PRIMERA VERSIÓN:
La imagen puede contener: cielo, exterior y agua
Jesus Rafael Monasterio
5 de septiembre de 2017
En el Estado Carabobo, específicamente en la región de Puerto Cabello se encuentra hundido un buque llamado, “Sesostris”. Esta embarcación, de origen Alemán, lleva en Isla Larga desde 1941. ¿Cómo sucedió esto? Pues bien, contemos su historia.
En 1939, las tropas alemanas emprenden camino hacia territorio Polaco, así inicia la Segunda Guerra Mundial. Durante este período, los barcos mercantes de Italia y Alemania se vieron envueltos en una terrible situación, ya que eran acosados por los ingleses y franceses que rodeaban las rutas comerciales. Así, seis barcos de bandera italiana y uno de bandera alemana (el Sesostris) se vieron obligados a pedir refugio a Venezuela, ya que ésta se encontraba en una posición neutral ante la Guerra.
Los capitanes de los barcos junto con sus tripulantes se instalaron en Puerto Cabello, e hicieron de Venezuela su hogar. Sin embargo, dos años más tarde, en 1941 el presidente de los Estados Unidos, para ese entonces, Franklin D. Roosevelt, da la orden de incautar los barcos alemanes e italianos ubicados en puertos de Norteamérica.
Los capitanes de dichos buques, habían recibido mucho antes, claras órdenes de sus países de no permitir bajo ninguna circunstancia, que las embarcaciones cayeran en manos enemigas. Amletto Rovelli, capitán de uno de los barcos italianos, recibió instrucciones de hundir inclusive el barco de ser necesario. Esto mismo se les fue dicho a los capitanes de los demás buques que permanecían en aguas venezolanas.
El 30 de marzo de ese mismo año, Roosevelt cumplió su palabra y fueron confiscados numerosos barcos y así la noticia llegó a oídos de los capitanes y marineros. En la madrugada del 31 de marzo las tripulaciones de los barcos refugiados incendiaron sus propias naves, siguiendo así las órdenes del alto mando.
Venezolanos se reunieron en el puerto a observar lo sucedido, indignados, no podían creer que estos extranjeros hubiesen puesto en peligro la vida de quiénes les habían ofrecido refugio durante dos años. Gracias a la intervención de autoridades venezolanas, de los bomberos y de la capitanía de Puerto Cabello, no se incendió el barco italiano “Bacicin Padre”, el cual iba cargado de ocho mil toneladas de petróleo aproximadamente, y que de haberse incendiado, habría significado una catástrofe para el puerto y los habitantes del mismo. Este disgusto, se convirtió en una persecución de marineros, los cuales fueron capturados y se les fue otorgado de 2 a 4 años de cárcel en territorio venezolano.
Luego de unos años, los barcos incendiados fueron recuperados y algunos vendidos a los Estados Unidos y otros a Argentina. Sin embargo, el único barco alemán, el Sesostris, sufrió daños muy graves y no pudo ser reflotado; el presidente de Venezuela, para esa época, Isaías Medina Angarita, dio órdenes de remolcarlo y abandonarlo en una isla cercana a Puerto Cabello, llamada Isla Larga.
Hoy en día la embarcación alemana se ha convertido en un arrecife coralina con una inmensa vida marítima. También es usado para expediciones marinas, práctica y entrenamiento para los buzos de nuestro país.
Es impresionante como un barco hundido en una isla de nuestro país puede tener tanta historia, creo que es una experiencia que todos los venezolanos deberíamos conocer. Yo por mi parte quedo con la intriga de ir algún día a Isla Larga y conocer el Sesostris.
SEGUNDA VERSION:
Estos restos de buque son alemanes 😮 y se encuentran en una Isla llamada "Isla Larga".
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En el Estado Carabobo, específicamente en la región de Puerto Cabello se encuentra hundido un buque llamado, “Sesostris”. Esta embarcación, de origen Alemán, lleva en Isla Larga desde 1941. ¿Cómo sucedió esto? Pues bien, contemos su historia.
En 1939, las tropas alemanas emprenden camino hacia territorio Polaco, así inicia la Segunda Guerra Mundial. Durante este período, los barcos mercantes de Italia y Alemania se vieron envueltos en una terrible situación, ya que eran acosados por los ingleses y franceses que rodeaban las rutas comerciales. Así, seis barcos de bandera italiana y uno de bandera alemana (el Sesostris) se vieron obligados a pedir refugio a Venezuela, ya que ésta se encontraba en una posición neutral ante la Guerra.
Los capitanes de los barcos junto con sus tripulantes se instalaron en Puerto Cabello, e hicieron de Venezuela su hogar. Sin embargo, dos años más tarde, en 1941 el presidente de los Estados Unidos, para ese entonces, Franklin D. Roosevelt, da la orden de incautar los barcos alemanes e italianos ubicados en puertos de Norteamérica.
Los capitanes de dichos buques, habían recibido mucho antes, claras órdenes de sus países de no permitir bajo ninguna circunstancia, que las embarcaciones cayeran en manos enemigas. Amletto Rovelli, capitán de uno de los barcos italianos, recibió instrucciones de hundir inclusive el barco de ser necesario. Esto mismo se les fue dicho a los capitanes de los demás buques que permanecían en aguas venezolanas.
El 30 de marzo de ese mismo año, Roosevelt cumplió su palabra y fueron confiscados numerosos barcos y así la noticia llegó a oídos de los capitanes y marineros. En la madrugada del 31 de marzo las tripulaciones de los barcos refugiados incendiaron sus propias naves, siguiendo así las órdenes del alto mando.
Venezolanos se reunieron en el puerto a observar lo sucedido, indignados, no podían creer que estos extranjeros hubiesen puesto en peligro la vida de quiénes les habían ofrecido refugio durante dos años.