CARACAS — El presidente venezolano Hugo Chávez rechazó este miércoles que su país entregase a las FARC armas compradas en Suecia, las que dijo fueron robadas a su ejército, y reafirmó que mantendrá en suspenso sus relaciones con Colombia debido a su posible acuerdo militar con Washington.
"Estamos evaluando (las relaciones con Colombia). Nuestra decisión de revisar y congelar está en marcha en todos los terrenos. No creemos que ocurra algo radical que vaya a hacer cambiar esta situación", dijo Chávez este miércoles en una rueda de prensa.
"Ojalá ocurriera (un cambio), que salga mañana (el presidente de Colombia, Alvaro) Uribe y diga vamos a revisar esto. (Pero) si Colombia sigue adelante con sus planes nosotros seguiremos también adelante con los nuestros", agregó.
Chávez criticó duramente el acuerdo mediante el cual Estados Unidos podría usar bases militares en Colombia y dijo que su país se siente amenazado por ello.
"Ellos tienen derecho (a hacer ese acuerdo), pero nosotros tenemos derecho también. Nos sentimos amenazados por esa decisión y es bueno que Colombia lo sepa", señaló el mandatario, al afirmar que "el imperio" tendrá gran "capacidad de hacernos daño desde allí en todos los órdenes".
"Uribe le está siendo muy útil al imperio", añadió.
Sin embargo, Chávez dejó abierta una puerta e invitó al presidente colombiano a que acuda a la cumbre de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) el próximo lunes en Quito.
Sobre la denuncia de la incautación de armas antitanque suecas en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Chávez señaló este miércoles que se trata de armamento que fue robado en 1995 en un ataque al puesto venezolano naval de Carabobo, estado Apure.
Chávez deploró lo que consideró como una "sucia maniobra" de Bogotá.
Según el presidente venezolano, esas denuncias buscan desviar la atención del posible acuerdo militar entre Washington y Bogotá.
"Qué casualidad que esa información sale desde Colombia precisamente unas horas después de que nosotros comenzamos a levantar nuestra voz en contra de la instalación de lo que hasta entonces se tenía como tres bases yanquis en territorio colombiano", indicó.
Además, Chávez dijo que su gobierno ya dio explicaciones a Colombia por vías diplomáticas y sostuvo que las armas incautadas a la guerrilla son "inservibles".
"De aquí para allá ha habido siempre buena voluntad, tolerancia", prosiguió el mandatario venezolano, al señalar que "con la mejor intención" envió a Bogotá en marzo de 2009 al embajador Gustavo Márquez para recomponer las relaciones.
Reiteró que su gobieno procederá a sustituir las importaciones que realiza a Colombia (por unos 6.000 millones de dólares en 2008) y que orientará sus compras hacia países amigos.
"Vamos a incrementar las compras de alimentos a Argentina", dijo Chávez tras enfatizar que buscará negocios con "gobiernos aliados de verdad, amigos, no (con los que tienen) puñales escondidos".
Venezuela retiró a su anterior embajador en Bogotá, Pável Rondón, en noviembre de 2007, luego de que Uribe cesó a Chávez como mediador en la búsqueda de un acuerdo para canjear secuestrados por guerrilleros presos en Colombia.
Las relaciones se agriaron aún más luego del ataque el 1 de marzo de 2008 contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, cuando Chávez incluso ordenó movilizar tropas a la frontera.
Una semana después de ese incidente, en República Dominicana, Chávez y Uribe acordaron recomponer sus relaciones, pero no fue sino hasta un año más tarde que asumió el nuevo embajador venezolano en Bogotá.