FOTO: Imágen REFERENCIAL, por cortesía de LA VANGUARDIA
El bolivarianismo de Chávez.
Enrique Meléndez.
Promovida por la burgomaestre madrileña, Isabel Díaz Ayuso, una exposición de fotografías, realizadas por el artista Alvaro Ybarra Zavala, viene de ser montada en la Puerta del Sol de Madrid, cuya figuración versa sobre la tragedia que se vive en este país, escenas de las condiciones de miseria y de penurias, que se ven a diario en nuestras calles o en nuestras barriadas; bajo el sugerente nombre dicha exposición de Bolivariano. Por cierto, que en ese sector, cerca de esa plaza en pleno centro de Madrid, hay una iglesia, en cuya entrada cuelga un cartel, que reza que allí se casó don Simón Bolívar con la madrileña María Teresa del Toro; lo que me llevó a pensar que España lo ha considerado uno de los suyos, y de acuerdo a lo que uno lee en sus proclamas, el lenguaje que usa, es el peninsular, es decir, se dirige a las tropas en segunda persona del plural, y no en tercera, como lo haríamos nosotros. Por lo demás, en el imaginario español rueda la especie de que los venezolanos los 17 de diciembre, a la hora en que fallece el Libertador, guardamos un minuto de silencio; por lo que todo el país se paraliza. Es decir, da para la imaginación ese culto que nosotros profesamos por nuestro máximo héroe; lo cual nos impone un reto existencial, como es el hecho de emularlo. En nuestra tradición oral se cuenta que en una oportunidad, un sujeto que aspiraba el cargo de prefecto de Caracas, y que se lo pedía al entonces presidente Antonio Guzmán Blanco cada vez que lo veía, hasta fatigarlo, y salirle aquél, finalmente, con una grosería; a lo que el otro le respondió:
-Hasta en lo grosero te pareces al Libertador-, un masaje al ego del "ilustre americano", quien de inmediato reflexionó, y lo complació en lo que le pedía; de modo que en ese reto de emulación al llamado "padre de la patria", que nace con nosotros, en Hugo Chávez se volvió un delirio incontrolado, al punto de que a Venezuela le puso el cognomento de Bolivariana; que en el fondo era su impronta, pues en términos subliminales, lo que quería decir era República Chavecista de Venezuela; tomando en cuenta que a partir de su persona en la presidencia de la República consideraba que se iniciaba la verdadera Venezuela, y no la que arrancó en 1811. Lo que explica su manía de ver a la nación a la manera francesa: primera, segunda, tercera… República, y que era cultivada por cierta izquierda, donde se formó Hugo Chávez en las décadas de 1970-80, comandada por Douglas Bravo. Pero en ese medio no se hablaba sino de una IV República, que se iba a consolidar, una vez que triunfara la revolución (se trataba de pequeños grupos aislados en armas); partiendo del hecho, de que la República, que se había restituido en 1830, luego de pertenecer a la Gran Colombia, era la III República; basada esta gente en aquel galicismo, que se permite el Libertador en el Manifiesto de Cartagena, donde explica las causas de la caída de la I República. Aquí habría que apuntar que la II República, que se instaura luego de la Campaña Admirable de Bolívar, donde él pasa a ser el jefe absoluto, la arrasa José Tomás Boves; después en 1819 nace la Gran Colombia, por lo que se disuelve, momentáneamente, Venezuela. ¿Por qué Hugo Chávez le pasó por encima a lo que sería la IV República, y entonces vino con la denominación V República? Aquí es donde se observa lo improvisado, que era el susodicho; pues lo que lo lleva a ese salto, es que al serle prohibida la utilización del nombre de Bolívar en el movimiento, que había nacido en los cuarteles, producto de una conspiración, que llevaba a cabo con un grupo de comandantes, mayores, capitanes y tenientes (comacates), y que luego derivaron hacia Movimiento Bolivariano 200 (MBR), entonces opta por hablar de un Movimiento Quinta República, ese quinta en números romanos, lo que da MVR, parónimo de MBR.
En Hugo Chávez es donde más se cumple esa idea de Marx, de que el aprendiz de dictador, primero llega con un ropaje de algún mesías, que lo ha antecedido: para, luego, al momento de apoderarse por completo del poder, entonces se despoja de aquel antiguo ropaje, para ostentar uno propio. Es decir, para Chávez el Libertador era eso, un ropaje; porque nunca manejó sus ideas. Repetía mucho sí aquello que decía en el Discurso de Angostura, de que el mejor gobierno es aquél que le proporciona a su sociedad la mayor suma de felicidad, de bienestar y de seguridad, a lo que como mandatario le pasó por encima. Se lo decía yo en el año 1998, cuando entonces vivía en Los Chaguaramos (Caracas), a un bionalista, que tenía un laboratorio en el sector, y coincidíamos todas las mañanas, comprando periódicos en el kiosco de la esquina; que entre bastidores se manejaba el cuento, de que en todas las reuniones Chávez solicitaba, que se le dejara un asiento libre, para que se sentara allí el Libertador; esto no lo oía el vecino; estaba demasiado ciego frente a ese encantador de serpientes, que venía con sed de justicia; es decir, no quería ver que en esa conciencia había una enajenación histórica, y que es lo que transmite el título de la exposición fotográfica de Ivarra Zavala; la mirada mítica que tenía Chávez con respecto a Bolívar; una irracionalidad, que va a conducir al caos, que se muestra allí; porque aquel aprendiz de brujo, que pintaba Marx, y que se refería a Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón Bonaparte, no llega con una conciencia de futuro, edificante, sino de pasado: ser emperador, como su tío. De haber leído la Carta de Jamaica, Chávez no asimiló lo que dice el Libertador, con respecto a los sultanatos, que se conocían precisamente en países como Persia y Turquía; porque, por lo demás, los historiadores del presente encuentran en el régimen chavomadurista mucho de sultanato, "en donde no se reconocen los límites en el ejercicio de las facultades gubernativas". Un gobierno formado por clanes familiares: el clan de Diosdado y sus hermanos; el clan Maduro – Flores; el clan de Jorge y Delcy Eloina Rodríguez…
REMISIÓN:
De: Enrique Melendez O. melendezo.enrique@yahoo.com
Date: sáb., 26 de octubre de 2024 10:58 p. m.
Subject: artículo
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