Un coronel activo de la Guardia Nacional fue secuestrado por un grupo delictivo, la tarde del sábado, mientras trotaba en las inmediaciones de su residencia en la urbanización La Lagunita, pero pocas horas más tarde en despliegue operativo del grupo antiextorsión y secuestros -GAES- lograron capturar a tres de los presuntos implicados, el resto logró escapar con el rehén a quien asesinaron en la carretera Petare-Guarenas.
La víctima fue identificada como el coronel Héctor Luis Trade Parra, de 43 años, adscrito al comando regional 5 de la GNB, en El Paraíso y bajada de Tazón, donde trabajó en el área de investigaciones. Actualmente se desempeñaba como enlace entre el servicio autónomo tributario Seniat y la Guardia Nacional.
En predios de la morgue de Bello Monte transcendió que aproximadamente a las 5 y media de la tarde, el militar trotaba por las caminerías de la urbanización, con un mono deportivo color vino tinto y vivos blancos, cuando fue sorprendido e interceptado por varios sujetos en un automóvil, al que a punta de pistola lo introdujeron y se lo llevaron secuestrado.
Los captores habrían logrado establecer contacto vía teléfono celular con la esposa e hijos del oficial, para exigir rescate y negociar condiciones para su liberación. La situación fue inmediatamente reportada al comando del Regional 5, activándose el rastreo e investigaciones por efectivos también militares del GAES.
Las operaciones se desarrollaron durante la tarde y noche del sábado. Presuntamente se palabrearon suma de dinero, condiciones para la liberación y sitio de encuentro -presuntamente en una zona de la urbanización La Carlota- con los secuestradores del militar. Los efectivos del GAES habrían tendido el cerco para aprehensión de los delincuentes y liberación del oficial.
Algo sucedió y aunque los efectivos militares lograron la captura de tres, otros dos miembros del grupo hamponil, presuntamente una banda delictiva de Petare, lograron escapar en el auto en que se movilizaban con su rehén. Las pesquisas lograron ubicar el vehículo en la vía Petare-Guarenas en cuyo interior estaba el cuerpo del coronel muerto a balazos.
DOS DETENIDOS
A MEDICATURA
Poco antes del mediodía del domingo gran cantidad de efectivos uniformados y de civil, de todas las jerarquías de la Guardia Nacional, se concentraban a las afueras de la morgue, comentando reservadamente entre ellos los datos que se tenían de los hechos.
En esas circunstancias, llegó a las instalaciones de la medicatura forense un rústico policial, de color rojo intenso. Funcionarios de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) de la policía científica, bajaron a dos detenidos. Ambos hombres jóvenes, entre 25 y 30 años. Uno de toso desnudo y otro con la cabeza cubierta con una franela. Los introdujeron a las edificaciones, presumiblemente para exámenes médicos-forenses sobre sus condiciones físicas. Un rato más tarde salieron nuevamente esposados, los detectives los montaron otra vez en la camioneta y se los llevaron hacia la División contra Homicidios para interrogatorios y otras experticias criminalísticas.
RESERVA MILITAR
Mientras esto sucedía, los militares hombres y mujeres seguían a afuera en diálogos cortos y en voz baja. Otros caminaban mientras hablaban por sus celulares, tratando de evitar que terceros pudieran escuchar detalles. En eso se presentó un hombre alto y fornido, en mono deportivo negro y blanco. Era de presumir que se trataba de otro oficial de alto rango, por el modo en que se comportaban y dirigían hacia él los uniformados. Los reporteros se acercaron con la intuición que sería un general, para solicitar algunos datos de los hechos, pero el hombre los eludió diciendo “somos de la familia y no sabemos qué pasó…”.
No obstante, en el lugar también estaban dos hermanas, y dos sobrinas, de la víctima. La familia Trade Parra al parecer son naturales de La Luciteña, en Caujarito de Maracaibo, estado Zulia. La primera en hablar con los periodistas fue la hermana Yaritza, quien indicó que ella reside en Coro, y se trasladó en avión a las 7 de la mañana cuando le notificaron la tragedia.
Abrazando el ropaje deportivo de su hermano fallecido se excusó: “perdonen ahora no estoy en capacidad de decirles nada… sólo pido a Dios, y a quien sea, para que estas cosas no sigan pasando”.
Poco después su otra hermana periodista Ana Katherina, agregaba que el militar deja viuda y tres hijos. “Sólo puedo decirles que el hombre que ha muerto hoy a manos del hampa era un excelente hermano y padre”.
A la expectativa quedó el corrillo que las autoridades gubernamentales y militares convocarían a una rueda de prensa para informar sobre los hechos. Entre tanto, el oficial de mono negro agilizaba los trámites forenses y para el retiro del cadáver, al tiempo que los familiares de la víctima se ocupaban de escoger la funeraria.
2001