Coronel (Ej- Ven) Manuel A Ledezma Hernández
¡Con tres meses de anticipación!
¿Recuerda lo que hizo el “individuo” el 24 de junio de 2007?
En esa fecha ordenó, públicamente, un incremento de las remuneraciones para los integrantes de la FAN, ¿recuerda el porcentaje?, ¡un “fabuloso y suculento” aumento de TREINTA POR CIENTO!
¿Sabe usted porqué lo hizo?, ¡porque en diciembre de ese mismo año se llevaría a efecto el referendo para la “deforma” de la Constitución! ¡LA CUAL… PERDIÓ!
Luego, en agosto 2008, concedió otro “jugoso” aumento de 30 % de la remuneración básica, la cual se ha mantenido inalterable desde esa fecha, a pesar de la galopante inflación acumulada. ¡Que casualidad…, en noviembre de ese año se realizarían las elecciones regionales!
Ahora se aproximan dos fechas patrias: 19 de abril y 24 de junio y como siempre, estaremos a la expectativa de un posible aumento que, por “los vientos que soplan” no superará el 30 % porque “…usted no está en la Fuerza Armada para enriquecerse…”, según sus conmovedoras palabras promulgadas aquel 24 de junio.
Será así porque… ¡en septiembre están previstas las elecciones para el Asamblea Nacional!; ¿por qué cree usted que incrementó la remuneración de los profesionales de algunos gremios y por qué aprobó, “de un solo plumazo” la homologación de las pensiones de sobrevivientes, que dicho sea está más que justificado?
¡Si!, existe un alto porcentaje de que decretará un aumento en las remuneraciones para los integrantes de la FAN, ¿Cuándo?, sólo él lo sabe, pero lo hará. Ahora el asunto está en que decida modificar el porcentaje, pero no nos llamemos a engaño, ese “individuo” no piensa ni le guarda consideraciones a usted ni a ningún venezolano y podríamos caer en la frustración al ver truncadas nuestras esperanzas.
Al respecto me permito agregar un escrito de fecha 25 de junio de 2007, con la gran esperanza de que no sea necesario reescribirlo.
Abril, 05 de 2010
PD:
El escrito a continuación fue elaborado en junio de 2007.
¡LLEGÓ EL DÍA ANHELADO!
Coronel (Ej) Manuel A Ledezma Hernández
La voz vibrante del clarín despertó al sol radiante con la exultante Diana de Carabobo, ¡sí, llegó el día anhelado!
¡Vamos… todos… al paso alegre con nuestros pechos henchidos de patria y esperanza!
¡Esperanza de vida, esperanza de patria libre y próspera, esperanza de un mejor porvenir!
Y se oyó la voz estentórea, que desde las alturas, proclama:
¡ANOCHE Y EN VISTA QUE LOS MILITARES NO TIENEN SINDICATO, HE DECIDIDO QUE, A PARTIR DEL PRIMERO DE JULIO, SE INCREMENTE EL SUELDO A TODO EL PERSONAL MILITAR EN UN TREINTA POR CIENTO!
A continuación la poderosa voz dijo:
¡MINISTRO DE FINANZAS, GENERAL BADUEL, TOMEN LAS MEDIDAS PARA QUE ESO SE CUMPLA!
Más adelante sentenció:
¡EL MILITAR NO ESTÁ EN LA FUERZA ARMADA PARA ENRIQUECERSE!
El antes vibrante clarín se colocó la sordina e hizo el melancólico toque de Silencio, que más que silencio era una marcha fúnebre; se enterraban las esperanzas, una a una, de los hombres y mujeres que empeñan y de los que otrora empeñaron su vida, su salud, su familia, sus hijos, su libertad personal, en aras de la Patria que todo lo reclama y todo lo merece.
Esperanza de poder mejorar la calidad de vida. Esperanza de concretar la adquisición de una vivienda digna. Esperanza de ayudar a su progenitora que padece enfermedad o requiere una prótesis. Esperanza de brindar al cónyuge y a los hijos una mejor alimentación. Esperanza de poder continuar con el tratamiento médico indicado para los achaques de la vejez.
Esperanza de la esperanza.
¡Treinta por ciento! ¡Treinta por ciento!
Saque usted su cuenta Subteniente; Sargento Segundo; Distinguido de la Guardia Nacional; Sargento Técnico de Tercera, Oficial, SOPC y Tropa Profesional en situación de retiro; Sobreviviente. ¿Cuánto es ese treinta por ciento de su sueldo? ¿Para qué le sirve?
Algunos dirán: ¡bueno algo es algo y en alguna cosa me ayudará! Esto puede ser cierto pero:
¡Treinta por ciento! y Seguros Horizonte se llevará su parte, pero eso sí, su paupérrima cobertura será la misma; usted pagará una mayor prima sin que su cobertura se incremente. ¡Ah! pero al cierre del año fiscal, la Junta Directiva asignará el 1 % del remanente de las utilidades líquidas para el Presidente Ejecutivo y 1 % para los miembros principales y suplentes de la Junta Directiva en proporción a sus asistencias. (Capítulo VI, Artículo Vigésimo Séptimo del Documento Constitutivo Estatutario de Seguros Horizonte, Compañía Anónima. Acta Nº 78 del 27 de octubre de 1999)
¡Treinta por ciento! y el hospital militar se llevará su parte, pero la atención en los hospitales militares seguirá siendo la misma.
¡Treinta por ciento! y el Círculo Militar se llevará su parte, pero a usted le será muy difícil alojarse en alguna de sus habitaciones.
¡Treinta por ciento! y el IORFAN se llevará su parte, pero continuarán los problemas irresolutos que se le han planteado a ese Instituto.
¡Treinta por ciento! y el IPSFA se llevará su parte, pero el préstamo hipotecario será el mismo mísero monto que no cubre ni siquiera la cuota inicial de una vivienda digna; el monto de préstamo personal mantendrá su menguada cantidad que no satisface las mínimas necesidades; la disponibilidad y costo de las medicinas será el mismo.
¡Treinta por ciento! y el IPSFA le descontará, en el primer mes de pago de ese incremento, un porcentaje por aumento en su remuneración.
¡Treinta por ciento! pero usted deberá estar disponible las veinticuatro horas de cada uno de los trescientos sesenta y cinco días del año, sin excusa de ninguna naturaleza.
¡Treinta por ciento! pero usted deberá laborar desde la hora en que sea necesaria su presencia, o como mínimo desde las 05:00, hasta la hora en que usted pueda (o lo dejen) salir del lugar donde presta sus servicios.
¡Treinta por ciento! pero recuerde, “…usted no está en la Fuerza Armada para enriquecerse…” ¡Cuántos no se han enriquecido y se enriquecen con la Fuerza Armada! ¡Cuántos no se han enriquecido en la Fuerza Armada gracias a sus ahorros desde Cadete!
¡Treinta por ciento! porque “…en la Fuerza Armada no existen sindicatos…”, tampoco existen Institutos, Organizaciones ni Jefes que velen, reclamen, luchen por el bienestar socio económico de todos y cada uno de los hombres y mujeres de armas ni de sus familiares, retirados y, mucho menos, de sus sobrevivientes.
¡Treinta por ciento! un caramelo para que “…el niño no siga llorando…” desconociendo que esas lágrimas son de impotencia, desesperación, amargura, frustración.
¡Treinta por ciento! y una respuesta “…sí, yo quiero quedarme…” desconociendo que la respuesta es inducida; que la respuesta no es representativa de la realidad; respuesta que será dada por impulso al temor de consecuencias negativas para el que se atreva a decir lo contrario; respuesta que será dada porque detrás de quien la expresa existe una familia a la que hay que mantener.
¡Treinta por ciento! y se aspira tener una Fuerza Armada profesional.
¿CON ESA MÍSERA REMUNERACIÓN Y ESE MEZQUINO TREINTA POR CIENTO?
Caracas, 25 de junio de 2007