Huyes por qué el peligro de un sistema político criminal acecha inesperadamente.
Por: Carlos Rosales.
Director de Información y análisis de contenidos de la Sala Situacional Fuerza Pública en el Exilio.
Cada día son diversas las circunstancias que Forza la salida de familias venezolanas, hoy se suma a esta estadística la ciudadana Yesenia Coromoto Rodríguez Navarro en compañía de una de sus hijas con una condición especial auditiva, y esta es otra historia que forzó a este grupo familiar a huir de la atroz persecución del régimen criminal que dirige Nicolás Maduró Moros, donde no hay más opciones, ante la persecución no solo contra figuras públicas, sino para cualquier persona que piense distinto o este relacionada con perseguidos políticos.
La historia de Yesenia Coromoto Rodríguez Navarro tiene muchas páginas por escribir, inesperadamente cae en el radar de la inteligencia venezolana, cuando decide pernoctar en la residencia de los padres biológicos de su pareja sentimental, es allí donde empieza un seguimiento junto a una de sus hijas, en fecha 17 de enero de 2020 está previsto la cita para el trámite de visado y el plan era reencontrarse con su amor en el Perú, pero lo que desconocía Yesenia Rodríguez es que el inmueble propiedad de sus suegros estaba siendo monitoriado por la inteligencia militar de Venezuela, allí en los alrededores se encontraban unidades rústicas con vidrios polarizados, especialmente vehículos Toyota Tacoma sin placas, sin imaginar que la vivienda estaba bajo una constante vigilancia, luego de pasar la noche y presentarse al día siguiente en el consulado del Perú, retorna a su residencia en la ciudad de Valencia del estado Carabobo, días subsiguientes es sorprendida con la presencia de los mismos vehículos, estacionados a las afueras del conjunto residencial donde está su inmueble, y así sucesivamente en las diligencias domésticas a los supermercados se presentaban sorpresivamente estos automóviles, sin lugar a dudas, la situación se tornó preocupante, por lo que tomo la decisión de irse de su vivienda con rumbo al tigre en el estado Anzoátegui, allí permaneció durante unos meses y nuevamente aparecen la unidades vehiculares que venían efectuando el mismo seguimiento, por lo que se sintió obligada a tomar una nueva decisión, alejarse de la residencia de uno de sus parientes y trasladarse a la ciudad de Puerto Ordaz en el estado Bolívar, inicialmente la salida se organizó para irse al Brasil, pero el plan cambio en razón de las diversas alcabalas que están monitoriadas por la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (DGCIM), el temor de un secuestro estuvo latente y esto conllevó a tomar una ruta distinta, que finalmente le permite salir fuera del país con dirección al Departamento al norte de Santander de Colombia, es así como luego de varios meses de cambios de residencia logra huir fuera de Venezuela, dejando atrás sus raíces familiares y las experiencias de más de cinco (5) décadas vívidas en el nación caribeña.
Cabe preguntarse cuál es la razón de este seguimiento hacia estas mujeres por parte de la inteligencia militar? Es algo simple, como es de costumbre una de las líneas de intolerancia del régimen de Nicolás Maduró, en su agenda de persecución política, no solo apunta a las personas que están en el radar de su búsqueda, sino para aquellos que estén ligados personalmente con los que hoy son perseguidos políticos, especialmente las personas que piensan distinto, sino también a sus familiares y los que tienen una relación emocional sentimental, es una nueva metodología para forzar la entrega de aquéllas personas que son objetivos políticos y militares debidamente definidos por el sistema, y en consecuencia el hecho que Yesenia Coromoto Rodríguez Navarro este ligada emocional y sentimentalmente con uno de los principales testigos, hoy promovido ante la Corte Penal Internacional por crímenes de Lesa Humanidad, hace que su persona, igualmente sea un objetivo político y militar de interés para el sistema Criminal, que actualmente esta siendo investigado por el despacho de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional.
Es relevante señalar situaciones de evidencia irrefutable de un fenómeno atípico de este tipo de persecución en Venezuela: Está el antecedente de detención de la ex senadora Haydée Castillo y su esposo Antonio López, que fueron privados irregularmente de su libertad por el simple hecho de ser los padres del perseguido político, y asesinado por el régimen Antonio López Castillo, la detención inconstitucional contra Dayana Santana por ser la esposa de Luis Alejandro Díaz Pimentel, hoy asesinado por la Fuerza Pública del Estado venezolano, la ciudadana Anny Chávez hoy con protección internacional quien estuvo ligada sentimentalmente con el ex Policía Óscar Alberto Pérez, quien fue asesinado por órdenes de Nicolás Maduro el 15 de enero de 2018, donde además la ciudadana Aminta Pérez madre de Óscar Pérez, huye del país y recibe protección internacional en los Estados Unidos, lo cual fue igualmente acordado durante la administración del Ex Presidente Donald Trump para la madre de los Hijos de Óscar Pérez y sus hijos menores, incluso cabe mencionar al ciudadano Luis Guillermo Parra Navas y su esposa que se vieron afectados y obligados a abandonar Venezuela por tener amistad con el ex policía asesinado, en esta secuencia son incontables las personas que han huido de Venezuela, siendo afectadas por la persecución policial al estar vinculados a perseguidos políticos, en un País donde incluso denunciar ante el Ministerio Público no te garantiza Justicia, sino todo lo contrario te expones, ante la falta de separación de los poderes públicos, que están bajo la sujeción del dogmatismo ideológico oficial.
La vida de una persona es el principal Derecho Humano Fundamental contenidos en importantes resoluciones de las Naciones Unidas, especialmente la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aspiramos que la ciudadana Yesenia Coromoto Rodríguez Navarro se encuentre en un lugar seguro, que le permita resguardar su integridad física junto a su grupo familiar, y seguimos desde esta ventana atentos a su caso y de los ciudadanos venezolanos que merecen acogida internacional.
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