Miles de personas, más de un millón según sus organizadores, se manifestaron el sábado en un ambiente festivo en el centro de Madrid para mostrar su rechazo a la reforma de la ley del aborto, que modifica una norma aprobada hace casi 25 años y permitirá interrumpir libremente el embarazo en las primeras 14 semanas de gestación.
"Hemos sobrepasado con creces las últimas manifestaciones, han llegado más de 900 autobuses (de toda España) con manifestantes, además de aviones fletados (...) Creo que hemos superado el objetivo de tener más de un millón de asistentes", dijo a Reuters por teléfono Mercedes Coloma, presidenta de la Confederación de Padres de Alumnos, una de las convocantes.
No había nadie disponible en la policía municipal o en la delegación del Gobierno en Madrid para dar estimaciones de asistencia.
Las asociaciones convocantes, agrupadas en la plataforma Cada Vida Importa y entre las que hay organizaciones provida y de defensa de la familia, aspiraban a convertir la marcha en una de las más multitudinarias de este tipo.
"¿A quién invitamos? A los 48 millones de españoles, y no vamos a preguntar en la puerta de la manifestación hipotética, si militan en algún partido, si tienen algún cargo, si llevan sotana o si practican ceremonias en una sinagoga o una mezquita", dijo Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, antes del inicio de la marcha en declaraciones a RNE.
Aunque está en contra del proyecto, el Partido Popular no envió una representación oficial ni se sumó a la convocatoria. Sí acudieron a título personal destacados miembros del partido, como la secretaria general, María Dolores de Cospedal, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el ex presidente José María Aznar, según diversos medios.
El Gobierno considera que la nueva ley es más garantista y ofrece seguridad jurídica tanto a las mujeres que deciden abortar como a los profesionales médicos que practican la interrupción del embarazo, y ha calificado de hipócrita la actitud del PP ante la norma.
"A la derecha sólo le preocupa el aborto cuando gobierna la izquierda, como se puso de manifiesto cuando gobernaba Aznar y el Partido Popular que no derogaron la actual ley del aborto, que es una ley más permisiva y con menos garantías que el proyecto que se está tramitando en este momento", declaró el sábado el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco.
Bajo el lema "Por la mujer, la vida y la maternidad", la marcha salio a las 17:00 de la Puerta del Sol y finalizará en la Puerta de Alcalá, donde se leerá un manifiesto.
ABORTO LIBRE EN LAS PRIMERAS SEMANAS
El proyecto de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo, que está en trámite parlamentario, liberaliza la interrupción del embarazo en las primeras 14 semanas de gestación y ha abierto un intenso debate político y social, especialmente en lo referente a la posibilidad de que las menores de 16 años puedan abortar sin consultar a sus padres.
La ley de plazos que introduce la reforma establece la posibilidad de abortar hasta la semana número 22 si hay un alto riesgo para la vida o la salud de la madre o anomalías en el feto y sin límite médico con anomalías muy graves o incurables o cuando los especialistas lo consideren pertinente.
Los convocantes de la marcha consideran que la nueva ley supondrá "la desprotección total de las dos víctimas del aborto: el niño no nacido, que carecerá de toda protección jurídica, y la mujer, abocada al aborto sin alternativas posibles".
Se trata de la segunda marcha contra la reforma de la ley del aborto que se celebra este año, tras la del pasado 29 de marzo, a la que también asistieron miles de personas.
La normativa actual en España, aprobada en 1985, permite abortar en tres supuestos: si existen malformaciones del feto, si las mujeres han sido víctimas de una violación o si existe riesgo para la salud de la madres, un supuesto que incluye los riesgos psicológicos.
Fuente: Yahoo/Noticias/REUTERS