NO TODO EL SECTOR EMPRESARIAL ES CONFORMISTA. (I)
Es posible que
ante todo este trágico panorama económico que por sus complejas características
la mayoría de la población poco entiende pero padece. Y que precisamente por
ser de poca comprension en sus causas, el gobierno hábilmente los manipula
achacándole al sector productivo nacional y al capitalismo mundial la culpa de
todos los males que actualmente padece Venezuela.
Es posible
también, que la mayoría de los que si entienden lo que pasa, no alcancen a
comprender el ¿por qué? los gremios empresariales actúen de una forma que
algunos califican de “PRUDENCIA ESTRATÉGICA”
y otros, los más, de “SILENCIO CÓMPLICE”. Dejando una sombra de duda,
que por demás está caracterizada por la permanente coacción, extorsión y descalificación que
sobre este fundamental Sector de desarrollo de una sociedad moderna, ha
ejercido el gobierno en estos 15 años.
Ante esta
disyuntiva, debe mencionarse con justicia, que si existen posiciones muy firmes
y categóricas ante esta crisis que hoy padece nuestro país. Mención especial
merecen un conjunto de declaraciones públicas que a través de los medios de
comunicación ha realizado el presidente de la Cámara de Comercio de valencia y
director de Consecomercio, el Dr. Gustavo Sosa Izaguirre, quien de una manera
clara, contundente y sin temor ha venido advirtiendo y denunciando lo que en
materia económica padece y padecerá nuestro país si se sigue profundizando el
fracasado modelo económico socialista
del actual régimen autocrático y populista que lidera Nicolás Maduro.
El Dr. Sosa
Izaguirre ha dicho desde hace mucho tiempo y de forma reiterada, que aquí no
hay una “GUERRA ECONÓMICA” sino una “ECONOMÍA DE GUERRA”, lo cual dicho sea de
paso, son cosas muy distintas. Lo afirma diciendo con cifras reales que se ha
desmantelado el 80% del aparato productivo nacional y en ese mismo porcentaje
se han incrementado las importaciones de todo tipo de bienes y productos,
favoreciendo solo a sectores muy cercanos al gobierno nacional.
Cuando todo el
aparato productivo y comercial nacional estaba funcionando, los productos alimenticios,
las medicinas y los repuestos, se podían obtener en cualquier Supermercado,
abasto y hasta las bodegas. Las medicinas en pequeñas farmacias y los repuestos
en cualquier esquina. Se les conseguía de variadas marcas y presentaciones y el
consumidor podía escoger por precio y calidad según sus gustos y posibilidades.
Había de todo y para todos.
La actual
política económica del gobierno, ha ocasionado la devaluación progresiva de la
moneda y con ello el incremento de la escasez, que es lo que a la postre genera la inflación, porque el producto más
caro es aquel que no se consigue. A la falta de producción y al cerco del
productor privado debe agregársele una serie de trabas y condiciones (Muchas de
ellas simples extorsiones) que ha impuesto el gobierno y que afectan la
distribución de los ya escasos productos, estimulando la especulación en todos
los niveles.
El caso más
conocido actualmente es el denominado
“BACHAQUEO”, común ya en todos los centros de distribución de alimentos en el
país. Este es un fenómeno que resulta del “rebusque” o “ayuda” para compensar
el deteriorado salario de los venezolanos (Actualmente se necesita de 5
salarios mininos para comprar la cesta básica).
Es precisamente por la falta de empleo estable y bien
remunerado, que el venezolano debe destinar
íntegramente sus escasos ingresos, a la sobrevivencia de su familia.
Indicadores de
la Universidad católica Andrés Bello, reflejan el aumento de la pobreza en un
48%. Cifras que se tratan de ocultar con las consabidas concentraciones de
bochinche mediático, con los mismos burócratas y milicianos asalariados de
siempre. Convertido todo en ese triste y
patético circo ambulante en el que se ha transformado nuestro país.
CESAR GUILLEN
CITTERIO/ MOVIMIENTO LABORISTA
IMAGEN: Cortesía de Venezuela Empresarial/ Comerciantes al borde del colapso total