traiciones como el abandono de nuestra
histórica reclamación del Esequibo, su papel de concubina de la
guerrilla narcoterrorista colombiana y su conducta de pantalones abajo
frente al dominio castro-cubano en áreas estratégicas como seguridad
militar y civil, servicios de identificación y extranjería (cédulas y
pasaportes), notarias y registros, puertos y aeropuertos, política de
importación y mercadeo de alimentos, el regalo de nuestras riquezas a
otros países mientras nuestro pueblo carece de alimentos y medicinas y
pare de contar, ahora se suma el papel de apéndice político del partido
de gobierno.
Rueda mundialmente la atrocidad firmada por el ministro Vladimir
Padrino López que consta en un documento “reservado” del ministerio en
el que se ordena cerrar filas contra un acto del Poder Legislativo
Nacional, la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional. En su documento,
al que le colocó el logo y los símbolos militares (obviamente filtrado a
la opinión pública y a los medios de comunicación por militares que lo
recibieron) el ministerio de la defensa acogió como propio el texto
elaborado por los diputados del bloque de la patria (es decir el psuv)
para cuestionar dicha ley denominándola “ley de amnesia criminal” por
decretar la libertad de 105 presos políticos y expone “11 razones para
rechazarla”. En realidad, ni capaz fue de producir una sola razón, pues
le bastó con reproducir los argumentos del presidente y de los diputados
gubernamentales.
El pasado 6 de abril en un acto en el auditorio del ministerio,
Padrino López repitió ante el estado mayor superior, oficiales generales
y almirantes de las ZODI capital, Miranda y Vargas, los argumentos del
psuv y dijo que objetaba la amnistía “por ser un adefesio que acabaría
con la disciplina militar”. ¿Cuál disciplina militar? ¿Esta de traición a
la Patria, de la corrupción, el narcotráfico del cartel de los soles y
el desabastecimiento alimentario manejado por funcionarios militares? El
segundo documento (Instructivo № 02488) detalla cómo se desarrollará
“la jornada de concienciación” en todo el ámbito militar (en las REDI,
comandos generales, unidades operativas, institutos educativos y
dependencias militares) desde el 4 hasta el 11 de abril. Al cabo de tan
sesudas jomadas, “los componentes recogerán las conclusiones y enviarán
informes a mindefensa y éste al presidente Nicolás Maduro”. Uff.
Estamos padeciendo las consecuencias de la nefasta participación de
los militares en política. Desde que Chávez y su grupo de felones
resucitaron el 4 de febrero de 1992 la maldición del ciclo de los golpes
militares en Venezuela y sacó a los militares de los cuarteles para
convertirlos en militantes partidistas, echó las bases de la tragedia
que actualmente padecemos. Llevamos 17 años corridos de gobierno militar
(ahora presidido por un civil) y eso es lo que explica su fracaso, que
es el mismo fracaso histórico de todos los regímenes militares. Maduro,
preso de sus militares y carcelero de sus adversarios políticos, tiene
la principal responsabilidad por haber hecho las concesiones que ha
hecho para que el alto mando lo medio sostenga (mientras más se sostenga
por ellos más depende de ellos) pero eso no ha enfriado en nada el
hervidero militar que se halla tan fracturado como el sector político
civil. Que le pregunte a Padrino López la vaina de “los centauros”. Pero
también sucede que las instituciones que sostienen a Maduro (alto mando
y tsj) son tan frágiles como él y han incurrido en ilícitos que no
prescriben. Será por eso que temen debatir y que andan afanosos raspando
la olla.
Fuente Primaria: @ADemocratica @notiamanece
ENLACE: NotiAmanece