Por: Ediee A. Ramirez
La sentencia a Baduel
Me motiva a escribir este artículo los numerosos comentarios hechos a través de Noticiero Digital, alegrándose por la condenatoria a Isaías Baduel. Desconozco si dicha sentencia al general trisoleado por sustracción de fondos sea justa o injusta. Al respecto, me permito sugerir que no se opine sobre un castigo impuesto tomando como premisa si la posición política del afectado benefició o perjudicó al teniente coronel. Lo fundamental es si la sentencia está o no ajustada a derecho; si es culpable de sustracción de fondos públicos o si es una sentencia de jueces complacientes con el Ejecutivo, como muchas otras que conocemos.
Estamos en la obligación moral de velar porque la justicia no se contamine por la política, ni por percepciones. Baduel no fue un factor clave en el retorno del autor intelectual de los asesinatos del 11 de abril pero, aunque decidió actuar tarde, sí tuvo importancia. Los demócratas tenemos que reclamarle al hoy enjuiciado muchos hechos no relacionados con esa fecha, los cuales sí evidencian que fue mal Comandante General del Ejército y mal Ministro de la Defensa. No solo toleró la politización de la Fuerza Armada y las violaciones a sus Reglamentos, sino que, por falta de principios y valores, permitió que injustamente condenaran a muchos oficiales a la cárcel, al exilio, a permanecer en sus casas sin cargo o que fuesen pasados a retiro.
Quizá por algunos de estos casos de atropellos a oficiales pueda ser enjuiciado en el futuro, sea por iniciativa del Ministerio Público o por iniciativa privada de los afectados. Sin embargo, en este momento lo que debe preocuparnos a los demócratas que deseamos un mejor país, muchos de los cuales hemos sufrido en carne propia los atropellos de jueces y fiscales, es que la justicia se aplique correctamente. En principio a Baduel le violaron su derecho al debido proceso, irrespetando plazos y confinándolo en Ramo Verde cuando ha debido ser juzgado en libertad y ello amerita nuestra protesta. Sobre la sentencia habrá que esperar que abogados expertos determinen si realmente existen pruebas que justifiquen la condena. Si es así, aplaudiremos a los jueces, caso contrario engrosarán la larga lista de alcahuetas del régimen y en su momento responderán por ello.
eddiearamirez@hotmail.com
Estamos en la obligación moral de velar porque la justicia no se contamine por la política, ni por percepciones. Baduel no fue un factor clave en el retorno del autor intelectual de los asesinatos del 11 de abril pero, aunque decidió actuar tarde, sí tuvo importancia. Los demócratas tenemos que reclamarle al hoy enjuiciado muchos hechos no relacionados con esa fecha, los cuales sí evidencian que fue mal Comandante General del Ejército y mal Ministro de la Defensa. No solo toleró la politización de la Fuerza Armada y las violaciones a sus Reglamentos, sino que, por falta de principios y valores, permitió que injustamente condenaran a muchos oficiales a la cárcel, al exilio, a permanecer en sus casas sin cargo o que fuesen pasados a retiro.
Quizá por algunos de estos casos de atropellos a oficiales pueda ser enjuiciado en el futuro, sea por iniciativa del Ministerio Público o por iniciativa privada de los afectados. Sin embargo, en este momento lo que debe preocuparnos a los demócratas que deseamos un mejor país, muchos de los cuales hemos sufrido en carne propia los atropellos de jueces y fiscales, es que la justicia se aplique correctamente. En principio a Baduel le violaron su derecho al debido proceso, irrespetando plazos y confinándolo en Ramo Verde cuando ha debido ser juzgado en libertad y ello amerita nuestra protesta. Sobre la sentencia habrá que esperar que abogados expertos determinen si realmente existen pruebas que justifiquen la condena. Si es así, aplaudiremos a los jueces, caso contrario engrosarán la larga lista de alcahuetas del régimen y en su momento responderán por ello.
eddiearamirez@hotmail.com
Fuente: Noticiero Digital.com