Cardón y El Palito no trabajan a plena actividad y ocasionan un déficit de gasolina, que son compensados con la importación de 100.000 barriles diarios desde septiembre de 2008
José Suárez Núñez / Petrofinanzas/Caracas, Venezuela, Julio 21, 2009 /Edición 786
Nunca se producirá escasez de combustibles para el mercado interno, aunque con frecuencia se ventilen rumores en ese sentido mientras haya dólares disponibles para importarla, y se han habituado a hacerlo.
Los gobiernos temen subir el precio de la gasolina, porque lo asocian con el “caracazo” y esta administración en particular no se atreve a subir el precio, por temor a las colas como recordatorio del paro petrolero.
El Gobierno tiene un viejo problemas con las refinerías y no ha tenido competencia para repararlas oportunamente, por desidia en hacer inversiones en mantenimiento, y ejecutar los proyectos que desde 2002 debieron implementarse para no perder el mercado de exportaciones de gasolinas en el verano y el de combustible de calefacción en el invierno.
Los planificadores de presupuesto del Gobierno, donde ven una asignación de mantenimiento la eliminan, al considerar que es un invento de la meritocracia. Algunos veteranos expertos del sector aseguran que lo hacen, porque en el mantenimiento no “hay comisiones” y la mayoría del desembolso es en personal. Eso explica que esos presupuestos no se ejecutan.
Pareciera que es un virus contagioso y es preferible comprar equipos nuevos donde hay el beneficio de las “comisiones”. Planta Centro se hundió por falta de mantenimiento, con una política sostenida de “no mantenimiento por 20 años seguidos”.
La industria petrolera ha vivido los últimos 10 años, tratando de mantener la capacidad de producción frente a la declinación natural del 22% de sus pozos y el mantenimiento de los pozos no es sostenido. Casi 1 millón de barriles diarios de crudos han dejado de producirse.
Ahora sabemos, con los sucesos y protestas de los obreros de las plantas siderúrgicas de Guayana, que el mantenimiento no existe desde hace años, y los planes de inversión no se cumplen, para renovar y actualizar los equipos.
Se observa la misma situación de “no mantenimiento” en la industria petrolera, siderúrgica y eléctrica.
Los expertos de más de una docena de especialidades y disciplinas vinculadas a la refinación coinciden y dicen coloquialmente que las refinerías están en el suelo. En el pasado llegaron a exportarse 140.000 barriles diarios de gasolina y ahora se importan desde septiembre 2008, un aproximado de 100.000 barriles diarios de componentes, para terminar en Amuay la fabricación de la gasolina para el mercado interno.
Un ex-gerente general del CRP, Luengo, dijo a la agencia Reuters en los primeros meses del año 2005, que si Pdvsa no hacía las inversiones apropiadas en el CRP, las gasolinas venezolanas por su contenido de azufre, no podrían entrar en el mercado estadounidense. La declaración se convirtió en un epitafio. Miles de barriles ya no entran en Estados Unidos.
No obstante, la unidad de gasolinas de Amuay salva la producción del mercado interno, y se mantienen activa a toda costa con muchas dificultades.
Dos de los grandes problemas son la refinería de Cardón y El Palito. El Gobierno inició una parada programada de para la modernizacion y expansión de Cardón en septiembre de 2008, con la meta de concluirla en 4 meses, para principios del 2009. Ahora, la nueva fecha de conclusión está programada para octubre de este año, y el tiempo transcurrido será de un año de trabajos.
El proyecto comprende la reparación es la unidad de Cat Cracquer que produce 85.000 barriles diarios de gasolina y la unidad de alquilación que sacará 20.000 barriles diarios. En este proyecto tienen la asesoría experta de Shell Global Solutions, pero las actividades se han demorado por varias razones y los expertos señalan que el proyecto se les fue de las manos, a la gerencia de Pdvsa.
Trabajan en el proyecto unas 4.000 personas. En diciembre despidieron muchos empleados. Los reclutaron de nuevo y hace varias semanas se registraron más despidos. El diagnóstico de los expertos es calificado de errores en el diseño. Con frecuencia llegan equipos que no fueron los solicitados. Otras veces la demora de la procura, ocasiona la paralización de electricistas, instrumentistas y soldadores. Esto ocasionará que el costo de la obra se duplicará o triplicará.
En la refinería de El Palito, la unidad de craqueo catalítico de 55.000 barriles diarios está fuera de servicio para mantenimiento y expansión desde el pasado mes de marzo, con el resto de la planta. La unidad de crudo tiene capacidad para 130.000 barriles diarios, y de acuerdo con el plan reanudó operaciones en junio pasado, pero se detuvo la actividad por la defectuosa calidad del mantenimiento.
Después de un mes de trabajo adicional para corregir fallas reanudó operaciones, pero las obras se han visto interrumpidos por la falta de pago a los trabajadores y contratistas. El craquer catalítico y la unidad de alquilación se retrasaron 30 dias y se prevé que estén en servicio a mediados de agosto.
El mantenimiento programado de esta planta se difirió por mas de doce meses , durante los cuales ocurrieron varias paradas de emergencia por fallas eléctricas. Producto de estas fallas, el factor de servicio de la unidad se redujo a cerca del 75%. En cuanto a las otras unidades de conversión , los coquers, la capacidad de operación esta limitada también, producto del diferimiento en el mantenimiento mayor programado.
Amuay está salvando la posibilidad de escasez y los 100.000 barriles diarios de componentes de gasolina, que se importan de Estados Unidos.
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