A mi Padre. Juan Antonio Vicentelli Vicentelli. “EL GORDO VICENTELLI”.
A mi padre, papa hoy amanecí pensando en ti, soñé contigo y pensé que podría llamarte, pero ya no estás aquí, doble mis rodillas para hablarte y nadie contesto... sentí mis lágrimas caer pero fueron un alivio para mi alma, quiero decirte papa que muchas veces reproche que no estuviste conmigo llore y odie tu accionar, mi mente se quebraba al solo imaginar tu rostro, pocas veces pude abrazarte y compartir contigo de adulto, pocas veces pude hablar contigo, sé que fuiste un hombre que aunque no tuvo una educación profesional fuiste muy preparado en todas las áreas y con una firmeza que pocas veces he visto en la vida, considero que no compartí contigo como debí, pero aprendí de tu carácter de tu fortaleza que tanto respeto me generaban, eras algo solitario, muy callado, observador y analítico, cuando hablabas era para corregir de forma puntual cualquier cosa que considerabas que estaba mal, siempre fuiste trabajador y responsable en todas tus cosas, siempre atento de tus pendientes, pocas veces te vi utilizar traje y corbata, pero caballero como ninguno, tenías todas tus cosas necesarias para realizar tus actividades ordenadas y siempre al alcance para cuando las necesitaras no perdieras tiempo, siempre pendiente de quien te necesitara, para prestar tu apoyo en todo momento, siempre investigando y manteniéndote al día con las noticias… Si, que hasta tenías un grupo en whatsapp donde tenías a muchas personas, familiares amigos, conocidos donde siempre los mantenías informados de lo que sucedía al día a día, yo he tratado de mantener esa costumbre pero de verdad, se me ha hecho difícil la constancia, me enseñaste a escuchar la buena música, sabias mucho de historia militar, primeros auxilios, rescate, fuiste un pionero en esa área y todos los que te conocen lo pueden ratificar, tu partida ha sido muy dolorosa, siempre tu mano derecha formaba un puño porque sabias que la vida golpeaba en cualquier momento y aunque sí lo hizo, decías "ni de pendejo dejare que me tumbe", y ¿Sabes qué?, nunca lo dudé y siempre te creí porque a pesar de tu sobrepeso, la tromboflebitis, la parálisis facial, tus problemas de columna, donde siempre estuve a tu lado apoyándote y obligándote a cumplir tu tratamiento y reposo algo que fue difícil, siempre fuiste un trabajador incansable, despertabas a las 4 am, todos los días para ir a cumplir tus obligaciones en el aeropuerto donde aunque no frecuentaba mucho, sé que te apreciaban y lo sé por tu arsenal de fotos que me dejaste, las notas de condolencia y la solicitud al momento de tu funeral ellos querían que visitaras por última vez aquel lugar que fue tu segundo hogar y tu segunda familia, y a esa solicitud no podía oponerme. Increíble observar como aquella gran cantidad de personas que compartieron contigo en vida salieron a despedirte fue algo impresionante, algo que me llenó de orgullo, saber que dejaste una marca positiva en sus vidas y que te recordaran con cariño y amor, es algo que sencillamente me llena de satisfacción y orgullo de ser hijo de un gran hombre llamado JUAN ANTONIO VICENTELLI VICENTELLI, o como te decían "EL GORDO VICENTELLI", eras un estudioso empedernido, un tirano de la disciplina, un visionario en tu área, fuiste un gran colaborador a muchas instituciones y grupos de voluntarios, donde la lista es larga Protección Civil, Bomberos de Aragua, Grupo de Rescate Aragua, BRAM, CICPC, DIM, DIE, GN, PA, PM, y sigue, sencillamente un filántropo. Disculpen pero si no hago esto me inundo por dentro, es que no encuentro otras manera de desahogarme, sino escribiendo lo que siento, no sé si esto sea correcto o no pero espero que estas palabras le sirvan a alguien más, que no tenga a su padre en vida, mi padre falleció hace relativamente poco tiempo y su recuerdo es una joya para mí. Es cuestión de tiempo para vernos mi viejo y tendremos la eternidad para hablar, querido viejo te llevo en la sangre en todas mis venas, tu esencia vive en mí y tu muerte en lugar de dejarme incompleto terminó por completarme, como todo joven te culpè por todo lo malo pero ahora que soy adulto te culpo por todo lo bueno, tú me dejaste la resiliencia ante los terrores de la vida. El dolor es algo bueno, el reto no es dejar ir a alguien sino dejar ir el pedazo tuyo que se quedó con ellos, y hoy te dejo ir mi viejito, si en algún momento te falle perdóname, si en algún momento tú me fallaste a mi te perdono, el perdón es la reconciliación con nuestra propia libertad y es el agente redentor de toda herida, Dios nos manda a honrar a nuestros padres a pesar de todo, a pesar de sus gritos, sus traiciones, sus defectos y sus fallas. Si este mundo perdonara un poco más, seríamos un poco menos de este mundo. Para mí esto es una catarsis necesaria, pronto te veré, pero mientras tanto honraré tu memoria siendo el mejor en lo que hago, te amo viejo y aunque sé que estas palabras no las veras, no importa yo si veo lo que hago, te amo mi viejo.
Jean Vicentelli.
REMISIÓN: Por bondad de Rafael David Loaiza, Brigada de Rescate y Auxilios Médicos (BRAM) Valencia. Venezuela.
FOTOGRAFIA SUPERIOR: Juan Antonio Vicentelli Vicentelli (Al centro) Por cortesía de Grupo de rescate Aragua / Facebook / LOS PIONEROS DEL GRUPO RESCATE ARAGUA. Rapel en la escuelita via Choroni. https://www.facebook.com/photo?fbid=116129838736401&set=a.115971895418862
FOTOGRAFIA INFERIOR Juian Antonio Vicentelli Vicentelli (Lado Izquierdo) Por cortesia de Alexander Bondarwenko en Twitter / https://twitter.com/alexbonda/status/1365025947578212366