Ya no funge como alcalde y no tiene ni presupuesto ni sedes.
Con resignación dicen sus compañeros de la oposición que "no le quedó más remedio que esto", para llamar la atención sobre el despojo que hizo el Gobierno de sus competencias.
Desesperado, desde el viernes pasado el alcalde Ledezma ingresó a la sede en Caracas de la Organización de Estados Americanos y allí se quedó junto con otros 15 trabajadores de la Alcaldía Metropolitana, quienes junto a él se alimentan desde ese día solo con agua y caramelos.
Hasta la fecha el alcalde no ha mostrado quebrantos de salud, pero su protesta tampoco ha tenido alguna respuesta pública del Estado venezolano ni de la OEA. Sólo ayer a finales de la tarde se informó que el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, se comunicó vía telefónica con el alcalde y se comprometió con él a buscar "alguna forma" para buscar solución a la crisis planteada.
Ledezma ha dicho que solo levantará la huelga de hambre si el organismo regional envía una comisión a Venezuela para verificar "el estado de la democracia" en el país.
La esposa del alcalde, Mitzi Capriles, ha dicho que "no era el mejor momento" para que Ledezma tomara la decisión de hacer una huelga de hambre pues ha ingresado varias veces a centros clínicos por diferentes dolencias.
Sin embargo, tanto ella como las principales federaciones de empresarios y trabajadores del país, además del Colegio de Abogados de Venezuela, no se han cansado de expresar su apoyo incondicional.
Por su parte, los medios de comunicación oficiales califican la protesta de Ledezma como un "acto de circo" y "caricatura de huelga", y aseguran que ha significado una excusa más para que la oposición monte "un show mediático" contra el gobierno del presidente Hugo Chávez.
VALENTINA LARES MARTIZ
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CARACAS
Fuente:
El tiempo.com