Autor: Luis Israel Abreu
INTRODUCCION
En la primera década de este siglo se ha estado tratando de llevar a la
práctica una filosofía socio-política y económica llamada Socialismo del
Siglo XXI que nadie de los que la están impulsando en estos momentos
sabe exactamente de lo que se trata u ocultan sus verdaderos propósitos
al implantarla. Esta filosofía fue expuesta públicamente por primera vez
en 1996 por el autor ruso A.V. Buzgalín. Más tarde el profesor Heinz
Dieterich Stefan, de origen méxico-alemán abundó en su interpretación
en una entrevista concedida a la revista peruana Mariátegui en el año
2006.
Sin embargo, y sin duda alguna, el presidente
venezolano Hugo Chávez es quien ha tomado en sus manos la bandera del
Socialismo del Siglo XXI (SS-XXI) para tratar de implantarlo en su país y
en otros países latinoamericanos. Mientras que según Buzgalín y
Dieterich el SS-XXI es más bien una propuesta de socialismo
democrático o democracia participativa, donde la libertad, la
descentralización, la justicia, la iniciativa privada y las elecciones
libres son los pilares fundamentales del mismo, el proyecto de Hugo
Chávez es una propuesta en experimentación que se asemeja más bien al
modelo castro-comunista cuyos pilares fundamentales son la concentración
de poderes, el autoritarismo, la propiedad pública o estatal y el
modelo de partido único. Actualmente este proyecto está en
experimentación en Venezuela, Bolivia y Ecuador, con otros intentos en
Nicaragua y Argentina. Por consiguiente y analizando paso a paso lo que
ocurre en esos países y tratando de ser lo más objetivo posible,
expongo a continuación la esencia del SS-XXI según la interpretación
del mandatario venezolano Hugo Chávez Frías. Este análisis ha sido
llamado ensayo debido a que el socialismo del que hablamos se encuentra
en etapa experimental. Cualquier opinión al respecto será bienvenida.
Este ensayo ha sido resumido en 20 puntos o artículos, los mismos se
divulgarán vía Internet y en otras publicaciones. Debido a lo extenso
del mismo éste será enviado periódicamente en partes proporcionales de 4
puntos cada vez. También podrá ser visto, por partes, en el blog
www.israelabreu.net.
1) Filosofía del Socialismo del
Siglo XXI.- Esta es una filosofía política de extrema
izquierda que considera al Estado como rector absoluto de todo lo que
existe en el país. La libertad individual y la justicia quedan
supeditadas a la libertad y a la justicia colectiva. Este tipo de
socialismo es más bien un comunismo re-potenciado aunque nunca se usará
esa palabra ya que la misma está ligada al fracaso. Se usará más bien
socialismo a secas, sin aclarar a cuál pertenece si al europeo, cubano,
brasileño o chileno. Y, por supuesto, no se hará mención a que las
raíces del Socialismo del Siglo XXI se remontan al siglo XIX, año 1848,
en que Karl Marx y Friedrich Engels elaboraron y publicaron el
Manifiesto Comunista por encargo directo de la Liga de los Comunistas
europeos. Aunque en honor a la verdad, ni el propio Karl Marx escribió
mucho sobre la teoría socialista que resultó ser una utopía. A esto hay
que agregar que tanto Marx como Engels prefirieron soslayar el término
comunista y usar más bien el término socialista por tener éste una
connotación menos violenta. Aún hoy en día sucede lo mismo. Tampoco
logró el socialismo de Marx realizarse en ninguna parte del mundo. Su
método de lucha para llegar al poder fue principalmente la violencia con
la confrontación de clases sociales mientras que el SS-XXI usa la vía
electoral, procediendo posteriormente a eliminar todas las instituciones
democráticas. La meta final, según el Manifiesto Comunista es la
eliminación total del Estado pero antes de llegar a la misma habría un
periodo de transición entre capitalismo y comunismo que se llamaría la
Dictadura del Proletariado (militar), etapa en la que habría que
imponerle al pueblo, por la fuerza de una revolución, los conceptos de
un mundo sin clases. Chávez usó por primera vez el término Socialismo
del Siglo XXI el 30 de enero del año 2005. También reconoce Chávez que
el guía y líder principal de este socialismo, por lo menos en América
Latina, es el dictador cubano Fidel Castro, por lo que para nadie es un
secreto que lo que se pretende a través del SS-XXI es repotenciar el
sistema comunista que en Cuba y en todo el mundo fracasó. Parece que no
oyó hablar Chávez de la famosa frase de Winston Churchill décadas
antes del derrumbe del bloque soviético: “El Socialismo es la filosofía
del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia, sin
virtud inherente; es la distribución igualitaria de la miseria”.
2)
Llegada al poder a través de elecciones libres.- En
el SS-XXI se llega al poder a través de elecciones libres aprovechando
las bondades de la democracia. Por supuesto, no se le dirá al pueblo lo
que se va a hacer después de la llegada al poder ya que habrá que
cambiar muchas cosas que afectarán la vida normal de las personas. Por
ejemplo, Chávez siempre dijo que implantaría el SS-XXI, pero nunca dijo
que para llegar a él se eliminaría el estado de derecho, las libertades
individuales, la propiedad privada, las instituciones democráticas, etc.
Lo mismo que sucedió en Cuba con Fidel Castro que él mismo reconoce que
antes del ataque al cuartel Moncada en 1956 ya era marxista leninista,
pero que no lo dijo porque “el pueblo no estaba preparado para saber
eso”. Castro traicionó a todos los que lucharon a su lado y a todo el
pueblo cubano. Algo parecido hizo Manuel Zelaya en Honduras, quien en su
campaña electoral nunca habló del SS-XXI ni que reformaría la
Constitución para reelegirse indefinidamente y luego quiso hacerlo. La
llegada al poder a través de elecciones tiene la gran ventaja de que
mientras que el pueblo cree que lo que tiene es una democracia y
mientras que los opositores se ponen de acuerdo, el gobierno trabaja
intensamente tratando de eliminar lo más pronto posible todas las
instituciones democráticas. El pueblo ayuda mucho, principalmente los
pobres, creyendo las promesas que les hacen de que “muy pronto” saldrán
de la miseria y vivirán como viven los ricos. Ese lenguaje populista
atrae a las multitudes. El mundo exterior también ayuda mucho en su
ignorancia repitiendo la misma falacia de que el gobierno es democrático
por haber sido electo democráticamente.
3) Elecciones
generales y partido único.- Para poder triunfar desde el
poder se usarán todas las argucias posibles, desde el arreglo de
computadoras, las cédulas múltiples, incluyendo a los muertos y hasta a
los ciudadanos extranjeros, como en Venezuela que votan los cubanos, en
Bolivia que votan los venezolanos y en Ecuador que votan los bolivianos.
Su triunfo estará garantizado ya que para optar por la Presidencia de
la República sólo habrá un candidato, el mandatario de turno. Esto sin
contar que el Consejo Electoral estará siempre de parte del candidato
oficialista. Debido a esto es que todos los dictadores comunistas han
podido gobernar hasta su muerte o su incapacidad total, como Fidel
Castro. Con relación a las elecciones parlamentarias o intermedias
sucede algo parecido. Supuestamente este tipo de elecciones no debería
causar muchos problemas ya que los votantes seleccionarán a sus
candidatos de una lista que les entrega el gobierno. Si a pesar de toda
la ventaja en la propaganda y otros recursos se temiera que algún
candidato del oficialismo pudiera perder frente a alguno de la
oposición, se apelará a la inhabilitación de éste para que no pueda
aspirar. Algo parecido a lo que sucede en Venezuela, Ecuador, o Bolivia
donde se ha llegado al extremo de enjuiciar con cualquier pretexto a
candidatos a la presidencia para que no puedan hacer campaña electoral.
Para esto se contará siempre con el respaldo del Consejo Electoral,
encargado de preparar las boletas electorales y de contar el resultado
de la votación. También se contará con todos los recursos económicos del
Estado mientras que la oposición no contaría con los mismos. Además, la
publicidad será masiva debido a que toda la prensa del país será
propiedad del Estado. Si por casualidad, y a pesar de todos los
esfuerzos posibles, algún gobernador o alcalde de la oposición resultara
electo no habría por qué preocuparse, se le quitan todas las
competencias, incluyendo el presupuesto que la Constitución le confiere,
y se nombran oficiales de DEDO que respondan solamente al máximo
líder. Además, otro control indispensable es el de los partidos
políticos. El sistema político será unipartidista pues la mejor forma de
ser electo y de gobernar es sin partidos de oposición. El
pluripartidismo es visto como un vicio de la burguesía. El mejor ejemplo
de la ventaja del unipartidismo lo tenemos en Cuba donde un solo hombre
(Fidel Castro) ha podido gobernar de forma vitalicia durante 50 años.
4)
Reforma de la Constitución.- Tan pronto como se
pueda se redactará una nueva Constitución (o se reformará la existente)
ya que para poder implantar el SS-XXI es necesario ejercer un control
absoluto y de larga duración. Esto será posible logrando la reelección
indefinida del mandatario que poco a poco se convertirá en dictadura
indefinida hasta que supuestamente se establezca el SS-XXI. En caso de
que no se logren los votos necesarios para reformar la Constitución en
la primera votación, no importa, se repetirá la votación cuantas veces
sea necesario hasta que se logre el objetivo deseado. También se
incluirá un artículo que se llamará Referéndum Revocatorio para poder
revocar el mandato presidencial si el mandatario incurriera en
violaciones a la Constitución. A esto tampoco hay que temerle ya que los
recursos abrumadores del Estado, y sus órganos afines, harán casi
imposible esta revocación. Si de momento, por el rechazo popular, la
Constitución no pudiera ser reformada, se recurrirá a las llamadas leyes
habilitantes que son poderes especiales que se le otorga al Jefe de
Estado para que introduzca por decreto las leyes que no pudieron
obtenerse al no haberse podido reformar la Constitución. Estas leyes
habilitantes son poderes omnímodos, absolutos, otorgados por el Congreso
o Asamblea Nacional al gobernante de turno. Algo parecido a lo que
sucedía en la Roma Imperial donde el Senado le otorgaba poderes
dictatoriales al Emperador. La diferencia estriba en que en Roma se le
llamaba poderes dictatoriales mientras que en Venezuela se les llama
poderes especiales o leyes habilitantes.
5) Distribución
igualitaria de lo que haya.- En el SS-XXI, como en el
comunismo, todo lo que se produce se distribuye supuestamente a partes
iguales, por lo menos eso es lo que se dice. Teóricamente todos los
productos se concentran en un solo lugar, como sucedía en las
comunidades primitivas, y de ahí se sirven por igual todos los vecinos.
Su máxima es “de cada cual según sus posibilidades, a cada cual según
sus necesidades”. El inconveniente de esta distribución es que los más
preparados y talentosos se dan cuenta que los menos dotados, incluyendo
los vagos, viven de ellos por lo que disminuyen a propósito sus
esfuerzos, bajando considerablemente la producción. Mientras que en
este socialismo se propugna la igualdad absoluta, en el capitalismo se
propugna la igualdad de oportunidades. Ese tipo de distribución
igualitaria será más humana pero es menos práctica ya que mata la
iniciativa privada y todos pasan a ser más pobres que antes como pasó en
el Bloque Soviético, uno de los motivos principales por el cual
fracasó. En este aspecto, dicho socialismo está en desventaja frente al
capitalismo cuya máxima es “de cada cual según sus posibilidades, a
cada cual según su rendimiento”. Esta desventaja tratan de solventarla
con una libreta de racionamiento, como en Cuba, a través de la cual se
reparte supuestamente a partes iguales todo lo que haya. Aunque no
entre todos ya que en este tipo de sistema a los servidores leales no se
les somete a tal racionamiento. En cuanto a esto hay una anécdota
real, muy explícita, que se refiere a un campesino cubano llamado
Margarito que quería que llegara el comunismo a la isla para comer como
los Sárraga (dueños del Central Adela en Las Villas, Cuba) pero luego se
disgustó porque decía que hicieron al revés, que en vez de haberlo
puesto a él a comer como los Sárraga pusieron a los Sárraga a comer como
él.
6) Concentración de poderes, Consejo Federal de
Gobierno.- Para poder consolidar el SS-XXI es necesario
controlar todos los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y
Judicial). Es decir, no puede existir independencia de poderes pues el
Ejecutivo no puede ser supervisado ni controlado por nadie. El Consejo
Electoral Nacional tiene que estar también bajo el control del Estado,
así como las Fuerzas Armadas, el Contralor General, la prensa, etc. La
cadena de mando es como sigue: el Ejecutivo envía un anteproyecto de ley
a la Asamblea Legislativa, la Asamblea lo convierte en ley y el
Tribunal Constitucional le da el visto bueno. Si hubiera descontento y
protestas el mandatario ordenará al Fiscal General, al Poder Judicial o
a quien corresponda, para que proceda y cumpla con su deber, pues para
eso fueron nombrados por él mismo. Esto será respaldado por el Fiscal
General y el Tribunal de Justicia quienes instruirán a la Policía
Revolucionaria y a las Fuerzas Armadas para que hagan cumplir las leyes.
Si fuera necesario se criminalizan las protestas y se encarcela al que
proteste públicamente, aunque sea pacíficamente. Pudiera llegarse hasta
la implantación de la pena de muerte para casos políticos, como en Cuba,
o se usarían otros métodos menos convencionales para ejecutar a los
opositores indeseables. El Contralor General se encargará de avalar
todo lo que haga el Ejecutivo y si éste es acusado de corrupción se dirá
que los corruptos son los opositores. Para evitar las criticas públicas
se controlará la prensa radial, escrita y televisiva, incluyendo el
Internet. Para mayor control se dividirá y subdividirá el territorio
nacional cuantas veces sea necesario. Provisionalmente se crearán
Consejos Comunales o Círculos Bolivarianos, como los Soviets en Rusia o
las Asambleas Populares en Cuba, al frente de los cuales se pondrán
individuos de toda confianza. Estos Consejos Comunales o Asambleas
Populares irán suplantando poco a poco a los alcaldes y gobernadores
elegidos por la voluntad popular. Finalmente, después de creados los
Consejos Comunales se les quitará las competencias que se les había
otorgado y entonces se creará el Consejo Federal de Gobierno que tendrá
en un solo cuerpo todos los poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y
Judicial. Este Consejo será designado por el “Presidente” ya que en el
SS-XXI se considera que el pueblo no está debidamente capacitado para
elegir a sus dirigentes.
7) Símbolos, frases
sugestivas e ídolos prefabricados.- Para ganarse la buena
voluntad del pueblo se recurrirá sin cesar a expresiones populistas que
agraden al oído y estimulen el ego, como por ejemplo: la revolución es
del pueblo, revolución bolivariana, revolución ciudadana, todos somos
iguales, los pobres están primero, somos progresistas, solidaridad
internacional, el pueblo manda, patria o muerte venceremos; patria,
socialismo o muerte, etc. El atuendo personal es otra cosa muy
importante. Unos recurrirán al rojo rojito, como Hugo Chávez, otros
apelarán a collares de flores o confetis en la cabeza, como Evo Morales.
Hay también los que no se afeitan nunca, como Castro. Ah! y muchas
fotos y estatuas de los máximos líderes adornarán las paredes de lugares
más visitados y parques públicos, lo que se conoce como "el culto a la
personalidad", por ejemplo, de Lenin, Stalin, Mao Tse Tung, Kim Il Sun,
Fidel Castro, etc. Algo parecido a lo que sucedió con el nazifascismo
del Siglo XX con Hitler, Mussolini o Saddan Hussein. Se usarán y
fabricarán mártires que ayuden a exacerbar los sentimientos patrios.
Ejemplo de esto lo tenemos en el Che Guevara, aunque todo el mundo sabe
de las discrepancias que existían entre el llamado “guerrillero heroico”
y el dictador cubano. Esto quedó demostrado al ser enviado el Che a
Bolivia aún cuando ni el propio Partido Comunista de ese país lo quería.
Allá lo mataron abandonado por todos, incluso por el gobierno cubano.
Luego su imagen recorre el mundo en fotos y caricaturas aunque pocos de
los que las usan o ven saben de quién se trata. Tan lejos llegan los
promotores de este tipo de socialismo que usan nombres de héroes
independentistas aunque los principios de los mismos no coincidan con
sus ideas totalitarias. Eso hace Chávez con Simón Bolívar en Venezuela
no obstante haber dicho éste: “Huid del país donde uno solo ejerce todos
los poderes, es un país de esclavos”. O como hacen los Castro en Cuba
con José Martí no obstante haber dicho éste: “Asesinos alevosos,
ingratos a Dios y enemigos de los hombres son todos aquellos que so
pretexto de enseñar doctrinas modernas, dejan caer en los oídos de las
juventudes un cúmulo de ideas, infiltrándoles el evangelio bárbaro del
odio, en lugar de la doctrina sublime del amor”.
8) Descalificaciones,
insultos e incitación al odio.- Para contrarrestar las
críticas se repetirá hasta la saciedad que los opositores, incluyendo la
prensa independiente y analistas políticos, son: gusanos, vende
patrias, corruptos, imperialistas, pitiyankees, burgueses, oligarcas,
golpistas, pelucones, partidocracia, etc. Este tipo de calificativos
amedrenta o desmoraliza a los opositores que normalmente son personas
que prefieren callarse a entrar en polémicas. La ironía y el sarcasmo de
Correa sirven también como descalificaciones. También hay muchos
ciudadanos tan ingenuos que creen todo lo que oyen. Desde luego, cuando
los insultos no resuelven se usan las turbas, como sucedió con la Cadena
Capriles en Venezuela donde hubo necesidad de acallar a los periodistas
con las medidas de fuerza que siempre que sea necesario se usan. Por
supuesto, en esto no se usan normalmente armas de fuego sino mucho palo,
piedra y gas del bueno, como dice Chávez. Como estas herramientas no
están registradas no se podrá acusar al gobierno de instigar a esos
hechos violentos, aunque finalmente se usará el arma que sea más
eficiente. Desde luego, para evitar alianzas indeseables se estimula el
odio al que no piense como ellos. El hijo odia a sus padres o viceversa,
los hermanos odian a los hermanos y hasta los tíos, sobrinos y primos
se odian o vigilan entre sí cuando discrepan ideológicamente. Este odio
hace que todo lo que sucede en el seno de la familia puede llegar a los
oídos de los miembros de los cuerpos represivos pues los más fanáticos
serían capaces de informar sobre quiénes son los desafectos al régimen
dentro de la familia y lo que pudieran hacer. Uno de los ideólogos más
sobresalientes en Cuba que propugnaba esta cultura del odio como
instrumento de lucha de clases era Ernesto (Che) Guevara quien dijo en
una ocasión: "Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba
judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un arcaico detalle
burgués. ¡Esta es una revolución! Y un revolucionario debe convertirse
en una fría máquina de matar motivado por odio puro”. Este es sólo un
ejemplo de lo que pretenden los promotores del llamado SS-XXI para sus
hijos y seguidores.
9) Control sobre las Fuerzas
Armadas.- El control sobre las Fuerzas Armadas, incluyendo a la
Policía Nacional y los cuerpos de inteligencia, es esencial para poder
imponer las leyes y decretos presidenciales. Para controlar las Fuerzas
Armadas es necesario usar cualquier medio al alcance: purgas al estilo
soviético, ascensos privilegiados, sobornos, halagos, aumento de
salario, desapariciones forzosas, etc. Todo esto para poner a oficiales
de entera confianza al frente de los distintos cuerpos castrenses. Hay
que evitar que sucedan hechos como el de Honduras en que el Jefe de las
Fuerzas Armadas se negó rotundamente a seguir las órdenes del Ejecutivo
alegando que eso era violatorio de la Constitución. Al mismo tiempo se
crearán cuerpos armados colaterales tales como las Milicias
Revolucionarias en Cuba, las Milicias Bolivarianas en Venezuela y así
sucesivamente. Para que este control pueda instrumentarse lo más
eficientemente posible se contratarán los servicios de asesores
militares de alta confiabilidad. En Cuba ayudaron en esta tarea los
cuerpos de inteligencia KGB de la Unión Soviética y la STASI alemana. En
Venezuela están ayudando los asesores militares cubanos y en Bolivia
los venezolanos. Para mantener neutralizado al ejército se mantendrá una
vigilancia permanente de modo que por cada cinco soldados, sobre todo
oficiales, haya un informante. Y muy importante, los jefes militares
regionales serán trasladados constantemente entre guarniciones para
evitar complots y conspiraciones contra el gobierno. Una vez que las
Milicias Revolucionarias o Bolivarianas estén debidamente organizadas y
con la capacidad militar necesaria, las Fuerzas Armadas tradicionales
serán desmanteladas y sus cuarteles y edificaciones serán ocupados por
los nuevos cuerpos armados. La policía tradicional también será
transformada de manera que exista una sola Policía Nacional bajo un solo
mando, el del Jefe de Estado o dictador vitalicio.
10) Vigilancia
y represión.- Para poder implantar y consolidar el SS-XXI es
necesario aplicar toda la represión posible, desde vigilar estrechamente
a cada ciudadano, perseguirlo si emite críticas contra la política del
gobierno y encerrarlo el tiempo que sea necesario, sin derecho a habeas
corpus, para que no lo vuelva a hacer y sirva de escarmiento. Los
juicios se dilatarán tanto tiempo como le convenga al gobierno. Ellos
consideran la impunidad y el engaño como males menores. Si fuera
necesario se llegaría hasta la pena de muerte o desapariciones
camufladas. Para esto hay que contar con cuerpos de vigilancia y
represión que ayuden a controlar el descontento de la población.
Ejemplos de “eficiencia” de estos cuerpos represivos los hemos visto con
las Checas Rusas, las Camisas Pardas de Hitler, las Camisas Negras de
Mussolini, las Camisas Rojo Rojitas de Chávez, los Ponchos Rojos de
Morales y las Brigadas de Respuesta Rápida de Castro. Estas turbas
violentas reciben la información de los grupos de vigilancia por cuadras
que existen en todo sistema totalitario. Ejemplos patentes de estos
grupos de vigilancia los tenemos en los Comités de Defensa de la
Revolución Cubana, los Círculos Bolivarianos de Venezuela, los Comités
de Defensa Sandinista de Nicaragua, etc. Los miembros de estos grupos de
vigilancia estarán vestidos de civil para dar la impresión de que es el
pueblo quien defiende la Revolución. A través de estos informantes y
las turbas de choque se implanta un verdadero terrorismo estatal. Esto
se logra con mítines de repudio que son grupos violentos vestidos de
civil que se sitúan frente a las casas de los opositores más activos o
de los ciudadanos que van a abandonar el país, aunque estén autorizados,
y les gritan obscenidades e insultos y hasta pintura roja y huevos les
tiran a sus casas. Las manifestaciones contra el gobierno son
criminalizadas, hasta quedar prohibidas por completo. También se
criminalizan las acciones de los abogados defensores de cualquiera que
no piense como el gobierno e inclusive los jueces pudieran ser acusados
también. Este terrorismo de estado se va infiltrando lentamente dentro
de la conciencia de cada ciudadano. Esto crea una doble moral en el
individuo de tal forma que delante de los partidarios del sistema actúan
como si fueran del sistema mientras que delante de sus familiares o
frente a los opositores actúan como opositores también. Para
cumplimentar todo este proceso de vigilancia y represión se contará
siempre con la eficiente colaboración de los tribunales de justicia y
órganos anexos, entre ellos el Defensor del Pueblo, el Fiscal General,
el ejército y la policía, etc. En esta estructura, el ciudadano no tiene
ninguna instancia a la que pueda apelar por lo que la impunidad es
absoluta. Desde luego, dicen que todo se hace pensando en el futuro del
pueblo.
11) Cárceles, fusilamientos y campos de
concentración.- En todos los sistemas de gobierno son
necesarias las cárceles para recluir a los delincuentes y a algunos
inconformes políticos. Sin embargo, en los sistemas comunistas o
socialistas del siglo XXI esta necesidad es aún mayor. En estos
sistemas, debido a que el descontento popular es más acentuado, la
cantidad de arrestos y reclusiones es muy grande. Para poner solamente
un ejemplo veamos lo que sucede en Cuba. Por sus cárceles han pasado
cientos de miles de presos políticos sólo por disentir de la política
del régimen. En una sola jornada, el 17 de abril de 1961, fueron
detenidos más de un cuarto de millón de cubanos que aparecían en listas
de desafectos, no opositores activos, proporcionadas al gobierno por los
Comités de Defensa de la Revolución y los cuerpos de inteligencia del
G-2. Esto no es extraño ya que Castro dijo al arribar al poder: “el que
no está con la Revolución está contra la Revolución”. Hay que tener en
cuenta que bajo los regímenes totalitarios cada vez que un acusado de
delitos políticos llega a los tribunales ya va condenado desde los
cuarteles de la Seguridad del Estado por órdenes superiores. Lo único
que hacen los tribunales es fijar el nivel de la sentencia. Mientras
tanto los abogados “defensores” se limitan a pedir “benevolencia” para
su cliente. Pero lo más triste es que bajo estas dictaduras de extrema
izquierda no basta que el sentenciado cumpla su sentencia, es necesario
seguir presionándolo dentro de la prisión hasta eliminarlo política o
físicamente. Es algo muy distinto a las dictaduras de derecha que, no
obstante lo malas que son, cuando el reo entra a la prisión se le deja
relativamente tranquilo sin tratar de obligarlo, como en los regímenes
comunistas, a que cambie su ideología. Entre los mecanismos más
utilizados para doblegar a los presos a cambiar su modo de pensar se
encuentra el plan de reeducación o rehabilitación, al que el recluso es
sometido por las buenas o por las malas, incluyendo golpizas tremendas y
plan de trabajo forzado, como sucedió en Cuba con el Plan de Trabajo
Forzado Camilo Cienfuegos puesto en marcha en 1964. En ese plan
centenares de presos políticos fueron asesinados, otros tantos quedaron
mutilados, locos, o traumatizados. Finalmente, los que llegan a cumplir
sus condenas sin aceptar el plan de rehabilitación son recondenados al
término de su sentencia, como le sucedió al autor de este ensayo que
después de cumplir la sentencia de 12 años que le habían impuesto fue
recondenado a 2 años más por un supuesto delito de peligrosidad. Es
decir, ellos son capaces de predecir lo que el preso político pudiera
hacer cuando salga y condenarlo por lo que posiblemente vaya a hacer.
12)
Control sobre los medios de comunicación.- Para que
este tipo de sistema pueda funcionar correctamente no pueden existir
empresas privadas de comunicación que puedan criticar o contradecir lo
que diga el gobierno. Las críticas a la gestión del Estado son
inadmisibles. Se cerrarán todos los medios independientes usando
cualquier pretexto, menos que se trata de censurar a la prensa. Se dirá
que son latifundios mediáticos, que sus dueños son imperialistas
“yankees”, oligarcas inescrupulosos, burgueses, vende patrias, etc. Por
supuesto, nunca se dirá que se cierran o clausuran los medios de
comunicación pues esto causa muy mala impresión; mejor se dirá que se
suspenden las señales o que se terminan las concesiones. Así se evita
que parezca que se está contra la libertad de expresión o que se
amordaza la prensa. Antes de llegar a la estatificación total de los
mismos se usarán diversos mecanismos, como por ejemplo, ponerle
coletillas a los artículos inconvenientes, obligar a los canales de
televisión y estaciones de radio a ponerse en cadena durante varias
horas al día para evitar que ese espacio de tiempo sea usado por el
enemigo. Se amenazará constantemente a los periodistas con ser
arrestados o lograr su despido acusándolos de cualquier cosa, lo que
traerá consigo que los propios periodistas se autocensuren para
conservar sus puestos pues, después de todo, tienen familiares que
mantener. Si aún quedaran directores y dueños de periódicos reacios a
entrar por el aro podría llegarse al extremo de enviar secuaces
encapuchados, haciéndose pasar por delincuentes comunes, a saquear y
destruir los equipos de las empresas privadas. Inclusive se enviarán
motorizados, también encapuchados, a pasar veloces frente a las empresas
periodísticas disparando ráfagas de ametralladoras para sembrar el
pánico entre los periodistas y demás empleados. Hay que evitar a toda
costa que el pueblo sea informado acerca del verdadero propósito de la
revolución. También se controlarán los medios modernos de comunicación,
tales como internet, computadoras, teléfonos celulares, etc. Debido a
que no es fácil montar un sistema de desinformación tan sofisticado se
recurrirá a asesores experimentados en este tipo de actividad,
principalmente cubanos, como sucede en Venezuela. El Estado garantizará
el flujo de información saludable y la libertad absoluta de expresión
para los que hablen de las bondades del sistema.
13) Secuestro
de legisladores o de sesiones legislativas.- Una de las
estrategias a seguir para obligar al Congreso a aprobar proyectos de
leyes presentados por el Máximo Líder cuando el Congreso no está aún
bajo el control total del Ejecutivo, es la de impedir que diputados de
la oposición entren a las sesiones legislativas o salgan de ellas sin
que se hayan aprobado dichos proyectos. Como sucede a menudo en Bolivia
con los Ponchos Rojos (turbas del gobierno) que se sientan frente a las
puertas del Parlamento con palos y machetes y no se paran del lugar
hasta que los proyectos son aprobados. Algo parecido sucedió en Ecuador
cuando el presidente Correa impidió que los legisladores opuestos a su
proyecto entraran en la sede del Parlamento para evitar que votaran en
contra de su proyecto socialista del siglo XXI. También se recurre
frecuentemente al abucheo y a la suspensión de la palabra al diputado
que esté en uso de ella y argumenta en contra de los proyectos en
discusión. Si se dieran casos de diputados que, aunque pertenezcan al
oficialismo se opusieran a proyectos del gobierno o denunciaran la
corrupción en las filas del mismo, como sucedió con Wilmer Azuaje en
Venezuela, el diputado y sus familiares recibirán todo tipo de
agresiones y atentados. Azuaje en su desesperación dijo: “estoy
condenado a muerte por el presidente Hugo Chávez”. Pero nadie
investigará porque la policía y los tribunales de justicia pertenecen
también al Estado. Esto en el campo democrático pareciera una
monstruosidad pero en el contexto del SS-XXI es una cosa normal ya que
el propósito que se persigue es noble, según sus promotores: impedir que
los diputados deshagan lo que el Jefe Supremo, que en definitiva es el
que todo lo sabe, trata de hacer.
14) Expropiación o
confiscación de tierras.- En un sistema como el comunismo o el
Socialismo del Siglo XXI, que en definitiva son iguales, todas las
tierras, desde latifundios, minifundios y parcelas urbanas pertenecen
teóricamente al pueblo por lo que deben ser expropiadas por el Estado.
Para ello se alega que las tierras existen desde antes de la aparición
del hombre sobre las mismas, por lo que si a alguien pertenecen es a los
dinosaurios. También dirán que “la tierra es del que la trabaja”. Esto
no quiere decir que los campesinos van a disponer de la propiedad de sus
fincas aunque las trabajen. Su derecho sobre las mismas se limita a
poder decir que son suyas y a venderle los productos al Estado. Pero las
expropiaciones o confiscaciones se harán paulatinamente. Primero se
confiscarán las tierras ociosas, se seguirá con los latifundios, aunque
estén en producción, después vendrán los minifundios hasta terminar con
las parcelas urbanas y con los huertos familiares. Con las tierras
confiscadas se formarán cooperativas “independientes” para luego
convertirlas en cooperativas o granjas estatales, como en Cuba o
cualquier otro país comunista. Si por casualidad alguna finquita quedara
en manos privadas, ya sea por privilegios o influencias, sus dueños
estarán obligados a venderle sus productos al Estado al precio que éste
fije. Como sucede con las demás empresas, en este sistema de extrema
izquierda las tierras tampoco son heredables. Las expropiaciones no
seguirán un procedimiento convencional ya que en muchas ocasiones se
prepararán piquetes de campesinos para que invadan las tierras ociosas,
las ocupen y luego las pasen al Estado. Si las fincas objetivo de
intervención estuvieran en plena producción, no importa, de alguna
manera se logrará dañar los cultivos para que las tierras parezcan
improductivas y así tener un mejor pretexto para expropiarlas. Por regla
general la productividad de estas tierras confiscadas baja
considerablemente debido a que los nuevos administradores son nombrados
por su lealtad y no por su capacidad. Contra estas expropiaciones, casi
siempre sin pago a sus verdaderos dueños, no existen alegatos que valgan
ya que los Fiscales y Contralores Generales son instrumentos del Estado
y dictaminarán lo que les oriente el Jefe Supremo.
15) Reforma
de la vivienda.- La frase “la casa es del que la vive” es un
término muy sugestivo que usan los políticos populistas (demagogos)
para atraerse la buena voluntad del pueblo. Inclusive muchos llegan al
poder ofreciendo casas, cientos de miles de casas, pero cuando llegan se
olvidan de las promesas hechas. Lo peor de todo es que en ese tipo de
sistema el supuesto dueño de la vivienda nunca adquiere la propiedad
efectiva de la misma. No la pueden vender, no la pueden arrendar, no la
pueden permutar y, lo peor aún, no pueden cederla en herencia a sus
hijos. Además, debido a la escasez de las viviendas, los hijos casados
tienen que vivir con sus padres y en caso de divorcio los ex cónyuges
tienen que compartir la casa dividiéndola con mamparas o cortinas. A
esto se agrega que los propietarios cuyas casas tienen varias
habitaciones pueden ser obligados a compartir las mismas con otra
familia que lo necesite. También se estimulan las invasiones a
edificios y casas privadas que estén desocupadas, aunque sea
temporalmente, o que sean usadas solamente en tiempo de vacaciones, como
por ejemplo casas en las playas o en zonas turísticas. Finalmente, si
algún día los ocupantes deciden o tienen que abandonar el país, no
tienen derecho a venderla ni a dejársela a sus hijos. Tienen que
entregarlas al Estado con todo lo que tienen dentro o no les autorizan
la salida. Las mejores de estas viviendas, principalmente las mansiones
que dejan los ricos al tener que abandonar el país, son repartidas entre
funcionarios del gobierno o miembros del Partido, según el nivel de
lealtad de los mismos. Así sucedió en Cuba, en el reparto El Vedado y
otras zonas residenciales y sucederá en Venezuela y cualquier otro país
del ALBA si es que llegan a consolidar el llamado Socialismo del Siglo
XXI.
16) Expropiaciones y propiedad pública o social.-
Para poder controlar toda la economía, y a través de ella controlar la
población, es necesario eliminar la propiedad privada en todas sus
formas. Primero se nacionalizarán o confiscarán las empresas productivas
diciendo que las mismas pasarán a los trabajadores, pero nunca se les
entregará el título de propiedad. Seguirán las empresas de servicios
públicos, luego los negocios extranjeros, bancos, estaciones de radio y
televisión, y así sucesivamente hasta llegar a los timbiriches
(kiosquitos), como en Cuba y como se está haciendo ahora en Venezuela.
Unas veces se alegará interés público, otras se dirá que las empresas
son improductivas, otras que se especula con el dinero de los pobres y
hasta dirán que los empresarios son unos explotadores, oligarcas o
burgueses. Al frente de las empresas confiscadas se pondrán
administradores de toda confianza, aunque su capacidad administrativa no
sea buena. Lo importante es la lealtad al líder. Los bancos son claves
en este proceso ya que se necesita mucho dinero para comprar
influencias, tanto dentro como fuera del país. Esto matará la inversión
extranjera y se abandonará el mantenimiento de los servicios públicos
(electricidad, agua, seguridad, etc.) pero no importa, ya se encontrará
la forma de comprar a crédito en el extranjero o conseguir que alguien
ayude con los recursos que se necesitan. Esa es la solidaridad
internacional. Desde luego, queda siempre el recurso del tráfico de
estupefacientes como sucede en algunos países del ALBA. Después de todo,
el fin justifica los medios. Desgraciadamente para este grupo emergente
ya no existe la Unión Soviética que estuvo sosteniendo (manteniendo) a
Cuba durante más de una década con un subsidio anual de 6 a 10 mil
millones de dólares.
Este proceso de eliminación de la
propiedad privada fue seguido en los países del Bloque Soviético hasta
que el mismo desapareció en 1990 y ha continuado en Cuba a lo largo de
50 años. Este país subsistió durante los primeros años con dinero de las
expropiaciones, después con el subsidio de la Unión Soviética, luego de
préstamos llegados de Canada, del Club de París, Japón, Argentina,
Brasil, etc., pero al no poder pagar dichos préstamos estos les fueron
suspendidos. Entonces la dictadura cubana aplicó restricciones sin
precedentes en la isla lo que dio en llamarse Período Especial en
Tiempos de Paz, que no es otra cosa que recortar aún más los alimentos y
servicios a la población y aplicar la mayor represión posible para
aplacar el descontento y evitar levantamientos populares. Finalmente,
apareció el petróleo venezolano y éste suplirá hasta que sus pozos se
sequen o hasta que Chávez ya no esté. Luego se verá. Así se va avanzando
hacia la consolidación del comunismo (Socialismo del Siglo XXI), hasta
que todas las empresas privadas pasen al sector público controlado y
manejado por el Estado o hasta que suceda como en China y demás países
excomunistas que después de 60 o 70 años de experimento socialista han
vuelto sus ojos hacia el otrora execrado capitalismo.
17) Sistema educacional o plan de adoctrinamiento.-
Para poder lograr un pensamiento uniforme a fin de asimilar los
principios del SS-XXI es necesario reformar el sistema educativo de tal
forma que se pueda acondicionar el pensamiento de las nuevas
generaciones a esta ideología que dicen es nueva pero que, sin embargo,
es muy vieja. Me refiero a la ideología marxista-leninista. En tiempos
de la Unión Soviética los críticos llamaban a este adoctrinamiento
“lavado de cerebro” por lo eficiente que era para borrar de la mente una
ideología e introducir otra. En este tipo de educación no se permite
ninguna enseñanza privada, ni aún religiosa, ya que ésta pudiera
contrarrestar la formación ideológica que se pretende “sembrar” en la
mente de los niños. Este proceso comienza en el kindergarten, pasa por
la enseñanza media, sigue al nivel universitario y no termina nunca ya
que, aún cuando se es adulto todo lo que se escuche o lea a través de
los medios de comunicación es propaganda ideológica. Por ejemplo, en
Cuba cuando el niño entra por primera vez en la escuela lo inscriben en
una organización infantil llamada Pioneros. El lema de la iniciación es
“Pioneros por el comunismo, seremos como el Che” y automáticamente le
entregan una pañoleta roja para usar alrededor del cuello. Esto estimula
el ego de los niños que propagan sin quererlo los ideales
antidemocráticos. Cuando son adolescentes los inscriben en la
organización Juventud Rebelde y de adultos pasan al Partido Comunista.
Para evitar desviaciones que puedan perjudicar la formación ideológica
se controlará la enseñanza en todos los niveles, inclusive en el nivel
universitario lo que se logra eliminando la autonomía universitaria.
De momento no será fácil conseguir maestros dispuestos a enseñarles
a sus alumnos conceptos que van contra sus propios principios
democráticos, pero poco a poco se les irá sustituyendo por otros
maestros, aunque sean aprendices o de bajo nivel profesional, siempre y
cuando sean incondicionales. Para poder convencer a los ciudadanos de
que este tipo de sistema es el mejor se impulsan campañas que van desde
acabar con el analfabetismo hasta decir que la educación es gratis. Pero
realmente ni el propósito es únicamente acabar con el analfabetismo ni
la educación es gratuita. Acabar con el analfabetismo significa
enseñarles a los analfabetos las bondades del Socialismo del Siglo XXI
(antes comunismo) y en cuanto a la gratuidad de la educación, no es así
exactamente ya que los estudiantes tienen que trabajar sin remuneración
alguna en lo que se llama “La Escuela al Campo”. Cuando egresan de las
universidades son enviados al exterior a cumplir tareas
internacionalistas como maestros, médicos, técnicos o asesores,
recibiendo como salario una pequeña porción de lo que recibe el gobierno
ya que el propósito principal es el de propagar la ideología
castro-chavista a otros pueblos del continente. Por otra parte, el
Estado decide lo que los estudiantes tienen que estudiar ya que al
terminar sus carreras son ubicados en las aéreas que la Revolución o el
SS-XXI crea son más necesarios. El propósito de este sistema educacional
es el de formar hombres nuevos, como dijo Castro en 1959, aunque
generalmente no se logra el hombre nuevo y en cambio se pierde el hombre
viejo (el democrático), como sucedió en Cuba. Como complemento del
sistema educacional en este tipo de régimen están también los medios de
comunicación, incluyendo el Internet. Todo programa, artículo (radial,
escrito o televisivo), noticias, cadenas presidenciales, inclusive las
novelas, tienen que estar en función de adoctrinar y no de informar. Ya
lo dijo Hugo Chávez al regresar de Cuba que en ese país hasta las
novelas tienen contenido ideológico y que él aspira lo mismo para
Venezuela. De ahí 23la importancia de que todos los medios estén en
función doctrinal.
18) Control y manipulación de las
masas.- Una de las características más sobresalientes de este
tipo de sistema, al que yo llamo controlalotodo, es el de saber manejar
y manipular las multitudes. Para ello comienzan por controlar los
sindicatos obreros, las asociaciones estudiantiles, profesionales,
religiosas, etc. Como se sabe, en los sistemas democráticos y de
libertades individuales existen mecanismos cívicos de presión, como por
ejemplo, manifestaciones y huelgas estudiantiles y de trabajadores,
para presionar al gobierno a tomar medidas o mejorar las ya existentes.
En los regímenes totalitarios, por el contrario, estos mecanismos de
presión están prohibidos totalmente. Lo primero que hace el gobierno es
abolir los sindicatos independientes de trabajadores y las
asociaciones estudiantiles. El gobierno trata de hacer o fabricar sus
propios dirigentes los que enfocan sus esfuerzos en guiar a sus
seguidores para respaldar las medidas gubernamentales. Para ello el
gobierno cuenta con infinidad de recursos, desde abolir la autonomía
universitaria, descartar los contratos colectivos de trabajos, acusar a
los dirigentes opositores de cualquier cosa, buscar la expulsión de sus
centros de estudio o de trabajo, mientras que remuneran y privilegian a
sus incondicionales. Hay que evitar a toda costa las huelgas y
manifestaciones generales pues eso causa mala imagen ante la opinión
publica nacional e internacional y pudieran exacerbar los ánimos y crear
problemas de desestabilización.
Otro aspecto importante para
controlar y manipular las masas son las concentraciones multitudinarias
que buscan la creación de conciencia revolucionaria y la de impresionar
al país y al mundo del supuesto respaldo popular con que cuenta el
gobierno. A simple vista, al ver cientos de miles y hasta más de un
millón de personas en un mismo lugar enarbolando consignas
revolucionarias y oyendo discursos encendidos de sus dirigentes se tiene
la impresión que todas esas personas acuden voluntariamente y que la
popularidad del gobierno es inmensa. Esto no es así precisamente.
Aunque una tercera parte de los asistentes pudieran acudir
voluntariamente, con sus propios recursos, la inmensa mayoría son
trabajadores y estudiantes cuyos centros son cerrados para que vayan a
la concentración y autobuses y camiones del gobierno son estacionados
frente a sus centros de trabajo para ser transportados hasta el lugar de
la concentración. Y para asegurarse de que todos los trabajadores
asistan a la misma el gobierno supervisa la asistencia al acto y si es
necesario pasa lista de asistencia en la propia concentración. El que no
vaya corre el riesgo de perder su trabajo, de coartarle el derecho a la
educación a sus hijos y hasta la libreta de abastecimiento pudiera
serles suspendida. Es decir, no solamente el gobierno o dictadura de un
tipo de sistema como éste apela a la mordaza y al terrorismo de estado
para controlar a sus críticos sino que la manipulación, psicología de
las multitudes y las grandes concentraciones populares son parte también
de sus herramientas para lograr sus siniestros objetivos.
19)
Estados parásitos o socios estratégicos.- Este tipo
de SS-XXI que Chávez trata de implantar desde Venezuela tiene el
inconveniente de convertir a un Estado dependiente de otro Estado, como
sucedió con Cuba. El desarrollo normal que han seguido casi todos los
regímenes comunistas, o quasi-comunistas, es el siguiente:
primeramente, subsisten debido a las expropiaciones (confiscaciones) y
lo que sus empresas producen; luego, cuando la producción decae ya que
se le da más importancia al factor ideológico que a la producción, se
establece el trabajo voluntario y se confisca todo lo que queda. Más
tarde son socorridos por gobiernos amigos mientras estos puedan ayudar.
Después apelan a los créditos internacionales y cuando no los pueden
pagar restringen más la distribución de alimentos y productos básicos
creando las llamadas libretas de abastecimiento (racionamiento)
repartiendo a partes supuestamente iguales lo poco que pueda quedar.
Finalmente, puede suceder lo mismo que sucedió con los países del
antiguo Imperio Soviético que la mayoría, con excepción de Cuba y Corea
del Norte hasta ahora, vuelven al capitalismo. Venezuela va en camino de
repetir el error cubano. En Cuba la crisis económica está tocando fondo
ya que su última fuente de ingreso, el petróleo venezolano, se está
agotando y esto obligará al dictador, como ya ha anunciado, a restringir
los alimentos y los servicios públicos aún más. Ya dijo el dictador
Raúl que hay que ahorrar más: menos ventiladores y aires acondicionados,
menos refrigeradores, menos transporte público, descartar los tractores
para arar la tierra y volver a los bueyes y al arado. Y hasta el papel
sanitario hay que ahorrarlo. Ahora, en su desesperación, Cuba
comunista exige que los Estados Unidos de América le levante el embargo
que éste le impuso en 1963 porque Cuba no pagó las empresas
norteamericanas que la Revolución confiscó. La situación actual de Cuba
recuerda la crítica situación que vivió la Unión Soviética durante la
década de 1980 cuando Mijaíl Gorbachov propuso su Perestroika y Glasnost
para “humanizar” el comunismo. Aunque él no pretendía eliminarlo sino
reformarlo, el comunismo se desplomó. El problema de los regímenes
totalitarios es que no aceptan reformas. Son como los muros que por muy
sólidos que parezcan, si se les abre una grieta se derrumban con el
tiempo. ¿Estará llegando el comunismo cubano a esta etapa? Después de
todo, Raúl Castro dijo: “no me eligieron para restaurar el capitalismo,
sino para consolidar el socialismo”. El socialismo cubano (comunismo)
pudiera estar llegando a su fin pues, si de 55 países regidos por el
comunismo que existían a finales del 80, solamente quedan dos, Cuba y
Corea del Norte, ¿quién puede asegurar que estos dos no desaparezcan
pronto también? O pasen al capitalismo, como pasaron los demás. No es
probable que estos dos minúsculos países comunistas puedan subsistir
donde fracasó el otrora poderoso Imperio Soviético. Y Chávez parece no
darse cuenta en su afán imperialista.
20) Imperialismo
Bolivariano.- Como todo imperio, el Imperialismo Bolivariano
tiene supuestamente su propia ideología, la del Socialismo del Siglo
XXI. Su nombre oficial es el de Alianza Libre Bolivariana para Las
Américas (ALBA) y sus fundadores principales son Fidel Castro de Cuba y
Hugo Chávez de Venezuela, quienes firmaron el documento original en La
Habana en el 2004. Es una alianza conocida también como Alternativa
Bolivariana para las Américas entre gobiernos de América Latina y el
Caribe. A Cuba y Venezuela se les han ido uniendo otros países, como
Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Dominica y Granadina. A esta alianza
pertenecía también Honduras pero al caer el gobierno de Manuel Zelaya
ese país se separó de dicha alianza. Este imperio pretende tener su
propia moneda, ya sea el sucre, el bolivariano o inclusive el boliviano
(el dólar no les gusta mucho), un banco regional, un ejército único,
libre comercio, así como un solo idioma, entre otras cosas. Están
discutiendo si dejan el idioma español o si lo cambian por algún otro de
la región. La expansión del imperio se logra por muchos medios, una
forma es ayudando a candidatos afines de otros países con fondos y
propaganda y cuando estos llegan al poder se ven obligados a devolver
dicha ayuda en respaldo político o económico. El Imperio Bolivariano
busca ampliar su influencia haciendo alianzas con otros gobiernos,
principalmente dictatoriales, no importa que no coincidan
ideológicamente siempre y cuando coincidan en sus ambiciones
expansionistas. Entre estas alianzas se encuentran las establecidas
entre los países del ALBA y algunos regímenes terroristas de otros
continentes como son los de Irán, Corea del Norte, China, Bielorusia,
etc. Esto incluye a organizaciones terroristas tales como las FARC de
Colombia, la ETA de España, Hamas de Gaza y Hezbollah del Líbano, entre
otras. Esta relación con gobiernos y grupos listados como terroristas
hace que muchos gobernantes de este hemisferio teman que Venezuela u
otros países del Imperio Bolivariano puedan prestar sus territorios para
bases de operaciones contra las democracias de la región. El peligro
mayor estriba en la relación de Chávez con potencias nucleares como
Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Pakistán, etc. con las cuales el
mandatario venezolano intercambia elementos y experiencias relacionados
con armas nucleares. En esto Chávez está siguiendo los consejos de su
mentor Fidel Castro: “hazte de un arsenal nuclear, como tenía Moscú, lo
que te hará invulnerable y temido''. De momento se dice que Venezuela le
envía uranio a Irán y que Irán se lo devuelve enriquecido. Chávez lo
niega diciendo que es para asuntos pacíficos, aunque pocos se lo creen.
Lo cierto es que la verborrea antiimperialista que emplean Hugo Chávez,
Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, entre otros, es para tratar
de ocultar su imperialismo del siglo XXI tras una cortina de humo. Lo
más irónico de todo es que Chávez usa la insigne figura del Libertador
Simón Bolívar, el luchador más recio contra el colonialismo español que
tuvo América del Sur, para implantar su Socialismo del Siglo XXI cuando
es obvio que si Simón Bolívar viviera en estos momentos tomaría la
espada nuevamente, pero esta vez para luchar contra el colonialismo
cubano en Venezuela.
CONCLUSION
Finalmente, para que los lectores de este ensayo puedan ubicarse
correctamente en cuanto a las similitudes y pocas diferencias que
existen entre el Socialismo del Siglo XXI de Hugo Chávez y el comunismo
tropical de Fidel Castro, es necesario aclarar que ni el socialismo que
soñaron Marx y Engels ni el comunismo que intentaron poner en práctica
Lenin y Stalin han podido ser implementados en ningún país del mundo a
pesar de más de 160 millones de desaparecidos en aras de ese intento.
Ninguno de los dos ha pasado de ser una utopía como la hipotética
República del filósofo griego Platón. En cuanto al socialismo concebido
por el ruso Buzgalín y el méxico-alemán Dieterich por un lado, y el de
Hugo Chávez por el otro, hay gran diferencia. En primer lugar los
primeros conciben la implantación del SS-XXI a través de la conciencia y
el convencimiento. En ningún momento hablan de que hay que imponerlo
por la fuerza. Muy por el contrario, propugnan una democracia
participativa o un socialismo democrático en el cual el individuo
conserve todos sus derechos, incluyendo el de elegir y ser elegido y el
de expresar libremente sus opiniones. Aclaran los ideólogos Buzgalín y
Dieterich que en estos momentos no existen las condiciones necesarias
para establecer este socialismo ya que el proyecto histórico del mismo
es completamente desconocido. “Entonces”, dice Dieterich, “si no tienes
la teoría divulgada entre la gente… será una quimera hablar del
socialismo como una alternativa al capitalismo neoliberal”. Y agrega
Dieterich: “en Venezuela se confunde socialismo con cooperativismo y
propiedades del Estado, todas esas son nociones que están en el pasado”.
Con relación a las similitudes entre el Socialismo del Siglo
XXI de Chávez y el comunismo de Castro, las podemos resumir como sigue:
En Cuba, los poderes de gobierno (Ejecutivo, Legislativo y Judicial)
están sometidos al máximo líder, en Venezuela también. En Cuba, las
Fuerzas Armadas, tanto militares, policiales o de inteligencia, están
controladas por el Ejecutivo, en Venezuela también. En Cuba todos los
medios de comunicación están controlados por el Estado, en Venezuela se
trata de hacer lo mismo. En Cuba todas las tierras y empresas pertenecen
al Estado, en Venezuela se intenta hacer igual. En Cuba existen turbas
amaestradas para someter a los opositores, en Venezuela sucede lo mismo.
En Cuba se exporta la Revolución, en Venezuela también. En Cuba
cambiaron el sistema educacional por un sistema de adoctrinamiento, en
Venezuela tratan de hacer lo mismo. En Cuba la frase más repetida es
“el imperialismo yankee”, en Venezuela también. En Cuba se vivió de los
subsidios extranjeros cuando se acabó la industria azucarera, en
Venezuela harán lo mismo cuando se les acabe el petróleo o no estén en
capacidad de extraerlo. En Cuba la justicia y la libertad están
supeditadas a las exigencias de la Revolución, en Venezuela también. En
Cuba no existe desarrollo interno ni inversiones extranjeras, a no ser
que estén bajo el control del gobierno, en Venezuela están llegando a lo
mismo. Para mas similitudes, Cuba inventó el slogan: “Patria o Muerte,
Venceremos” y los gobiernos del llamado Socialismo del Siglo XXI también
lo están usando. Y finalmente, Cuba importó de la Unión Soviética todos
los asesores militares, económicos, políticos, etc. que le hizo falta
para implantar su comunismo y Venezuela esta importando todos los
cubanos que le hacen falta para implantar el suyo. Por otra parte, si
pudiéramos encontrar alguna diferencia entre el llamado socialismo de
Hugo Chávez y el anacrónico comunismo de los hermanos Castro la
encontraríamos en que Chávez llegó al poder por la vía electoral y
Castro por la vía revolucionaria.
El triunfo electoral de
Chávez, Morales, Correa y Ortega para llegar al poder se debió a que
hablaron mucho de que el SS-XXI resolvería todos los problemas, que con
ello se acabarían la pobreza, los desamparados, los hambreados, etc.
pero ocultando deliberadamente que a su llegada al poder acabarían con
todas las libertades individuales, que estatizarían toda la economía y
que establecerían dictaduras hasta lograr la transición del capitalismo
al llamado Socialismo del Siglo XXI., o más bien, Comunismo del Siglo
XXI. Tampoco dijeron que al llegar al poder tratarían de gobernar
‘hasta que la muerte los separe… del poder’. Castro también lo ocultó.
Este mintió muchas veces, pero su mentira más grande fue cuando repitió
una y otra vez que cuando la revolución triunfara celebraría elecciones
en un plazo no mayor de 6 meses, pero una vez en el poder dijo:
“¿elecciones para qué?”, y cumplió lo que dijo, ya que lleva 51 años
en el poder sin celebrar elecciones libres. Chávez también ha dicho que
le gustaría permanecer el mismo tiempo que Castro en el poder y está
tratando de lograrlo.
En conclusión, a los 11 años de
arribar al poder Hugo Chávez aún no logra consolidar su Socialismo
(Comunismo) del siglo XXI. Tiene formado un caos enorme en Venezuela ya
que en su afán de rodearse de funcionarios leales ha descuidado la
capacidad y la competencia de los mismos. Se nota una gran ignorancia a
la hora de implementar las políticas del gobierno. Lo beneficia en algo
que sus críticos aún no logran identificar al gobierno de Hugo Chávez
con la dictadura de los hermanos Castro. Esto, a pesar de que él no
oculta su enorme simpatía por el tirano Fidel Castro a quien llama mi
padre y que los pilares principales de su régimen descansan sobre los
hombros de cubanos comunistas.
FIN
New
Jersey, EUA, 20 de mayo de 2010
Nota: Luis Israel Abreu cursó
estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Jersey City,
New Jersey y es Contador graduado de la Escuela Profesional de Comercio
de Santa Clara, Cuba.
Remisión: T/Cnel(GN) Stanislaw E Dubis. C.