El banquero es un señor que nos presta el paraguas cuando hace sol y nos lo quita cuando empieza a llover.
Siempre en algún pueblo del mundo, hay un carajito que se las da de rico o que sus padres tienen reales. En el mío se daba el caso que cuando íbamos a jugar a la pelota, había que hacer lo que a éste le diera en gana, porque sino armaba un berrinche y zapateaba, venia su mami recogía su guante y su pelota, el juego se acabó y punto.
Así mismo esta ocurriendo en nuestro país. Si uno no hace lo que el emperador quiere, entonces se enciende y nos quita todo.
Por ejemplo en el estado de nombre de un precursor de la independencia porque su pupilo no ganó, vino agarró su guante y su pelota y se acabó el juego, pero eso si, antes de irse el mentado dejó pelada la gobernación y todo lo que había comprado, por cierto muchos chanchullos que no produjeron beneficio alguno.
Por otro lado el emperador se irritó y comenzó a quitarle vainas que le hacían falta al estado como por ejemplo: hospitales y ambulancias, por pura soberbia y para que vean que si hay rial envió para Bolivia cientos de ambulancias como diciendo: no me complacieron, entonces “no les doy nada y les quito todo para que se jo…roben. ¡Malcriadez!.
Ahora me pregunto ¿Qué hizo su pupilo en ese estado que no haya sido chanchullo para que fuera reelecto? Pues nada, pero el emperador no le importa eso; lo que le interesa es que se haga lo que el quiera y por eso les arrebató el guante y la pelota.
En otro estado central no votaron por su malandro y les quitó el puerto. En el estado de los maracuchos no votaron por su otro malandro y ladrón de siete suelas, entonces montó en cólera y les quitó todas las contratistas y pare de contar como para que se mueran de hambre por no complacerlo.
¡Que vaina!, igual esta haciendo con el gobernador del estado andino fronterizo y con el alcalde a quien le clavó una jefa ilegítima para que le adulara su ego sin importarle que haya sido el pueblo que lo eligió. A pesar de tantas cizañas, piedras y adversidades, este gran Alcalde está cumpliendo.
Ahora le dio por llorar por cualquier vainita, arma un berrinche, se revuelca en el suelo y zapatea solo porque no restituyen en su cargo a un charro en sombrero montado no en caballo sino en un jeep que quiso violar la Constitución y los Derechos Humanos de su país. No quiere entender que ese pueblo valiente no lo va a permitir.
Siempre con su doble discurso, hace lo que no dice y dice lo que no hace. Da la cara en televisión para insultar y despotricar de quien le venga en gana incluso la incalable apología antiamericana, pero cuando cierra la puerta, si hace falta se arrodilla.
Entonces ¿Nos quedamos callados o le quitamos el guante y la pelota al carajito?
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. (Art.19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos)
Afectuosamente,
Imperfecto.
VINICIO GUERRERO MENDEZ
vinguerrero@hotmail.com