FRENTE INSTITUCIONAL MILITAR
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Caracas, 14 de Enero de 2010
BOLETIN DE NOTICIAS LXXVIII
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Fernando Ochoa Antich
Particular
Sr. Ing. Rubén Darío Bustillos R.
Presente.
Estimado Rubén Darío:
Deseo hacerles llegar, por este medio, mi palabra de felicitación a los dignos oficiales que, con gran sentido profesional,
La tesis esgrimida por el régimen no tiene sustentación alguna. Es verdad, que el presidente de la República en el año 1920 era el general Juan Vicente Gómez, pero ese hecho no puede ser motivo para dejar a un lado más de ochenta años de institucionalidad militar. La figura histórica del dictador no es fácil de analizar. Grandes historiadores venezolanos han estudiado su figura, buscando darle una justa evaluación de su significado en nuestro devenir como país. Sólo con leer: “Gómez, tirano liberal”, de Manuel Caballero, “Gómez, un enigma histórico”, de Jorge Olavarría y “50 años después de su muerte” de Germán Carrera Damas, uno se puede dar cuenta de lo difícil que es lograr una conclusión definitiva sobre el balance de una figura tan compleja como fue la de Juan Vicente Gómez. Voy a utilizar un párrafo de Jorge Olavarría para que el lector pueda darse cuenta de esta realidad:
“La verdad objetiva es que Gómez no pudo gobernar durante 27 años sólo por la fuerza de la coacción y el miedo. Gobernó y fue obedecido porque en 1908 en Venezuela se había creado un clima de general aquiescencia con la necesidad de la cancelación de un sistema de gobierno que invocaba derechos y libertades que no se cumplían ni se habían llevado a la realidad jamás…Los terribles ciclos de guerras civiles, iniciadas la primera en 1859, la segunda en 1892 y la tercera en 1898, habían llevado a Venezuela al borde de la disolución…Hoy, ya no se puede negar que lo que López Contreras y Medina Angarita hicieron fue posible porque Gómez dejó un Ejército permanente, profesional y disciplinado, un Tesoro sano, una Hacienda organizada…
No soy ni mucho menos un defensor a ultranza de Juan Vicente Gómez. Creo que se prolongó demasiado tiempo en el poder, haciéndole un gran daño a Venezuela, pero su obra como estadista es imposible negarla. Eso quiere hacer Hugo Chávez, para reivindicar en cierta forma a Cipriano Castro. Eso es absurdo. La historia da su veredicto a través del tiempo. La figura de Juan Vicente Gómez es todavía controvertida; la de Castro, ya no la es: corrompió, endeudó y arriesgó la soberanía de Venezuela. La admiración de Hugo Chávez por su figura histórica es explicable: se parecen demasiado. Lo que no es aceptable es que se ofenda la dignidad de la Aviación Militar venezolana queriendo modificar arbitrariamente su aniversario. Mi palabra de admiración por el gesto profesional de los oficiales que firmaron ese valiente manifiesto de protesta.
Atentamente,
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EL APOCALIPSIS
Por: Antonio Sánchez García
El gobierno se enrumba aceleradamente a su crisis terminal. Con una diferencia abisal respecto de crisis políticas anteriores: arrastra consigo a la Nación y posiblemente a la República misma. Dejando en herencia un país devastado, dividido, pervertido y esquilmado hasta en sus últimas reservas. Es un auténtico Apocalipsis.
De todos los males, amén de los espantosos daños materiales: - expoliación y saqueo de la industria petrolera, crisis de los servicios básicos como seguridad, agua, electricidad, salud y educación, destrucción de la base económica, industrial y agroindustrial del país, dependencia de fuentes externas de abastecimiento en todos los rubros de la sobrevivencia nacional, sin duda el peor, más grave y aparentemente más incurable de los males es el daño espiritual, ético y moral causado al país por una banda de asaltantes inescrupulosos de la cosa pública, aliados al resentimiento social y político de factores carentes de todo sentimiento patriótico y nacional.
Y lo que es más grave y doloroso: sostenida esta banda de corruptores públicos uniformados – porque es del seno de las fuerzas armadas que emerge el cáncer que corroe al país y a dichas fuerzas les corresponde la mayor responsabilidad por el crimen de lesa nación que bajo el mando de uno de los suyos se lleva cometiendo desde hace Once largos años contra la república fundada por Bolívar – por una parte del país carente de la menor conciencia histórica, responsabilidad moral, civilidad y patriotismo. Pues asquea que después de que este gobierno haya dado todas las muestras, pruebas y testimonios de su prostibularia condición, de su naturaleza hamponil y criminal todavía haya millones de venezolanos que lo respaldan. Y a quienes el derecho a la libertad y a la vida, violado por el régimen que respaldan le parezca una nimiedad indigna ni siquiera de ser considerada.
Es hora de dejar los subterfugios y enfrentar la verdad: esos hampones que hace pocos dias, amparados en la guardia nacional y la policía metropolitana, agredieron y asaltaron a ilustres y honorables ciudadanos, vejando hasta el extremo a un diputado de la república y a las más altas autoridades estadales y edilicias, no serán condenados ni siquiera verbalmente por quienes usurpan el poder del Estado. Mientras la señora Cilia Flores, a quien le corresponde la supuesta majestad del recinto ultrajado por orden suya, sonreía complacida. Por supuesto, quienes hirieron gravemente y arrastraron por los suelos como a un perro a un diputado opositor no serán detenidos por la policía del régimen, no serán encarcelados por las autoridades de justicia ni tocados con un pétalo por los secuaces togados de doña Luisa Estela Morales.
Mientras tanto, un venezolano decente como Richard Blanco fue encarcelado y privado de los más elementales derechos legales por haber protegido a un facineroso del régimen de lo que debió haber sido la justa indignación de un pueblo ofendido por los espías y esquiroles del oficialismo.
En todos los órdenes de la vida nacional, Venezuela sufre un auténtico Apocalipsis. Ante la complicidad de las democracias occidentales y la impotencia de la decencia nacional. ¿Es imaginable extirpar este tumor, ya en estado de metástasis, recurriendo a métodos de homeopatía política? ¿Es posible vencer la gangrena nacional mediante expedientes electorales? ¿Podemos salir de esta situación de crisis terminal sin pasar por cirugía mayor y terapia intensiva? Es lo que se pregunta la mitad del país, angustiado por este carnaval de criminalidad que sufrimos
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¡VENEZOLANOS!
El próximo Sábado 23 de Enero:
A la calle
Junto a todas nuestras familias, amigos y conocidos. Por nuestros hijos y la generación por venir. Por una Venezuela libre. Por la paz. Por un país sin odios, ni divisiones, ni rencores, ni perseguidos. Por un país seguro, donde exista el Estado de Derecho y se castigue al delincuente y al ladrón de Cuello Rojo. Por los Presos Políticos. Porque nuestros recursos no sean dilapidados ni esquilmados. Para reclamar nuestros derechos. Por respeto a la Constitución y a las leyes… A LA CALLE.
REACCIONA VALE… ESTE PAIS ES TUYO, MIO NUESTRO… NO DEJES QUE LA DELINCUENCIA POLITICA TE LO QUITE… A LA CALLE PARA DEMOSTRAR QUE SI PODEMOS…FUERA LOS HAMPONES-MILITARES DEL GOBIERNO
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