¿Cuántos hombres deben hacer huelga, llevando su vida al límite de la resistencia, antes de que los funcionarios de la OEA se dignen a hacer su trabajo y dirijan su mirada ante los abusos e irregularidades a los cuales somos sometidos los venezolanos?
¿Cuántas medios no afectos al Gobierno deben ser cerrados? ¿Cuántos políticos de oposición deben ser maniatados? ¿Cuántas universidades que no apoyen al régimen deben ser puestas bajo presión para que esta institución considere que la democracia está fallando en el sistema de países latinoamericanos como el nuestro?
¿Cuántas vidas de inocentes deben perderse tras los barrotes antes que funcionarios como José Miguel Insulza consideren pertinente ahondar en el caso relativo a la existencia de prisioneros políticos de nuestro país? ¿O es que acaso Forero, Vivas, Bolívar, Arube, Rodríguez, Mérida o Simonovis son los apellidos de casos inventados por los medios de comunicación? ¿Otro show mediático?
¿Cuánto daño hace falta en la vida de mi familia, para el documento que introdujimos antes la OEA hace cuatro años (2005/2009)progrese ? ¿Es que acaso mis hijos deben seguir creciendo sin su padre a su lado? ¿Es que acaso les parece normal que mi esposa siga recibiendo amenazas de muerte y violación por defenderme a mí, por defender sus ideales? ¿Es que acaso mi nombre debe seguir desdibujándose de las páginas de la libertad?
¿Tomar un número y esperar en la cola?
¿Acaso hay que replicar el ejemplo Hondureño para ser atendido?
¿Qué ha provocado este evidente efcto anestésico en la OEA y sus funcionarios?
¿Qué debemos hacer para despertar su interés, su atención?
La verdad es que no logro entenderlo y es por ello que prefiero lanzar hoy este compendio de preguntas directamente a quienes tienen las respuestas. Ustedes, señores de la OEA.
Soy breve, porque creo que tienen mucho por decir son, definitivamente, ustedes.
Iván Simonovis
Preso Político venezolano.
¿Cuántas medios no afectos al Gobierno deben ser cerrados? ¿Cuántos políticos de oposición deben ser maniatados? ¿Cuántas universidades que no apoyen al régimen deben ser puestas bajo presión para que esta institución considere que la democracia está fallando en el sistema de países latinoamericanos como el nuestro?
¿Cuántas vidas de inocentes deben perderse tras los barrotes antes que funcionarios como José Miguel Insulza consideren pertinente ahondar en el caso relativo a la existencia de prisioneros políticos de nuestro país? ¿O es que acaso Forero, Vivas, Bolívar, Arube, Rodríguez, Mérida o Simonovis son los apellidos de casos inventados por los medios de comunicación? ¿Otro show mediático?
¿Cuánto daño hace falta en la vida de mi familia, para el documento que introdujimos antes la OEA hace cuatro años (2005/2009)progrese ? ¿Es que acaso mis hijos deben seguir creciendo sin su padre a su lado? ¿Es que acaso les parece normal que mi esposa siga recibiendo amenazas de muerte y violación por defenderme a mí, por defender sus ideales? ¿Es que acaso mi nombre debe seguir desdibujándose de las páginas de la libertad?
¿Tomar un número y esperar en la cola?
¿Acaso hay que replicar el ejemplo Hondureño para ser atendido?
¿Qué ha provocado este evidente efcto anestésico en la OEA y sus funcionarios?
¿Qué debemos hacer para despertar su interés, su atención?
La verdad es que no logro entenderlo y es por ello que prefiero lanzar hoy este compendio de preguntas directamente a quienes tienen las respuestas. Ustedes, señores de la OEA.
Soy breve, porque creo que tienen mucho por decir son, definitivamente, ustedes.
Iván Simonovis
Preso Político venezolano.