“Fue un grupo de 100 ó 200 personas que no entienden que estamos en un estado de derecho. Por eso tuvimos que hacer uso de gases químicos permitidos internacionalmente”, dijo a la prensa el viceministro de seguridad ciudadana, Juan Romero.
De acuerdo a las imágenes transmitidas por la televisión, varias personas se vieron afectadas por los gases y al menos una sufrió una herida cortante al recibir el impacto de un bote de gases
Romero reconoció que fue “un pequeño grupo” el que “rompió la barrera de seguridad y atacó a los efectivos (policías) con piedras, botellas y objetos contundentes”.
Añadió que no pudieron reconstruir el tope que marcaba el límite de llegada de la manifestación opositora “porque se llevaron parte de la barrera”.
El lanzamiento de los gases comenzó cuando la cabeza de la marcha derribó las vallas de seguridad que señalaban su punto de llegada.
Luego de las primeras escaramuzas, la situación se tranquilizó durante unos momentos para registrarse después otros tres intentos de superar el límite establecido que también fueron neutralizados con gases y, al final, con un vehículo que lanzaba chorros de agua.
Portavoces de los grupos más radicales de la oposición ya habían sugerido que no pensaban respetar el límite fijado por las autoridades porque su objetivo era llegar al centro de la ciudad, donde estaban los “chavistas”.
El diputado opositor Juan José Molina, negó que la cabeza de la marcha hubiese dado motivos al lanzamiento de los gases y según su interpretación todo se debió al “miedo” que sintieron los policías cuando algunos estudiantes, “con su vehemencia”, sacudieron las vallas de seguridad.
La marcha había transcurrido con total normalidad hasta la llegada al punto de su culminación.
Vía EFE