El papa Benedicto XVI dio gracias este sábado por la desaparición de los "regímenes opresores" de la época comunista en Europa del Este, a su llegada a la República Checa para una visita en el año en que esta región celebra el vigésimo aniversario de la caída del comunismo.
"Me uno a ustedes y a vuestros vecinos dando gracias por vuestra liberación de esos regímenes opresores", declaró el Papa en el aeropuerto de Praga bajo un sol radiante.
"Si la caída del Muro de Berlín marcó un giro decisivo en la historia mundial, lo fue todavía más para los países de Europa central y del este, permitiéndoles tomar el lugar que les corresponde en el concierto de las naciones en calidad de actores soberanos", agregó.
El Papa fue muy aplaudido al empezar su discurso en checo, con muy buena pronunciación. Lo acabó con palabras del himno nacional, en el mismo idioma.
El segundo viaje a Europa del Este del pontificado de Benedicto XVI tiene lugar unos quince días después de la celebración del 20 aniversario de la investidura en Polonia del primer gobierno no comunista del bloque soviético.
Su viaje se produce además a escasas semanas de las celebraciones del vigésimo aniversario de la Revolución de Terciopelo de Praga y de la caída del Muro de Berlín.
El papa se reunió por primera vez, durante un encuentro de personalidades en el Castillo de Praga, con el ex presidente Vaclav Havel, artífice de la caída del comunismo en su país.
El papa Benedicto XVI afirmó que la sociedad checa "lleva aún las heridas causadas por la ideología atea" del comunismo, el sábado durante una ceremonia en la catedral San Guy de Praga.
"Vuestras comunidades cristianas, tras el largo invierno de la dictadura comunista, comenzaron a expresarse libremente de nuevo hace 20 años, cuando vuestro pueblo (...) recobró su propia libertad", dijo el sumo pontífice.
El viaje del papa a la República Checa es muy simbólico puesto que Benedicto XVI es el sucesor de Juan Pablo II, el papa polaco que contribuyó a la caída del Muro y al advenimiento de la democracia en los países del bloque soviético.
"Estos países sufrieron considerablemente bajo la dictadura pero en el sufrimiento surgieron conceptos de libertad que están de actualidad y deben ser aplicados aún más hoy en día", declaró Benedicto XVI en el avión a los periodistas que lo acompañan.
"La libertad no es la permisividad, pero la libertad está relacionada con los grandes valores de la verdad, el amor, la solidaridad", añadió el Sumo Pontífice.
El Papa acudió, poco después de su llegada, a la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, donde se encuentra la célebre imagen del "Niño Jesús de Praga", venerada desde el siglo XVII y muy popular en España, Italia y los países latinoamericanos.
Luego recorrió unos 2 km en papamóvil por las calles del centro histórico de la "ciudad de las cien torres".
Miles de personas lo esperaban delante de la iglesia y en las calles adyacentes.
Entre la muchedumbre había muchos extranjeros y también se encontraba, con su guitarra, Petr Lutka, perseguido bajo el comunismo por sus canciones católicas.
País de amplia tradición cristiana, la República Checa se ha distanciado de la Iglesia.
Rosario de un feligrés Checo