La tesis de la entomóloga Glenda Velásquez recogió más de 30.000 mosquitos en tres estados (Gustavo Bandres)
EL UNIVERSAL/ CARACAS, domingo 11 de octubre, 2009
Al menos en el estado Sucre hay una nueva enfermedad, una tesis de la UCV alerta sobre el caso. El Gobierno no ha informado y los investigadores advierten que en Cumaná ya sospechan consecuencias.
Ya es oficial: el Virus del Oeste del Nilo está en Venezuela. Fue detectado hace 72 años en Uganda; llegó al continente americano en 1999, logró salir de Estados Unidos vía México y finalmente se ha estacionado en el país. Lo certifica una investigación del posgrado de Entomología de la Universidad Central de Venezuela, cuyas conclusiones acaban de probar que en el territorio nacional también hay mosquitos que portan una infección similar al dengue.
A finales de 2006 hubo reportes de aves migratorias que hicieron escala en Venezuela con el virus. Entonces ya había sospechas de que la enfermedad podía quedarse. Pero no fue sino hasta julio de este año cuando un grupo de científicos determinó que, al menos en el estado Sucre, hay condiciones para que pueda propagarse un nuevo virus que, en casos extremos, puede causar la muerte.
La situación fue confirmada a través de una tesis doctoral de la UCV, desarrollada por la entomóloga Glenda Velásquez en el Centro de Investigaciones Biomédicas que la Universidad de Carabobo tiene en Maracay. Más allá de las especies de paso que portaban la enfermedad, las conclusiones de la investigación confirmaron mosquitos con la misma situación. Fue así como se confirmó el ciclo del virus en el país.
Como el dengue
La enfermedad por el Virus del Oeste del Nilo es una infección viral transmitida por la picadura de mosquitos o garrapatas, que afecta a aves, equinos y humanos. Se trata de un cuadro similar al dengue, que produce fiebre, malestar general y cuando se complica, encefalitis y otras inflamaciones del cerebro.
Flor Herrera, coordinadora académica del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Carabobo, advierte que lo que en español también se conoce como el Virus del Nilo Occidental no tiene por qué generar pánico: "80% de los pacientes presentan un cuadro asintomático y muy pocos de los contagiados llegan a complicarse".
Aún así, el virus puede llegar a ser mortal. Las cifras que presentan los Centros para el Control y la Prevención de Atlanta, Estados Unidos, señalan 60 muertos en los 1.792 casos que han reportado desde desde 2008 hasta hoy. En Maracay por eso recomiendan encarar el asunto de inmediato. Creen que es momento de que los médicos y la población en general sepan que hay un nuevo virus.
Han transcurrido tres meses desde que Velásquez encontró el hallazgo y los vecinos de la Laguna de los Patos, en Cumaná, desconocen que en ese punto del estado Sucre hay evidencias de la infección viral.
En la última visita de campo, los pescadores advirtieron a Velásquez y al equipo que la acompañó, que varios de los pelicanos que tanto molestan sus faenas han cambiado de comportamiento. "Dijeron que estaban como ciegos y que las iguanas se encontraban hinchadas", comenta.
Se trata de un testimonio que repitieron varios de los habitantes de la zona. Probablemente sea un hecho aislado que nada tenga que ver con el caso, pero por tratarse del único sitio donde encontraron mosquitos que portan el virus y de una investigación que involucró a las comunidades, los autores creen que es hora de informar sobre la presencia de la infección. "El virus está y era de esperarse, el problema es qué vamos a hacer ahora", señala Velásquez.
Silencio oficial
En la Gobernación del estado Sucre reposa una carta que advierte sobre el hallazgo. También en varias de las dependencias del Ministerio de Salud. Tanto el ex ministro Jesús Mantilla, como su sucesor, Carlos Rotondaro, recibieron comunicaciones directas que dan cuenta del asunto. Hasta ahora, no obstante, ningún organismo ha alertado sobre la presencia de la enfermedad.
"Este descubrimiento ya fue notificado el pasado 20-07-09 a las autoridades anteriores, sin embargo, en virtud de la importancia (...) creí conveniente informarle de nuevo a usted", señaló Herrera en la carta que salió de Maracay el pasado 3 de septiembre dirigida al coronel Carlos Rotondaro, el nuevo ministro de Salud. "Asimismo, le sugiero promover una reunión con las autoridades directamente involucradas con la vigilancia entorno-epidemiológica, para diseñar la estrategia a seguir que permita detectar, precozmente, posibles casos en humanos".
No hay noticias de ciudadanos que hayan sido contagiados con el virus en el país. Esa es tarea para una próxima investigación. De todas maneras, Velásquez previene sobre la necesidad de que los profesionales de la salud sepan que un nuevo virus anda rondando por estos lados.
"Debe hacerse una vigilancia de pacientes con cuadros febriles que manifiesten los mismos síntomas del dengue", dice. "Y lo bueno es que puede aplicarse un mismo examen para ambas patologías, a través del método RT-PCR multiplex", agrega Herrera en referencia a un análisis científico que mide las enzimas de las células. Con nombre venezolano
Esta no es la primera vez que se habla del Virus del Nilo en la región. En Argentina se han visto casos en humanos, pero en el Centro de Investigaciones Biomédicas no conocen otra investigación que haya confirmado la presencia de mosquitos con el Virus del Nilo en América del Sur. Se trata de un hallazgo propio y para más señas, la variedad que arrojó resultados positivos lleva un nombre meramente venezolano: Mansonia venezuelensis.
Cuando se detecta un virus en un tipo de mosquito, puede que otras variedades de la misma familia también lo porten. En Sucre debe haber varios tipos de mosquitos con la enfermedad pero como dato anecdótico, el Virus del Nilo fue encontrado en esta parte del mundo precisamente en una especie que había sido clasificada por primera vez en Venezuela.
Los investigadores que hicieron el trabajo de campo recolectaron más de 30.000 mosquitos, que recogieron en cuatro puntos de la geografía nacional. En el estado Zulia fueron a la Laguna de Sinamaica; en Anzoátegui recolectaron muestras en las lagunas de Unare y El Piñal, mientras que en Sucre hicieron lo mismo en la Laguna de Los Patos, cuyos resultados fueron los únicos que probaron los presagios que ya anunciaban el virus dentro del país.
Puede, de cualquier modo, que haya otros sitios con focos endémicos. Un proyecto de investigación coordinado por el Instituto de Zoología Tropical de la UCV, financiado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, y ejecutado con la Colección Phelps de Aves y las universidades de Carabobo y Massachusetts, encontró en 2006 que ya habían aves y caballos con anticuerpos contra el Virus del Oeste Nilo.
De ese hallazgo salió la idea de determinar si sólo se trataba de un fenómeno pasajero. Así surgió la tesis de la UCV, que está financiada por la Misión Ciencia, tutoreada por profesionales venezolanos y asistida por científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Atlanta.
Ahora lo que queda es esperar. Ya no quedan dudas de que habrá o ha habido casos de venezolanos con la infección. "El virus está y puede que haya dado sin que la gente se diera cuenta", explica Velásquez. "Algo positivo es que pudo haber mutado de forma benigna", añade Herrera.
La gota del vaso
Ubicada en plena Cumaná, la Laguna de los Patos está junto a una de las sedes de la Universidad de Oriente, frente a un Centro de Diagnóstico Integral de la Misión Barrio Adentro, entre varias comunidades, cerca de un hotel y un muelle que frecuentan pescadores y turistas. Es mucha la gente que hace vida alrededor de ella y, como los responsables de la investigación científica no han encontrado respuestas de las autoridades, recomiendan a médicos y vecinos estar prevenidos.
En el Ministerio de Salud no han respondido las cartas y en la Gobernación del estado Sucre ni han entregado los dípticos que preparó la investigadora de la UCV, para informar a la población sobre sus hallazgos.
"Esa fue la gota que derramó el vaso, por eso lo estamos informando nosotros", explica Velásquez. "A mediados de septiembre, cuando fui a entregar el material informativo en las comunidades, me dijeron que esperara un tiempo; que lo dejara en manos de la Gobernación pero todavía no han repartido ni informado nada".
"Un problema no se soluciona ocultándolo", añade Herrera. La académica cree que algunos de los países de la región pueden estar en la misma situación sin saberlo, por eso insiste en afrontar la realidad: "Esto realmente se esperaba, ni Venezuela ni ningún país está aislado y más que anunciar un desacierto epidemiológico, el hallazgo dice mucho de la calidad de los laboratorios y profesionales que tenemos en el país".
Antes de que sea tarde
El Gobierno le está dando largas al asunto. Aunque se intentó conocer un balance del caso, las autoridades tampoco quisieron hablar a través de esta vía. En el Ministerio de Salud quedaron en averiguar noticias del tema. Por su parte, ningún funcionario de la Secretaría de Salud de Sucre, atendió a los llamados que pedían respuestas al respecto.
Ni siquiera en la Organización Panamericana de la Salud pudieron atender los llamados que pedían luces sobre la materia. Velásquez advierte, sin embargo, que la mejor manera de luchar contra esta infección viral es erradicar los criaderos de mosquitos. Como en la lucha contra el dengue, los vecinos de las zonas endémicas deben mantenerse lejos de ellos.
La primera vez que se diagnosticó el virus fue en una mujer adulta del Distrito del Nilo Occidental de Uganda; 20 años después se presentó el primer brote en Israel. Así se expandió por Europa y América. Antes de que haya víctimas en estas fronteras, los científicos involucrados llaman a ponerle el ojo al Virus del Oeste del Nilo.
jpoliszuk@eluniversal.com
Joseph Poliszuk
ooooooooooOOOoooooooooo
INFORMACION ADICIONAL
Virus del Nilo Occidental
El
West Nile virus,
WNV o
virus del Nilo Occidental es un
virus que puede causar diversas patologías que van desde
fiebre hasta complicaciones mucho más serias como la
encefalitis y la
meningitis. El WNV crece y se propaga de un
ave a otra a través de
mosquitos infectados. Si los mosquitos infectados con el virus pican a los
caballos o a los
humanos, el animal o la persona pueden enfermarse.
El WNV puede propagarse en algunas ocasiones por otros medios. Por ejemplo, el WNV puede transmitirse a los humanos durante las transfusiones sanguíneas y trasplantes de órganos provenientes de donadores infectados. Asimismo, es posible que las mujeres embarazadas o lactando que se encuentren infectadas puedan transmitir el virus a sus bebés.
Debido a su improbabilidad y al desconocimiento actual acerca de este riesgo y al hecho de que la lactancia tiene beneficios evidentes y perfectamente establecidos, no se recomienda que la madre deje de amamantar a su hijo. Los caballos infectados con WNV no pueden transmitir directamente la enfermedad a los humanos.
No hay evidencia de que una persona pueda infectarse con el WNV tocando aves infectadas vivas o muertas. Aún así, deben tenerse precaución al manejar animales muertos, incluyendo a las aves. Si necesita mover o deshacerse de un ave muerta, use guantes o una pala para moverlo y colocarlo dentro de dos bolsas de plástico (una dentro de la otra).
En los
Estados Unidos, el WNV se presentó por primera vez en
Nueva York durante el verano de 1999. Desde entonces, se ha diseminado a lo largo de la mayor parte del territorio continental de los Estados Unidos. No se sabe cómo entró el WNV a los Estados Unidos, sin embargo este proceso ocurre de manera natural en
Europa,
África y
Asia desde al menos la primera parte del siglo XX.
Mas detalles en Wikipedia/
Virus del Nilo Occidental