18 febrero 2013
¡Hasta cuándo!: Se cae de Maduro
Pablo Aure
pabloaure@gmail.com
pabloaure@gmail.com
Cuando todo esto pase -y no dudo que pasará pronto-, los nombres de
los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que han osado burlar la
Constitución, quedarán esculpidos en las empuñaduras de las lanzas que
ellos han clavado en el corazón de la justicia patria. Los venezolanos
nunca olvidaremos de lo que fueron capaces para tributar la más ruin
sumisión a un gobierno.
No es la burla esa de la “continuidad administrativa” de Chávez y de
su tren de gobierno, según la cual el Presidente electo el 7 de octubre
(y no juramentado) aunque esté ausente puede seguir “gobernando”
indefinidamente, así como sus ministros. Por esa truculenta sentencia,
Nicolás Maduro, como vicepresidente anterior, asume el poder sin ser
electo en un escenario de evidente ruptura del hilo constitucional.
Si bien es cierto que el 7 de octubre del 2012 el pueblo eligió como
presidente a Hugo Chávez, no es menos cierto que el 9 de enero de este
año, el TSJ, en clara violación a la Constitución, avaló que ese
Presidente electo, gravemente enfermo, sin tomar juramento ante la
Asamblea Nacional, pueda ejercer el cargo desde Cuba, contrariando
frontalmente el artículo 18 de la Carta Magna.
Pues, entonces, gracias al máximo y último intérprete de la
Constitución, que es el Supremo, los artículos 18 y 231 de la
Constitución, que no hablan de Presidente reelecto, ni de plazos
indefinidos para la toma de posesión, ni de ejercicio de poderes
públicos desde el exterior, no es que fueron interpretados, sino que
fueron cambiados, lo que en Derecho constitucional se conoce como una
“mutación”. El TSJ, usurpando autoridad, se volvió constituyente y
redactó de nuevo dichas normas, competencia que, desde luego, no tiene.
Ese es el tamaño de la burla.
Jugando con candela
No tengo dudas de que vendrán momentos difíciles para la paz.
Millones de venezolanos no podrán seguir siendo engañados. Ni que
encadenen la televisión las 24 horas del día lo podrán logar. Los fieles
seguidores de Chávez ya comienzan a sospechar lo que presentimos desde
diciembre. Nadie se comió el cuento de la foto trucada mostrada el
viernes pasado. Los expertos demostraron que se trató de un montaje
bufo, porque un hombre con dos meses en terapia intensiva, y después de
varias operaciones y traqueotomía, no puede estar así de rozagante, con
el pelo pintado y un mono de trotar, en una habitación que, a todas
luces, no es de una clínica.
En el mejor de los casos, lo que han dicho ellos mismos es que Chávez
tiene dificultades respiratorias; que lo hace a través de una cánula
traqueal. Y que no puede hablar. Por lo tanto, se infiere meridianamente
que está físicamente incapacitado para gobernar, aunque su yerno
Arreaza diga que a pesar de todas esas dificultades él se hace entender.
Todo el mundo sabe que son condiciones para que sea declarada la falta
absoluta y se convoque a elecciones.
Si lo que escribo es falso, sería muy fácil para el gobierno
desmentirme, con solo transmitir en vivo y en cadena nacional alguna
escena del comandante; o que el TSJ dé respuesta a nuestra solicitud de 8
de enero de este año, y designe una junta médica como lo establece el
artículo 233 de la Constitución. ¿Por qué no se hace?
El show pronto acabará
Aunque se empeñen en que el show deba continuar, dentro de poco
terminará. Los estudiantes plantados a las afueras de la Embajada cubana
desvelarán la mentira. Ya le movieron el piso y provocaron la
publicación de la foto chimba.
Conozco la fuerza estudiantil, su arrojo, la valentía y el coraje de
esos jóvenes universitarios. Sacudirán cielo y tierra hasta que Chávez
aparezca vivo o muerto, pero que aparezca.
Si acaso no aparece, estoy seguro que harán que los usurpadores
ordenen cualquier ficción jurídica que simule una renuncia y en
consecuencia un llamado a elecciones. No tengo dudas de que eso
ocurrirá. Y después, a amarrarse los pantalones los demás poderes,
porque después que el movimiento universitario agarra las calles
luchando por sus derechos, será muy difícil volverlos a recoger.
Chávez vive
Muchas veces hemos dicho que cada paso que da el gobierno lo hace
bajo mando del G-2 cubano. Hay quienes asumiendo eso, dijeron que la
foto chimba se publicó para hacerle ver a los chavistas que “Chávez
vive” (nombre perfecto, por cierto, para un colectivo, cuando todo se
descubra) y que además es él quien gobierna y lo hace a través de
Maduro. El líder es Chávez, no hay otro; la foto llevaba un mensaje: “No
se olviden del comandante, ni de su familia”.
Pronto veremos graffitis en las calles de Caracas (y de todo el país)
con la frase: “Chávez vive”. No tenemos porqué dudar de que ese nombre
quedará como tinta indeleble en el corazón de muchos. Para bien o para
mal, pero por bastante tiempo será recordado. Amado y quizá hasta odiado
con mucha pasión. Sustituirá a Ernesto Ché Guevara que aunque criminal
también, a diferencia del criollo, no solamente tuvo el verbo sino el
valor para enfrentarse cuerpo a cuerpo con sus enemigos. Recordemos que
el de aquí alcanzó sus victorias siempre con la rendición de por medio.
Agitación de sables
Están dejando correr la bola de que hay descontento en los cuarteles.
Por cierto no hay que ser adivino o experto en asuntos militares para
sospechar que eso sea cierto. Los militares tienen familia y ellos
también observan lo que ocurre en su entorno. Ellos saben que la
corrupción, en todos sus sentidos, está haciendo estragos en la
institución. Hoy día ver una gorra militar es signo de tiranía y
vagabundería. Estoy seguro que no todos los militares son bandidos. Es
más, la mayoría no lo es. Lo que ocurre es que cuando los muchachos
ingresan a la fuerza armada tienen 17 o 18 años y comienza el proceso de
adoctrinamiento de disciplina y de obediencia. Recuerden que esos
chamos que ingresaron a la FAN, empezando el gobierno de Chávez, son los
que hoy ocupan puestos vitales (tenientes, capitanes, mayores). Quizá
muchos se han dado de baja, otros permanecen atados a su institución a
pesar de todo, a la espera del momento adecuado, mientras otros,
prefieren que todo siga igual para seguir llenándose a manos llenas los
bolsillos con la saga de la corrupción.
De todos esos rumores lo que me preocupa es el nombre de quienes se
dice lideran el descontento. Señalan que los comandantes del 4 de
febrero se oponen a Maduro. Espero que eso no sea cierto, me explico: no
de oponerse a Maduro sino de quienes aparentemente son los cabecillas
del descontento.
Sangre chavista
Ya hemos dicho que las directrices del régimen son impuestas por el
G-2 cubano. Las 24 horas del día trabajan para mantener su única fuente
de ingreso: el petróleo venezolano. Y si es necesario mentir y matar,
también sabemos que no tienen escrúpulos para hacerlo.
Es difícil imaginar que lo de la foto haya sido una torpeza. Algunos
dicen que es para hacer ver que Chávez está vivo, pero que en el fondo
la intención del yerno ministro, asesorado por los Castro, es apuntalar a
su esposa como posible sucesora presidencial.
Los Castro son capaces de todo: levantan a Maduro y luego lo dejan
caer desde lo alto. Es para que haga el “desgaste” de la carrera y se
diga que lo malo que está pasando es porque no tiene madera. Un (a)
Chávez reconducirá la revolución porque lo lleva en la sangre.
Maduro va en picada, eso es una realidad. Lleva un tiro mortal. El
“paquetazo” le pasará factura. No aguantará mucho tiempo, y en eso andan
los golpistas militares del 4-F.
Imposible pensar que Raúl Castro prefiera a Maduro que a un familiar
directo de Chávez. ¿Por qué no Adán, que está bajo perfil, o una de las
hijas? Mosca pues. Lo de Maduro puede ser un ensayo.
Nadie se ha preguntado por qué razón todavía no se ha declarado la
falta absoluta. Quizá porque están midiendo los tiempos y apostar al
desgaste de Nicolás Maduro. Él será el responsable de la crisis y tendrá
que venir la sangre Chávez a gobernar. Mosca pues.
FUENTE: EL CARABOBEÑO
FUENTE: EL CARABOBEÑO