Pronunciamiento del Capitán (GN) Leonardo Carrero Araujo (Derecha)
Plaza Francia de Altamira. Caracas, 22 de octubre de 2002. Foto: Urru.org
MARCO Aurelio García, "asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia de Brasil" dice que su gobierno "encara las cuestiones de forma responsable", e insiste en que el Ejecutivo brasileño "no se relaciona con disidentes ni en Cuba, ni en ningún otro país, porque Brasil no es una O.N.G.". Si esa afirmación la hace Hugo Chávez, Evo Morales, cualquiera de los Kirchner, Fidel o Raúl Castro Rus; o las hubiese hecho Idi Amin, Hitler, Franco o cualquier otro de los dictadores que a lo largo de la historia han sometido a pueblos y sociedades durante largos años, no hubiesen causado ninguna sorpresa, pero al venir del gobierno suramericano que encabeza los índices de desarrollo, que lidera las economías del subcontinente, del gobierno del país que acaba de ganar una postulación para ser cede de unos Juegos Olímpicos, del gobierno que en teoría aspira ser (si es que ya no lo es) la economía más poderosa del Sur de América, por mal camino anda (o desanda) la democracia en América; pero al ser una declaración oficial del Gobierno del presidente Lula Da Silva, nos da qué pensar sobre lo que las libertades significan de ese lado del charco.
¿Qué significa disentir en Cuba o en cualquier otro país para el Gobierno de "o país más grande do mundo"? No lo sé, pero sé lo que es pensar diferente (disentir) en Venezuela, en Estados Unidos de Norteamérica y en España. Lo sé en Venezuela porque fui uno de los oficiales que levantó su voz para disentir de la forma en que se gestiona actualmente mi malograda patria; lo sé de los Estados Unidos porque viví ahí más de un año y medio y descubrí lo que significa hablar con absoluta libertad; y lo sé en España, la "Madre Patria", como me la enseñaron en el colegio, porque me han acogido (como refugiado) y permitido ser y vivir en la más absoluta libertad. Vivo desde hace casi cinco años en Tenerife, y viví poco más de año y medio en Houston, dos sociedades diferentes, pero integrantes del grupo de los llamados países desarrollados, y una de las cosas que más me llamó la atención fue la capacidad de estas dos culturas de "autocriticarse". A través de los medios, bien sean afines o disidentes de la tendencia gubernamental, públicos o privados, las personas se expresan, los periodistas y sus jefes opinan y deciden las matrices de opinión de sus respectivos medios (tengo aproximadamente dos años oyendo por lo menos cuatro horas la Radio Nacional Española diariamente), y siempre he oído voces de diferentes tendencias humanistas. Fui formado por jesuitas españoles, conozco la Teología de la Liberación, desde niño oí a Alí Primera, a Silvio Rodríguez, a Pablo Milanés a Soledad Bravo, a Serrat, también a los Beatles o a Queen, Huria Heep, a Vocal Sampling, y todos me llenaron por sus voces "disidentes" de lo que en sus países y en el mundo ocurría, y eso hizo crecer en mí un espíritu disidente; soy oficial, cursé cinco años de estudios en una Escuela Militar, lo que implica que aprendí a obedecer ciegamente, mas no a dejar de pensar.
Hay que tener muchísimo cuidado cuando un gobierno poderoso desdeña la disidencia, pues implica que no acepta que nadie lo corrija, ni quiere ni permite que nadie le diga que pudiese estar actuando de forma equivocada; y que un gobierno como el del presidente Lula, actualmente considerado uno de los líderes más carismáticos del mundo entero, emita una declaración en contra de la disidencia de forma genérica, da muchísimo qué pensar acerca de cuáles serán los destinos de un continente. Siempre he pensado en América como un niño al lado de Europa o Asia, pero este mundo globalizado nos ha puesto a todos al mismo nivel, y eso implica, como dicen aquí, "búscate la vida", y eso es lo que están haciendo nuestros países, se están buscando la vida como pueden, y están improvisando. Y de la improvisación puede salir cualquier cosa.
Ojo con Brasil, no quiere disidentes, quiere ovejas, desea un rebaño de idiotas que obedezcan sin pensar, y eso no es democracia. Ojo con los gobiernos suramericanos, no quieren disidencia.
* Capitán de la Guardia Nacional de Venezuela (retirado)
Fuente: El Día .es /PortadaVenezuela